Bush, los halcones, y una "carta en la manga"
La condena a muerte de Saddam Hussein podría provocar un "show mediático" favorable a los republicanos a horas de los comicios.
Un "show mediático" con la condena a muerte del "dictador iraquí", y con el ejército norteamericano en "operaciones" para prevenir y/o reprimir estallidos "violentos" de sus seguidores, miden bien para fijar en la retina de los electores estadounidenses la existencia real del "terrorismo" en Irak a pocas horas de que depositen su voto en las urnas.
La condena a muerte de Saddam Hussein dictada por el farsesco tribunal que lo juzga en Bagdad podría precipitar -según el gobierno títere iraquí- un desenlace de "violencia terrorista" que supere con creces la escalada de ataques y atentados que sumaron un récord de muertos y heridos en las semanas precedentes.
El ex "hombre fuerte" de Irak y siete de sus antiguos colaboradores son procesados por su presunta responsabilidad en la matanza de 148 chiitas de la localidad de Duyeilen 1982.
El presidente del tribunal que "juzga" al ex mandatario, Yaafar al Musaui, declaró que este domingo, cuando se reanude el juicio, podría dictarse una sentencia.
Y ¡que casualidad!, la sentencia podría pronunciarse a sólo 48 horas de las elecciones legislativas en EEUU, en las cuales Bush y los republicanos -según todos los sondeos- pueden perder la mayoría que detentan en las dos cámaras del Congreso, lo que complicaría a grados inimaginables lo que queda del segundo período del presidente "contraterrorista".
Y, ¡qué casualidad", luego de reunirse con el director nacional de inteligencia de EEUU, John Negroponte (quien el viernes visitó por "sorpresa" Irak) el ministro iraquí de Defensa, Abdul Qader al Obeidi, colocó las fuerzas iraquíes en "estado de alerta" en previsión -dijo- de "cualquier emergencia" aludiendo a la posibilidad de que partidarios del antiguo partido gobernante, Al Baaz, lancen una ola de violencia y de disturbios si Saddam es condenado a muerte.
Los soldados de EEUU muertos en Irak, se convirtieron en un talón de Aquiles electoral para Bush y los republicanos.
La operación (como siempre burda y de manual), de concretarse con el fallo el domingo, sería algo así como un "cierre de campaña" de Bush y los republicanos en Irak, que intentarían, con la condena de Saddam, dar una muestra de "eficiencia" para contrarrestar en parte la campaña demócrata que los acorraló con sus "errores" en la ocupación militar de Irak.
Saddam Hussein (tanto como Bin Laden) siempre constituyó una pieza electoral valiosa para la administración Bush y el grupo de halcones que controla las decisiones y los negocios de la Casa Blanca y el Pentágono.
La captura del ex hombre fuerte de Irak, en diciembre de 2004, no le rindió a la Casa Blanca los efectos buscados y el rédito propagandístico de su apresamiento le duró a Bush sólo unos días.
Antes de las elecciones presidenciales de 2004 en EEUU, corrieron versiones de que los consejeros de Bush habían decidido montar un gran show mediático con la pena a muerte del ex presidente iraquí, pensando en la proyección positiva que ello tendría en la campaña reeleccionista del presidente, pero finalmente los "tiempos" no le alcanzaron para esa operación.
Inesperadamente, y según lo atestigua la visita "sorpresa" de Negroponte en Bagdad y los posteriores anuncios de "posible sentencia" el domingo, parece que Karl Rove y los estrategas de campaña barajan la idea de la condena a muerte de Saddam como "show terrorista extra" para el cierre de campaña de las elecciones del martes.
Un "show mediático" con la condena a muerte del "dictador iraquí", y el ejército norteamericano en "operaciones" para prevenir y/o reprimir estallidos "violentos" de sus seguidores, miden bien para fijar en la retina de los electores estadounidenses la existencia real del "terrorismo" en Irak a pocas horas de que depositen su voto en las urnas.
Cadenas y agencias internacionales como la BBC, CNN, Associated Press y Reuters (siempre en sintonía fina con las movidas de la CIA oficial), ya han instalado la posibilidad de la "condena a muerte de Saddam" barajando distintas hipótesis respecto del incremento de la "violencia" que podría desatar.
Y todo indica que -y explotando toda la parafernalia de consumismo mediático que siempre rodea a la figura de Saddam- el Pentágono y la Casa Blanca estarían nuevamente evaluando instalar el foco de atención mundial en una posible "condena a muerte" del ex presidente de Irak.
Además, de concretarse el domingo, la sentencia puede desatar una polémica internacional lo suficientemente fuerte como para tapar la "onda perdedora" que rodea a los halcones republicanos que controlan los negocios del lobby judío desde la Casa Blanca y el Pentágono.
Si este domingo condenan a muerte a Saddam, la operación se habrá puesto en marcha.
