Argentina: Noticias del Ministerio de Defensa

No esta sin cabeza y en organizaciones grandes y complejas es predecible se tomen un buen tiempo para seleccionar una sucesión. Es más, es un acto de responsabilidad que así sea.

Veamos algunos ejemplos:
- Microsoft va a tomarse un año para encontrar su actual CEO. A pesar de ello, es verdad que no se permiten tener una sucursal sin un gerente por más de 5 días.
- Apple enfrento una transición larga que termino en su nuevo CEO. A pesar de ello, es verdad que no se permiten tener una Apple Store sin un gerente por más de 5 días. Se pueden ver transiciones de varios meses con cada CEO que han tenido, a imagen y semejanza de la mayoría de las grandes multinacionales.
- Cuando asumió el presidente estadounidense Obama mantuvieron al ministro de defensa y la mayor parte del Estado Mayor Conjunto no por falta de actividad, sino todo lo contrario. Pasó un buen tiempo para que comenzarán a verse los primeros e inevitables cambios en los niveles superiores de las fuerzas armadas y el ministerio de defensa de ese país. Claro esta, a nivel táctico no dejaron nunca de combatir y las cadenas de mando de las jerarquías inferiores siempre estuvo presente.
- La Armada Argentina continúa teniendo al resto de mando cumpliendo sus funciones cotidianas y, a nivel superior, continúa ejerciendo sus funciones los responsables del Estado Mayor Conjunto, el ministerio de defensa y la presidencia nacional. En ausencia de un mando en la Armada esas funciones son ejercidas por el nivel inmediatamente superior. Es decir, todo continúa funcionando.

En otras palabras, las organizaciones complejas tienen capacidades redundantes y procedimientos estandarizados que les permiten continuar funcionando cuando uno o más de los frágiles seres humanos que ocupan sus niveles gerenciales sufren una indisposición temporal o permanente. Si tienen algún grado de madurez, están diseñadas para enfrentar estas situaciones.
Parafraseando a algunas películas, la Armada ya tiene un par de siglos de vida y continuará existiendo. A pesar de todos los mortales que han atravesado sus filas.
 
No esta sin cabeza y en organizaciones grandes y complejas es predecible se tomen un buen tiempo para seleccionar una sucesión. Es más, es un acto de responsabilidad que así sea.

Veamos algunos ejemplos:
- Microsoft va a tomarse un año para encontrar su actual CEO. A pesar de ello, es verdad que no se permiten tener una sucursal sin un gerente por más de 5 días.
- Apple enfrento una transición larga que termino en su nuevo CEO. A pesar de ello, es verdad que no se permiten tener una Apple Store sin un gerente por más de 5 días. Se pueden ver transiciones de varios meses con cada CEO que han tenido, a imagen y semejanza de la mayoría de las grandes multinacionales.
- Cuando asumió el presidente estadounidense Obama mantuvieron al ministro de defensa y la mayor parte del Estado Mayor Conjunto no por falta de actividad, sino todo lo contrario. Pasó un buen tiempo para que comenzarán a verse los primeros e inevitables cambios en los niveles superiores de las fuerzas armadas y el ministerio de defensa de ese país. Claro esta, a nivel táctico no dejaron nunca de combatir y las cadenas de mando de las jerarquías inferiores siempre estuvo presente.
- La Armada Argentina continúa teniendo al resto de mando cumpliendo sus funciones cotidianas y, a nivel superior, continúa ejerciendo sus funciones los responsables del Estado Mayor Conjunto, el ministerio de defensa y la presidencia nacional. En ausencia de un mando en la Armada esas funciones son ejercidas por el nivel inmediatamente superior. Es decir, todo continúa funcionando.

En otras palabras, las organizaciones complejas tienen capacidades redundantes y procedimientos estandarizados que les permiten continuar funcionando cuando uno o más de los frágiles seres humanos que ocupan sus niveles gerenciales sufren una indisposición temporal o permanente. Si tienen algún grado de madurez, están diseñadas para enfrentar estas situaciones.
Parafraseando a algunas películas, la Armada ya tiene un par de siglos de vida y continuará existiendo. A pesar de todos los mortales que han atravesado sus filas.


