el fallecido comisario general de la PFA, dijo "con lanzagases los sacaba" poco despues moria de un paro cardiaco.
El uso de armas fue desmedido y obedecio a fines propagandisticos, solo tuvieron efectos sobre la edificiacion vacio, no produjo bajas, se uso fosforo blanco el mismo que no se uso contra los ingleses, para quemar cuerpos sin vida, los elementos estaban cercados.
Los francotiradores fueron una fantasia, si los hubiera habido las bajas hubieran sido muchas mas y selectivas, lo mismo que el francotirador del tanque de agua que se desvanecio sin dejar rastro estando la base de la torre llena de personal militar, esas afirmaciones de verdad quitan merito a nuestros soldados.
Fue un gran circo armado por inteligencia militar para darse redito.
Esa gente evidentemente pasan los años y uno le tiene que dar la razon a que comieron pescado podrido, de creerse que ahi estaba la plana mayor de un golpe de estado, y actuaron en consecuencia, tratando de hacer un golpe preventivo de descabezamiento, pero no se dieron cuenta de la perdida de legitimidad, porque si hubiere otro golpe de estado (ya veniamos de 3 asonadas) no serian solo 40 los que responderian, pero su mesianismo lo aconsejo en obrar asi solos y a destiempo.
Creo que el error fundamental fue en dar discurso a elementos que ya estaban en retira por todos los demanes cometidos cuando estaban en el poder, una herida sobre todo en la reconciliacion nacional de todos los argentinos, como marco la necesidad de la lucha por la independencia nacional.
Tratando de aportar un elemento critico, pongo la otra campana.
Fuente TARINGA
"La responsabilidad por La Tablada es mía"
En el único momento de la entrevista en que Enrique Gorriarán Merlo pareció quebrarse o ensombrecerse fue cuando se habló de La Tablada.
¿Reconoce que el ataque fue un error?
No puedo responder a eso en dos minutos; además, el balance lo tendríamos que hacer juntos todos los que participamos. La decisión que tomamos fue producto de que a partir de Semana Santa del 87 el gobierno cede a las presiones de los carapintadas creyendo que de esa forma evita el golpe de Estado. Al mismo tiempo Menem se alía directamente con el sector golpista. Creimos ver el peligro de una reiteración de la dictadura. No queríamos reimplantar la guerrilla sino parar un golpe de Estado. Y no pensábamos que íbamos a tener un saldo de víctimas tan doloroso.
¿Fue una trampa del gobierno de Alfonsín?
De ninguna manera. Tampoco estábamos infiltrados. Las causas de las bajas y de que no pudiéramos tomar el cuartel fueron dos: primero, que un grupo de compañeros que debía tomar el depósito donde estaban los tanques que usaron los militares se demoró en un enfrentamiento previo en la Compañía B del Batallón de blindados; y cuando los pibes llegaron al lugar los militares ya estaban acantonados. Y la segunda causa fue por indisciplina, pero como fue heroica es irreprochable. Un grupo, al enterarse que otros compañeros estaban en la Compañía B del Regimiento de Infantería rodeados de militares, eligió, en vez de irse, tratar de rescatarlos y también quedaron encerrados. Y lo mismo ocurrió con los compañeros de la Guardia de prevención que, en vez de retirarse se quedaron hasta la una de la tarde, cuando recién los militares rodearon con 3.600 hombres el lugar y la salida se hizo imposible. En Monte Chingolo, por ejemplo, donde sí estábamos infiltrados por un hombre del Ejército de apellido Ranier, en diez minutos llegaron los tanques. En cambio en La Tablada tardaron seis horas y no llegaron antes porque estaban convencidos de que era un golpe carapintada; por eso demoraban el arribo.
¿No cree que el ataque perjudicó las posibilidades de la izquierda en los años noventa?
Eso es apenas una excusa. No fue un beneficio, está claro; pero si uno ve las estadísticas, la elección en la que más votos sacó la izquierda fue tres meses después del asalto a La Tablada, en los comicios de mayo del 89.
¿Se siente responsable por las víctimas?
Claro que sí y siento un gran dolor por los familiares. La responsabilidad principal la tengo yo porque era el líder del grupo. Pero yo no los llevé engañados; decir eso sería una falta de respeto a la inteligencia de los compañeros. Cuando decidimos llevar a cabo la acción se explicó todo. Pero también hay que tener en cuenta que allí se utilizaron todas las técnicas del terrorismo de Estado por parte del Ejército. Tuvimos 11 compañeros asesinados después de ser detenidos, 3 desaparecidos y 5 cadáveres sin identificar por el destrozo de los cuerpos. El teniente coronel Jorge Barando, por ejemplo, es el responsable de la desaparición y asesinato de Iván Ruiz y de José Díaz. Hay una secuencia de fotos donde se los ve caminando y después caen. No obstante en el juicio dijo que se los entregó a un tal Esquivel, quien aparece muerto, y dice: "Seguramente estos dos chicos lo mataron y se escaparon". Luego pudimos identificar el cuerpo de Iván Ruiz. O sea que Barando mintió. Y es más, siguió haciendo de las suyas ya que es el jefe de custodios del Banco HSBC y uno de los que aparecen en el video tirando a los manifestantes. Está sospechado de haber matado a uno de los muchachos el 20 de diciembre pasado. Tiene una línea consecuente el hombre.
No abalo sus dichos que ningun trasnochado se confunda de esos que les gusta vivir difundiendo rumores.