El ejército israelí cambió su doctrina para la guerra de Gaza.
El ejército israelí cambió su doctrina para la guerra de Gaza. / L'armée israélienne a changé sa doctrine pour la guerre de Gaza.
Un año después de la ofensiva israelí sobre Gaza (27 de diciembre de 2008 - 17 de enero de 2009), mientras que Israel defiende la tesis de una operación conforme con el derecho internacional, testimonios exclusivos, recolectados por Le Monde, echan una cierta luz sobre los métodos del ejército israelí. Mientras que Israel se niega siempre a abrir una investigación independiente sobre las acusaciones de crímenes de guerra formuladas por el informe Goldstone, financiado por la ONU, estos testimonios indican que el alto mando de Tsahal instauró un procedimiento de apertura de fuego muy permisiva con relación a las reglas admitidas oficialmente.
La controversia gravita alrededor de una fórmula-llave según la jerga militar israelí: "emtza' im vé kavana " ("los medios y las intenciones"). Este binomio familiar para todos los soldados codifica su comportamiento en terreno hostil.
Según esta fórmula, un individuo será considerado un blanco sólo si está armado ("los medios") y que manifiesta un deseo de perjudicar ("las intenciones"). Una agenda destinada a los soldados, fechada en 2006, a la cual Le Monde pudo consultar, estipula que "tirar sobre una persona armada puede efectuarse sólo si se dispone de información concreta, si queda claro que esta persona tiene la intención de actuar contra nuestras fuerzas".
Entonces en agosto 2009, delante de un periodista del diario Yediot Aharonot, un oficial superior por primera vez ha reconocido que estas directivas, fundamento de la ética militar israelí, habían sido levantadas durante la operación "Plomo fundido". "Los medios y las intenciones, es una terminología que describen una operación de detención en Cisjordania, afirmaba él. El ejército israelí salió vapuleado de la segunda guerra del Líbano a causa de una terminología inadaptada. El concepto "medios e intenciones" proviene de circunstancias diferentes. Aquí, no se trata de una operación antiterrorista clásica. (...) El tipo que debe activar los artefactos explosivos no necesita llevar un Kalachnikov. ¡Le basta con andar, con observar, con hablar por teléfono y boom! Cinco soldados saltan en el aire. (...) La diferencia es nítida".
La investigación del periodista de Yediot Aharonot nunca ha sido publicada. Las declaraciones de personal de alto rango, de las que Le Monde pudo informarse, contradicen la versión oficial que recalca el respeto de las leyes de la guerra y trata la muerte de civiles como de “incidentes aislados", inevitables frente a un enemigo que se mezcla dentro de zonas habitadas. "Si las declaraciones del oficial describen efectivamente las reglas de apertura de fuego vigentes "durante Plomo fundido", entonces, se trata de una pieza relevante del delito cometido, que confirma las acusaciones a las cuales Israel hace frente", dice el abogado Michaël Sfard, defensor tradicional de palestinos. Si "los medios y las intenciones" son los parámetros por los cuales una persona es identificada como combatiente, renunciar sólo a uno de ellas equivale a conceder un permiso de matar a civiles", añade él.
Los veintidós días de ofensiva dieron como resultado una hecatombe para el lado palestino (1.385 muertos, de los cuales 762 no eran combatientes, según la organización israelí B' Tselem), para esta organización fueron 13 los muertos israelíes (diez soldados y tres civiles).
En julio de 2009, la asociación israelí Breaking the Silence había publicado una serie de testimonios de soldados sacados de la operación en Gaza. "Si tú no estás seguro, matas", decía uno de ellos. "Nos dijeron que era una guerra, y que en una guerra, la apertura de fuego no está restringida", explicaba otro. El estado-mayor israelí había hablado en seguida "de campaña de difamación", asegurando que Tsahal es "uno de los ejércitos más morales del mundo".
Para Mikhael Manekin, director adjunto de Breaking the Silence, la confesión involuntaria del oficial superior corrobora a posteriori los testimonios recolectados". Las reglas de apertura de fuego han sido modificadas de modo radical, explica él. En ciertos lugares, no había sencillamente ninguna. Es una violación de la ley y del código militar israelí".
