Asuntos Antárticos.

EL NUEVO L'ASTROLABE Y LAS TIERRAS AUSTRALES Y ANTÁRTICAS FRANCESAS



EL NUEVO L'ASTROLABE Dos años después de la firma del contrato, el buque polar logístico y de patrulla L'Astrolabe (número de casco P800) ya está al servicio de Francia. Bautizado el 12 de julio en la ciudad francesa de Concarneau, será recibido en su base en la isla de Reunión (Océano Índico) en septiembre, y realizará su primera misión antártica de abastecimiento en el verano de 2017-18.

A un costo de € 50 millones, la embarcación fue diseñada por Marine Assistance y construida por el astillero Piriou, ambos franceses, con consultoria de Aker Arctic (Finlandia). El casco fue hecho en el astillero polaco Crist y después transferido a Francia, donde el barco fue terminado. Tiene 72 m de eslora, 16 m de manga y desplaza alrededor de 4.000 t, con una capacidad para 1.200 t de carga. Tiene una grúa para 35 t, está equipado con hangar para un helicóptero y tiene capacidad para hasta 60 personas a bordo, incluida la tripulación. Dotado de casco certificado por el Bureau Veritas como icebreaker 5, el vaso fue hecho para navegar continuamente en una capa de hielo de 60 a 80 cm de espesor. Tiene autonomía para una misión de 35 días, a una velocidad de 12 nudos. La propulsión es diesel, con cuatro motores Wärtsilä 8L20 que generan 1.600 kW cada uno, conectados a dos ejes con hélices de paso variable.















El astillero Piriou también es responsable del mantenimiento del buque, que se realizará en la isla de Reunión durante los tres años siguientes a la entrega. Además, debe proporcionar entrenamiento para las dos tripulaciones que se revezarán en la operación la nave. Los equipos serán habilitados para la navegación en aguas congeladas por la marina francesa).

La nueva unidad sustituirá a dos embarcaciones: el patrullero de alta mar Albatros (P681, 1966-2015), y un otro vaso también llamado L'Astrolabe (barcos de expediciones francesas históricas han hecho famoso este nombre). Este su homónimo perteneció al armador P&O Maritime Services y, entre 1988 y 2017, fue anualmente fletado por TAAF (Terres australes et antarctiques françaises, Tierras Australes y Antárticas Francesas) e IPEV (Institut Polaire Français Paul-Émile Victor). Fue utilizado en las misiones de suministro de la base antártica Dumont d'Urville y en el apoyo científico de las otras estaciones de IPEV ubicadas en las islas australes.

El nuevo L'Astrolabe será compartido por tres instituciones, bajo un régimen peculiar: propiedad de las TAAF, será operado por la Marine nationale y fletado al IPEV. Teniendo el puerto australiano de Hobart como base temporal, el instituto polar utilizará la embarcación 120 días al año (entre octubre y marzo) para apoyar las operaciones francesas en la Tierra Adélia, Antártida. Durante los 245 días restantes del año (de los cuales alrededor de 110 en el mar), la armada utilizará el buque en misiones de patrulla, principalmente monitorizando la pesca en la gran zona económica exclusiva (ZEE) de Francia en el Océano Índico.


ZEE Y PLATAFORMA CONTINENTAL – La zona económica exclusiva corresponde al límite de 200 millas náuticas (unos 370 km) contados desde la costa hasta la alta mar. Sólo la respectiva nación costera tiene derecho a gestionar y explotar los recursos naturales vivos o no vivos dentro de esa zona. Si se cumplen determinados requisitos, el país interesado también puede pleitear la extensión del área del fondo del mar que le corresponde, más allá de las 200 nm y hasta 350 nm sobre la plataforma continental, obteniendo así acceso exclusivo a los recursos no vivos del lecho y del subsuelo y a las especies sedentarias vivientes. Además de toda la pesca, del petróleo y del gas natural, hay muchos otros recursos naturales en el mar, y ya se están llevando a cabo polémicos proyectos de minería oceánica para extraer los llamados "nódulos polimetálicos" del lecho marino.

