Malvinas: actitud futura de Uruguay preocupa a Londres
WikiLeaks. Lo reveló cable diplomático desde Gran Bretaña
Gran Bretaña manifestó preocupación por la posibilidad de que Uruguay pudiera restringir los suministros a los barcos de carga que transitan desde y hacia las islas Malvinas, según un despacho remitido desde Londres a la Secretaría de Estado.
El documento, que fue divulgado ayer en el sitio WikiLeaks y que forma parte de los 251.000 cables de la diplomacia estadounidense filtrados desde el Departamento de Estado, fue emitido desde Inglaterra el 24 de febrero.
Una semana antes, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, había firmado un decreto exigiendo permisos especiales a los barcos que atravesaren sus
"aguas jurisdiccionales" en el Atlántico Sur en dirección a las islas, como medida de presión ante el anuncio de que Gran Bretaña iba a realizar exploraciones petrolíferas en las Malvinas.
El cable de la embajada estadounidense en Londres reportaba el aumento de las tensiones entre el Reino Unido y Argentina y, en los párrafos finales, mencionaba a Uruguay, Brasil y Chile como
"los principales vínculos para los suministros a las islas", y la preocupación de que "debido a la solidaridad con Argentina" esas relaciones pudieran restringirse.
El diplomático estadounidense que firma el extenso despacho, de 14 páginas, refiere que Andrew Allen (alto funcionario de la Dirección de Territorios de Ultramar, de la Oficina del Exterior y la Mancomunidad)
"nos dijo que ningún gobierno del Reino Unido negociaría la soberanía de las Malvinas con Argentina sin la aprobación de los isleños, quienes de manera abrumadora, se oponen a ese tipo de negociación. Puso énfasis en el deseo del gobierno británico de continuar la cooperación con Argentina en todos los otros temas". (...)
"Allen dijo que el gobierno argentino hasta ahora había aplicado su decreto que requiere permisos para embarques entre el continente y las Falk-lands, a solo un barco y que los cruceros seguían navegando entre puertos de Argentina y de las islas. De cualquier manera, dijo que hay poca navegación y tráfico aéreo entre las Malvinas y Argentina. Allen apuntó que los principales vínculos para suministros a las islas eran el vuelo semanal a Chile y barcos de carga hacia y desde Uruguay y Brasil. Expresó cierta preocupación de que esos países, en el futuro, se sientan tentados a restringir esos vínculos, debido a solidaridad con Argentina".
UNASUR. La búsqueda de mayores expresiones de solidaridad por parte de Argentina, en relación con su demanda de soberanía sobre las Malvinas, encontró efectivamente respuesta en la reciente cumbre de la Unasur celebrada en Guyana a fines de noviembre, en forma de un compromiso asumido por los doce países que integran la Unión.
Los representantes del bloque regional emitieron una declaración que incluye un compromiso efectivo para impedir que atraquen en sus puertos buques que enarbolen
"la bandera ilegal" de las islas del Atlántico Sur.
La declaración incluyó además el compromiso de los Estados parte a informar al gobierno argentino,
"sobre aquellos buques o artefactos navales" con derroteros que incluyan las Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur,
"con cargas destinadas a actividades hidrocarburíferas o mineras ilegales en la plataforma continental argentina".
Fuentes consultadas por El País admitieron que ese compromiso es delicado, teniendo en cuenta que en el puerto uruguayo, actualmente, atracan barcos pesqueros (en su mayoría de origen español) que utilizan la bandera de Malvinas para pescar en aguas del Atlántico Sur.
Impedir que buques civiles atraquen en Montevideo, cualquiera sea la bandera que enarbolen,
"podría suponer un lío internacional", comentó una de las fuentes consultadas.
Cierre. El pasado septiembre, el gobierno uruguayo no dejó entrar al puerto de Montevideo a un buque de la Armada británica que pretendía desplazarse hasta las Malvinas, para reponer víveres y combustible.
El gesto fue celebrado y agradecido públicamente por el canciller Héctor Timerman, que lo calificó como
"una muestra de gran hermandad".
En 2007, el gobierno a cargo de Tabaré Vázquez también impidió el abastecimiento del destructor británico
"HMS Nottingham", uno de los buques que custodia las islas
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Un cable fechado en Londres el 24 de febrero relata la “preocupación” del gobierno británico por la posibilidad de que Chile, Brasil y Uruguay no permitan que buques en ruta a las islas Malvinas hagan puerto en sus territorios. El documento escrito por un alto diplomático norteamericano forma parte de los 251.000 filtrados por Wikileaks. El informe tiene 14 páginas y cita a Andrew Allen, alto funcionario de la Dirección de Territorios de Ultramar de la Oficina del Exterior y la Mancomunidad Británica de Naciones. La embajada norteamericana explica que el contexto de la preocupación británica era el reciente anuncio de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner de que todo buque en ruta a las islas deberá contar con un permiso especial. La medida fue tomada ante el anuncio de Londres del comienzo de la exploración petrolera en la región de las Malvinas. La embajada explica que Uruguay, Brasil y Chile son los principales puntos de reabastecimiento de los buques que hacen la ruta al Atlántico Sur y “
los principales vínculos de las islas”. El temor británico es que “en el futuro, esos países se sientan tentados a restringir esos vínculos, debido a su solidaridad con Argentina”. La cuestión tiene antecedentes reales. En septiembre pasado, el gobierno uruguayo prohibió a un buque británico entrar en Montevideo a repostar y cargar combustible. En 2007, el gobierno de Tabaré Vázquez había hecho lo mismo con el destructor Nottingham, que tiene su estación permanente en las Malvinas. Hace una semana, los presidentes de la Unasur firmaron en Guyana una declaración que llama a impedir que atraquen en sus puertos buques que enarbolan
“la bandera ilegal” de las Malvinas. El compromiso incluye una cláusula en la que los gobiernos miembro informarán a Buenos Aires sobre “los buques o artefactos navales” en ruta al Atlántico Sur.
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