¿Somos o no somos socios de Brasil en la construcción de su submarino nuclear?
(NM) Sería conveniente aclarar a la opinión pública cual es la verdadera situación respecto del desarrollo del reactor nuclear argentino que supuestamente impulsará al moderno submarino que proyecta desde hace tres décadas el vecino país. Tema de debate para el Parlamento.
(NM) Se han suscitado varias noticias contradictorias en los últimos días, respecto de la supuesta participación argentina en el proyecto brasileño de construcción de un submarino nuclear autóctono, que sería conveniente aclarar ante la opinión pública.
El pasado domingo 24 de febrero, el matutino Clarín nos sorprendió con un artículo de la periodista Eleonora Gosman en el que relata las declaraciones del Ministro de Defensa de Brasil Nelson Jobim, minutos antes de partir en su vuelo de regreso a Brasil, dando cuenta de la formación de una empresa binacional para el desarrollo del reactor nuclear de tecnología argentina para propulsar el submarino brasileño.
Asimismo, al día siguiente de su visita a Buenos Aires y de las resonantes declaraciones que publicó el diario Clarín, el mismo Nelson Jobim manifestó a la Agencia EFE una desmentida que elimina las expectativas de nuestra participación en dicho emprendimiento.
Tal como informamos por separado en la noticia “Brasil niega construcción de submarino nuclear con Argentina” , el Ministro Jobin aseguró que la empresa binacional a desarrollar con Argentina será solamente para plantas de generación eléctrica, pero que el submarino será construido con tecnología brasileña, en especial el reactor nuclear, que está siendo desarrollado por la Marina de Brasil. La parte no nuclear del submarino, dijo Jobim, será construida sobre la base del submarino Scorpene, para lo cual Brasil firmará acuerdos de cooperación con Francia.
El submarino nuclear: una política de estado para Brasil
Un mes antes de que apareciera la noticia en el matutino Clarín de Buenos Aires, el Ministerio de Planeamiento del vecino país había publicado en su sitio de Internet un artículo de prensa, que parece desmentir categóricamente lo supuestamente expresado por el Ministro de Defensa brasileño Nelson Jobim en Buenos Aires.
Con la intención de arrojar un poco de luz sobre esta importante novedad en las políticas de defensa de ambos países, en las que en el pasado cercano no ha faltado una amplia cooperación, en especial entre las armadas, reproducimos parcialmente ese artículo publicado el 28 de enero pasado por el Ministerio de Planeamiento de Brasil en su página web y que NUESTROMAR traduce para sus lectores:
“En busca de soberanía”
El reinicio del proyecto de submarino nuclear no puede depender de las oscilaciones del presupuesto.
Más que hacer declaraciones en conversaciones reservadas, el Presidente (de Brasil) Luiz Inácio Lula da Silva ha hecho movimientos concretos para retomar por completo el programa del submarino nuclear brasileño. El primer paso en esa dirección fue dado el año pasado, con la liberación de 1.100 millones de Reales para la construcción del reactor nuclear desarrollado por la Marina (de Brasil). El próximo paso será dado en los próximos días cuando los ministros Nelson Jobim, de Defensa, y Mangabeira Unger, de Acciones de Largo Plazo, se embarquen para Francia y para Rusia en busca de alianzas estratégicas y cooperación tecnológica. Los dos ministros estarán acompañados por el Comandante de la Marina (de Brasil) Almirante de Escuadra Júlio Soares de Moura Neto.
El programa del submarino nuclear brasileño se inició en 1979, interrumpido en la década de 1990 – por dificultades financieras y presiones (norte) americanas – y parcialmente retomado meses atrás. Está compuesto de tres etapas básicas: El dominio del ciclo de combustible nuclear, la fabricación del reactor y la construcción del casco del submarino. La primera parte fue bien realizada: gracias a los esfuerzos del Centro de Investigaciones de la Marina, en Aramar, Brasil domina hoy la tecnología de enriquecimiento de uranio, desarrollado a través del método de ultracentrifugadoras. La segunda fase, la de construcción de un reactor nuclear, está bastante avanzada, faltando apenas recursos para su finalización – los R$ 1.100 millones liberados en 2007. La últma parte, la de la fabricación del casco, exige mucha sofisticación tecnológica y todavía necesita desarrollarse. Es precisamente en esa etapa que reside la importancia del viaje de los ministros.
