Derruido
Colaborador
La relación con las FF.AA.: propuesta del Gobierno a los uniformados
Avanza la reforma para los militares
Kirchner reglamentará hoy la ley de defensa, tendiente a la modernización; implicará un cambio en la doctrina castrense
En medio de las tensiones, la reforma militar avanza rápido. O una modernización, como prefieren denominarla los funcionarios que entienden del tema. La ministra Nilda Garré explicó la semana última las bases de la propuesta a los diputados de la Comisión de Defensa.
Va delineándose el perfil de Fuerzas Armadas que pretende el Gobierno. Un mando militar unificado en el Estado Mayor Conjunto, una renovación de la doctrina castrense y un cambio del paradigma del despliegue militar, que estaba basado en asegurar el dominio territorial con una serie de asentamientos repartidos a manera de mojones del Estado.
Y una idea empieza a germinar en el Ministerio de Defensa tras dos semanas de rispideces entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas: caminar los cuarteles para explicar la reforma.
Se comenzará así a explicar qué se quiere y para qué. Incluso puede esperarse que el presidente Kirchner tenga palabras conciliadoras en un próximo mensaje al mundo castrense.
La reglamentación de la ley de defensa (que hoy, a las 10, firmará el Presidente) será la punta de lanza del proyecto de cambio militar.
Además de los asesores civiles del ministerio, trabajaron en esa iniciativa tres militares retirados, uno por cada fuerza: el general de división Aníbal Laíño, el vicealmirante Alejandro Giromini y el brigadier general Rubén Montenegro, padre del actual subsecretario de Asuntos Militares, Germán Montenegro.
Las principales ideas las acercó Marcelo Saín, titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que aportó también sus hombres de mayor confianza al equipo de Garré.
Tras hablar con los más importantes militares y civiles que entienden en temas de defensa, LA NACION puede anticipar los ejes por los que pasará la reforma de las Fuerzas Armadas.
Doctrina: la idea base del plan es la remilitarización de las Fuerzas Armadas. El concepto que se hace fuerte en el Ministerio de Defensa es que los militares se preparan para hacer la guerra; parecerá una obviedad, pero el pensamiento de la cartera castrense es que hubo cierta ingenuidad en la dirigencia política, que, al no comprometerse con los temas militares, intentó volver más civiles a las Fuerzas Armadas, dándoles funciones sociales o participación en emprendimientos económicos que mermaron el desarrollo central de la defensa nacional.
En la doctrina que se prepara quedará excluido cualquier tipo de labor de prevención del delito común, dejándose sentado que sólo intervendrán en la seguridad interna cuando haya un estado de guerra civil o un alzamiento armado contra los poderes constitucionales. "Si viviésemos en Colombia, incluiríamos a los militares en la lucha contra el narcotráfico, pero no es así acá", razona un funcionario.
La política que se seguirá tendrá que ver con el concepto teórico de defensa defensiva, que implica, a grandes rasgos, una reorganización de tamaño y despliegue del sistema militar tendiente a contar con la capacidad de responder a una agresión estatal exterior, sin que las propias fuerzas estén en condiciones prácticas de planificar la toma de un territorio extranjero por tiempo ilimitado.
Ministerio de Defensa: la intención es ampliar la capacidad de gestión de la cartera. Se incorporarán direcciones para no delegar ninguna función de supervisión del sistema militar. Entre esas direcciones estará una dedicada al conocimiento de la defensa, en la que se evaluarán los escenarios regionales y mundiales.
La ministra Garré hace mención de la delegación de facultades a los militares que hicieron los diferentes gobiernos. Por eso hará foco en el fortalecimiento del ministerio para tomar control sobre las gestiones financiera y presupuestaria, el desarrollo logístico y el manejo de los recursos humanos, que hasta el momento quedaba en manos de las jefaturas de cada fuerza.