Teniendo en cuenta un radio de 200 nm, cualquier isla oceánica, por más pequeña que sea, tendrá a su rededor una zona económica exclusiva con más de 430.000 km2, desde que no exista superposición con otra ZEE, y aun existe la referida posibilidad de extensión de la plataforma continental. Sin embargo, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CDM/UNCLOS) de 1982 estipula que los islotes que no puedan ser habitados o explotados económicamente no tendrán ZEE, ni tampoco les será assignada área de fondo de mar, aunque el dominio sobre ellos no esté en discusión. Entre otras razones, es por eso por lo que hoy en día hasta islas muy pequeñas están sujetas a la soberanía de algún Estado y, dependiendo de su ubicación, son efectivamente ocupadas.

A pesar de la pequeña área emergida de las posesiones francesas en el Océano Índico (menos de 8.000 km2), la zona económica exclusiva correspondiente es de más de 2,65 millones de km2, una parte expresiva de los casi 11,7 millones de km2 que forman toda la ZEE francesa, la más grande del mundo.



La ZEE francesa es la mayor del mundo



La ZEE francesa en la región del Océano Índico y en la metrópolis, en verde


LA ACTUAL PRESENCIA FRANCESA EN EL OCÉANO ÍNDICO Y EN LA TIERRA ADÉLIA Las Tierras Australes y Antárticas Francesas (TAAF) son un vasto territorio de ultramar que se extiende por el Océano Índico y la Antártida, con climas que van desde el polar hasta el tropical. El territorio comprende cinco distritos diferentes, a saber: (1) Tierra Adélia (el único distrito antártico y la única parte no insular de las TAAF, que corresponde a la reclamación francesa sobre la Antártida); (2) las islas Kerguelen y (3) el archipiélago Crozet, ambos situadas en la zona subantártica; (4) las islas subtropicales de San Pablo y Amsterdam; y (5) las islas Dispersas del Océano Índico (Europa, Bassas da India, Juan de Nova, Gloriosas y Tromelin), de clima tropical. Estos lugares no tienen población permanente, pero se mantienen ocupados por personal científico o militar – todos, exepto Bassas da India. La República Francesa también tiene los departamentos ultramarinos de Mayotte y Reunión en las proximidades de las islas Dispersas.



En rojo, las Tierras Australes y Antárticas Francesas; en azul, los dos departamentos de ultramar en el Océano Índico


Más de un millón de personas viven en los departamentos de Reunión y Mayotte. Además de la policía militar (Gendarmerie nationale), esos lugares tienen una presencia significativa de las fuerzas armadas. En el archipiélago de Mayotte hay un destacamento de la Legión Extranjera (260 hombres), además de 38 miembros de la Marine nationale, que operaban tres embarcaciones pequeñas en 2016. En la isla de Reunión hay un regimiento de paracaidistas de la infantería de marina y un destacamento de la fuerza aérea francesa, que opera dos aviones de transporte Casa CN-235.

La ciudad de Le Port, en la Isla de Reunión, alberga un puerto multifuncional, el único en Francia que combina las funciones de terminal de ferry, puerto comercial (para contenedores y para graneles secos y líquidos), puerto pesquero, marina para yates y base naval. Además de ser el puerto de matrícula del nuevo L'Astrolabe, es donde la Marine nationale mantiene las fragatas Floréal y Nivôse (2.950 t de desplazamiento), el patrullero de alta mar Le Malin (1.300 t), el flamante buque multimisión Champlain (2.300 t) y otros buques más pequeños. Le Port es también la base de operaciones del buque oceanográfico Marion Dufresne 2, que, de forma similar al viejo L'Astrolabe, es armado por la empresa Louis Dreyfus y arrendado por el gobierno francés (por las TAAF, para la logística de las áreas insulares, y por el IPEV, para investigación oceanográfica).