Ok, si es asi como vos decis no nombremos ningun jefe del ARA, es más, que no se nombren mas Almirantes, ¿para que los necesitamos si organizaciones complejas tienen capacidades redundantes y procedimientos estandarizados que todos conocen?
Nos ahorramos unos buenos mangos...
 

Shandor

Colaborador
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El Gobierno envía a las Fuerzas Armadas a la frontera norte
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, informó que se dispuso el desplazamiento de 4.500 hombres de las Fuerzas Armadas para ejercer tareas de "vigilancia y control" de la frontera noreste y noroeste.

"He dado la instrucción al Estado Mayor Conjunto para que, en el marco de lo que prescribe la ley de Defensa Nacional, disponga las medidas necesarias para fortalecer el trabajo que desde julio de 2011 vienen realizando las Fuerzas Armadas en el denominado Escudo Norte a través del operativo Fortín II", señaló el jefe de la cartera de Defensa.

Seguidamente, especificó que "el objetivo es fortalecer el operativo Fortín II en lo que respecta a las tareas de vigilancia y control de los espacios de jurisdicción nacional en la frontera norte, en sus componentes terrestre y fluvial".

"Lo que van a hacer las Fuerzas Armadas es desarrollar un operativo en la frontera norte del país comprendiendo las provincias de Salta, Jujuy, Formosa y Misiones, para garantizar todo lo que implica el control", señaló Rossi en declaraciones televisivas.
El ministro explicó de todos modos que "ante la situación de encontrarse con algún traslado irregular en la frontera, los hombres desplegados allí comunicarán inmediatamente a las fuerzas de seguridad para que ellas operativicen la cuestiones que tienen que ver con la Ley de Seguridad Interior".

"La Presidenta entendió que necesitaba afianzar el control terrestre de la frontera con este desplazamiento de efectivos. Ella está fuertemente comprometida con todo lo que significa mejorar las condiciones de seguridad de los argentinos y las Fuerzas Armadas, cumpliendo estrictamente lo que esta establece en la Ley de Defensa, hace un aporte enorme", agregó Rossi.

En julio del año 2011, a través del decreto 1091, la Presidenta puso en marcha el operativo Escudo Norte con el objetivo de incrementar la vigilancia y el control del espacio terrestre, fluvial y aéreo de jurisdicción nacional en las fronteras noreste y noroeste del país.

En ese decreto, se instruyó al Ministerio de Defensa para que, en el ámbito de su competencia, adopte todas las medidas administrativas, operativas y logísticas necesarias para intensificar las tareas de vigilancia y control de los espacios de jurisdicción nacional por parte de las Fuerzas Armadas, señaló la cartera que conduce Rossi.

Allí nació el operativo Fortín II, creado por la resolución 590/11, a través de la cual el Ministerio de Defensa instruyó al Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas para que incremente las capacidades de vigilancia y reconocimiento aeroespacial en la frontera norte.
ambito web
 

MDD

Colaborador
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Lo ùnico que falta es ganas de hacer las cosas bien. Dale medios, dale jurisdicciòn y por sobre todo dale sustento legal al accionar y tendràs las fronteras bien custiodadas sea por GN, PNA ...
Ganas, si todo es un gran cuento no bajas el delito
 
Buenos Aires, Sábado 31 de Agosto de 2013.

Info de Prensa Nº 107/13

Fortalecimiento del operativo Fortín II

El ministro de Defensa, Agustín Rossi, informa que se dispuso el desplazamiento de 4.500 hombres de las Fuerzas Armadas para ejercer tareas de vigilancia y control de la frontera noreste y noroeste.

“He dado la instrucción al Estado Mayor Conjunto para que, en el marco de lo que prescribe la ley de Defensa Nacional, disponga las medidas necesarias para fortalecer el trabajo que desde julio de 2011 vienen realizando las Fuerzas Armadas en el denominado Escudo Norte a través del operativo Fortín II”, señaló el jefe de la cartera de Defensa.

Seguidamente, especificó que “el objetivo es fortalecer el operativo Fortín II en lo que respecta a las tareas de vigilancia y control de los espacios de jurisdicción nacional en la frontera norte, en sus componentes terrestre y fluvial”.

Cabe destacar que en julio del año 2011, a través del decreto 1091, la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner puso en marcha el operativo Escudo Norte con el objetivo de incrementar la vigilancia y el control del espacio terrestre, fluvial y aéreo de jurisdicción nacional en las fronteras noreste y noroeste del país.

