Caso de Crimen de Guerra confirmado

argie

Fernet Lover
Colaborador
El combatiente asesinado por un combatiente inglés
Presentan en la justicia el único caso que fue calificado como crimen de guerra de las fuerzas británicas

El homicidio se conoció en 1992, pero hasta ahora ni la justicia argentina ni la británica tomaron cartas en el asunto. Nuevos datos cierran hoy el círculo sobre la muerte a sangre fría de un soldado argentino en Malvinas. Rodolfo González Arzac


02.04.2010 Foto clave. Veteranos de La Plata reconocieron al soldado asesinado por el paracaidista inglés en la foto publicada en Londres.

En el Centro de Ex Combatientes de La Plata (CECIM), veintiocho años después de Malvinas, acaban de cerrar el círculo del único crimen de guerra reconocido por Gran Bretaña. Tienen la certeza, después de una trabajosa y larga investigación, de que ese chico morocho y flaquito, que corona una pila de cadáveres en una foto aparecida en Londres en 1990, era uno de los 36 soldados del Regimiento 7 de La Plata que combatieron en Malvinas y nunca regresaron.

Ese soldado fue fusilado con un tiro en la cabeza cuando ya había terminado la batalla de Monte Longdon; un asesinato que vio la luz en 1992, ejecutado sin piedad y a sangre fría por el paracaidista Gary Sturge. Ese crimen nunca tuvo condena. Pero la certeza tendrá consecuencias: se transformará pronto en una denuncia ante los tribunales de Río Grande. Y todo indica que terminará en un tribunal internacional.

Javier García, colaborador del centro que agrupa a 450 soldados ex conscriptos en la capital bonaerense, tiene 40 años y no fue a la guerra del Atlántico Sur. Pero se tomó un trabajo que nadie, en tanto tiempo, se había tomado. Le llevó 12 meses. Y no le resultó fácil. “Preguntar por un chico muerto es bastante incómodo”, dice. El primer paso fue recuperar la imagen revelada en los 90 en el Reino Unido: una montaña de cuerpos. Arriba, la de un soldado al que se le llega a ver el rostro (detrás de ellos, tres ingleses retratándose con su trofeo posterior a la batalla). El segundo paso fue comparar esa foto con el cuadro que cuelga en la sala principal del CECIM. Ahí están los 36 chicos del Regimiento 7 de La Plata que no volvieron de la guerra. García, remisero de profesión, archivista temático de Malvinas, empujado por una fuerza que no sabe de dónde le vino, juntó testimonios, papeles, fotos, encontró a testigos y cruzó datos, y un día se dio cuenta de que había tachado todos los retratos de los soldados, menos uno.

Mario Volpe, miembro de la comisión del centro, suma más argumentos: hay un testimonio de un cabo argentino –al que en su momento nadie le prestó la atención que merecía– y un trabajo de laboratorio de un organismo oficial que corroboran que la imagen del soldado rematado a sangre fría es, con una exactitud mayor al 90%, el mismo que quedó liberado de la tachadura durante la pesquisa de Javier García. Ésos son los datos más potentes de la denuncia que llegará, en primera instancia, a la justicia argentina en menos de 60 días. Aunque, por diversas razones, todavía no es posible divulgar el nombre de la víctima.

En el libro Al filo de la navaja (la historia no oficial de la Guerra de Malvinas), publicado en 2006, Hugh Bicheno, un historiador revisionista norteamericano de padres británicos, que trabajó para los servicios de inteligencia del Reino Unido, repasa la historia del fusilamiento. “Cuando la compañía A trasladaba a los enemigos muertos con ayuda de algunos prisioneros a una fosa común en la ladera norte de la colina, Sturge se apareció con un argentino herido, al que el sargento mayor Munro le había disparado en la pierna poco antes. ‘¿Qué hago con éste?’, preguntó Sturge. ‘Póngalo con los otros’, replicó Munro, y Sturge le pegó un tiro en la cabeza con una automática calibre 45 que había encontrado en el puesto de mando de Carrizo Salvadores. Los altos mandos de la compañía de apoyo estaban cerca y corrieron a desarmarlo. Cuando Mason le preguntó por qué lo había hecho, Sturge balbuceó que el soldado era un francotirador, por lo que es probable que su mente extenuada lo haya considerado una manera de vengar las muertes de Hope y Jenkins en Wing Forward. Cuando el primer libro de Bramley propagó la noticia, la ‘máquina rojo castaño’ (referencia a la boina utilizada por el regimiento de paracaidistas) cerró filas; la fatua investigación policial que excavó la fosa común y luego fue a la Argentina en busca de testigos llegó a la conclusión de que no había posibilidades de procesarlo con éxito. No las hubo desde un principio: cualquier abogado competente hubiera logrado que sobreseyeran a Sturge por responsabilidad disminuida. La verdadera pregunta es qué fue lo que disminuyó su responsabilidad, y la respuesta a esa pregunta es omniabarcadora”.