El IPEV posee cinco bases científicas permanentemente ocupadas en la región. Una de ellas, Concordia, está situada en el Territorio Antártico Australiano, en la meseta antártica, pero las otras están localizadas en las Tierras Australes y Antárticas Francesas: Dumont d'Urville (en la Tierra Adélia), Port-aux-Français (en las islas Kerguelen) Alfred-Faure (en el archipiélago Crozet) y Martin-de-Viviès (en la isla de Amsterdam, también conocida como "Nueva Amsterdam"). Las denominadas "Tierras Australes" (islas Kerguelen, Crozet, St. Paul y Amsterdam) son muy remotas y accesibles sólo por mar, pero Francia mantiene pistas de aterrizaje rudimentarias y estaciones meteorológicas en todas las otras islas que integran las TAAF, excepto en el atolón Bassas da India, imprestable para la ocupación. Las islas Dispersas albergan pequeños destacamentos militares provenientes de la Reunión y de Mayotte: los paracaidistas de la infantería de marina están presentes en las islas Europa y Juan de Nova y las islas Gloriosas están guarnecidas por la Legión Extranjera. Tromelin suele recibir solamente personal científico.

Las Tierras Australes y Antárticas Francesas son una persona jurídica con autonomía administrativa y financiera. Subordinada directamente al gobierno francés, su administración central tiene sede en Saint-Pierre, Reunión (quedaba en París hasta el año 2000). Cada uno de sus cinco distritos es una circunscripción desconcentrada de la entidad: la respectiva capital es la propia estación de investigación, existiendo un representante de las TAAF en cada distrito (chef de district), a quien se delegan funciones legales y administrativas –la excepción son las islas Dispersas, cuyo jefe se encuentra en Saint-Pierre.

Sin embargo, la soberanía francesa sobre gran parte de estos territorios del Índico y de la Antártida es ampliamente controvertida. La pretensión sobre la Tierra Adélia, cuyo contencioso está suspendido por efecto del Tratado Antártico de 1959, es reconocida sólo por cuatro países (Reino Unido, Noruega, Australia y Nueva Zelanda). El departamento de Mayotte es reclamado por las Islas Comoras. Las islas Dispersas también son disputadas: Europa, Bassas da India, Juan de Nova y Gloriosas son reclamadas por Madagascar, mientras que Tromelin es reivindicada por la República de Mauricio. Como se ha visto, de toda el área de las TAAF y de los departamentos del Océano Índico, solo no se discute la posesión de las islas de Reunión, Crozet, Kerguelen, St. Paul y Amsterdam.


LOGÍSTICA A PARTIR DE LA ISLA DE RÉUNION – La situación de Francia en el Océano Índico suroeste se asemeja a la presencia británica en el Atlántico Sur. Ambos son países del hemisferio norte, con un histórico de dominación colonial y pretensiones territoriales sobre la Antártida, ocupando territorios que son reclamados por sus vecinos menos poderosos, pero hay diferencias fundamentales entre ambos casos. Francia no tiene algo como la línea Ascensión-Santa Elena-Tristán de Acuña-Malvinas, toda poblada (aunque escasamente) y actualmente equipada con tres aeropuertos e importantes instalaciones militares y de comunicaciones. Los dominios franceses ocupan un área más compacta, y su entorno estratégico no es conturbado como el de su equivalente británica. Sin embargo, la nación está realmente presente en el hemisferio sur: Reunión, un departamento con más de 800.000 habitantes que será la base del nuevo buque, así como la cercana Mayotte, con alrededor de 200.000 personas, son parte de la República y por lo tanto integran el Estado francés de forma plena –lo que no ocurre con los territorios británicos de ultramar.

Por otro lado, los territorios franceses están mucho más alejados de la estación de investigación Dumont d 'Urville que las Malvinas están de la base Rothera (1.850 km) o aun de Halley VI (3.040 km). La isla de Reunión se encuentra a unos 5.000 km del punto más cercano de la Antártida –no parece ser tan lejos cuando se piensa que la Ciudad del Cabo está a unos 4.000 kilómetros de la Tierra de la Reina Maud Land o que Christchurch y McMurdo están separados por 3.830 km. Sin embargo, el local de interese directo de Francia en la Antártida está a más de 7.600 km de distancia.