Estado Mayor Conjunto (EMCO): se convertirá, mediante la reglamentación de la ley de defensa, en la dirección unificada del sistema militar, transfiriéndose a ese organismo las funciones de comando y de organización que actualmente tienen las jefaturas de cada fuerza.
Dos núcleos dentro del EMCO concentrarán el poder real sobre las Fuerzas Armadas. Uno será la Dirección de Operaciones, cuya función será planificar y formular las directivas que deberán instrumentar las unidades militares; el otro eje pasará por la dirección de logística, que entenderá sobre la infraestructura, los sistemas informáticos y de comunicación, los sistemas de armas y los medios necesarios para llevar adelante las directivas militares.
Para quienes no están familiarizados con la organización militar, estos cambios significan que el EMCO asumirá el mando concreto de las fuerzas y será la única palabra válida para decidir qué hará cada una.
Las Fuerzas Armadas: en Defensa se piensa primero en armar los cimientos de la renovación. La reglamentación de la ley y la nueva doctrina militar son los pilares de la propuesta. La reformulación total del aparato militar llegará luego, estimándose que en 2007 comenzarán las acciones concretas de modernización. Y para eso se tiene la idea de reconvertir a las tres fuerzas, Ejército, Armada y Fuerza Aérea, en sistemas militares conjuntos con únicos y compartidos dispositivos logísticos, doctrinas de empeño y estructuras de comando.
En esa propuesta, el final de la reforma en marcha, se visualiza una reorganización del despliegue de unidades con dos conceptos. Por un lado, las unidades estratégicas regionales, compuestas por sistemas de armas terrestres, aéreos y navales-anfibios agrupados territorialmente en una renovación de lo que hoy son los cuerpos del Ejército. Por otra parte, estarán las unidades estratégicas operacionales, conformadas por fuerzas especiales de intervención rápida, con alta movilidad y capacidad de respuesta.
Esos núcleos de combate compartirán la estructura de comando en sus distintos sistemas de armas, centralizándose las decisiones en el EMCO.
Por Daniel Gallo
De la Redacción de LA NACION
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/813874
Avanza la reforma para los militares
Kirchner reglamentará hoy la ley de defensa, tendiente a la modernización; implicará un cambio en la doctrina castrense
En medio de las tensiones, la reforma militar avanza rápido. O una modernización, como prefieren denominarla los funcionarios que entienden del tema. La ministra Nilda Garré explicó la semana última las bases de la propuesta a los diputados de la Comisión de Defensa.
Va delineándose el perfil de Fuerzas Armadas que pretende el Gobierno. Un mando militar unificado en el Estado Mayor Conjunto, una renovación de la doctrina castrense y un cambio del paradigma del despliegue militar, que estaba basado en asegurar el dominio territorial con una serie de asentamientos repartidos a manera de mojones del Estado.
Y una idea empieza a germinar en el Ministerio de Defensa tras dos semanas de rispideces entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas: caminar los cuarteles para explicar la reforma.
Se comenzará así a explicar qué se quiere y para qué. Incluso puede esperarse que el presidente Kirchner tenga palabras conciliadoras en un próximo mensaje al mundo castrense.
La reglamentación de la ley de defensa (que hoy, a las 10, firmará el Presidente) será la punta de lanza del proyecto de cambio militar.
Además de los asesores civiles del ministerio, trabajaron en esa iniciativa tres militares retirados, uno por cada fuerza: el general de división Aníbal Laíño, el vicealmirante Alejandro Giromini y el brigadier general Rubén Montenegro, padre del actual subsecretario de Asuntos Militares, Germán Montenegro.
Las principales ideas las acercó Marcelo Saín, titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que aportó también sus hombres de mayor confianza al equipo de Garré.
Tras hablar con los más importantes militares y civiles que entienden en temas de defensa, LA NACION puede anticipar los ejes por los que pasará la reforma de las Fuerzas Armadas.
