Tcnel VGM D. Carlos Doglioli
Efectivamente, el hoy fallecido, TCNEL VGM D. Carlos Doglioli fue una excelente persona. Además de mi maestro, fue mi amigo. Muchas fueron las mañanas en que, café de por medio, me contó infinidad de anécdotas de nuestra historia, y en especial de Malvinas, tema con el cual yo lo ametrallaba a preguntas.
Con respecto a la anécdota del entonces My Rico sobre el informe que elaboró el entonces My Doglioli sobre los ingleses, doy fé que así me lo relató el propio Doglioli. Hay un forista que hace una crítica solapada al nivel de conocimiento del Tcnel Doglioli sobre los ingleses y su fuente de información. Al respecto, sólo puedo comentar una frase que el me dijo alguna vez: "Yo a los ingleses los conocía "un poco", ya que los estudié desde que era un cadete del liceo."
Lo que se hizo (o mejor dicho, NO se hizo) luego con esa información corre por cuenta de los mandos superiores.
Nadie que lo haya conocido puede poner en tela de juicio su saber, ni su idoneidad profesional. Una pena es que nunca haya podido concretar su sueño de escribir una recopilación de anécdotas sobre su amado Ejército. No supe insistirle lo suficiente. Y ya es tarde.
Fue un gran amigo. Y se lo extraña.
Efectivamente, el hoy fallecido, TCNEL VGM D. Carlos Doglioli fue una excelente persona. Además de mi maestro, fue mi amigo. Muchas fueron las mañanas en que, café de por medio, me contó infinidad de anécdotas de nuestra historia, y en especial de Malvinas, tema con el cual yo lo ametrallaba a preguntas.
Con respecto a la anécdota del entonces My Rico sobre el informe que elaboró el entonces My Doglioli sobre los ingleses, doy fé que así me lo relató el propio Doglioli. Hay un forista que hace una crítica solapada al nivel de conocimiento del Tcnel Doglioli sobre los ingleses y su fuente de información. Al respecto, sólo puedo comentar una frase que el me dijo alguna vez: "Yo a los ingleses los conocía "un poco", ya que los estudié desde que era un cadete del liceo."
Lo que se hizo (o mejor dicho, NO se hizo) luego con esa información corre por cuenta de los mandos superiores.
Nadie que lo haya conocido puede poner en tela de juicio su saber, ni su idoneidad profesional. Una pena es que nunca haya podido concretar su sueño de escribir una recopilación de anécdotas sobre su amado Ejército. No supe insistirle lo suficiente. Y ya es tarde.
Fue un gran amigo. Y se lo extraña.