Les dejo una carta del ex Mayor de Ejercito,Hugo Abete,titulada "Para reflexionar" de"Hugo Wast"
Buenos Aires, 15 de marzo de 2010
Sr. Director:
A propósito de la Indefensión Nacional que desde hace muchos años padece la Argentina por culpa de políticas antimilitares y antinacionales llevadas a cabo, sin excepción, por todos los gobiernos “democráticos” desde 1983 a la fecha y que hoy, entre otros aspectos, se pone de manifiesto en la forma que Gran Bretaña le falta el respeto a los argentinos por el tema Malvinas o, lo que es peor, cuando la ministra de Defensa argentina afirma “cancelamos las hipótesis de conflicto”, (diario Clarín 14 de marzo de 2010), me pareció oportuno volver a publicar un breve artículo que bajo el título “Para Reflexionar” escribiera en el año 1992 en el penal militar de Magdalena y que luego, en 1993, pasó a ser el epílogo del libro “La Patria Indefensa” (Editorial Los Nacionales), que escribiera junto a los entonces mayores del Ejército Argentino (aún no habíamos perdido nuestro grado militar), Héctor Adrián Romero Mundani y Pedro Mercado.
El mencionado libro fue presentado como denuncia formal ante la Cámara Nacional de Casación Penal, las comisiones de Defensa del Congreso de la Nación, el Ministerio de Defensa, el Estado Mayor Conjunto y los Estados Mayores de las FFAA.
Más allá de que nadie haya hecho absolutamente nada con aquella denuncia, queda concluir que, si en 1993 el estado de indefensión denunciado era por demás alarmante, no imaginan los argentinos cuál ha de ser ese estado 17 años después, sobre todo teniendo en cuenta que, los últimos 7años han sido gobernados por verdaderos enemigos de las FF.AA. que, por todos los medios han procurado desnaturalizarlas como paso previo a su eliminación…
¡Por Dios y por la Patria!
Hugo Reinaldo Abete
Ex mayor E.A.
PARA REFLEXIONAR
E
l ilustre pensador y escritor católico nacionalista Hugo Wast, en su novela “Juana Tabor 666”, escrita en 1941, describió cómo sería la República Argentina 50 años más tarde bajo el dominio del Anticristo.
Según el autor en esa última década del siglo XX, nuestro país al igual que el resto del mundo, se encontraba bajo el influjo del “sindiosismo” que materializaba su poder mediante un gobierno único, el cual tenía como peores enemigos a los católicos.
Por entonces y siempre según la novela, lo que no debía ser era y todo lo que debía ser no era. No teníamos Ejército porque había sido reducido al extremo al no considerarse posible ninguna hipótesis de conflicto. Así describía el autor el Ejército de 1995:
"...Pero no el Ejército Argentino, que se pulió como una espada en los primeros cincuenta años del siglo, con sólido cuadro de oficiales, bien educados por los institutos de guerra, había llegado a ser, gracias a la diabólica conjuración de la prensa, del cinematógrafo, de la radio, un objeto de antipatía y de repugnancia para el pueblo, que razonaba de la siguiente manera: “la República Argentina no tiene cuestiones internacionales, pues sus fronteras están bien demarcadas. Siendo así no necesita gastar cientos de millones en mantener quinientos mil parásitos..." (pag. 208 - 209).
En esas condiciones Chile invadió nuestro territorio, y mientras la que era nuestra presidenta y su ministro de Defensa se lamentaban por esta circunstancia preguntándose cómo podía ser posible, si somos un país pacífico que ni siquiera tiene hipótesis de conflictos... un general católico y nacionalista que desde las sombras y la persecución había formado un Ejército Nacional y ahora estaba presente en ese lugar para exigirles la renuncia, les decía:
"No tenemos ejército, y lo peor es que no tenemos espíritu, no ya de guerreros, pero ni siquiera de argentinos. Se ha insuflado en el pueblo una vocación politiquera y antimilitarista."... (Pag 219).
Conviene aclarar que cuando Hugo Wast (en la realidad su verdadero nombre era Gustavo Martínez Zuviría), escribió esta novela, nuestro Ejército vivía su esplendor, destacándose nítidamente del resto de los de Sudamérica. Para cualquiera que no tuviera una percepción del futuro, o una inspiración muy especial como la tuvo el autor, era imposible imaginar que de aquel Ejército esplendoroso, fiel custodio de los más sagrados valores de la nacionalidad, hubiésemos pasado a ése que él describe en su novela y que es el reflejo exacto del que hoy tenemos.
La novela continúa luego de la invasión chilena, con la huida del gobierno argentino y el enfrentamiento en las calles entre aquellos que se habían entregado al “sindiosismo” y a la sumisión al Nuevo Orden Mundial, y una enorme multitud de católicos que con banderas celestes y blancas ganaron la ciudad para poner orden y organizar la resistencia contra el invasor trasandino bajo la conducción de ese general y el Ejército Nacional...
"La nación estaba harta de los enemigos interiores, y los ha barrido con escoba de hierro. Ahora debemos enfrentarnos con el enemigo exterior que ha invadido la Patagonia. Todos los argentinos serán llamados a las armas. ¡Dios salve a la Patria!". (Pag 227)
¡Por Dios y por la Patria!