En ese decreto, se instruyó al Ministerio de Defensa para que, en el ámbito de su competencia, adopte todas las medidas administrativas, operativas y logísticas necesarias para intensificar las tareas de vigilancia y control de los espacios de jurisdicción nacional por parte de las Fuerzas Armadas.

Allí nació el operativo Fortín II, creado por la resolución 590/11, a través de la cual el Ministerio de Defensa instruyó al Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas para que incremente las capacidades de vigilancia y reconocimiento aeroespacial en la frontera norte.

Dirección de Comunicación Social
Tel: 4346-8836 al 40 Azopardo 250, piso 13 - Capital Federal - República Argentina
Contacto
 
“He dado la instrucción al Estado Mayor Conjunto para que, en el marco de lo que prescribe la ley de Defensa Nacional, disponga las medidas necesarias para fortalecer el trabajo que desde julio de 2011 vienen realizando las Fuerzas Armadas en el denominado Escudo Norte a través del operativo Fortín II”, señaló el jefe de la cartera de Defensa.

Artículo 2. - La defensa nacional es la integración y la acción coordinada de todas las fuerzas de la Nación para la solución de aquellos conflictos que requieran el empleo de las Fuerzas Armadas, en forma disuasiva o efectiva para enfrentar las agresiones de origen externo.
Tiene por finalidad garantizar de modo permanente la soberanía e independencia de la Nación Argentina, su integridad territorial y capacidad de autodeterminación; proteger la vida y la libertad de sus habitantes.

Artículo 3. - La defensa nacional se concreta en un conjunto de planes y acciones tendientes a prevenir o superar los conflictos que esas agresiones generen, tanto en tiempo de paz como de guerra, conducir todos los aspectos de la vida de la Nación durante el hecho bélico, así como consolidar la paz, concluida la contienda.
 

enigma

Colaborador
Lamentable pero cierto,en esta nota se menciona entre otras cosas el destrato que se hace hacia las ff.aa Argentinas,entre otras cosas,mencionan que cada cierto tiempo les recuerdan el pasado,con crimenes y tragedias cometidos por otrosBanhead En fin aca la nota,hagamos higado un rato.

Argentina: Uniformes nuevos, fierros viejos
Lunes 02 de Septiembre de 2013 11:06
(defensa.com) El cambio producido en las cúpulas de las tres instituciones armadas y de la jefatura del estado mayor conjunto argentino, movió nuevamente el avispero político del país, aunque nadie tembló ante la brusca renovación de los mandos castrenses. Hace mucho que los militares se dedican a su tarea exclusiva de ser el instrumento armado de la Nación, como marca la Constitución Nacional y dejaron de ser un elemento de presión política, que lo fueron, dejando una marca muy fuerte en la historia argentina.

En el interior de los cuarteles, los cambios eran esperados y estaban en cierto modo demorados. En diciembre pasado el Poder Ejecutivo promovió al grado inmediato superior a un grupo de generales, almirantes y brigadieres y no les asignó destino o tarea alguna, por lo que hibernaron por meses sin función o mando específico, esperando que alguien en el Ministerio de Defensa marque el rumbo.

La situación resintió el funcionamiento de la conducción militar, ya que esta indefinición afectó los pases en la cadena de mando al suponer –buena parte de los uniformados- que sus carreras concluirían raudamente o tendrían que permanecer más tiempo de lo habitual en sus cargos.

Al tiempo se producían los cambios en jefatura, entre ellos la instalación de un polémico oficial, el General César Milani, como número uno de la fuerza terrestre. El nombramiento es un triunfo de la línea política de la ex ministra de defensa, Nilda Garré, que tejió una excelente relación con Milani, al cual erigió como jefe de Inteligencia del EA –cargo que sigue reteniendo además del máximo sitial- y se le atribuye ser uno de los mentores del polémico Proyecto X, de espionaje sobre las organizaciones sociales.
El acto de asunción de los jefes de las fuerzas fue organizado para el lucimiento de Milani. Pese a que allí también asumía un héroe de Guerra, el Brigadier Callejo, piloto de Dagger durante la contienda de Malvinas, en la ceremonia solo habló el nuevo jefe del Ejército, sin dejar dudas de quien es el nuevo hombre elegido ante el superior Gobierno.