Otro oficial con el que Le Monde se reencontró, explica la lógica que sostenía esta deriva. Destinado en el cuartel general de una brigada, justo frente a Gaza, pudo observar de cerca el desarrollo de la ofensiva. "La idea se refuerza en que Hamas no respeta las reglas del juego porque sus militantes no tienen uniforme y no llevan siempre armas. Nosotros también decidimos entonces, estar al filo de estas reglas. "Nuestros comandantes precisaban que esta forma de actuar no implicaba despreciar la vida de los civiles. Contrariamente a lo que afirma el informe Goldstone, no pienso que el ejército ha matado deliberadamente a civiles. En cambio, queda claro que no discriminamos los blancos; Saïd Siam (ex ministro del Interior de Hamas, asesinado en un bombardeo) es lo mismo que el simple empleado de una organización de caridad, todo miembro de Hamas era un terrorista que merecía ser asesinado. Quedó también claro que la protección de la vida de los soldados tenía prioridad", precisa el oficial.
Según este testigo privilegiado, el principio del riesgo “cero” se tradujo en una técnica de aseguración del terreno en tres tiempos. Primero, regar la zona de panfletos que intimaran a la población a irse en un lapso de tiempo. A su término, escrutar el terreno, en busca de la menor presencia sospechosa. Llegado el caso, enviar naves con misiles embarcados. "Nuestros parámetros eran simples, dice el oficial. Un individuo de sexo masculino que no es ni un niño ni una persona mayor, que anda por la calle más allá de la hora tope, se hace sospechoso. Tengo conocimiento por lo menos de un caso donde esta acta bastó para enviar un misil sobre un palestino. Solamente después de que el agente del Shin Beth (servicio interior de seguridad) viniera para decir que el misil mató a la persona indicada.
Es el principio del asesinato dirigido, pero al revés.
Matamos primero, y después tratamos de verificar que se justifique".
Para toda respuesta, el ejército israelí se refiere a un informe de julio de 2009, titulado "La operación en Gaza, aspectos fácticos y legales". Según este documento, las reglas de apertura de fuego "durante Plomo fundido" estipulaban que "únicamente los blancos militares debían ser atacados" y que "todo ataque contra objetivos civiles debía estar prohibido".
Fuente: Desde Jerusalén para Le Monde, Benjamín Barthe.
Traducción propia. Lo destacado en negrita es de mi autoría.
L'armée israélienne a changé sa doctrine pour la guerre de Gaza.
Un an après l'offensive israélienne sur Gaza (27 décembre 2008 - 17 janvier 2009), tandis qu'Israël défend la thèse d'une opération conforme au droit international, des témoignages exclusifs, collectés par Le Monde, jettent une lumière crue sur les méthodes de l'armée israélienne. Alors qu'Israël refuse toujours d'ouvrir une enquête indépendante sur les accusations de crimes de guerre formulées par le rapport Goldstone, commandité par l'ONU, ces témoignages indiquent que le haut commandement de Tsahal a instauré une procédure d'ouverture de tir très permissive par rapport aux règles officiellement admises.
La controverse gravite autour d'une formule-clé du jargon militaire israélien: "emtza'im vé kavana" ("les moyens et les intentions"). Ce binôme familier à tous les soldats codifie leur comportement en terrain hostile.
Selon cette formule, un individu ne sera pris pour cible que s'il est armé ("les moyens") et qu'il manifeste un désir de nuire ("les intentions"). Un mémento à destination des conscrits, daté de 2006, que Le Monde a pu consulter, stipule que "tirer sur une personne armée ne peut avoir lieu que si l'on dispose de renseignements concrets, indiquant que cette personne a l'intention d'agir contre nos forces".
