La Armada Rusa considera la compra de un buque de construcción francesa
(FNM) El Viceministro de Defensa de Rusia, informó el sábado que su país ha estado negociando la posible compra de un buque militar construido en Francia.
Vladimir Popovkin dijo que es prematuro afirmar que pueda concretarse un acuerdo para la adquisición de un portahelicópteros de la clase Mistral, pero indicó que sería un paso importante en la modernización de la Armada Rusa.
Si se llegar a concretar, para la marina rusa se trataría de la primera compra de un buque de guerra a un país extranjero en décadas, y la primera compra en la historia a una nación de la OTAN.
Popovkin declaró a través de la radio, que junto con el buque, Rusia estaba tratando de adquirir tecnologías que ayuden a levantar el nivel de la industria naval local.
Los funcionarios del Ministerio de Defensa de Francia declinaron hacer comentarios sobre la posible venta. Los medios de prensa franceses habían informado unas semanas atrás, que Rusia estaba interesada en un portaeronaves de la Clase Mistral, y que estudiaban diferentes opciones.
Popovkin sostuvo que la tecnología francesa podría ayudar a Rusia a construir su propio portaaeronaves, y aclaró que los constructores de su país se oponen enérgicamente a la compra.
Pero el viceministro agregó que el gobierno todavía tiene que decidir si Rusia necesita construir costosos portaaviones.
El país tiene actualmente un solo portaaviones, de fabricación soviética, el “ALMIRANTE KUZNETSOV”, que es mucho más pequeño que los portaaviones estadounidenses, y que ha tenido cantidades de problemas mecánicos y accidentes.
La Armada tuvo que enviar a desguace a una buena cantidad de buques relativamente nuevos por falta de fondos, y no pudo mantener adecuadamente a otros en los años 90. Esta situación dejó sólo un puñado de grandes buques de superficie en condiciones operativas.
La lluvia de ganancias por la venta de petróleo durante la década pasada, permitió al gobierno bombear dinero hacia las fuerzas armadas, que continuaron descansando en antiguas armas de fabricación soviética.
Los esfuerzos para rearmarse, sin embargo, han sido lentos debido al bajo rendimiento de las industrias de defensa rusas, que han continuado confiando en viejas herramientas industriales y tecnologías superadas, además de haber sufrido un éxodo de personal calificado durante el desvanecimiento económico post-Soviético.
La debilidad de las industrias militares quedó en evidencia por el fracasado desarrollo del nuevo misil balístico intercontinental Bulava, que falló en siete de sus 11 pruebas de lanzamiento. Las fallas dejaron sin armamento a un submarino nuclear de reciente construcción y arrojaron dudas sobre la capacidad de Rusia para completar el desarrollo del misil, que los líderes rusos había anunciado como el bastión de las fuerzas estratégicas nucleares de la nación.
Popovkin insistió que el diseño del Bulava era correcto, y justificó las fallas en las pruebas en defectos de fabricación, resultantes de la degradación industrial post-soviética.
Las fallas fueron atribuidas por Popovkin, “no a deficiencias de diseño, sino a fallas tecnológica, tales como violación de normas técnicas y el uso de metales subestándard”. Agregó que ha sido creado un equipo de expertos independientes, para analizar las fallas y que las pruebas se reiniciarán luego de que el grupo formule sus conclusiones.
El funcionario manifestó que Rusia carece de algunas categorías de armas modernas, tales como los drones de inteligencia. Aclaró al respecto, que su país compró 14 drones israelíes para facilitar el entrenamiento militar en su uso, mientras las industrias locales trabajan para desarrollar tal tipo de aeronave.
Adaptado al español por NUESTROMAR. Fuentes: AP, The Guardian y Maritime News; 19/09/09.
23/09/09
NUESTROMAR