Viernes 26 de noviembre de 2004
Avanza el plan de radarización
A principios de 2005 el Invap entregará uno de los once aparatos de control aéreo
Postergado desde 1996, el plan nacional de radarización tomará forma concreta en los primeros meses de 2005, cuando el Invap entregue el primero de una serie de once radares secundarios prevista en el proyecto lanzado en octubre último por el presidente Néstor Kirchner.
El plan contempla que la radarización total del país sea una realidad en 2009. En estos cinco años, el desarrollo de los radares demandará 237 millones de pesos.
Luego de una gran controversia judicial entre empresas extranjeras que se habían presentado a la licitación durante el gobierno de Carlos Menem, la administración de Kirchner optó por definir un proyecto de características nacionales y otorgó el plan de radarización a la empresa Invap, mediante una contratación directa apoyada por normas para compras militares de nivel estratégico.
A los once radares secundarios se sumarán seis aparatos de tres dimensiones que son los utilizados para el control de aeronaves ilegales.
Actualmente, la Argentina sólo cuenta con radares en los aeropuertos de Ezeiza, Jorge Newbery, Córdoba, Mar del Plata y Paraná. Fuera de esas zonas los controles aéreos se realizan mediante comunicaciones radiales entre los aeropuertos y los aviones.
Los radares secundarios serán utilizados para aumentar la seguridad del tráfico aéreo comercial, mientras que los radares de tres dimensiones serán desplegados en las áreas en las que están detectadas irrupciones ilegales de la frontera argentina.
Con los radares secundarios se depende de la cooperación de las aeronaves para fijar su ubicación en el espacio, mientras que los de tres dimensiones son los preparados para apoyar la captura de vuelos ilegales. La Argentina posee sólo cuatro radares con esas características, tres de los cuales son móviles y pertenecen a la Fuerza Aérea desde los años 70.
Ayuda de EE.UU.
El ministro de Defensa, José Pampuro, se reunió la semana última con el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, a quien interiorizó del nuevo proyecto de radarización nacional.
Pampuro se llevó la promesa por parte de Rumsfeld de una colaboración de los Estados Unidos en este tema. Una de las posibles ayudas norteamericanas es el cambio de los radares móviles Westinghouse TPS 43, con alcance de 400 kilómetros, por un modelo de última generación, lo que permitiría a la Fuerza Aérea un rápido salto tecnológico.
La intención del Gobierno es fomentar el desarrollo nacional de radares, a través del Invap, con la esperanza de abrir un nuevo mercado internacional de alta tecnología. Radares de uso aeronáutico no se fabrican en América latina. Pese a la falta de experiencia del Invap en la materia, los técnicos de la Fuerza Aérea confían en que esa empresa con sede en Bariloche pueda cumplir con el desafío de radarizar, finalmente, el país.
Los radares
Mano de obra nacional
El plan de radarización se completará en 2009 con la colocación de once radares secundarios y seis de tres dimensiones. El desarrollo de los aparatos estará a cargo de la empresa Invap, con sede en Bariloche y amplia experiencia en proyectos de alta tecnología.
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Sólo cinco
Hasta ahora el país sólo cuenta con radares en los aeropuertos de Ezeiza, Jorge Newbery, Córdoba, Mar del Plata y Paraná. En el resto de las pistas los controles aéreos se realizan mediante comunicaciones radiales.
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Inversión a futuro
La apuesta del Gobierno es que la empresa Invap logre, a futuro, imponerse en el mundo como proveedora de radares de producción nacional, tal como ocurre con sus desarrollos nucleares.
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