Procer
Colaborador
El Desembarco argentino en Corrientes, 25 de Mayo de 1865
Cuando el Ejército Paraguayo, sin mediar declaración formal de guerra invade la provincia argentina de Corrientes, se da inicio a la participación nacional en la llamada Guerra de la Triple Alianza.
Hay quienes alegan que fue una ocupación incruenta y justifican la ocupación/invasión iniciada con el asalto de fuerzas paraguayas al puerto de Corrientes del 13 de Abril de 1865 en la parcialidad con que las fuerzas brasileñas eran tratadas con respecto a los paraguayos (nótese que ambos paises ya estaban en guerra).
Ese dia, cinco vapores de guerra del Paraguay atacaron y capturaron a las naves 25 de Mayo y Gualeguay.
La declaración del luego Capitán Vicente Constantino, único prisionero de tal afrenta que regresa con vida al pais años después es clara: “Subieron a bordo y lo primero que hicieron fue ultrajar el Pabellón Argentino, lo arriaron y pisotearon gritando ¡Viva Lopez!, ¡Mueran los porteños! Y así tomaron posesión del vapor, matando a todos los que se encontraban por delante o quisieran oponer resistencia. Enseguida bajaron a la cámara y sacaron de alli a palos a los tenientes Calvo y Leyton y los subieron sobre cubierta, al ver esto, nuestra tripulación, una parte de ella y 3 oficiales se tiraron al agua, y allí perecieron todos, unos ahogados, otros fusilados en el agua misma”
Cabe aclarar que de todos los prisioneros de esta toma de buques, solo Constantino sobrevive, dando informe directo de la ejecución de sus compañeros (Leyton lanceado en 1869, Massini ejecutado).
La ciudad cayó sin resistencia, ya que no había fuerzas, las existentes, exiguas se retiraron para evitar bajas ante los 2.000 paraguayos que a la orden de Wenceslao Robles ocupaba la ciudad.
Así las cosas, tras la declaración formal de guerra, se comienza a movilizar el Ejército Argentino, siendo el primer enviado a la zona el Gral. Wenceslao Paunero con efectivos que sumaban cerca de 700 hombres de la Legión Militar, Batallón I de Línea, Cazadores del Batallón 2 y el Batallón 3. Todos embarcados en los vapores Pampero y Pavón con la protección de tres cañoneros del Brasil bajo las ordenes del Vicealmirante Barroso.
Por primera vez se iban a medir las fuerzas antagonistas en franco duelo.
A medio dia del 25 de Mayo, Paunero ordena bajar lanchas de los vapores para el desembarco a plena luz del día en la mismísima ciudad de Corrientes, defendida por unos 1.900 paraguayos bien apostados, sin importarle la diferencia de fuerzas.
Cabe mencionar que en esta acción, los buques argentinos enarbolaban banderas brasileñas y los navíos brasileños pabellón argentino.
A las tres y media tocan tierra las tropas de asalto bajo la protección de la escuadra brasileña, en el paraje denominado "La Batería", un poco al noreste de Corrientes. Ahí, a cerca de 200 metros del río, había un cuartel abandonado al lado de un arroyo, que era cruzado por un puente por el que se accedía a la ciudad.
Encabezando las acciones viene el valeroso Teniente Coronel Juan Bautista Charlone comandando la Legión Militar junto al Comandante Agustin Valerga, estas tropas fueron recibidas por nutrido fuego desde la costa sin amedrentarse. Charlone avanzó en su veloz ataque con tal ardor que inutilizó la posibilidad del fuego de apoyo de la escuadra brasileña al interponerse.
El piamontés Charlone (había combatido con Garibaldi) toca tierra cerca de un bosquecito de naranjos con sus 250 hombres e inmediatamente comienza a subir sin amparo alguno comenzando a sufrir bajas en su ataque a bayoneta que llega al cuerpo a cuerpo, en este duro combate en la puerta de la batería, el Mayor Pedro Sagari es muerto y el mismo Charlone recibe un sablazo en la cabeza de un oficial paraguayo que el mismo abate, tal avance hace que los paraguayos abandonen la posición entre tanto llegan las otras fuerzas nacionales que comenzaron a atacar el puente guiados por el Teniente Coronel Rivas es seguido de cerca por los impetuosos Manuel Roseti, Benjamín Basavilbaso, Felipe Aldecoa, Lindolfo Pagola, Emilio Saez, Teodoro García, Carlos Smith, Alonso Morel, Rafael Bosch, Félix Benavides, Francisco Leyría, Daniel Cerri y Guillermo Schindler entre otros oficiales.