La base Dumont d’Urville


La Tierra Adélia (La Terre-Adélie) es la más pequeña de las reclamaciones sobre el continente meridional –una franja estrecha entre los meridianos 136º y 142º E, que se extiende desde el litoral hasta el Polo Sur, con unos 432.000 km2. Fue en esa costa que el navegante francés Dumont d'Urville desembarcó en 1840, a pocos kilómetros del sitio donde hoy se encuentra la estación científica que lleva su nombre, la cual funciona continuamente desde 1956. Los franceses han ocupado la región desde 1950, con el establecimiento de la base Port Martin, destruida por un incendio en 1952, y más tarde construyeron la estación Charcot (1957-60), en el interior del continente, pero la reivindicación territorial se había establecido en 1924.



La Roca del Desembarco (Rocher du Débarquement) es actualmente un sitio histórico antártico (HSM-81)


La logística en la Tierra Adélia está profundamente limitada por la imposibilidad de que la base de Dumont d'Urville reciba vuelos intercontinentales (en los años 1980-90 hubo un malogrado intento de construir una pista de aterrizaje, gravemente dañada por un tsunami meses antes de que se completara). El transporte marítimo es el único medio adecuado para el transporte de cargas pesadas o sobredimensionadas, además de ser ampliamente utilizado en el movimiento de personal técnico y científico.



El antiguo L’Astrolabe atracado cerca de la base Dumont d’Urville. En los últimos años, debido al espesor del hielo marino, el buque se vio obligado a descargar varios kilómetros lejos de la base a principios de verano


La larga distancia entre Réunion y la Tierra Adélia hace que la cadena logística sea aun más compleja. En principio, los franceses tendrían dos opciones: a) entregar la carga directamente desde Reunión, utilizando un gran buque, para efectuar un solo viaje de suministro, o como máximo dos; o (b) buscar otro puerto más cercano a la Antártida para ser utilizado como puesto avanzado; en ese caso, un buque de tamaño mediano tendría que realizar varios cruceros para abastecer la base Dumont d'Urville.

El programa antártico japonés ofrece un ejemplo de la primera alternativa, aunque para una ruta mucho más larga: partiendo de Tokio, el rompehielos Shirase realiza un único gran viaje, en un crucero que dura aproximadamente seis meses. El buque hace escala en Fremantle, Australia Occidental, sólo para la compra de alimentos frescos, siguiendo desde allí a la Antártida. Fremantle es la "puerta de entrada" secundaria de Australia a la zona austral, y hace tempo que los japoneses hacen su última parada antes de la estación Syowa en ese puerto.



El Océano Índico meridional y el Océano Antártico


El IPEV, sin embargo, ha utilizado la segunda opción desde los años cincuenta, operando a partir de Hobart, Australia, a unos 8.600 km de distancia de la Reunión ya unos 2.700 km de la estación de Dumont d'Urville. La mayor parte de la carga se envía por adelantado a Australia a través de la navegación comercial, y el barco francés es responsable de cuatro a cinco cruceros de suministro (rotations) durante la campaña de verano, entre finales de octubre y marzo. Las grandes cantidads de carga transportadas también están destinadas a satisfacer las necesidades de la estación franco-italiana Concordia, ubicada en el interior del continente, a 1.100 km de la base francesa. Con la entrada en operación del nuevo L'Astrolabe, Hobart se convertirá en una base temporal, en lugar de permanente, para el buque utilizado por el programa antártico francés.