Mientras la Presidente orientó su discurso al nuevo rol de las Fuerzas Armadas en el país, aunque sin tocar los temas salariales y de equipamiento, Milani realizó una encendida defensa del proyecto del Gobierno, lo que originó críticas en el arco político.
El ex ministro de Defensa Horacio Jaunarena advirtió que Milani quiere transformar “una institución al servicio de la Defensa de un país, en una institución al servicio del Gobierno”, alertando de la politización de las filas castrenses.

Por su parte, el diputado Nacional Julio Martínez, de la Comisión de Defensa de la Cámara baja, advertía que “es una barbaridad pedirles a los oficiales que sigan a un Gobierno que no les da presupuesto, que les paga el cuarenta por ciento de los salarios en negro, que los retira mal y los perjudica, que no les da recursos para adiestramiento, capacitación y equipamiento”. Aunque podría pensarse en un cierto parecido con las Fuerzas Armadas de Venezuela, identificadas con el chavismo, el parecido, si acaso, sería el que ambas comparten una alto número de oficiales superiores y escasa tropa. Hasta ahí el parecido.

La gran diferencia está en la magnitud de la inversión del gasto. Venezuela destina muchos recursos a la adquisición de equipamiento, mientras que Argentina solo hace mínimas inversiones en la materia. Sin embargo, se multiplican los fondos para la Inteligencia Militar, donde, paradójicamente se gasta más del doble que en el necesario reequipamiento castrense.

Teniendo en cuenta que las tareas de inteligencia están prohibidas para las FFAA a nivel interno, nadie comprende el porqué de semejantes montos dinerarios y el aumento del personal asignado a tareas subterráneas. Arrastrar a las Fuerzas Armadas a un proyecto político es peligroso. Está claro que los militares no están para pintar escuelas o limpiar calles, sus fines son de otro tipo y más elevados. Sin embargo, parece que los militares son ahora mejor vistos por el Gobierno, ya que los necesita para el control interno y social, algo completamente prohibido por las leyes nacionales.

Aunque la problemática militar no afecta realmente al funcionamiento del Estado en este momento, el funcionamiento del instrumento castrense sí afecta los intereses estratégicos de la Argentina, intereses que muchas veces están lejos de la mirada del gran público, más preocupado por los problemas diarios.

El buen hacer de lo militar puede traer consecuencias más que positivas en la defensa de los intereses nacionales en todos los sentidos, lo contrario, que es lo que hoy sucede, con unas Fuerzas Armadas debilitadas, tiene, por el contrario, la consecuencia de una clara desventaja estratégica, la pérdida de recursos, unas fronteras desguarnecidas, el atraso tecnológico y la pérdida de liderazgo continental y de prestigio político, entre otros males.

Las relaciones de la actual Administración con las organizaciones militares ha sido de regular a mala, aunque no muy distinta de lo que ha venido siendo habitual, en todas las gestiones democráticas, desde el regreso a la institucionalidad en 1983, tras la dictadura militar.

En estas tres décadas siempre hubo un grado de hostilidad, más o menos latente, contra los militares, con la insalvable necesidad de cohabitar con los uniformados, a los cuales se debe conducir política y administrativamente y de los que no se puede prescindir por ahora y en un país que tiene parte de territorio nacional usurpado por una potencia extranjera.

Desde los famosos juicios a las juntas militares, hemos visto a muchos oficiales posar en los palcos que, con mejor o peor desempeño, han dirigido sus instituciones con una pobreza cada vez mayor que se trasunta en menos recursos, con el material desactualizado y personal poco motivado, además de un devenir problemático.

Cada cierto tiempo reciben un destrato público donde se recuerda crímenes y tragedias de otros tiempos y cometidos por otros, hace más de treinta años, para luego instarlos a convertirse en fuerzas democráticas e integrarse en la sociedad, ignorando de donde vienen y su grado de integración en el pueblo. En realidad, en cada oportunidad que se abre un cuartel, base aérea o navío, miles y miles de compatriotas concurren masivamente con algarabía a estos eventos, siendo éstas las reuniones multitudinarias más grandes del país.

