Después de varios meses de iniciativas confusas, rumores y desmentidos, se confirma que Rusia seguirá participando en la estación espacial internacional (ISS) hasta 2024. Recordemos que los acuerdos actuales entre los socios de la ISS vencen en 2020, pero Estados Unidos, Canadá, Japón y la ESA decidieron el año pasado extender la vida útil de la estación hasta 2024. Faltaba la decisión de Rusia, hoy por hoy el único país participante en el proyecto capaz de lanzar cosmonautas al espacio. Rusia contribuye además con las naves de carga Progress, las únicas capaces de elevar la órbita de la ISS regularmente para evitar que se reentre en la atmósfera.
Efectivamente, sin Rusia no puede existir la ISS, pero el resto de socios tenían hasta 2020 para eliminar esta dependencia. Aunque la agencia espacial rusa Roscosmos había repetido en múltiples ocasiones el deseo de extender su participación en la ISS hasta 2024 -de hecho, antes que el resto de socios-, el conflicto de Ucrania provocó que el Kremlin diera un giro de 180º en su política espacial y se plantease abandonar la estación en 2020, si no antes. Como resultado, en los últimos meses hemos visto dos propuestas de estación espacial totalmente rusa que deberían sustituir a la ISS a partir de 2020. La primera era la PPOI (Perspektivnaia Pilotiruemaia Orbitalnaia Infrastruktura, ‘Infraestructura Orbital Tripulada del Futuro’), antes conocida como OPSEK, una estación espacial formada a partir de módulos del segmento ruso de la ISS. La segunda, más atrevida, era la VSR (Rossiskaia Visokoshirotnaia Stantsia, ‘estación rusa de alta latitud’), una estación similar a la PPOI, pero lanzada en una órbita más inclinada e independiente de la ISS.
A principios de este año Roscosmos zanjó parcialmente el asunto al anunciar que renunciaba a la VSR o a cualquier estación totalmente rusa a partir de 2020. En una decisión salomónica, ahora Rusia confirma que finalmente separará la PPOI de la ISS a partir de 2024. Por supuesto, si la vida de la ISS se vuelve a prolongar -en teoría podría estar en servicio hasta 2030- la PPOI tendría que esperar un poco más. La PPOI estará formada por seis nuevos módulos que se irán añadiendo al segmento ruso de la ISS en los próximos años: el módulo Nauka (MLM) de 20 toneladas, el módulo nodo Prichal (UM) con seis puntos de atraque, un módulo inflable de RKK Energía, la plataforma de experimentos en microgravedad OKA-T, el módulo energético NEM y un pequeño módulo esclusa similar a los módulos Pirs o Poisk de la ISS. La masa total de la PPOI será de 61 toneladas y poseerá un volumen presurizado de 310 metros cúbicos, además de paneles solares capaces de generar un total de 13 kW de potencia.
Aparentemente no será necesario que la PPOI esté completa cuando se separe de la ISS en 2024. En el anuncio de Roscosmos solo se habla de tres módulos -Nauka, Prichal y NEM-, por lo que es de suponer que el resto se lanzarán en una fecha posterior. La PPOI sería el objetivo principal del programa espacial ruso hasta 2030, cuando comenzarían los esperados vuelos tripulados a la órbita lunar, aunque por el momento esto es más un brindis al sol que otra cosa. Con el anuncio de seguir en la ISS hasta 2024 el gobierno ruso ha decidido hacer caso a las voces más razonables dentro de la industria espacial del país que afirmaban que una retirada prematura de la ISS tendría unas consecuencias desastrosas para el futuro de la cosmonáutica. Rusia renuncia así a usar la estación espacial como una medida de presión con respecto al conflicto de Ucrania. Al menos por el momento.