HARARE.- La epidemia de cólera que azota a Zimbabwe, que ya provocó casi 800 muertos, se convirtió ayer en el centro de una controversia política luego de que el gobierno del país africano consideró que el brote es un "ataque biológico neocolonialista" orquestado por Gran Bretaña.
El ministro de Información zimbabwense, Sikhanyiso Ndlovu, dijo que las bacterias de cólera fueron "sembradas" en distintas partes del país en tiempos coloniales, cuando Gran Bretaña ocupaba el país africano.
"La guerra biológica no declarada continuó más allá del fin de la ocupación [británica]. Se trata de un ataque genocida de los británicos contra los zimbabwenses", aseguró el funcionario, que agregó que hay comandos secretos en el país para llevar nuevas bacterias.
Además, Ndlovu acusó a los periodistas de tomar fotos de personas moribundas en Congo o en Darfur, y afirmar que se trata de enfermos de cólera en Zimbabwe.
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, rechazó ayer las declaraciones del presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, de que la epidemia estaba bajo control."La crisis del cólera en Zimbabwe no ha terminado", señaló Ban, que aseguró haber recibido "informes alarmistas" que contradicen considerablemente la opinión de Mugabe. Ban le pidió al mandatario que no perdiera de vista el bienestar de su pueblo.
El gobierno zimbabwense intentó relativizar las declaraciones de Mugabe. "Ya no hay cólera y, con ello, motivo para la guerra", había dicho anteayer el mandatario, que decretó el estado de alarma nacional la semana pasada.
Su vocero, George Charamba, dijo que el presidente había hablado con ironía. "Quería mostrar que los esfuerzos hechos hasta ahora para contener el brote estaban empezando a dar resultados positivos", indicó.
Mugabe denunció la existencia de planes internacionales para invadir Zimbabwe con la excusa del brote de cólera. Así interpreta el presidente los pedidos formulados en las últimas semanas por el primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente estadounidense, George W. Bush, para que renuncie a su cargo. "A raíz del cólera, Brown quiere una intervención militar", señaló Mugabe.
La cifra de muertes por la epidemia en Zimbabwe, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se elevó ayer a 793 y la de infectados, a 16.700. Sin embargo, la organización no gubernamental Oxfam advirtió que la magnitud de la epidemia es mucho mayor que la registrada por la OMS y estimó que unas 60.000 personas están infectadas.
Sudáfrica declaró "zona de catástrofe" su frontera con Zimbabwe, donde se registraron 700 casos de cólera y por donde huyen miles de zimbabwenses en busca de atención médica.
Agencias AFP y DPA
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El ministro de Información zimbabwense, Sikhanyiso Ndlovu, dijo que las bacterias de cólera fueron "sembradas" en distintas partes del país en tiempos coloniales, cuando Gran Bretaña ocupaba el país africano.
"La guerra biológica no declarada continuó más allá del fin de la ocupación [británica]. Se trata de un ataque genocida de los británicos contra los zimbabwenses", aseguró el funcionario, que agregó que hay comandos secretos en el país para llevar nuevas bacterias.
Además, Ndlovu acusó a los periodistas de tomar fotos de personas moribundas en Congo o en Darfur, y afirmar que se trata de enfermos de cólera en Zimbabwe.
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, rechazó ayer las declaraciones del presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, de que la epidemia estaba bajo control."La crisis del cólera en Zimbabwe no ha terminado", señaló Ban, que aseguró haber recibido "informes alarmistas" que contradicen considerablemente la opinión de Mugabe. Ban le pidió al mandatario que no perdiera de vista el bienestar de su pueblo.
El gobierno zimbabwense intentó relativizar las declaraciones de Mugabe. "Ya no hay cólera y, con ello, motivo para la guerra", había dicho anteayer el mandatario, que decretó el estado de alarma nacional la semana pasada.
Su vocero, George Charamba, dijo que el presidente había hablado con ironía. "Quería mostrar que los esfuerzos hechos hasta ahora para contener el brote estaban empezando a dar resultados positivos", indicó.
Mugabe denunció la existencia de planes internacionales para invadir Zimbabwe con la excusa del brote de cólera. Así interpreta el presidente los pedidos formulados en las últimas semanas por el primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente estadounidense, George W. Bush, para que renuncie a su cargo. "A raíz del cólera, Brown quiere una intervención militar", señaló Mugabe.
La cifra de muertes por la epidemia en Zimbabwe, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se elevó ayer a 793 y la de infectados, a 16.700. Sin embargo, la organización no gubernamental Oxfam advirtió que la magnitud de la epidemia es mucho mayor que la registrada por la OMS y estimó que unas 60.000 personas están infectadas.
Sudáfrica declaró "zona de catástrofe" su frontera con Zimbabwe, donde se registraron 700 casos de cólera y por donde huyen miles de zimbabwenses en busca de atención médica.
Agencias AFP y DPA
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