Or au mois d'août 2009, devant un journaliste du quotidien Yediot Aharonot, un officier supérieur a pour la première fois reconnu que ces garde-fous, fondement de l'éthique militaire israélienne, avaient été levés durant l'opération "Plomb durci". "Les moyens et les intentions, c'est une terminologie qui convient à une opération d'arrestation en Cisjordanie, affirmait-il. L'armée israélienne est sortie cramée de la seconde guerre du Liban à cause d'une terminologie inadaptée. Le concept de "moyens et intentions" provient de circonstances différentes. Ici, il ne s'agit pas d'une opération antiterroriste classique. (...) Le type qui doit déclencher les engins explosifs n'a pas besoin de porter une kalachnikov. Il lui suffit de marcher, d'observer, de parler au téléphone et boum! Cinq soldats sautent en l'air. (...) La différence est nette"
L'enquête du journaliste de Yediot Aharonot n'a jamais été publiée. Les propos du haut gradé, dont Le Monde a pu prendre connaissance, contredisent la version officielle qui met l'accent sur le respect des lois de la guerre et traite la mort de civils comme des "incidents isolés", inévitables face à un ennemi prompt à se fondre dans les zones habitées. "Si les propos de l'officier dépeignent effectivement les règles d'ouverture de tir en vigueur durant "Plomb durci", alors, il s'agit d'une pièce à conviction qui confirme les accusations auxquelles Israël fait face", dit l'avocat Michaël Sfard, traditionnel défenseur de Palestiniens. "Les "moyens et les intentions" sont les paramètres par lesquels une personne est identifiée comme combattant. Renoncer ne serait-ce qu'à l'un d'entre eux équivaut à accorder un permis de tuer des civils", ajoute-t-il.
Les vingt-deux jours d'offensive s'étaient soldés par une hécatombe côté palestinien (1.385 morts, dont 762 non-combattants, selon l'organisation israélienne B'Tselem) et par la mort de 13 Israéliens (dix soldats et trois civils).
En juillet 2009, l'association israélienne Breaking the Silence avait publié une série de témoignages de soldats engagés à Gaza. "Si tu n'est pas sûr, tu tues", disait l'un d'eux. "On nous a dit que c'est une guerre, et que dans une guerre, l'ouverture du feu n'est pas restreinte", expliquait un autre. L'état-major israélien avait aussitôt parlé de "campagne de diffamation", assurant que Tsahal est "l'une des armées les plus morales au monde".
Pour Mikhael Manekin, directeur adjoint de Breaking the Silence, l'aveu involontaire de l'officier supérieur corrobore a posteriori les témoignages collectés. "Les règles d'ouverture de tir ont été modifiées de façon radicale, explique-t-il. Dans certains endroits, il n'y en avait tout simplement aucune. C'est une violation de la loi et du code militaire israélien."
Un autre officier, que Le Monde a rencontré, explique la logique qui sous-tendait cette dérive. Basé dans le quartier général d'une brigade, juste en face de Gaza, il a pu observer de près le développement de l'offensive. "L'idée force, c'était que le Hamas ne respecte pas les règles du jeu car ses militants n'ont pas d'uniforme et ne portent pas toujours d'armes, dit il. Nous avons alors décidé, nous aussi, de contourner ces règles." "Nos commandants précisaient que cela n'impliquait pas de dédaigner la vie des civils. Contrairement à ce qu'affirme le rapport Goldstone, je ne pense pas que l'armée ait délibérément tué des civils. Il était clair, en revanche, que nous devions faire du chiffre ; que de Saïd Siam (l'ancien ministre de l'intérieur du Hamas, tué dans un bombardement) au simple employé d'une organisation de charité, tout membre du Hamas était un terroriste qui méritait d'être tué. Il était également clair que la protection de la vie des soldats avait la priorité", précise l'officier.
Selon ce témoin privilégié, le principe du risque zéro s'est traduit par une technique de sécurisation du terrain en trois temps. D'abord, arroser la zone de tracts intimant à la population de partir dans un laps de temps donné. A son terme, scruter le terrain, à la recherche de la moindre présence suspecte. Le cas échéant, envoyer des drones avec missiles embarqués. "Nos paramètres étaient simples, dit l'officier. Un individu de sexe mâle qui n'est ni un enfant ni une personne âgée, qui marche dans la rue au-delà de l'heure butoir, devient un suspect. J'ai connaissance d'au moins un cas où ce constat a suffi pour envoyer un missile sur un Palestinien. C'est seulement après que l'agent du Shin Beth (service de sécurité intérieur) vient dire si le missile a tué la bonne personne. C'est le principe de l'assassinat ciblé, mais à l'envers. On tue d'abord, et après on essaie de vérifier que c'était justifié."
Pour toute réponse, l'armée israélienne se réfère à un rapport de juillet 2009, intitulé "L'opération à Gaza, aspects factuels et légaux". Selon ce document, les règles d'ouverture de tir durant "Plomb durci" stipulaient que "seules les cibles militaires doivent être attaquées" et que "toute attaque contre des objectifs civils doit être interdite".
Jérusalem Correspondance: Benjamin Barthe par Le Monde.