Producción del KC-390 será de 1,5 unidad/mes
Roberto Godoy
El mayor avión que la Embraer construyó, el transporte de tropas, tanque para reabastecimiento en vuelo y carguero de empleo general KC-390, ya tiene el primer despegue marcada –
será en noviembre de 2014, poco después de la ceremonia de roll out. Esa es una fiesta tradicional, marca el momento en que un avión, todavía prototipo, deja la cadena de montaje y gira para fuera del hangar, iniciando la etapa de evaluación de su capacidad.
El primero vuelo de una unidad de serie será realizado dos años después, en 2016.
El Mando de la Fuerza Aérea es el principal inversionista del programa. En abril de 2009 fue autorizada la dotación total de R$ 3,028 mil millones para el desarrollo del proyecto y producción de los modelos preliminares, dos de ellos, con duración de siete años.
Hay dos semanas la FAB anunció la disposición de adquirir un lote inicial de 28 aviones KC-390. Por el actual valor de mercado de los equipamientos de la misma clase, el negocio es estimado en R$ 3,04 mil millones.
“Con eso, el gobierno deja claro que lo programa es irreversible y afinado con la Estrategia Nacional”, considera el ministro de la Defensa, Nelson Jobim.
El ministro tiene planos para envolver la Embraer como receptora de tecnologías de punta, y no sólo en el sector aeronáutico, implícitas en el proceso de reequipamento de las Fuerzas Armadas. El tema fue discutido en la pasada semana, en São Paulo con Frederico Curado, presidente de la empresa, y Orlando Ferreira Nieto, vicepresidente para el mercado de Defensa. Según Jobim, fue una discusión conceptual.
Cambios. El KC-390 va a disputar uno enorme y rico mercado internacional. De acuerdo con el presidente Curado, serán al 700 aviones menos de transporte mediano – en la franja poco arriba de 20 toneladas y cerca de 2.700 kilómetros de alcance – contratados hasta 2020. A lo largo del periodo, el producto va sufriendo cambios.
La carga útil, por ejemplo, aumentó de 19,5 para 23,6 toneladas, cuatro mil kilos la más en relación a la especificación inicial.
El test de volumen, utilizando una maqueta industrial del compartimiento interno, permitió acceso de dos tipos de blindados, la carreta patrón del sistema Astros, lanzador de cohetes de la Avibrás, de 15 toneladas, y un vehículo de comando, de 14 toneladas.
La configuración electrónica adopta tecnología Computed Air ReleasePoint, la CARP, que permite el lanzamiento de cargas con precisión. Los pilotos contarán con visores digitales y sistema de visión nocturna a partir de recursos ópticos integrados a los cascos.
EL KC-390 tendrá recursos específicos de autodefensa, como despistadores de misiles y dispositivo de interferencia electrónica.
Los próximos meses serán intensos. Todavía no fue decidido el proveedor de los motores, que deben tener
“menos de 30 mil libras y más de 25 mil libras de empuje”, dice Orlando Ferreira Nieto. Es una forma de mantener los costes bajos sin pérdidas en el desempeño:
el jet debe volar a 850 km/hora, con ganancia de rendimiento de por lo menos 15% en relación a los competidores.
Aún así, no será una aeronave experimental. En entrevista durante el Salón de Farnborough, en Inglaterra, Ferreira declaró que “la ideia es emplear máximo de conocimiento probado – no estamos reinventando la rueda aquí”.
El resultado final, garantiza, “es ofrecer performance y coste en condición de ventaja frente al mercado”.
En misión de reabastecimiento aeronaves en el aire – inclusive de otros KC-390 –
el birreactor lleva a bordo 37,4 toneladas de combustible, 14 de las cuales acomodadas en dos tanques extras.
En el nuevo dibujo de movilización de fuerzas el desplazamiento rápido exige transporte aéreo para cualquier punto. Previendo el aterrizaje y despegue en pistas precarias, el KC-390 puede actuar sobre terreno semipreparado, con agujeros de hasta 40 centímetros de profundidad.
Soldados equipados, listos para entrar en acción, o los heridos evacuados de áreas devastadas por tragedias, van a viajar en el bienestar de una cabina pressurizada y climatizada al igual que en los aviones comerciales.
Gaviâo Peixoto.
La cadencia de producción preve una aeronave y media, de serie, al mes. Las instalaciones industriales de complejo de São José dos Campos serán expandidas, pero la mayor parte de las inversiones será concentrada en la planta de Gaviâo Peixoto, 300 kilómetros distante de São Paulo. Allí va a funcionar la línea final de montaje. El programa del carguero va a generar, hasta 2016, cerca de 1,8 mil nuevas plazas, 600 de ellas en la Embraer, cree el Sindicato de los Metalúrgicos. Hay una cierta euforia en la pequeña ciudad de 4,2 mil habitantes en la región noroeste. La fábrica mantiene 2.221 plazas.
“El programa KC-390 va a consolidar el según polo aeronáutico en Gavião Peixoto”, sustenta el economista y consultor João Victor de Freitas, para quien “esa es la salida para el estrangulamiento de la unidad de São José dos Campos, y una forma de estimular el surgimiento de otro núcleo especializado, estratégicamente distante del primero”.
FUENTE: OESP, vía reseña CCOMSEX