El antiguo L'Astrolabe en Hobart, su puerto de matrícula, con los rompehielos Aurora Australis, de Australia, y posiblemente Kapitan Dranitsyn, de Rusia, en el fondo


UN BUQUE FRANCÉS PARA USO DUAL – Como se ve, el nuevo L'Astrolabe será tanto una embarcación de patrulla como una nave de logística polar. A diferencia de otros buques polares nuevos o en construcción (https://infraestruturaantartica.blogspot.com.br/2016/05/novas-embarcacoes-polares.html), la nueva embarcación no está diseñada para combinar aplicaciones científicas y logísticas; en realidad es un vaso militar que también se utilizará en la Antártida. Eso se puede afirmar no solo porque la embarcación será operada por personal militar, sino principalmente por el motivo de que ella permanecerá armada con ametralladoras la mayor parte del tiempo (dentro del espíritu del Tratado Antártico, no se espera que ninguna embarcación entre transportando armas en el paralelo 60° S) –en tal sentido, se parece más al barco patrullero británico HMS Protector (A173). El nuevo L'Astrolabe también podría ser comparado con los patrulleros chileno Marinero Fuentealba (OPV-83) y colombiano ARC 20 de Julio (PZE-46) –buques de guerra que también se utilizan en el continente austral, aunque no sean dirigidos a la logística de la misma manera.

La utilización dual del L'Astrolabe optimizará los recursos destinados a las Tierras Australes y Antárticas Francesas, permitiendo a la metrópolis vigilar sus posesiones, especialmente en lo que respecta a la explotación de los recursos pesqueros, y también pondrá un barco moderno a disposición del instituto polar –un logro muy importante para Francia.

Entre 1951 y 1988 los franceses no poseían un buque de su propia bandera para llegar a la Antártida, y tuvieron que alquilar buques noruegos, daneses y canadienses. La entrada del antiguo L'Astrolabe en servicio fue aclamada como un acto de afirmación de la soberanía, pero la embarcación cambió de propietario algunas veces a lo largo de los años, terminando en manos británicas, lo que llevó al adquirente P&O Maritime a crear una filial francesa para mantener el contrato con el gobierno. Esa es la razón por la que el arreglo jurídico relativo al nuevo buque ha excluido el recurso a armadores privados, impidiendo así que en el futuro Francia vuelva a caer bajo la dependencia de extranjeros para tener acceso a las tierras que reclama.


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Publicado originalmente en https://infraestruturaantartica.blogspot.com.br/2017/08/o-novo-lastrolabe-e-as-taaf-new.html. Fuentes principales:

- https://en.wikipedia.org/wiki/L'Astrolabe_(2016_icebreaker)

- http://www.cargos-paquebots.net/Flotte_francaise/FICHES/L_ASTROLABE.htm

- http://navaltoday.com/2017/07/13/french-navy-receives-icebreaker-and-patrol-vessel-lastrolabe/

- http://www.navyrecognition.com/index.php/news/defence-news/2017/july-2017-navy-naval-forces-defense-industry-technology-maritime-security-global-news/5388-piriou-delivers-french-polar-logisitcs-support-patrol-vessel-l-astrolabe.html

- http://www.colsbleus.fr/articles/8695

- http://horizon.documentation.ird.fr/exl-doc/pleins_textes/pleins_textes_5/b_fdi_20-21/27052.pdf

- https://fr.wikipedia.org/wiki/Terres_australes_et_antarctiques_françaises


Impresionante Nota
 

Eduardo Moretti

Colaborador
Firmará el Gobierno un acuerdo de cooperación con Londres
Habrá tareas científicas conjuntas; el Irízar vuelve a navegar

Lunes 28 de agosto de 2017
Alan Soria Guadalupe
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LA NACION

El deshielo de las relaciones entre la Argentina y el Reino Unido llegará también a la Antártida. El Gobierno ultima los detalles de un convenio de cooperación científica que prevé firmar con Londres este año y que potenciará el trabajo conjunto entre ambos países en ese territorio.

Según explicaron a LA NACION en la Subsecretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, que depende de la Cancillería, el escrito del convenio está "muy avanzado", al punto de que "se está buscando la ocasión para firmarlo."