Las investigaciones del historiador militar y ex oficial de inteligencia Adrian Weale –autor de Muchacho de ojos verdes, publicado en 1996– y de Vincent Bramley, uno de los diez testigos del crimen –autor de Excursión al Infierno, que salió en 1992– ya habían relatado los hechos hasta el punto de reconstruir que el soldado del Regimiento 7 de La Plata, al darse cuenta de las intenciones de Sturge, buscando conmoverlo, agarró con su mano la cruz que colgaba de su cuello. Los dos expertos, sin embargo, suponían, equivocadamente, que el acribillado en la mañana del 12 de junio de 1982 bajo un cielo limpio y soleado pertenecía a la compañía C del Regimiento 7 de La Plata. Sus libros consiguieron, de todos modos, sacudir a la opinión pública de Gran Bretaña.

De Sturge se sabe que después de su arrebato fue llevado al comando donde estaban los altos oficiales. Se dice oficialmente que no volvió a participar de ninguna operación bélica. Y que, en Puerto Argentino, fue sometido a un proceso militar, aunque no se supo si recibió alguna penalización. Fue promovido dos veces antes de retirarse en 1994. Y ese mismo año la investigación oficial británica lo libró de responsabilidades.

En la foto que está pegada sobre una cartulina, enmarcada en un cuadro, en el local del Centro de Ex Combatientes de La Plata, al soldado asesinado a quemarropa por Sturge se lo ve serio, apagado pero con los ojos bien abiertos. Del pequeño retrato surge, además, un último dato: el uniforme le quedaba grande.

La feroz batalla de Monte Longdon

La batalla del Monte Longdon fue la más feroz de la guerra de las Malvinas. Dejó 29 bajas, 50 heridos y 121 prisioneros del lado argentino; y 23 muertes más 47 heridos del lado británico. A las ocho de la noche del 11 de junio, los ingleses infiltraron hombres del Regimiento de Paracaidistas cerca de las posiciones del Regimiento 7 de La Plata. A las 12 de la noche empezaron los ataques con fuerzas de artillería. A las 6 de la mañana, los argentinos recibieron la orden de replegarse hacia Wireless Ridge. Monte Longdon fue escenario de crímenes de guerra. El libro Green Eyed Boys, de Adrian Weale y Christian Jennings, denuncia que tres soldados heridos fueron rematados durante el combate. El cabo José Carrizo contó que aquella madrugada sintió que le pusieron la boca de un fusil en la espalda. Levantó los brazos en señal de rendición y un inglés le hizo un gesto con la mano como de que le iban a cortar el cuello. Luego de una corta ráfaga de ametralladora que le arrancó parte de la masa encefálica y un ojo, lo dieron por muerto y lo abandonaron.

http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=40251
 
QUE BRONCA!!!!ME ARDE LA SANGRE!!!!NUNCA HABIA VISTO ESTA FOTO. Malditos Britanicos!!!!Y para ese paracaidista espero que la Justicia Divina lo juzgue y lo envie al mas profundo y oscuro lugar del infierno donde su alma se queme por la eternidad...La pagaran tarde o temprano la pagaran por haber hecho estos actos de barbarie.
 

Leutnant

Colaborador
Colaborador
Realmente horrible, hace dos años había conseguido imágenes del hecho, y me dió mucha bronca.
La guerra no está exenta de crímenes, y mucho menos en manos de estos soldados imperiales. A nosotros nos fusilaron prisioneros de guerra, hoy en día matan a mujeres y niños en Irak y Afganistán, torturan, roban...
La peor lacra del planeta.

Saludos!!!
 

argie

Fernet Lover
Colaborador
Los que se retrataron detrás de la pila de cuerpos. No se si estará el asesino allí, pero se puede ver claramente el rostro del soldado asesinado.