Doctrina: la idea base del plan es la remilitarización de las Fuerzas Armadas. El concepto que se hace fuerte en el Ministerio de Defensa es que los militares se preparan para hacer la guerra; parecerá una obviedad, pero el pensamiento de la cartera castrense es que hubo cierta ingenuidad en la dirigencia política, que, al no comprometerse con los temas militares, intentó volver más civiles a las Fuerzas Armadas, dándoles funciones sociales o participación en emprendimientos económicos que mermaron el desarrollo central de la defensa nacional.
En la doctrina que se prepara quedará excluido cualquier tipo de labor de prevención del delito común, dejándose sentado que sólo intervendrán en la seguridad interna cuando haya un estado de guerra civil o un alzamiento armado contra los poderes constitucionales. "Si viviésemos en Colombia, incluiríamos a los militares en la lucha contra el narcotráfico, pero no es así acá", razona un funcionario.
La política que se seguirá tendrá que ver con el concepto teórico de defensa defensiva, que implica, a grandes rasgos, una reorganización de tamaño y despliegue del sistema militar tendiente a contar con la capacidad de responder a una agresión estatal exterior, sin que las propias fuerzas estén en condiciones prácticas de planificar la toma de un territorio extranjero por tiempo ilimitado.
Ministerio de Defensa: la intención es ampliar la capacidad de gestión de la cartera. Se incorporarán direcciones para no delegar ninguna función de supervisión del sistema militar. Entre esas direcciones estará una dedicada al conocimiento de la defensa, en la que se evaluarán los escenarios regionales y mundiales.
La ministra Garré hace mención de la delegación de facultades a los militares que hicieron los diferentes gobiernos. Por eso hará foco en el fortalecimiento del ministerio para tomar control sobre las gestiones financiera y presupuestaria, el desarrollo logístico y el manejo de los recursos humanos, que hasta el momento quedaba en manos de las jefaturas de cada fuerza.
Estado Mayor Conjunto (EMCO): se convertirá, mediante la reglamentación de la ley de defensa, en la dirección unificada del sistema militar, transfiriéndose a ese organismo las funciones de comando y de organización que actualmente tienen las jefaturas de cada fuerza.
Dos núcleos dentro del EMCO concentrarán el poder real sobre las Fuerzas Armadas. Uno será la Dirección de Operaciones, cuya función será planificar y formular las directivas que deberán instrumentar las unidades militares; el otro eje pasará por la dirección de logística, que entenderá sobre la infraestructura, los sistemas informáticos y de comunicación, los sistemas de armas y los medios necesarios para llevar adelante las directivas militares.
Para quienes no están familiarizados con la organización militar, estos cambios significan que el EMCO asumirá el mando concreto de las fuerzas y será la única palabra válida para decidir qué hará cada una.
Las Fuerzas Armadas: en Defensa se piensa primero en armar los cimientos de la renovación. La reglamentación de la ley y la nueva doctrina militar son los pilares de la propuesta. La reformulación total del aparato militar llegará luego, estimándose que en 2007 comenzarán las acciones concretas de modernización. Y para eso se tiene la idea de reconvertir a las tres fuerzas, Ejército, Armada y Fuerza Aérea, en sistemas militares conjuntos con únicos y compartidos dispositivos logísticos, doctrinas de empeño y estructuras de comando.
En esa propuesta, el final de la reforma en marcha, se visualiza una reorganización del despliegue de unidades con dos conceptos. Por un lado, las unidades estratégicas regionales, compuestas por sistemas de armas terrestres, aéreos y navales-anfibios agrupados territorialmente en una renovación de lo que hoy son los cuerpos del Ejército. Por otra parte, estarán las unidades estratégicas operacionales, conformadas por fuerzas especiales de intervención rápida, con alta movilidad y capacidad de respuesta.
Esos núcleos de combate compartirán la estructura de comando en sus distintos sistemas de armas, centralizándose las decisiones en el EMCO.
Por Daniel Gallo
De la Redacción de LA NACION
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/813874