El entendimiento, que contempla el trabajo científico conjunto en zonas donde no hay disputas de soberanía -como establece el Tratado Antártico en su artículo cuarto-, prevé que se intensifiquen los contactos entre profesionales de ambas naciones y que se genere un mayor intercambio de información y tecnología. Este último punto, explican en el Ministerio de Relaciones Exteriores, será provechoso para la Argentina por los equipos avanzados con los que cuentan los ingleses.

El convenio formalizará los contactos que ya se estuvieron generando estos meses en el territorio y que representan el mayor acercamiento entre ambos países en esa región en los últimos tiempos.

Aunque las conversaciones siempre se limitaron a las áreas no disputadas -al sur del paralelo 60-, no se descarta que en el futuro se negocien trabajos conjuntos más allá de ese límite político. "Éste es un primer paso. Siempre se trató de evitar que haya rispideces en los acuerdos y así hemos tenido mucho éxito", afirman en la Cancillería.

Vuelve el Irízar

Por su parte, la atención en la campaña antártica de este año estará depositada en un histórico protagonista. Diez años después del devastador incendio que dejó inservible al rompehielos Almirante Irízar, los extensos trabajos de restauración concluyeron y se prevé que en los próximos meses la nave vuelva a estar activa, como lo hizo hasta 2007.

Antes, sin embargo, el buque deberá concluir una serie de pruebas que demuestren su capacidad para volver a operar en altamar. Antes de que comience la campaña de verano, el Irízar hará pruebas en el hielo.

Según el Gobierno, la vuelta al ruedo del buque representará un ahorro cuantioso para las arcas estatales, a pesar de que la restauración costó más de US$ 284 millones. Es que una vez que vuelva a funcionar no se gastará en el pago de alquileres de otros buques rompehielos preparados para trabajar en esa región antártica, una práctica que se volvió indispensable mientras el Irízar estaba en arreglo.

Este año tendrá lugar, también, la primera campaña antártica del nuevo canciller, Jorge Faurie. El año pasado viajó Susana Malcorra.

http://www.lanacion.com.ar/2057175-firmara-el-gobierno-un-acuerdo-de-cooperacion-con-londres
 

Eduardo Moretti

Colaborador
Veremos cómo se desarrolla el trabajo científico conjunto en zonas donde no hay disputas de soberanía entre argentinos y británicos en la Antártida según la nota precedente de La Nación, me parece que es un tema que pueda llegar a generar alguna inquietud.
 
Veremos cómo se desarrolla el trabajo científico conjunto en zonas donde no hay disputas de soberanía entre argentinos y británicos en la Antártida según la nota precedente de La Nación, me parece que es un tema que pueda llegar a generar alguna inquietud.

Es verdad. Aunque ese eventual acuerdo sea conforme al actual espíritu de cooperación antártico, será muy interesante observar su evolución, incluso porque, si no estoy equivocado, hace poco se ha anunciado un acuerdo similar entre Chile y el propio Reino Unido.
 
Veremos cómo se desarrolla el trabajo científico conjunto en zonas donde no hay disputas de soberanía entre argentinos y británicos en la Antártida según la nota precedente de La Nación, me parece que es un tema que pueda llegar a generar alguna inquietud.

correctooo eso estaba pensando, por mas civilizado que se sea, como haces para compartir tareas, cuando tenemos otros territorios en disputa?
 

nico22

Colaborador
https://www.facebook.com/EjercitoArgentinoPaginaOficial/?ref=br_rs

Ejército Argentino - Página Oficial agregó 9 fotos nuevas.
2 h ·
Inspección al Curso Antártico en Neuquén

La visita de supervisión estuvo encabezada por el subjefe del Ejército, general de división Santiago Julio Ferreyra, y el comandante operacional de las Fuerzas Armadas, general de división Carlos Alfredo Pérez Aquino

La inspección se desarrolló en Caviahue, provincia de Neuquén, en donde actualmente se está dictando el mencionado curso. Acompañó a la comitiva el director Antártico de Ejército, general de brigada Justo Francisco Treviranus.