El combate era muy áspero y sin decisión hasta que el Comandante Roseti con dos compañías de su batallón es enviado por Paunero a apoyar a las fuerzas que se batían palmo a palmo en el puente, y fue entonces cuando, arreciando el combate, se tomó el puente, las tres piezas de artillería, y se obligó al enemigo a emprender la fuga. Schindler fue gravemente herido en la cadera. La toma final del puente se logra co el apoyo de una pequeña fuerza brasileña que concurre con dos cañones ligeros.
Paunero también había desembarcado y seguía a sus tropas de asalto de cerca junto a su ayudante el Capitan Napoleón Uriburu, al llegar al puente encuentra en un charco de sangre a Schindler y lo cubre del frío con su capote de general, esta anécdota es relatada a sus hijos por el mismo oficial herido.
Al caer la noche, los triunfadores acamparon en la Plaza principal tras un tremendo combate, tan intenso fue el mismo que de los 900 hombres desembarcados, hubo 300 bajas (70 muertos y 230 heridos). Los paraguayos dejaron 400 muertos en la acción (según Paunero fueron 800, pero el recuento habría sido de alrededor de 400).
La falta de caballería y alimentos hizo que, sin embargo, se reembarcaran las fuerzas al dia siguiente abandonando lo tan duramente ganado. Esto le mereció a Paunero durísimas críticas de parte de Gelly o Obes y sobre todo del Presidente Mitre.
Esta accion, no muy conocida pero extremadamente valerosa y encarnizada, dio inicio a la reacción ante la ocupación violenta de nuestro territorio que finalizaría años después con la caida de Solano López.
Fuentes:
Maldita Guerra . Francisco Doratioto
La Patria, los hombres y el coraje , Miguel Angel de Marco
Campañas Militares Argentinas Tomo 4, Isidoro Ruiz Moreno
Cuando el Ejército Paraguayo, sin mediar declaración formal de guerra invade la provincia argentina de Corrientes, se da inicio a la participación nacional en la llamada Guerra de la Triple Alianza.
Hay quienes alegan que fue una ocupación incruenta y justifican la ocupación/invasión iniciada con el asalto de fuerzas paraguayas al puerto de Corrientes del 13 de Abril de 1865 en la parcialidad con que las fuerzas brasileñas eran tratadas con respecto a los paraguayos (nótese que ambos paises ya estaban en guerra).
Ese dia, cinco vapores de guerra del Paraguay atacaron y capturaron a las naves 25 de Mayo y Gualeguay.
La declaración del luego Capitán Vicente Constantino, único prisionero de tal afrenta que regresa con vida al pais años después es clara: “Subieron a bordo y lo primero que hicieron fue ultrajar el Pabellón Argentino, lo arriaron y pisotearon gritando ¡Viva Lopez!, ¡Mueran los porteños! Y así tomaron posesión del vapor, matando a todos los que se encontraban por delante o quisieran oponer resistencia. Enseguida bajaron a la cámara y sacaron de alli a palos a los tenientes Calvo y Leyton y los subieron sobre cubierta, al ver esto, nuestra tripulación, una parte de ella y 3 oficiales se tiraron al agua, y allí perecieron todos, unos ahogados, otros fusilados en el agua misma”
Cabe aclarar que de todos los prisioneros de esta toma de buques, solo Constantino sobrevive, dando informe directo de la ejecución de sus compañeros (Leyton lanceado en 1869, Massini ejecutado).
La ciudad cayó sin resistencia, ya que no había fuerzas, las existentes, exiguas se retiraron para evitar bajas ante los 2.000 paraguayos que a la orden de Wenceslao Robles ocupaba la ciudad.
Así las cosas, tras la declaración formal de guerra, se comienza a movilizar el Ejército Argentino, siendo el primer enviado a la zona el Gral. Wenceslao Paunero con efectivos que sumaban cerca de 700 hombres de la Legión Militar, Batallón I de Línea, Cazadores del Batallón 2 y el Batallón 3. Todos embarcados en los vapores Pampero y Pavón con la protección de tres cañoneros del Brasil bajo las ordenes del Vicealmirante Barroso.