 

walterparac

Forista Sancionado o Expulsado
Caballerosidad inglesa que le dicen.
Bien muertos estan los britanicos y los cipayos que trajeron, seguramente en algun momento se van a tener que meter en el toor ese numero de 255.
Ayer en la charla que dio el Coronel Castañeda, del RI7 dio una leccion extraordinaria de la batalla de Longdon, con mapas explicativos, y cuando le preguntaron si es verdad de los 23 muertos ingleses en el Longdon, se sonrio, y le conto esto: (algo asi)
El pertenecia a la compañia C del RI7, , despues del primer acercamiento britanico y el primer combate contra las posiciones de la compañia B, retrocedieron, pude llegar a esas posiciones en el monte Longdon, con la orden de contraatacar, contraatacamos, y tuvimos las primeras bajas en nuestra seccion, de 44 hombres, ellos creyeron que nos habian matado a todos, porque nos tiraron con todo lo que tenian, pero aun eramos muchos los que estabamos con la sangre caliente, ellos estaban a mas o menos 100 metros nuestros separados por unas piedras y algo asi como una pequeña altura, con esa idea volvieron, caminando, nosotros los esperamos con 2 mag con las bandas preparadas, con morteros, con todos los fal preparados, su orden fue, no hacer fuego hasta que el lo diga, recien cuando estuvieron mas o menos a 20 metros y avanzando a cuerpo gentil, eran mas o menos 200 hombres, dio la orden de fuego...... las mag quedaron rojas de tanto tirar, todos los soldados tirando con sus fusiles un mortero tirando tambien, con buena punteria, casi no los dejamos correr, y dijo el coronel, los VGM que estan presentes pueden decir lo que puede hacer el fuego de todas estas armas a un grupo de mas o menos 200 hombres, yo les puedo decir que no son 23, solo en este hecho fueron mas que los que dicen que hubo en toda la batalla del monte Longdon.
Ademas nos decia que mientras se acercaba a las posiciones de la B se encontraba con cuerpos de compatriota y de ingleses tambien, en un momento se encontro con un soldado argentino, herido muy mal, le puso la cabeza en los brazos y este soldado le dijo: MI SUBTENIENTE, MATE A DOS INGLESES, y murio, el coronel este se nota que es duro, pero se le llenaron los ojos de lagrimas, y termino diciendo:
Lo que este soldado me quiso decir es que cumplio con su juramento a la bandera, defenderla hasta perder la vida si es necesario, cumplio, como cumplieron todos los soldados argentinos que lucharon en Malvinas, este es el espiritu que reino en las islas durante los combates, ellos eran profesionales, pero los nuestros eran LEONES.
GLORIA Y HONOR A TODOS NUESTROS SOLDADOS.
FELIZ DIA DEL VETERANO DE GUERRA.
Si fueron 1000 o 10000 o 23 como mienten ellos, bien muertos estan hijos de ****.
VIVA LA PATRIA
WALTER RUBIES
G.A.AEROT 4
 
Portada del diario Crítica.

Creo que todos estamos de acuerdo con lo que expone Walter.
Lo que me parece muy mal, me parece que no era necesario, poner esa foto en la portada del diario, me parece una insensatez.
Hay miles de fotos publicables en primera plana, hubiera preferido una foto de VGM saludando a la bandera, una foto del cenotafio de aquí o de Darwin, no se, quizás estoy susceptible a ver uno de los horrores de la guerra en un día que deseo que sea del justo reconocimiento a los Veteranos que nos acompañan hoy y a los que custodian nuestras islas y nos esperan, como el soldado de la fotografía. Saludos
Hernán.
 

thunder

Veterano Guerra de Malvinas
Miembro del Staff
Moderador
Creo que todos estamos de acuerdo con lo que expone Walter.
Lo que me parece muy mal, me parece que no era necesario, poner esa foto en la portada del diario, me parece una insensatez.
Hay miles de fotos publicables en primera plana, hubiera preferido una foto de VGM saludando a la bandera, una foto del cenotafio de aquí o de Darwin, no se, quizás estoy susceptible a ver uno de los horrores de la guerra en un día que deseo que sea del justo reconocimiento a los Veteranos que nos acompañan hoy y a los que custodian nuestras islas y nos esperan, como el soldado de la fotografía. Saludos
Hernán.

Es cierto, es cruda.
Pero, es bueno ver la cara desnuda de la Guerra.
La verdadera Guerra no la de los números y la de la impersonalidad de una máquina contra otra.
Es bueno que el común de las personas vea lo que realmente pasamos y entiendan la verdadera naturaleza de los PIRATAS ingleses, moleste a quien le moleste su definición, y la realidad cruda de la Guerra.
Ingleses piratas que no dudaron en fusilar soldados, éste no es el único caso. En coleccionar orejas y otras boludeces por el estilo.
 
