El frustrado regreso de Zelaya a Honduras deja dos muertos y varios heridos
El Ejército impide el aterrizaje del avión de Zelaya en Tegucigalpa.- El presidente depuesto viaja hacia El Salvador para reunirse con los presidentes de Argentina, Paraguay y Ecuador
AGENCIAS / ELPAÍS.com - Tegucigalpa / Madrid - 06/07/2009
Un herido grave por bala es evacuado del aeropuerto de Tegucigalpa- AP
La tensión ha acabado por desbordarse en el aeropuerto internacional de Tegucigalpa, donde miles de seguidores del presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, esperaban desde hace horas su anunciado regreso al país centroamericano. Los soldados y policías antidisturbios desplegados en las instalaciones aeroportuarias han cargado contra los manifestantes y han lanzado gases lacrimógenos para dispersarlos, causando al menos dos muertos y varios heridos de gravedad, según el último balance médico.
Además, varios camiones militares tomaron la pista central del aeropuerto de Toncontín para impedir la posible llegada del avión venezolano en el que viaja Zelaya, que al filo de la medianoche (hora española) sobrevoló la pista del aeropuerto en medio de una gran tensión y nerviosismo entre la multitud desplegada en las cercanías, pero renunció a tomar tierra por la presencia de los vehículos militares y por la amenaza de ser "interceptado por la fuerza aérea".
Ante este panorama, Zelaya puso rumbo a Managua, la capital de Nicaragua, país aliado del presidente derrocado, desde donde ha partido inmediatamente hacia El Salvador. Allí le esperan la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, el paraguayo Fernando Lugo, el ecuatoriano Rafael Correa y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
En las imágenes que ha emitido en directo Telesur se puede observar unos vehículos en la pista del aeropuerto de la capital hondureña donde tenía la intención de aterrizar el avión que lleva a bordo a Zelaya. También se ven soldados apostados en las pistas.
"¡Retenga a las tropas!"
Zelaya, en otras declaraciones realizadas media hora antes, ha reclamado al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez, que "retenga a las tropas" que, según la cadena Telesur, están reprimiendo a los manifestantes. En declaraciones al canal de televisión desde el avión con el que está a punto de llegar a Honduras, Zelaya afirmó que va "sin armas y pacíficamente a dialogar" y ha pedido al general Vásquez que "retenga la masacre" al ser informado por la cadena de disparos y posiblemente muertos en Tegucigalpa. "El pueblo está en las calles. Retenga a esas tropas, general (...) Retenga esa masacre".
El Gobierno constituido en Honduras tras el golpe de Estado que apartó del poder y condenó al exilio a Zelaya ya le ha advertido de que si cumple su amenaza será detenido nada más pisar suelo hondureño. Parece que su jaque a las autoridades hondureñas ha perdido fuerza en las últimas horas, porque ningún jefe de Estado acompaña al presidente depuesto en su tentativa de regreso a Honduras, en contra de lo que anunció el sábado el propio Zelaya. Sólo le acompaña el presidente de la Asamblea General de la ONU, el ex canciller nicaragüense Miguel D'Escoto.
Aeropuerto sellado
El sábado el aeropuerto internacional Toncontín ya fue un lugar de peregrinación para los miles de seguidores de Zelaya, que marcharon hacia ese lugar en un "acto simbólico" para ensayar su recibimiento.
Desde el avión que le transporta, el presidente Zelaya ha ordenado al Ejército que abra el aeropuerto de Tegucigalpa. "El presidente constitucional está viajando en ese avión", ha declarado Zelaya, haciendo un llamamiento a la reconciliación y al diálogo a todos los hondureños y pidiendo al Estado mayor de las Fuerzas Armadas abrir el aeropuerto.
El gobierno interino de Honduras ha reinterado a lo largo del día que prohibirá el aterrizaje de cualquier avión que le transporte. "He ordenado que no se le permita regresar, pase lo que pase", ha declarado el ministro de Exteriores del Gobierno provisional, Enrique Ortez, miembro del Gabinete temporal instaurado la semana pasada y presidido por Roberto Micheletti. "No podemos permitir esta temeridad, que muera un presidente de la república, que resulte herido un presidente de la república, que muera cualquier persona".
El destino del avión que transporta a Zelaya puede ser, ante la negativa de Honduras de permitirle aterrizar, El Salvador. De hecho, el director de Aeronáutica Civil de Honduras, Alfredo San Martín, ha asegurado que la nave aterrizará en dicho país, al no tener la autorización para hacerlo en territorio hondureño. San Martín ha indicado a la prensa que, ante la negativa de las autoridades hondureñas, la aeronave "fue desviada a El Salvador; no va a aterrizar en Tegucigalpa".
En las últimas horas, la OEA ha dado definitivamente la espalda a Honduras al aprobar la pasada madrugada (hora española) en Washington su expulsión del selecto club de países americanos. Con efecto inmediato, deja de formar parte del organismo por su negativa a restablecer el orden constitucional roto el pasado domingo con el golpe de Estado que supuso la salida del poder de Manuel Zelaya.
Se trata de la primera vez desde la firma de la Carta Democrática Interamericana en 2001 que los países integrantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) deciden suspender a un Estado miembro, aunque existe un precedente anterior con la exclusión de Cuba en 1962 por adherirse al comunismo.
Zapatero ofrece a España para favorecer un acuerdo nacional si vuelve Zelaya
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha avisado hoy de que "no valen paños calientes" en Honduras, y ha sido tajante al sostener que Manuel Zelaya debe de ser restituido en su cargo. Zapatero ha ofrecido a España para impulsar un diálogo y un acuerdo nacional que dé una salida democrática a la situación, que se perfila como "de gran tensión".
Zapatero ha advertido de que "no se puede reconocer ni al Gobierno de Honduras ni a ese presidente", en referencia al jefe de Estado 'de facto' de Honduras, Roberto Micheletti, instaurado tras el golpe del pasado 28 de junio que derrocó al presidente Manuel Zelaya.