Las 3 vidas de Rodolfo Walsh, o la reescritura que olvidó Verbitsky
Rodolfo Walsh fue un notable periodista y escritor, y eso no está en discusión. Pero también fue un integrante de la organización terrorista Montoneros y, al parecer, es un dato vergonzante para Horacio Verbitsky, quien lo omite en su 'reescritura' de la biografía de Walsh que publicó en el diario Página/12. ¿Por qué omitir un capítulo de la verdadera historia de Walsh? ¿Hubiese aceptado Walsh esa mutilación que, sin embargo, hoy día parece resultar conveniente para el también ex Montonero hoy presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales?
POR FRANCISCO DEL CASTILLO | 24/03/2009 | 07:26
Rodolfo Walsh.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Desde el 25 de marzo de 1977, Rodolfo Jorge Walsh se encuentra desaparecido. En su memoria quien fue su colega (periodístico), amigo y discípulo (en la actividad política) Horacio Verbitsky escribió en el diario paraestatal Página/12 una columna titulada Reescrituras.
Según Verbitsky, "Mañana (martes 24/03), el municipio de Florencio Varela (N. de la R.: su intendente es Julio Pereyra, presidente de la kirchnerista Federación Argentina de Municipios) rebautizará Rodolfo J. Walsh a la Escuela de Educación Técnica N° 2, que se llamaba Pedro Eugenio Aramburu. La provincia de Buenos Aires resolvió que ninguna llevara el nombre de funcionarios de gobiernos dictatoriales y que cada comunidad educativa decidiera el reemplazo. En la Técnica N° 2 el 82% votó por Rodolfo J. Walsh. Buena manera de volver a cruzarse con Aramburu.
Walsh comenzó a publicar su incomparable Operación Masacre en lo que llamó suburbios remotos del periodismo, muy poco después del precursor fusilamiento clandestino ordenado por Aramburu en 1956. Desde esas páginas desafiaba a los asesinos, con la única protección de un escondite en el Tigre, un ridículo revólver de caño largo y una cédula falsa. La primera edición como libro es de 1957, cuando los responsables seguían en lo más alto del poder. En las reediciones de los quince años siguientes no alteró el relato de los hechos pero, además de los sutiles aligeramientos de estilo que muestran su maduración como gran escritor, le agregó cada vez su visión del país, que también se modificó con el tiempo. (...)".
Sin embargo, es bastante más completa, e interesante, la biografía de Walsh que fue publicada en la web Wikipedia que la que relata Verbitsky.
"(...) Luego de su encuentro con un sobreviviente de los fusilamientos de José León Suárez, Walsh escribió un libro sobre esos hechos, en el cual escribiría: "Esta es la historia que escribo en caliente y de un tirón, para que no me ganen de mano, pero que después se me va arrugando día a día en un bolsillo porque la paseo por todo Buenos Aires y nadie me la quiere publicar y casi ni enterarse", por lo que en 1957 fue al Estudio del Dr. Jorge Ramos Mejia y le solicitó al Dr. Marcelo Sánchez Sorondo, director del semanario Azul y Blanco que se hacía en ese Estudio apoyo para publicar ese libro
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Asi con el apoyo económico del Dr. Ramos Mejia podrá en ese mismo año dar a conocer Operación Masacre, con el subtítulo "Un Proceso Que No Ha Sido Clausurado" de Ediciones Sigla , una pieza de investigación periodística precursora del "nuevo Periodismo" que posteriormente fue llevada al cine. (...)".
De Sánchez Sorondo se recuerda que Juan Manuel Abal Medina fue su secretario en la revista Azul y Blanco.
Eran días de la Revolución Argentina, con un intenso debate en el gobierno de Juan Carlos Onganía sobre la incipiente actividad guerrillera que alentaba Cuba.
Según la web de la Cancillería argentina, "(...) el nacionalista Marcelo Sánchez Sorondo, quien más tarde formaría parte de las filas del justicialismo, se declaró despreocupado por las “hipotéticas especulaciones” del gobierno en torno de la amenaza de subversión izquierdista, sosteniendo que era “ridículo y deprimente” que Onganía pretendiese convertirse en un “campeón de un anticomunismo ‘profesional’ para ganar puntos con los Estados Unidos”. Según los columnistas de la revista Azul y Blanco, los movimientos guerrilleros en América Latina, no eran, como sostenían los doctrinarios de la seguridad nacional como Osiris Villegas, una “ofensiva a escala mundial”, sino que eran una invención de la propaganda norteamericana para “forzar a los gobiernos sudamericanos a permitir un mayor control e intervención del Pentágono en los planes y dispositivos militares”. La lucha antisubversiva, de acuerdo con la óptica de Azul y Blanco, “se utiliza como excusa para reprimir a las fuerzas nacionales no marxistas”. (...)".
