Echan al jefe de Inteligencia del Ejército
Un nuevo capítulo de tensión se abrió entre el gobierno de Néstor Kirchner y los altos mandos militares. El Presidente resolvió el viernes último, en el máximo secreto, desplazar y pasar a retiro al jefe de Inteligencia del Ejército, general de brigada Osvaldo César Montero, por sospechas de que éste promovía desde su función el relevo de la ministra de Defensa, Nilda Garré.
Según pudo saber LA NACION en fuentes gubernamentales y castrenses, al menos un sector del Ejército, al que respondía Montero, impulsaba en las últimas semanas el alejamiento de Garré por discrepancias ideológicas, una vez que se hiciera el cambio del gobierno.
Alentaban, en cambio, su reemplazo por el actual ministro del Interior, Aníbal Fernández. En rigor, se sumaron a insistentes versiones que circulaban en ese sentido.
Pero el titular de la cartera política, Férnández, era completamente ajeno a esas supuestas intrigas, según pudo determinar la Casa Rosada. "No conozco a ese señor. Me enteré del episodio por este comentario", dijo anoche el ministro del Interior ante una consulta de LA NACION.
Es por ese motivo, que la presidenta electa, Cristina Kirchner, si bien no lo designó en el Ministerio de Defensa, para sostener a Garré, le concedió a Fernández un lugar preponderante en el futuro gabinete. A partir del 10 de diciembre próximo, será ministro de Justicia y Derechos Humanos, e incorporará a sus funciones la Seguridad Interior. Es decir, tendrá el manejo de las tres fuerzas federales de seguridad -Policía Federal, Gendarmería y Prefectura-, tal como ocurre en la actualidad, al estar en la órbita de la cartera política.
Operaciones en contra
"Encontraron al desplazado operando en contra de la ministra", señaló a LA NACION una alta fuente oficial.
En el Gobierno aseguraban ayer que estas supuestas "operaciones" fueron claves para que Cristina Kirchner confirmara en su cargo a la ministra de Defensa. La decisión fue respaldada por el propio Kirchner en una reunión, tensa, que tuvo el viernes último con Garré y la presidenta electa en la residencia de Olivos.
Hasta entonces, Garré aparecía como una ministra poco menos que "renunciada" para después del 10 de diciembre próximo, cuando Cristina Kirchner asumirá la Presidencia con su nuevo gabinete.
Pero en las nuevas circunstancias, la salida de Garré hubiera sido, a los ojos de los Kirchner, una señal de debilidad ante esos sectores militares. Es por ello que Garré fue ratificada al anunciarse el futuro gabinete, el miércoles 14 del mes actual.
El cargo de Montero, director general de Inteligencia o Jefatura II, ahora, quedó vacante. Todavía no se sabe el nombre de su sucesor, que se definirá en la próxima gestión kirchnerista.
Según observadores militares, Montero es un general de mucha llegada al jefe de Estado Mayor del Ejército, general Roberto Bendini, hombre que goza de la estima del Presidente. "Bendini quedó en situación delicada", comentó ayer a LA NACION una fuente presidencial. "Y Montero salvó a Garré ,que estaba prácticamente afuera", agregó.
Por ese motivo, la decisión del Presidente fue mantener esta crisis en el más absoluto secreto y hermetismo. Los voceros oficiales del Gobierno y de Defensa se negaron a comentar la nueva situación. Ventilarla implicaría admitir los cuestionamientos que existen dentro del Ejército respecto de la gestión ministerial de Garré.
Por ejemplo, en una reciente encuesta entre oficiales y suboficiales de las tres Fuerzas Armadas, publicada el lunes último por LA NACION, surgieron como las dos preocupaciones centrales el estancamiento de los sueldos militares y el retraso presupuestario para la Defensa.
"Había estupor y dolor entre altos jefes militares", confiaron ayer en la Casa Rosada. Según fuentes oficiales, los movimientos de Montero eran seguidos con recelo desde que surgieron las primeras sospechas, antes de las elecciones presidenciales del 28 de octubre último. El general de Brigada que fue removido de su cargo estaba al frente de una poderoso cuerpo de inteligencia militar.
LA NACION intentó comunicarse anoche con Montero pero en la Jefatura de Inteligencia del Ejército aseguraron que no se encontraba. Fuentes militares, indicaron que el general relevado habría padecido en los últimos días algunos problemas de salud.
Fuente diario La Nacion