Hugo Reinaldo Abete
Ex Mayor E.A.
Buenos Aires, 15 de marzo de 2010
Sr. Director:
A propósito de la Indefensión Nacional que desde hace muchos años padece la Argentina por culpa de políticas antimilitares y antinacionales llevadas a cabo, sin excepción, por todos los gobiernos “democráticos” desde 1983 a la fecha y que hoy, entre otros aspectos, se pone de manifiesto en la forma que Gran Bretaña le falta el respeto a los argentinos por el tema Malvinas o, lo que es peor, cuando la ministra de Defensa argentina afirma “cancelamos las hipótesis de conflicto”, (diario Clarín 14 de marzo de 2010), me pareció oportuno volver a publicar un breve artículo que bajo el título “Para Reflexionar” escribiera en el año 1992 en el penal militar de Magdalena y que luego, en 1993, pasó a ser el epílogo del libro “La Patria Indefensa” (Editorial Los Nacionales), que escribiera junto a los entonces mayores del Ejército Argentino (aún no habíamos perdido nuestro grado militar), Héctor Adrián Romero Mundani y Pedro Mercado.
El mencionado libro fue presentado como denuncia formal ante la Cámara Nacional de Casación Penal, las comisiones de Defensa del Congreso de la Nación, el Ministerio de Defensa, el Estado Mayor Conjunto y los Estados Mayores de las FFAA.
Más allá de que nadie haya hecho absolutamente nada con aquella denuncia, queda concluir que, si en 1993 el estado de indefensión denunciado era por demás alarmante, no imaginan los argentinos cuál ha de ser ese estado 17 años después, sobre todo teniendo en cuenta que, los últimos 7años han sido gobernados por verdaderos enemigos de las FF.AA. que, por todos los medios han procurado desnaturalizarlas como paso previo a su eliminación…
¡Por Dios y por la Patria!
Hugo Reinaldo Abete
Ex mayor E.A.
PARA REFLEXIONAR
E
l ilustre pensador y escritor católico nacionalista Hugo Wast, en su novela “Juana Tabor 666”, escrita en 1941, describió cómo sería la República Argentina 50 años más tarde bajo el dominio del Anticristo.
Según el autor en esa última década del siglo XX, nuestro país al igual que el resto del mundo, se encontraba bajo el influjo del “sindiosismo” que materializaba su poder mediante un gobierno único, el cual tenía como peores enemigos a los católicos.
Por entonces y siempre según la novela, lo que no debía ser era y todo lo que debía ser no era. No teníamos Ejército porque había sido reducido al extremo al no considerarse posible ninguna hipótesis de conflicto. Así describía el autor el Ejército de 1995:
"...Pero no el Ejército Argentino, que se pulió como una espada en los primeros cincuenta años del siglo, con sólido cuadro de oficiales, bien educados por los institutos de guerra, había llegado a ser, gracias a la diabólica conjuración de la prensa, del cinematógrafo, de la radio, un objeto de antipatía y de repugnancia para el pueblo, que razonaba de la siguiente manera: “la República Argentina no tiene cuestiones internacionales, pues sus fronteras están bien demarcadas. Siendo así no necesita gastar cientos de millones en mantener quinientos mil parásitos..." (pag. 208 - 209).
En esas condiciones Chile invadió nuestro territorio, y mientras la que era nuestra presidenta y su ministro de Defensa se lamentaban por esta circunstancia preguntándose cómo podía ser posible, si somos un país pacífico que ni siquiera tiene hipótesis de conflictos... un general católico y nacionalista que desde las sombras y la persecución había formado un Ejército Nacional y ahora estaba presente en ese lugar para exigirles la renuncia, les decía:
"No tenemos ejército, y lo peor es que no tenemos espíritu, no ya de guerreros, pero ni siquiera de argentinos. Se ha insuflado en el pueblo una vocación politiquera y antimilitarista."... (Pag 219).
Conviene aclarar que cuando Hugo Wast (en la realidad su verdadero nombre era Gustavo Martínez Zuviría), escribió esta novela, nuestro Ejército vivía su esplendor, destacándose nítidamente del resto de los de Sudamérica. Para cualquiera que no tuviera una percepción del futuro, o una inspiración muy especial como la tuvo el autor, era imposible imaginar que de aquel Ejército esplendoroso, fiel custodio de los más sagrados valores de la nacionalidad, hubiésemos pasado a ése que él describe en su novela y que es el reflejo exacto del que hoy tenemos.
La novela continúa luego de la invasión chilena, con la huida del gobierno argentino y el enfrentamiento en las calles entre aquellos que se habían entregado al “sindiosismo” y a la sumisión al Nuevo Orden Mundial, y una enorme multitud de católicos que con banderas celestes y blancas ganaron la ciudad para poner orden y organizar la resistencia contra el invasor trasandino bajo la conducción de ese general y el Ejército Nacional...
"La nación estaba harta de los enemigos interiores, y los ha barrido con escoba de hierro. Ahora debemos enfrentarnos con el enemigo exterior que ha invadido la Patagonia. Todos los argentinos serán llamados a las armas. ¡Dios salve a la Patria!". (Pag 227)
¡Por Dios y por la Patria!
Hugo Reinaldo Abete
Ex Mayor E.A.