mmm... El plan de invasión de la Armada, que se llevó a cabo de forma impecable, jamás contempló hacerle la guerra a Gran Bretaña. Creo que sabés mejor que yo que el plan se terminaba después de desembarcar un batallón de infantería y un par de unidades más, y neutralizar al destacamento de los Royal Marines en base a una superioridad númerica abrumadora. Una operación militar de 24 horas, y luego la nada ¡Pensá que ni siquiera se había consultado a la Fuerza Aérea!
Lo que la Armada tenía planeado era la táctica, el "cómo". La cuestión de si proveerse de material británico o no para hacerlo es de una naturaleza estratégica de jerarquía superior a cualquier análisis técnico de una fuerza en particular para una operación específica, y AHI es donde existió la falla. Nuestras Fuerzas Armadas adolescieron, al menos durante gran parte del siglo XX, de un planeamiento estratégico PREVISOR, COHERENTE y CONJUNTO eficaz, y en Malvinas eso se pagó con sangre.
la campaña de Malvinas es el monumento argentino a la improvisación. Nunca fue una hipótesis de conflicto real, como sí fue por ejemplo en su momento una guerra por la Patagonia, donde hasta la red ferroviaria y de caminos fue en parte diseñada de forma tal que sea funcional a un eventual enfrentamiento bélico.
Saludos
Rob