Aunque Verbitsky intente reescribir la historia argentina en días de los Kirchner, cualquiera sabe que luego de los Kirchner habrá una revisión de la historia y es probable que la óptica de Azul y Blanco resulte muy cuestionada.
Volvamos a la reescritura de Walsh que ensaya Verbitsky, aludiendo a las reescrituras que aquel hizo de Operación Masacre:
"(...) Cada reescritura coincidió con algún punto de inflexión en el país y en su vida. La primera es de 1964 y la emprendió al terminar su cuento maestro, 'Esa mujer'. Agregó que había perdido las ilusiones en la justicia y la democracia al ver que los muertos estaban bien muertos, “y los asesinos, probados, pero sueltos”. No le interesaba averiguar si estaba escribiendo una investigación periodística, un ensayo político o una obra literaria. Cuando un intelectual de revista le dijo que para que lo entendiera un lector francés debería modificar 'Esa Mujer', Walsh contestó: “No sé si quiero que se traduzca al francés”. El canon y la academia retrocedían en su lista de prioridades, igual que los personajes del nuevo periodismo burgués y de la nueva literatura de la década del '60 (los derrotados de las clases medias, en un país donde la posesión de la tierra es la del poder, según la aguda observación de Aníbal Ford). (...)".
Sin embargo, Wikipedia recuerda, acerca de Walsh:
"(...) Entre 1945 y 1947 se adhirió a la Alianza Libertadora Nacionalista, grupo al que calificó de nazi años después.
Walsh adhirió al peronismo en fecha posterior a octubre de 1956 en que firmó en la revista Leoplán de ese mes la nota Aquí cerraron sus ojos laudatoria de los aviadores navales caídos durante la Revolución Libertadora. (...)".
Es probable que esa peligrosa pertenencia de Walsh -quien había nacido el 9 de enero de 1927- pudiera considerarse un 'pecado de juventud' que luego modificó. No deja de resultar curioso que ese pasado se asemeja al de tantos otros integrantes de Montoneros que en días previos se vinculó a diferentes expresiones del nacionalismo católico anticomunista.
Pero, ¿y si Walsh, en su madurez, se hubiera arrepentido de Montoneros tal como antes se arrepintió de la Alianza Libertadora Nacionalista? Esa posibilidad coincide con las brutales autocríticas y críticas a Montoneros que redactó Walsh poco antes de que los marinos de la ESMA fuesen tras él.
La estupidez de los marinos represores es increíble: a ellos les hubiese convenido más difundir las críticas de Walsh a la conducción de Montoneros que intentar secuestrarlo y/o asesinarlo. Pero no es una casualidad que los militares del Proceso hayan ganado un par de batallas y perdido la guerra: la ignorancia era su denominador común.
Pero ese Walsh autocrítico de Montoneros, ¿hasta dónde hubiese llevado su propia revisión de lo que hoy es pasado pero por entonces era presente? Ahí Verbitsky no consigue penetrar porque es muy arriesgado y, probablemente, hasta podría ir en contra de sus intereses. Verbitsky presenta un Walsh pero hubo dos Walsh y, probablemente, podrían haber convivido tres Walsh.
Verbitsky no puede, sin embargo, evitar alguna referencia acerca de la adhesión de Walsh a la violencia organizada, en el marco de la historia que propone de 'Operación Masacre':
"(...) Comenzó la reescritura de 1969 en cuanto publicó '¿Quién mató a Rosendo?', de nuevo clandestino, por el cierre de la CGT de los Argentinos y la detención de sus principales dirigentes. Añade un 'Retrato de la oligarquía dominante' en el que afirma que “dentro del sistema no hay justicia” y dice: “Que esa clase esté temperamentalmente inclinada al asesinato, es una connotación importante que deberá tenerse en cuenta cada vez que se encare la lucha contra ella. No para duplicar sus hazañas, sino para no dejarse conmover por las sagradas ideas, los sagrados principios y, en general, las bellas almas de los verdugos”.