En la oportunidad, las autoridades observaron actividades en el terreno que incluyeron esquí de marcha y pista, supervivencia en el hielo, buceo en aguas gélidas, manejo de vehículos antárticos y embarcaciones guiado por aeronaves, y desplazamientos por terreno congelado.






























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Reabastecimiento en vuelo amplía el alcance del Programa Antártico Australiano
20 de septiembre de 2017​






El repostaje aéreo amplió la capacidad de Australia para llegar a sus estaciones antárticas y permitió el lanzamiento de suministros a los expedicionarios aislados antes del início de la temporada.

Un Boeing C-17 Globemaster III de la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) despegó ayer del aeropuerto de Avalon (situado en el estado de Victoria, atiende a Melbourne) para un circuito de 10.000 km de ida y vuelta, sin aterrizaje, a la estación Davis.

El C-17 fue reabastecido por un avión cisterna multi-rol Airbus A-330 MRTT a mitad de su vuelo, arriba del Océano Austral.

El Director de Conceptos Futuros de la Australian Antarctic Division (AAD – División Antártica Australiana), Matt Filipowski, dijo que el combustible adicional significaba que nueve toneladas de carga podrían ser lanzadas en paracaídas sobre el hielo marino cerca de la estación de investigación de Davis.

"El lanzamiento desde el aire incluyó comida fresca, suministros médicos y correo para los 17 científicos y técnicos que han pasado los últimos seis meses invernando en la estación", dijo Filipowski.

"Se espera que en el futuro esta capacidad nos permita pre-posicionar equipos y suministros para las estaciones y para proyectos científicos en el continente antes de que empiece la temporada de navegación (entre octobre y marzo), así que todo estará listo cuando los primeros expedicionarios de verano lleguen".

El teniente de vuelo (Flight Lieutenant) de la RAAF, Justin McFadden, piloto al mando del C-17A, dijo que es la primera vez que Australia realiza un reabastecimiento aire-aire en la región sub-antártica.

"Reaprovisionamos de combustible aproximadamente después de 3 horas de vuelo, en una altitud de 22.000 pies y a una velocidad de 500 km/h. Esto nos permitió continuar las 4 horas restantes, efectuando el lanzamiento en Davis y regresando a Hobart ", dijo McFadden.

"Al acercarnos a la zona de bajada, descendimos a 500 pies y desaceleramos a unos 270 km/h, antes de arrojar 15 palés de carga en contenedores acolchados, cada uno con un peso aproximado de 700 kg".







Sobre el terreno, la líder de la estación Davis, Dra. Kirsten le Mar, y su equipo, prepararon una zona de caída de 1,5 x 1 km sobre el hielo marino.

"El hielo marino era de aproximadamente un metro de espesor, que está por encima del mínimo de 60 centímetros requerido para echar este peso de carga", dijo la Dra. le Mar.

"Las condiciones sobre el terreno eran ideales para el lanzamiento; estaba nublado, con vientos ligeros y temperatura de -18°C".

"Ahora estamos disfrutando de zanahorias, limones y patatas frescas y leyendo cartas desde casa".




Esta nueva capacidad permitirá a la Australian Antarctic Division lanzar desde el aire provisiones y equipos médicos, mecánicos y de investigación a todas sus estaciones y a otros lugares en la Antártida durante todo el año, si es necesario.



Traducido de http://www.antarctica.gov.au/news/2017/mid-air-refuel-extends-reach-of-australian-antarctic-program.



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Utilizados en la Antártida desde 2015, los C-17 de la RAAF realizaran el primer lanzamiento de carga en junio de 2016, en la estación Casey, la más cercana a Australia (a unos 3.400 km de Hobart), sin el uso de reabastecimiento em vuelo. Después de Davis (a unos 4.800 km), el siguiente paso será llegar también a la estación Mawson, la más alejada, a casi 5.500 km de Hobart.
 
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