La verdad que la bronca me domina y prefiero no escribir lo que siento.
Lo único que espero es que este pirata *** pague muy caro el crimen que cometió.
La foto la conocía ya que tenía el libro "Viaje al infierno" de Vincent Bramley y ahí sale esta foto junto con muchas más de soldados caídos argentinos pero jamás imaginé que derivara en este crimen.
Espero se haga justicia y para el pirata Gary Sturge aparte de la justicia la vida le devuelva al 100% lo que hizo y su conciencia (si es que tiene) se lo recuerde permanentemente.
Un abrazo para todos.-
 
Por supuesto, tengo una calentura y la frecuencia cardiaca a 220…. El tema es, y si hago cagadas QUE ME SANCIONEN…
Hay un Gary Sturge, en le facebook, (caralibro), que vive en Londres y por lo que se ve tiene entre sus contactos a militares…
Hasta acá llegan mis conocimientos en face, a ver si alguno confirma que es ese, y le mandamos todos mensajes a el y sus contactos hasta que….
(Tengo un objetivo discreto, hasta que se suicide)
Oscar Eduardo Leone.
 

argie

Fernet Lover
Colaborador
Ingleses piratas que no dudaron en fusilar soldados, éste no es el único caso.

Monte Longdon fue escenario de crímenes de guerra. El libro Green Eyed Boys, de Adrian Weale y Christian Jennings, denuncia que tres soldados heridos fueron rematados durante el combate. El cabo José Carrizo contó que aquella madrugada sintió que le pusieron la boca de un fusil en la espalda. Levantó los brazos en señal de rendición y un inglés le hizo un gesto con la mano como de que le iban a cortar el cuello. Luego de una corta ráfaga de ametralladora que le arrancó parte de la masa encefálica y un ojo, lo dieron por muerto y lo abandonaron.
 


Esta es la cara del asesino, y lo que sigue es una nota de Clarin del 96...


Crimen sin castigo

"Lunático" para algunos compañeros de su propio regimiento, un "paria", para otros, el cabo Gary Sturge fue quien ejecutó a un prisionero de guerra argentino frente a la fosa común donde se apilaban otros muertos, en la batalla de Monte Longdon. El argentino cayó con el disparo de una pistola de industria nacional capturada en el bunker de un oficial argentino. Doce testigos coinciden en el relato; ocho de ellos se encontraban con el paria, el lunático de Sturge, junto a la fosa.

Cuando toma el teléfono su voz es grave, glacial. Detrás de la voz se escucha el parloteo de la televisión. "Yo no quiero hablar de los viejos tiempos -dice Sturge a Clarín-. Ni del viejo libro ni del nuevo libro, nada. Por mí, pueden escribir todos los libros que quieran. Lo único que quiero decirle es: buenas noches." Y corta la comunicación.

Sturge tampoco aceptó hablar con los autores del libro que lo denuncia, a partir de su propia decisión y su consulta con un abogado. De todos modos, leyó los manuscritos que lo inculpan, enviados por Adrian Weale a su domicilio. Dice el autor: "Sturge no negó ni desmintió la información".

Dos años atrás el cabo Sturge abandonó el ejército después de 22 años en la fuerza, y a pesar de haber recibido dos promociones después del incidente. El 13 de julio de 1994, luego de recibir el informe de la investigación policial, la procuradora de la Corona, Barbara Mills, decidió no procesar a ningún involucrado en el caso. En la actualidad, Sturge vive en el sudeste de Inglaterra y trabaja en una compañía de alarmas de seguridad y puertas electrónicas.

Los paracaidistas británicos nunca dieron precisiones sobre la índole de la corte marcial o la sanción que le cupo al cabo Sturge en las islas Malvinas tras el incidente. Algunos de sus propios compañeros creen que en rigor no hubo juicio alguno. Oficialmente no existe ningún registro de la ejecución en los documentos de los paracaidistas. Pero la "versión autorizada" de los hechos, aceptada por la policía británica, es que Sturge fue arrestado, acusado y tuvo un juicio sumario a cargo de sus comandantes en Puerto Argentino, al finalizar el conflicto. En términos jurídicos, un comandante militar tiene la capacidad de imponer la detención a un soldado, aplicar reprimendas y otros castigos. También puede desacreditar los cargos. El proceso equivale a una corte marcial y tiene la misma fuerza en lo que a la ley se refiere. Sturge no podrá ser juzgado dos veces por una misma causa.

El castigo que recibió Sturge por su acción es un misterio. Pero es sabido que fue enviado a Gran Bretaña en un barco aparte del resto de sus compañeros paracaidistas. De acuerdo con el libro "Muchachos de ojos verdes", David Collett, quien comandaba la compañía de Sturge y debería haber estado presente en el sumario, no cree que el juicio haya tenido lugar. Collett ha sugerido que fue fabricado para facilitar la investigación de la policía británica.
 
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