Nadie discute el arbitrio de la primera mandataria –que es la comandante en jefe de las Fuerzas Armadas- a cambiar las cúpulas como considere adecuado. Pero está llegando el momento de plantearse con seriedad si Argentina quiere instituciones armadas y para qué la quiere. Más allá de los discursos vanos, el Gobierno no tiene resultados alentadores, ni mucho menos, en materia de Defensa y Seguridad.

Fronteras que son un colador, ingreso masivo de delincuentes extranjeros sin control alguno, pese a las advertencias de organismos internacionales de justicia, irrupción del narcotráfico imparable, depredación por las flotas extranjeras de las riquezas ictícolas del mar argentino sin que nadie actúe en consecuencia, desequilibrio táctico estratégico regional cuando éramos rectores en el continente.

La Nación se encuentra en un claro estado de indefensión, tan solo sujeto a la situación pacífica de la región, siempre y cuando todo nuestro accionar no moleste ni choque con los intereses de terceros, en caso de problemas no quedaría otra que ceder ante las presiones, al crecer de poder militar que apoye a la diplomacia autóctona. Obviamente para las actuales autoridades la defensa no es prioridad alguna, quiera que no ocurra ningún inesperado acontecimiento que ponga al límite a nuestras fuerzas, podría ser muy tarde para reaccionar. (Luis Piñeiro)

http://www.defensa.com/index.php?op...os-fierros-viejos&catid=68:opinion&Itemid=198

saludos!!! ENIGMA
 

Alexis Giordano

Los vimos rendirse
Dejando de lado lo de los asados, no se puede comparar un plan sistemático de desaparición y aniquilación de personas (es decir, crímenes de lesa humanidad) desde un Estado clandestinizado, con crímenes comunes como un homicidio cometidos por privados.
 
La misma cantinela de siempre....30.000 cuantos llevan ya muertos por la inseguridad y narcotrafico, hay que vivir el presente y dejar de currar y comer asados con el pasado
no es solo dictadura son planes económicos definiciones políticas etc las cosas que pasan ahora también pasaron en el pasado ...
 
Lamentable pero cierto,en esta nota se menciona entre otras cosas el destrato que se hace hacia las ff.aa Argentinas,entre otras cosas,mencionan que cada cierto tiempo les recuerdan el pasado,con crimenes y tragedias cometidos por otrosBanhead En fin aca la nota,hagamos higado un rato.

Argentina: Uniformes nuevos, fierros viejos
Lunes 02 de Septiembre de 2013 11:06
(defensa.com) El cambio producido en las cúpulas de las tres instituciones armadas y de la jefatura del estado mayor conjunto argentino, movió nuevamente el avispero político del país, aunque nadie tembló ante la brusca renovación de los mandos castrenses. Hace mucho que los militares se dedican a su tarea exclusiva de ser el instrumento armado de la Nación, como marca la Constitución Nacional y dejaron de ser un elemento de presión política, que lo fueron, dejando una marca muy fuerte en la historia argentina.

En el interior de los cuarteles, los cambios eran esperados y estaban en cierto modo demorados. En diciembre pasado el Poder Ejecutivo promovió al grado inmediato superior a un grupo de generales, almirantes y brigadieres y no les asignó destino o tarea alguna, por lo que hibernaron por meses sin función o mando específico, esperando que alguien en el Ministerio de Defensa marque el rumbo.

La situación resintió el funcionamiento de la conducción militar, ya que esta indefinición afectó los pases en la cadena de mando al suponer –buena parte de los uniformados- que sus carreras concluirían raudamente o tendrían que permanecer más tiempo de lo habitual en sus cargos.

Al tiempo se producían los cambios en jefatura, entre ellos la instalación de un polémico oficial, el General César Milani, como número uno de la fuerza terrestre. El nombramiento es un triunfo de la línea política de la ex ministra de defensa, Nilda Garré, que tejió una excelente relación con Milani, al cual erigió como jefe de Inteligencia del EA –cargo que sigue reteniendo además del máximo sitial- y se le atribuye ser uno de los mentores del polémico Proyecto X, de espionaje sobre las organizaciones sociales.
El acto de asunción de los jefes de las fuerzas fue organizado para el lucimiento de Milani. Pese a que allí también asumía un héroe de Guerra, el Brigadier Callejo, piloto de Dagger durante la contienda de Malvinas, en la ceremonia solo habló el nuevo jefe del Ejército, sin dejar dudas de quien es el nuevo hombre elegido ante el superior Gobierno.

