El siniestro sucedió el 25 de agosto de 2005
Acusan al Área Material Quilmes por caída de helicóptero en Córdoba
El fiscal federal Senestrari resposabilizó a las autoridades de esa repartición castrense porque allí se hizo el último mantenimiento de la nave. En aquel accidente murieron un capitán, un suboficial y dos cadetes.
La Fiscalía N°1 de la Justicia Federal, a cargo de Enrique Senestrari, imputó a los miembros del Área Material Quilmes, por la caida de un helicoptero de la Fuerza Aérea en la Escuela de Aviacion Militar de Córdoba, el 25 de agosto de 2005, durante la cual perdieron la vida los cuatro ocupantes de la maquina.
Los acusa de "homicidio culposo agravado por la conducción imprudente, negligente, inexperta o antirreglamentaria de un vehículo automotor", ya que fueron los últimos en realizar las tareas de mantenimiento.
En esa inspección no se habrían observado las fallas en una manguera,
donde se filtro aire, lo que impidió el paso del combustible y provocó la caída a tierra del helicóptero.
Inicialmente, la Junta de Investigación había responsabilizado al piloto.
Cuando el Hugges 500 H-36 estaba a punto de aterrizar, cayó dentro del predio de la Escuela de Aviación Militar de Córdoba y sus cuatro ocupantes murieron.
Los fallecidos fueron el capitán Federico Marta Barragán, de 34 años; el suboficial auxiliar y mecánico José Luis Martínez, de 32, y los cadetes
Roxana Martínez, de 20, y Pablo Valente, de 22.
Los dos cadetes habían estado realizando tareas de supervivencia en el cerro Champaquí, un lugar que habitualmente se utiliza para ese tipo de entrenamiento.
Habían llegado a la zona por vía terrestre con todo el contingente de segundo año de la Escuela de Aviación Militar, pero debieron retornar antes de lo previsto por problemas de salud y familiares.
El helicóptero Hugges 500 cayó a las 12,10 en la cabecera sur de la
pista, cuando estaba en la etapa de aproximación final para aterrizar y previamente se habían realizado todas las comunicaciones habituales sin que el piloto emitiera ninguna señal de alarma.
El tiempo era apto para volar y -según la Fuerza Aérea- la nave estaba en buenas condiciones.
Cabe recordar que un día antes, en la ciudad de Río Cuarto, había caído otro avión militar cuyo piloto se salvó al lograr eyectarse de la nave unos segundos antes del impacto.
El vocero de entonces de la Fuerza Aérea señaló que se trató
de “accidentes de características distintas; hay que actuar con prudencia y no hacer conjeturas”, hasta que estén disponibles los resultados de las pericias.
No obstante, descartó que la serie de incidentes se hubiera producido por falta de mantenimiento.
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