Hace un rato subí un vídeo que publico hace casi un año un Ex Sonarista de USA famoso porque enseña tácticas de combate sub para un juego/ sim. Un tal Jive Turkey. Dice que lo que se puede ver en el sonar y si bien hace un análisis casi con herramientas paleolíticas con lo que se comenta acá se ve bastante acertado es que el primer evento corresponde a una falla/ rotura mas que a una explosión. No se anima a arriesgar nada pero desliza en un momento que podría ser rotura de un sello. A continuación hay un segundo evento que según dice coincide con un Emergency Blow. Y después algunos eventos menores.
Dandome el lujo de Especular con todo lo que se ha volcado, me parece que es bastante probable la teoria de Armisael/ Argentvs / Daniel1962
Según el análisis de Turkey si lo superponemos con está teoría quedaría algo asi:
El primer sonido seria la Rajadura del casco, no una explosión. si sucedio el incendio o explosión de baterías no es lo que detectaron los Hidrofonos, segun Turkey no es compatible con explosión si con falla mecánica importante.
El segundo Evento 50 Segundos después de la rajadura el Emergency Blow
Los eventos menores que siguen seria el casco que va cediendo de a poco y de manera parcial sin llegar a realizar una implosion total como se dijo al inicio y como dijo Bruce Rule.
Al vídeo llegue por está pagina
link
Gracias por nombrarme pero yo solo adherí a esta teoria, no la formulé.
Ese "Jive Turkey" (que dicho sea de paso es un apodo, en slang norteamericano quiere decir cosas tan disimiles como alguien que está bailando, se está haciendo el gracioso, o directamente idiota o estúpido) describió esta secuencia de eventos
en diciembre de 2017, totalmente opuesta a la que fue la "oficial" (o casi oficial) la de Bruce Rule.
En
https://abelfer.wordpress.com/2017/12/09/argentina-en-el-mar-viii-que-paso-con-el-ara-san-juan/ está una transcripcion de dicho análisis
y un interesante contrapunto de opiniones entre ingenieros luego del mismo.
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Jive Turkey va descartando hipótesis a las que inicialmente da alguna credibilidad, y cerrando el campo de búsqueda hasta que tiene su momento “Eureka”, de revelación. Resumo sus ideas centrales para los impacientes: olvídense de torpedos ingleses. Tampoco argentinos: no parece haber estallado espontáneamente ninguno de los que el SUSJ llevaba a bordo, como sucedió con el submarino nuclear ruso Kursk el 12 de agosto de 2000, y probablemente también, pero mucho antes al USS Scorpion, el 30 de junio de 1968 (la US Navy no dice “esta boca es mía” al respecto, Jive Turkey sí).
La hidrofonía del estallido de un alto explosivo en un gráfico es una espiga, breve, seca y dura como la de un martillazo. Más allá de su energía, lo importante es la distribución de esa energía en el tiempo: no hay una rampa ascendente y otra descendente. Por el contrario, esa rampa sí aparece en el primer registro sónico del accidente del SUSJ captada por los hidrófonos pertenecientes al CTBTO de la Isla de Ascensión, en medio del Atlántico, y los de la isla Crozet, en medio del Océano Índico.
Esa rampa ascendente y descendente de energía, que dura varios segundos, es consistente con la deflagración de hidrógeno molecular (H2) dentro del casco de presión del SUSJ. Como evento probable, sería secundario a las reacciones químicas incontrolables entre el agua de mar, con su carga de cloruro de sodio , y el combo de ácido sulfúrico y plomo de baterías convencionales.
Ya estas reacciones son en sí incendiarias e involucran arcos eléctricos de enorme amperaje. Pero la combinación del hidrógeno liberado con el oxígeno atmosférico interior del submarino, que forma agua, es de las más exotérmicas de toda la química orgánica. Más allá de su energía termomecánica y sónica, esa deflagración sí puede tener la forma de rampa que identifica Jive Turkey en el primer registro. Algo explotó, pero de un modo muy distinto al de un torpedo o mina.
El segundo evento sónico significativo captado por HA10, el hidrófono de Ascensión (el más perfecto), es de menor energía pero se prolonga aproximadamente 20 segundos. Jive Turkey tira varias hipótesis hasta que le sobreviene una revelación: es algo que ha escuchado más de una vez como hidrofonista. Está seguro de que es un intento de “soplado”, el más importante mecanismo de rescate de un submarino en emergencia.
El soplado consiste en vaciar los tanques de balasto, que cuando se inundan de agua de mar le dan flotación negativa al submarino y lo sumergen. Este vaciado se hizo durante la mayor parte de la historia submarinística con la inyección de aire comprimido contenido en botellones, que desaloja el agua como un pistón. En el SUSJ, innovador para su época, esa función eyectiva la cumplía una carga de hidracina, un combustible líquido aeroespacial de segunda generación cuya oxidación genera enormes volúmenes de gases de combustión a presiones muy altas.
El intento de “soplado” sucede un minuto y veinte segundos después de la explosión inicial. Eso significa, para Jive Turkey, que durante ese lapso el submarino estuvo probablemente hundiéndose, pero adentro del casco de presión había todavía gente viva capaz de accionar ese mecanismo de autorrescate. En un submarino todo el mundo sabe hacer casi todas las tareas, el grado de preparación técnica es muy superior al de una nave de superficie.
Alguien estaba vivo y trató de “soplar” los tanques. Un submarino no se autorrescata en forma automática cuando sus sensores detectan una emergencia. Eso lo podría devolver a la superficie bajo ataque enemigo, e incrementar las posibilidades de su aniquilamiento o captura.
De un modo bastante desgarrador para cualquier argentino, y para casi todo submarinista de cualquier país, el “soplado” falla. Eso probablemente significa que el casco externo del submarino estaba averiado, y los gases de combustión de hidracina que debían vaciar de agua los tanques se perdieron por los agujeros, venteándose en el mar. No pudieron “inflar” los tanques de lastre y darle flotabilidad positiva.
Hay más eventos sónicos posteriores, de baja intensidad pero cierta duración, que Jive Turkey duda bastante en atribuir a impacto contra el fondo. No está seguro,
pero esos ruidos le parecen más bien consecuencia del “crumpling” a aplastamiento lento de un casco de presión compartimentado. Esta implosión, inevitable en un TR-1700 a más de 600 metros de profundidad, no es un evento instantáneo. Como forma de muerte, es impiadosa.
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