La noticia indica que toda la flota de los helicópteros de alerta temprana Kamov Ka-31 de la Marina Hindú se encuentran en tierra desde hace tres meses en la base aeronaval de Goa debido a desperfectos técnicos. Los mandos decidieron dejar en tierra los 9 ejemplares que comenzaron a entrar en servicio a finales del año 2004 a consecuencia de diversos problemas técnicos y defectos de construcción. La Marina Hindú no cuenta en la actualidad con la infraestructura necesaria para realizar las reparaciones o un mantenimiento mayor de los helicópteros, ni de los motores ó as cajas reductoras, lo que obligó a dejar las 9 unidades en tierra.
La Marina Hindú alega que todas las fallas sucedieron dentro del período de garantía de las aeronaves, pero la agencia de exportación rusa Rosoboronexport lo niega, y dice que dicha garantía venció en Octubre del 2005 y la misma no fue renovada por India. En consecuencia Rosoboronexport ya anunció que no se hará cargo de las reparaciones y si India necesita repuestos y reparar las aeronaves, deberá pagar por ello. Los Kamov Ka-31 operaban en el portaaviones INS Viraat, aunque su destino final era conformar un grupo de operaciones en el ex portaaviones ruso Admiral Gorshokov junto con los Mig 29K Fulcrum.
Esta noticia tiene dos aristas. Por un lado el eterno debate sobre la calidad de los sistema producidos por Rusia; hoy resulta incomprensible que no se respeten normas mínimas de calidad, diseño y fiabilidad de determinados componentes, y no se trata de un caso aislados ya que son 9 helicópteros –toda la flota- la que ha quedado en tierra tras un año y medio de uso operativo. Siendo para Rusia la venta de armas uno de sus principales ingresos, hoy ya es inadmisible que sucedan éstas cosas.
El otro punto es precisamente que esto suceda con India, el principal comprador de armas rusas, que invierte miles de millones de dólares al año, y que en un contrato de sólo 200 millones de dólares, Rosoboronexport no acepte una garantía también es muy poco lógico, mucho más cuando la segunda tanda de los Kamov fue entregada a fines del 2004 y a los 10 meses ya no acepte reclamos. Una locura. Si esto sucede con el mejor cliente, no quiero imaginar el trato que podría recibir un cliente circunstancial o no tradicional.
Aquí muchas veces se menciona que hay que ir a Rusia a comprar aeronaves. Yo lo pensaría entre tres y cuatro veces, ya conocemos lo que ha sucedido en Perú, en Yemen con los primeros Mig 29, nuestra experiencia con los Su-29AR y con esto que sucede en India. No son casos aislados, son una constante, la calidad y la logística rusa siguen siendo un punto muy débil y hasta determinante a la hora de evaluar una compra de aeronaves rusas.
La Marina Hindú alega que todas las fallas sucedieron dentro del período de garantía de las aeronaves, pero la agencia de exportación rusa Rosoboronexport lo niega, y dice que dicha garantía venció en Octubre del 2005 y la misma no fue renovada por India. En consecuencia Rosoboronexport ya anunció que no se hará cargo de las reparaciones y si India necesita repuestos y reparar las aeronaves, deberá pagar por ello. Los Kamov Ka-31 operaban en el portaaviones INS Viraat, aunque su destino final era conformar un grupo de operaciones en el ex portaaviones ruso Admiral Gorshokov junto con los Mig 29K Fulcrum.
Esta noticia tiene dos aristas. Por un lado el eterno debate sobre la calidad de los sistema producidos por Rusia; hoy resulta incomprensible que no se respeten normas mínimas de calidad, diseño y fiabilidad de determinados componentes, y no se trata de un caso aislados ya que son 9 helicópteros –toda la flota- la que ha quedado en tierra tras un año y medio de uso operativo. Siendo para Rusia la venta de armas uno de sus principales ingresos, hoy ya es inadmisible que sucedan éstas cosas.
El otro punto es precisamente que esto suceda con India, el principal comprador de armas rusas, que invierte miles de millones de dólares al año, y que en un contrato de sólo 200 millones de dólares, Rosoboronexport no acepte una garantía también es muy poco lógico, mucho más cuando la segunda tanda de los Kamov fue entregada a fines del 2004 y a los 10 meses ya no acepte reclamos. Una locura. Si esto sucede con el mejor cliente, no quiero imaginar el trato que podría recibir un cliente circunstancial o no tradicional.
Aquí muchas veces se menciona que hay que ir a Rusia a comprar aeronaves. Yo lo pensaría entre tres y cuatro veces, ya conocemos lo que ha sucedido en Perú, en Yemen con los primeros Mig 29, nuestra experiencia con los Su-29AR y con esto que sucede en India. No son casos aislados, son una constante, la calidad y la logística rusa siguen siendo un punto muy débil y hasta determinante a la hora de evaluar una compra de aeronaves rusas.