La condena a muerte de Saddam Hussein podría provocar un "show mediático" favorable a los republicanos a horas de los comicios.
Un "show mediático" con la condena a muerte del "dictador iraquí", y con el ejército norteamericano en "operaciones" para prevenir y/o reprimir estallidos "violentos" de sus seguidores, miden bien para fijar en la retina de los electores estadounidenses la existencia real del "terrorismo" en Irak a pocas horas de que depositen su voto en las urnas.
La condena a muerte de Saddam Hussein dictada por el farsesco tribunal que lo juzga en Bagdad podría precipitar -según el gobierno títere iraquí- un desenlace de "violencia terrorista" que supere con creces la escalada de ataques y atentados que sumaron un récord de muertos y heridos en las semanas precedentes.
El ex "hombre fuerte" de Irak y siete de sus antiguos colaboradores son procesados por su presunta responsabilidad en la matanza de 148 chiitas de la localidad de Duyeilen 1982.
El presidente del tribunal que "juzga" al ex mandatario, Yaafar al Musaui, declaró que este domingo, cuando se reanude el juicio, podría dictarse una sentencia.
Y ¡que casualidad!, la sentencia podría pronunciarse a sólo 48 horas de las elecciones legislativas en EEUU, en las cuales Bush y los republicanos -según todos los sondeos- pueden perder la mayoría que detentan en las dos cámaras del Congreso, lo que complicaría a grados inimaginables lo que queda del segundo período del presidente "contraterrorista".
Y, ¡qué casualidad", luego de reunirse con el director nacional de inteligencia de EEUU, John Negroponte (quien el viernes visitó por "sorpresa" Irak) el ministro iraquí de Defensa, Abdul Qader al Obeidi, colocó las fuerzas iraquíes en "estado de alerta" en previsión -dijo- de "cualquier emergencia" aludiendo a la posibilidad de que partidarios del antiguo partido gobernante, Al Baaz, lancen una ola de violencia y de disturbios si Saddam es condenado a muerte.
Los soldados de EEUU muertos en Irak, se convirtieron en un talón de Aquiles electoral para Bush y los republicanos.
La operación (como siempre burda y de manual), de concretarse con el fallo el domingo, sería algo así como un "cierre de campaña" de Bush y los republicanos en Irak, que intentarían, con la condena de Saddam, dar una muestra de "eficiencia" para contrarrestar en parte la campaña demócrata que los acorraló con sus "errores" en la ocupación militar de Irak.
Saddam Hussein (tanto como Bin Laden) siempre constituyó una pieza electoral valiosa para la administración Bush y el grupo de halcones que controla las decisiones y los negocios de la Casa Blanca y el Pentágono.
La captura del ex hombre fuerte de Irak, en diciembre de 2004, no le rindió a la Casa Blanca los efectos buscados y el rédito propagandístico de su apresamiento le duró a Bush sólo unos días.
Antes de las elecciones presidenciales de 2004 en EEUU, corrieron versiones de que los consejeros de Bush habían decidido montar un gran show mediático con la pena a muerte del ex presidente iraquí, pensando en la proyección positiva que ello tendría en la campaña reeleccionista del presidente, pero finalmente los "tiempos" no le alcanzaron para esa operación.
Inesperadamente, y según lo atestigua la visita "sorpresa" de Negroponte en Bagdad y los posteriores anuncios de "posible sentencia" el domingo, parece que Karl Rove y los estrategas de campaña barajan la idea de la condena a muerte de Saddam como "show terrorista extra" para el cierre de campaña de las elecciones del martes.
Un "show mediático" con la condena a muerte del "dictador iraquí", y el ejército norteamericano en "operaciones" para prevenir y/o reprimir estallidos "violentos" de sus seguidores, miden bien para fijar en la retina de los electores estadounidenses la existencia real del "terrorismo" en Irak a pocas horas de que depositen su voto en las urnas.
Cadenas y agencias internacionales como la BBC, CNN, Associated Press y Reuters (siempre en sintonía fina con las movidas de la CIA oficial), ya han instalado la posibilidad de la "condena a muerte de Saddam" barajando distintas hipótesis respecto del incremento de la "violencia" que podría desatar.
Y todo indica que -y explotando toda la parafernalia de consumismo mediático que siempre rodea a la figura de Saddam- el Pentágono y la Casa Blanca estarían nuevamente evaluando instalar el foco de atención mundial en una posible "condena a muerte" del ex presidente de Irak.
Además, de concretarse el domingo, la sentencia puede desatar una polémica internacional lo suficientemente fuerte como para tapar la "onda perdedora" que rodea a los halcones republicanos que controlan los negocios del lobby judío desde la Casa Blanca y el Pentágono.
Si este domingo condenan a muerte a Saddam, la operación se habrá puesto en marcha.