En 1972, el año del regreso de Perón y de la pugna con Lanusse por el propósito y la conducción del Gran Acuerdo Nacional, sustituyó aquel retrato de la oligarquía por 'Aramburu y el juicio histórico'. Como volvería a hacer en su póstuma 'Carta Abierta a la Junta Militar', además de la perversidad de la represión examinó su objeto: “Encarceló a millares de trabajadores, reprimió cada huelga, arrasó la organización sindical. La tortura se masificó y se extendió a todo el país con Aramburu. Su gobierno modela la segunda década infame, aparecen los Alsogaray, los Krieger, los Verrier que van a anudar prolijamente los lazos de la dependencia desatados durante el gobierno de Perón”. (...) Ya estaba encuadrado en las Fuerzas Armadas Peronistas, que consideraron la ejecución del ex presidente de facto como una medida más apropiada para la culminación que para la apertura de un proceso revolucionario. Walsh no la celebra, pero la explica como nadie. (...)".
Wikipedia sigue resultando más útil:
"(...) En 1959 viajó a Cuba, donde junto con sus colegas y compatriotas Jorge Masetti, Rogelio García Lupo, y el escritor colombiano Gabriel García Márquez fundó la agencia Prensa Latina. De regreso a la Argentina trabajó en las revistas Primera Plana, Panorama y ya durante la dictadura de Onganía, fundó el semanario de la CGT de los Argentinos que dirigió entre 1968 y 1970, y que luego de la detención de Raimundo Ongaro y el allanamiento en 1969 a la CGTA se publicaba clandestinamente. En 1972 escribió durante un año en el Semanario Villero y a partir de 1973 en el diario Noticias junto a su amigo Paco Urondo y Miguel Bonasso, entre otros. A mediados de 1970, Walsh había empezado a relacionarse con Montoneros, y en 1973 ya era un importante oficial de esa organización armada. En ella su primer nombre de guerra fue 'Esteban' y luego fue conocido como 'el Capitán', 'profesor Neurus' o 'Neurus'. (...)".
¿Por qué Verbitsky y otros omiten la pertenencia de Walsh a la conducción de Montoneros y su participación en numerosos asesinatos? El propio Dardo Cabo, en vida de Walsh, confesó la participación de ambos en el asesinato de Augusto Timoteo Vandor, por ejemplo.
¿Es menos intelectual notable Walsh porque integraba Montoneros? No. Sin embargo, podría no servirle ese perfil a los intereses de Verbitsky, quien decide seguir:
"(...) También describe la creación de un prócer. “Los doctores liberales, la prensa, los herederos políticos canonizaron a Aramburu mediante el uso irrestricto del ditirambo y la elegía. Paladín de la democracia, soldado de la libertad, dilecto hijo de la patria, militar forjado en el molde clásico de la tradición sanmartiniana, gobernante sencillo y probo que rehuía por temperamento los excesos de autoridad, son algunos de los conjuros que escamotean a la historia el perfil verdadero de Aramburu.” Pero sabe que “no todos los partidarios de Aramburu eran tan necios como para consumir esa imagen”. Para quienes “con más inteligencia reconocían las causas del odio popular”, el Aramburu de 1970 no era el de 1956 y “colocado en las mismas circunstancias no habría fusilado, perseguido ni proscripto”. Como Lavalle, asesino de Dorrego, se habría arrepentido, consumando “un enigmático acercamiento a su tierra y a su pueblo”. Conjeturó que Aramburu llegaría a merecer “la cantata expiatoria de un Sábato futuro”. Para Walsh, “esa metamorfosis carece de importancia aun en el caso de que fuese verdadera”, porque “las perplejidades de Aramburu, ya lejos del poder, apenas si iluminan el desfasaje entre los ideales abstractos y los actos concretos de los miembros de esa clase: el mal que hizo fueron los hechos y el bien que pensó, un estremecimiento tardío de la conciencia burguesa”. (...)".
Pero ¿ese fue el Walsh definitivo o era la opinión de un Walsh en transición? Probablemente, para hacerle honor a su propia historia, Walsh hubiese continuado reescribiendo, pero solamente podemos sospecharlo.
En relación a la muerte de Walsh, el 26 de octubre de 2005, fueron detenidos 12 militares, entre los que estaba el ex marino Juan Carlos Rolón, en relación con la muerte de Rodolfo Walsh.
El 17 de diciembre de 2007 el juez federal Sergio Torres elevó a juicio oral la causa en la que están imputados por "privación ilegítima de la libertad doblemente agravada por haber sido cometida con abuso de sus funciones y con las agravantes correspondientes por haber sido perpetrada con violencia y amenazas" y "robo agravado por haber sido cometido en poblado y en banda".
http://www.urgente24.com/index.php?id=ver&tx_ttnews[tt_news]=120000&cHash=9db0bdda18