Por primera vez se iban a medir las fuerzas antagonistas en franco duelo.
A medio dia del 25 de Mayo, Paunero ordena bajar lanchas de los vapores para el desembarco a plena luz del día en la mismísima ciudad de Corrientes, defendida por unos 1.900 paraguayos bien apostados, sin importarle la diferencia de fuerzas.
Cabe mencionar que en esta acción, los buques argentinos enarbolaban banderas brasileñas y los navíos brasileños pabellón argentino.
A las tres y media tocan tierra las tropas de asalto bajo la protección de la escuadra brasileña, en el paraje denominado "La Batería", un poco al noreste de Corrientes. Ahí, a cerca de 200 metros del río, había un cuartel abandonado al lado de un arroyo, que era cruzado por un puente por el que se accedía a la ciudad.
Encabezando las acciones viene el valeroso Teniente Coronel Juan Bautista Charlone comandando la Legión Militar junto al Comandante Agustin Valerga, estas tropas fueron recibidas por nutrido fuego desde la costa sin amedrentarse. Charlone avanzó en su veloz ataque con tal ardor que inutilizó la posibilidad del fuego de apoyo de la escuadra brasileña al interponerse.
El piamontés Charlone (había combatido con Garibaldi) toca tierra cerca de un bosquecito de naranjos con sus 250 hombres e inmediatamente comienza a subir sin amparo alguno comenzando a sufrir bajas en su ataque a bayoneta que llega al cuerpo a cuerpo, en este duro combate en la puerta de la batería, el Mayor Pedro Sagari es muerto y el mismo Charlone recibe un sablazo en la cabeza de un oficial paraguayo que el mismo abate, tal avance hace que los paraguayos abandonen la posición entre tanto llegan las otras fuerzas nacionales que comenzaron a atacar el puente guiados por el Teniente Coronel Rivas es seguido de cerca por los impetuosos Manuel Roseti, Benjamín Basavilbaso, Felipe Aldecoa, Lindolfo Pagola, Emilio Saez, Teodoro García, Carlos Smith, Alonso Morel, Rafael Bosch, Félix Benavides, Francisco Leyría, Daniel Cerri y Guillermo Schindler entre otros oficiales.
El combate era muy áspero y sin decisión hasta que el Comandante Roseti con dos compañías de su batallón es enviado por Paunero a apoyar a las fuerzas que se batían palmo a palmo en el puente, y fue entonces cuando, arreciando el combate, se tomó el puente, las tres piezas de artillería, y se obligó al enemigo a emprender la fuga. Schindler fue gravemente herido en la cadera. La toma final del puente se logra co el apoyo de una pequeña fuerza brasileña que concurre con dos cañones ligeros.
Paunero también había desembarcado y seguía a sus tropas de asalto de cerca junto a su ayudante el Capitan Napoleón Uriburu, al llegar al puente encuentra en un charco de sangre a Schindler y lo cubre del frío con su capote de general, esta anécdota es relatada a sus hijos por el mismo oficial herido.
Al caer la noche, los triunfadores acamparon en la Plaza principal tras un tremendo combate, tan intenso fue el mismo que de los 900 hombres desembarcados, hubo 300 bajas (70 muertos y 230 heridos). Los paraguayos dejaron 400 muertos en la acción (según Paunero fueron 800, pero el recuento habría sido de alrededor de 400).
La falta de caballería y alimentos hizo que, sin embargo, se reembarcaran las fuerzas al dia siguiente abandonando lo tan duramente ganado. Esto le mereció a Paunero durísimas críticas de parte de Gelly o Obes y sobre todo del Presidente Mitre.
Esta accion, no muy conocida pero extremadamente valerosa y encarnizada, dio inicio a la reacción ante la ocupación violenta de nuestro territorio que finalizaría años después con la caida de Solano López.
Fuentes:
Maldita Guerra . Francisco Doratioto
La Patria, los hombres y el coraje , Miguel Angel de Marco
Campañas Militares Argentinas Tomo 4, Isidoro Ruiz Moreno