El Mago de la Segunda Guerra Mundial
Su nombre era
Jasper Maskelyne, el mago de la guerra, un ilusionista cuyos trucos, entre el mito y la realidad, sorprenderán a más de uno, si es cierto todo lo que se cuenta de él, pudo haber sido decisivo para la derrota de los nazis en Egipto.
Jasper Maskelyne nació en 1902 en el seno de una familia británica de tradición “mágica”. Tanto su padre como su abuelo habían sido reputados ilusionistas, por lo que ya desde su nacimiento vivió inmerso en un mundo de trucos de desapariciones, baúles atravesados por espadas y conejos sacados de la chistera. Cuando comenzó la guerra en 1939 era ya
uno de los más conocidos magos de Londres, pero con el estallido del conflicto el negocio decayó, y Jasper decidió que él también podía aportar algo a la defensa del Imperio Británico, por lo que intentó varias veces alistarse. Debido a su edad fue rechazado, pero él siguió insistiendo hasta que finalmente fue admitido en el
Real Cuerpo de Ingenieros en octubre de 1940, donde recibió entrenamiento sobre camuflaje. Y pronto recibiría el destino que lo convertiría en una leyenda, el Norte de Africa, llegando el 10 de Marzo de 1941 a El Cairo, siendo asignado al poco tiempo como oficial al cargo de la
Sección Experimental de Camuflaje.
Tras un tiempo en labores menores de camuflaje y alguna que otra actuación ante las tropas le llegó su primer reto,
disfrazar a un tanque Matilda. Partiendo de una idea del General Wabel el comandante de las tropas británicas en aquel momento, diseñó un sistema mediante una carcasa metálica recubierta de lona daba la forma de un camión, denominada escudo solar, de tal forma que desde cierta distancia en tierra y desde el aire daba completamente el pego. Incluía también un sistema para borrar las huellas, pero parece que este sistema , según los informes militares, nunca fue del todo efectivo. Su prueba de fuego fue probablemente durante la Operación Battleaxe en Junio del 41, pero lamentablemente no fueron de mucha ayuda visto el desastre británico con el que concluyó. Más tarde sí que resultaron decisivos en los enfrentamientos de El Alamein.
Su siguiente misión sería un desafío mayor, conseguir hacer desaparecer el puerto de Alejandría
para evitar los continuos bombardeos alemanes. Para ello reconstruyó en una bahía cercana una replica a pequeña escala del puerto, un tanto rudimentaria pero en teoría lo suficientemente efectiva para que desde el aire los pilotos de los aviones alemanes fueran engañados. La maqueta era acompañada con artillería anti-área para que fuera creíble su defensa. El método usado para realizar el truco consistía en que en cuanto se detectaba la presencia de los bombarderos, las luces del puerto de Alejandría se apagaban y se iluminaba la replica. Lo alemanes, aunque un tanto desconcertados porque lo que les indicaban sus ojos era un poco distinto a lo que les indicaban sus brújulas, atacaban el simulacro de puerto. Al día siguiente se preparaba el puerto real mediante escombros y pinturas simulando cráteres para hacer parecer que tenía daños ante los aviones de reconocimiento alemanes. El truco se realizó durante varias noches hasta que los alemanes decidieron que el puerto ya no era un objetivo primordial y concentraron esas fuerzas en otros frentes.
Pero parecía que a Maskelyne todo se le hacía pequeño, y tras esconder un puerto le llegó el turno al mayor truco de desaparición de la historia,
hacer invisible el mismísimo canal de Suez. Los británicos temían que los alemanes consiguieran hundir barcos y dañar el canal lo suficiente como para cortarles la comunicación marítima entre el Mediterráneo y sus puertos en Asia. Como vio claro que no podía utilizar nada similar a lo realizado en Alejandría, la solución fue crear
un muro de luz sobre el canal mediante
proyectores estroboscópicos, que inundaban de luces giratorias los cielos del canal que cegaban a los pilotos, provocando incluso que algunos se estrellaran.
Y así llegamos a la que se considera su aportación más decisiva, la Operación Bertram. En 1942 los ingleses habían conseguido detener el avance de Rommel en El Alamein, pero la situación se encontraba enquistada ante la imposibilidad de conseguir expulsar a los alemanes del norte de África. Por esto Wiston Churchill decidió asignar al General Montgomery el mando de la tropas en Agosto de ese año. Monty rápidamente se puso manos a la obra y como previa a sus planes de ataque surgió la operación Bertram, con
el fin de engañar a los alemanes para que pensaran que el ataque principal vendrían de la zona sur a El Alamein. Y para ello contaron con Maskelyne para diseñar
un auténtico ejercito de pega, con muñecos simulando soldados y tanques hechos con armazones y lonas, que serían desplegados por el sur mientras que los auténticos tanques lo harían por el norte, disfrazados de camiones con sus famosos escudos solares. La artimaña fue parte del éxito de la posterior batalla que supuso el principio del fin de la presencia alemana en el Norte de África.
PD: subire fotos