Mientras la Presidente orientó su discurso al nuevo rol de las Fuerzas Armadas en el país, aunque sin tocar los temas salariales y de equipamiento, Milani realizó una encendida defensa del proyecto del Gobierno, lo que originó críticas en el arco político.
El ex ministro de Defensa Horacio Jaunarena advirtió que Milani quiere transformar “una institución al servicio de la Defensa de un país, en una institución al servicio del Gobierno”, alertando de la politización de las filas castrenses.

Por su parte, el diputado Nacional Julio Martínez, de la Comisión de Defensa de la Cámara baja, advertía que “es una barbaridad pedirles a los oficiales que sigan a un Gobierno que no les da presupuesto, que les paga el cuarenta por ciento de los salarios en negro, que los retira mal y los perjudica, que no les da recursos para adiestramiento, capacitación y equipamiento”. Aunque podría pensarse en un cierto parecido con las Fuerzas Armadas de Venezuela, identificadas con el chavismo, el parecido, si acaso, sería el que ambas comparten una alto número de oficiales superiores y escasa tropa. Hasta ahí el parecido.

La gran diferencia está en la magnitud de la inversión del gasto. Venezuela destina muchos recursos a la adquisición de equipamiento, mientras que Argentina solo hace mínimas inversiones en la materia. Sin embargo, se multiplican los fondos para la Inteligencia Militar, donde, paradójicamente se gasta más del doble que en el necesario reequipamiento castrense.

Teniendo en cuenta que las tareas de inteligencia están prohibidas para las FFAA a nivel interno, nadie comprende el porqué de semejantes montos dinerarios y el aumento del personal asignado a tareas subterráneas. Arrastrar a las Fuerzas Armadas a un proyecto político es peligroso. Está claro que los militares no están para pintar escuelas o limpiar calles, sus fines son de otro tipo y más elevados. Sin embargo, parece que los militares son ahora mejor vistos por el Gobierno, ya que los necesita para el control interno y social, algo completamente prohibido por las leyes nacionales.

Aunque la problemática militar no afecta realmente al funcionamiento del Estado en este momento, el funcionamiento del instrumento castrense sí afecta los intereses estratégicos de la Argentina, intereses que muchas veces están lejos de la mirada del gran público, más preocupado por los problemas diarios.

El buen hacer de lo militar puede traer consecuencias más que positivas en la defensa de los intereses nacionales en todos los sentidos, lo contrario, que es lo que hoy sucede, con unas Fuerzas Armadas debilitadas, tiene, por el contrario, la consecuencia de una clara desventaja estratégica, la pérdida de recursos, unas fronteras desguarnecidas, el atraso tecnológico y la pérdida de liderazgo continental y de prestigio político, entre otros males.

Las relaciones de la actual Administración con las organizaciones militares ha sido de regular a mala, aunque no muy distinta de lo que ha venido siendo habitual, en todas las gestiones democráticas, desde el regreso a la institucionalidad en 1983, tras la dictadura militar.

En estas tres décadas siempre hubo un grado de hostilidad, más o menos latente, contra los militares, con la insalvable necesidad de cohabitar con los uniformados, a los cuales se debe conducir política y administrativamente y de los que no se puede prescindir por ahora y en un país que tiene parte de territorio nacional usurpado por una potencia extranjera.

Desde los famosos juicios a las juntas militares, hemos visto a muchos oficiales posar en los palcos que, con mejor o peor desempeño, han dirigido sus instituciones con una pobreza cada vez mayor que se trasunta en menos recursos, con el material desactualizado y personal poco motivado, además de un devenir problemático.

Cada cierto tiempo reciben un destrato público donde se recuerda crímenes y tragedias de otros tiempos y cometidos por otros, hace más de treinta años, para luego instarlos a convertirse en fuerzas democráticas e integrarse en la sociedad, ignorando de donde vienen y su grado de integración en el pueblo. En realidad, en cada oportunidad que se abre un cuartel, base aérea o navío, miles y miles de compatriotas concurren masivamente con algarabía a estos eventos, siendo éstas las reuniones multitudinarias más grandes del país.