KNOW-HOW
A pesar de los avances recientes, el camino a recorrer todavía es largo. La fabricación de un submarino nuclear, la concepción del diseño básico y de detalle de ingeniería, es un proceso que exige 12 a 14 años de trabajo, de acuerdo con un estudio de la Rand Corporation, centro de estudios americano. Por las dimensiones de ese tipo de embarcación – 90 metros de eslora por 10 de diámetro – la fabricación demandará instalaciones que en Brasil sólo posee actualmente Nuclebrás Equipamentos Pesados S.A. (Nuclep) . La fase más larga de este proceso, de 8 a 10 años, es el montaje del submarino, que exigirá un tipo específico de astillero, que Brasil todavía no posee. Los Estados Unidos, que tienen la flota de submarinos nucleares más grande del mundo tienen apenas dos astilleros para construirlos. Rusia tiene 3 astilleros, Francia dos y el Reino Unido y China, uno cada una.
Dos consecuencias devienen de esta situación. La primera es que la decisión de construir un submarino nuclear es estratégica, una decisión de Estado, que no puede estar a merced de las contingencias presupuestarias, como sucedió el año pasado. La maduración de un proyecto de esa naturaleza es necesariamente de largo plazo e implica inversiones constantes para que se llegue a buen término. La segunda es que Brasil deberá buscar formas de cooperación internacionales para la construcción y montaje del casco del submarino nuclear. Pero el desafío de la misión de los ministros en el exterior es obtener la cooperación sin que implique traer consigo la dependencia. Véase el caso de la India, que debe botar su submarino nuclear al mar en 2009. Para entrenar a las futuras tripulaciones los indios deberán arrendar un submarino nuclear de ataque a los rusos por 3 años. Rusia prestó también asistencia tecnológica a India para que desarrollase su propio submarino.
El reinicio del programa del submarino nuclear de Brasil tampoco puede ser visto como una respuesta coyuntural a supuestas amenazas de vecinos inestables. Es un programa de largo plazo que sólo comenzará a producir resultados concretos entre 2020 y 2024. La tarea que le impuso el presidente Luiz Inácio Lula da Silva al ministro Nelson Jobim es la de establecer los objetivos de largo plazo de Brasil y preparar una capacitación tecnológica e industrial para tal desafío, en lugar de buscar en las estanterías los equipamientos militares que necesitamos. De aquí a una década, los desafíos serán otros. En 2020 el petróleo será más escaso en el mundo y Brasil, con la perspectiva de desarrollar los nuevos yacimientos de Bacia do Santos estará entre los primeros exportadores del mundo. Hemos descubierto también nuevos yacimientos de uranio en Ceará, la primera o segunda reserva de este mineral en el mundo. Los intereses a proteger serán, por tanto, mucho más extensos y diversificados que los que hoy conseguimos abarcar.
“Vamos enriquecer aquí todo nuestro uranio”
Integrante de una familia tradicional de oficiales de la Armada, el Comandante de la Marina de Brasil Almirante de Escuadra Julio Soraes de Moura Neto, es un gran defensor del submarino nuclear. Nombrado en febrero de 2007, él consiguió sensibilizar al presidente Lula sobre el tema y lo llevó al Centro Experimental de Aramar, en Iperó (SP), que estaba casi en estado vegetativo. Después de eso, el gobierno liberó los 1.100 millones de reales (unos 550 millones de dólares), en porciones de R$ 130 millones anuales, fuera del presupuesto de la Marina, para la conclusión del proyecto para la conclusión del proyecto del reactor nuclear desarrollado por la fuerza en Armar…”
Por CLÁUDIO CAMARGO , Isto é num. 1995. 28/01/2008
Fuente: Ministerio de Planeamiento de Brasil
Traducción de NUESTROMAR
N del T.: Sigue entrevista al Almirante Soares, que se omite. Los interesados pueden obtener el original en:
http://clipping.planejamento.gov.br/Noticias.asp?NOTCod=408238
Debate necesario
Conociendo la continuidad que suele dar el gobierno brasileño a sus políticas de estado, parece poco creíble que después de semejantes anuncios, Brasil se asocie con Argentina para poder proseguir con su desarrollo naval en un área tan sensible.
No obstante, existe la posibilidad de que los científicos brasileños no logren los progresos necesarios en tiempo y forma en este desarrollo y que estén pidiendo “ayuda” a nuestro país, para poder concretar su reactor nuclear compacto. En otras ocasiones Brasil recibió ayuda para concretar sus proyectos de defensa, tal el caso de su aviación naval embarcada y la puesta a punto del portaaviones San Pablo en 2001.
La posesión por parte de Brasil de un submarino nuclear marcaría un antes y un después en la política de defensa regional, originando un desequilibrio aún más marcado en el poder naval de ambos países.
Siendo nuestro mismo país quien lo ayudaría a conseguir su objetivo defensivo desequilibrante, sería muy recomendable que el gobierno argentino aclarara esta situación y que el Congreso de la Nación, ámbito natural de estas cuestiones, produjera un debate esclarecedor. La importancia del tema lo merece.
10/03/08
NUESTROMAR