Nadie discute el arbitrio de la primera mandataria –que es la comandante en jefe de las Fuerzas Armadas- a cambiar las cúpulas como considere adecuado. Pero está llegando el momento de plantearse con seriedad si Argentina quiere instituciones armadas y para qué la quiere. Más allá de los discursos vanos, el Gobierno no tiene resultados alentadores, ni mucho menos, en materia de Defensa y Seguridad.

Fronteras que son un colador, ingreso masivo de delincuentes extranjeros sin control alguno, pese a las advertencias de organismos internacionales de justicia, irrupción del narcotráfico imparable, depredación por las flotas extranjeras de las riquezas ictícolas del mar argentino sin que nadie actúe en consecuencia, desequilibrio táctico estratégico regional cuando éramos rectores en el continente.

La Nación se encuentra en un claro estado de indefensión, tan solo sujeto a la situación pacífica de la región, siempre y cuando todo nuestro accionar no moleste ni choque con los intereses de terceros, en caso de problemas no quedaría otra que ceder ante las presiones, al crecer de poder militar que apoye a la diplomacia autóctona. Obviamente para las actuales autoridades la defensa no es prioridad alguna, quiera que no ocurra ningún inesperado acontecimiento que ponga al límite a nuestras fuerzas, podría ser muy tarde para reaccionar. (Luis Piñeiro)

http://www.defensa.com/index.php?op...os-fierros-viejos&catid=68:opinion&Itemid=198

saludos!!! ENIGMA
que nota pedorra
 

Nocturno Culto

Colaboracionista
Colaborador
Antes de fin de 2013
El ministro de Defensa argentino anunció el aumento de radares al norte del país

http://www.x.com/wp-content/uploads/Rossi_radares.jpg​
05/09/2013
(x.com) Buenos Aires

El ministro de Defensa de Argentina, Agustín Rossi, aseguró que el Gobierno está aumentado la cantidad de radares que colocará en el norte argentino y que antes de fin de año estaría listo un radar primario fabricado íntegramente en la Argentina que será instalado en la zona de Las Lomitas, Formosa.

Lo hizo durante una visita realizada al Subcentro de Vigilancia Aeroespacial (Radar de la Fuerza Aérea Argentina), la Guarnición Militar y el Liceo Naval “Almirante Storni”, en la ciudad de Posadas, provincia de Misiones, según un comunicado oficial. Allí, también supervisó el operativo de fortalecimiento del “Escudo Norte”.

“Tenemos la zona (norte) radarizada y estamos aumentando la cantidad de radares que vamos a colocar. Seguramente antes de fin de año vamos a tener un radar primario fabricado integralmente en la Argentina colocado en la zona de Las Lomitas”, indicó el ministro.

En relación al operativo de seguridad de la frontera noreste-noroeste, el ministro especificó: “Ya está en marcha. Vinimos a supervisar su funcionamiento y despliegue” y agregó: “Actualmente se están desplazando 4.500 efectivos de las Fuerzas Armadas, principalmente del Ejército, que se van a incorporar en las tareas de vigilancia y control de la frontera norte, que incluye las provincias de Jujuy, Salta, Formosa, Corrientes y Misiones”. “Cualquier situación irregular será informada a la fuerza de seguridad pertinente”, precisó y desmintió “absolutamente la incorporación de 6000 soldados voluntarios al operativo”.

Participaron los secretarios de Estrategia y Asuntos Militares, Jorge Fernández; de Coordinación Militar de Asistencia en Emergencias, María Cecilia Rodríguez; y el subsecretario de Asuntos Internacionales de la Defensa, Roberto de Luise.

En representación de las Fuerzas Armadas estuvieron presentes el jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, general de brigada Luis Carena; los titulares del Ejército, general de División César Milani; de la Fuerza Aérea, brigadier Mario Callejo; y de la Armada, contraalmirante Gastón Erice.
 

Jorge II

Serpiente Negra.
muchos anuncios pero como digo siempre solo queda en anuncios y ademas aun cuando queramos tener toda la frontera radarizada, mandar a todo un ejercito a cuidar la frontera ( yo lo tomo como un anuncio electoralista) de nada sirve sino tenemos una ley del congreso que dé sustento juridicamente. Conociendo bien el derecho los abogados de la zona podrian hacerse millonarios jajajaja.
 
Arriba