IA-33 Pulqui II, la verdadera Flecha
El IAe-33 fue un avión de caza, pionero de las alas aflechadas, construido en el país a fines de la década del 40, que puso a la Argentina a la vanguardia de la tecnología aeronáutica mundial.
Como sabemos, la Alemania del III Reich, durante la Segunda Guerra Mundial, se destacó en varios campos con respecto a los Aliados. Uno de ellos fue sin duda la tecnología aeronáutica de punta. Mientras los Ingleses y norteamericanos no podían viabilizar sus proyectos jet para el combate, Alemania ya tenía en servicio 4 modelos de jet para su Fuerza Aérea. Asimismo, en los tableros de las diversas fábricas y con sus medios de ensayo, los ingenieros alemanes estudiaban ya las alas en flecha como elemento indispensable para romper la barrera del sonido. Y uno de esos proyectos fue el Ta 183, diseñado por el ingeniero Hans Multhopp a solicitud de Kurt Tank, jefe de diseño de la Compañía Focke Wulf, que a su vez produjo los mejores aviones de caza de que dispuso Alemania durante la última Gran Contienda.
Al finalizar ésta, y siendo Alemania derrotada, se produjo un éxodo masivo de científicos y técnicos, que fueron asimilados no sólo por los países vencedores, sino también por otros que no participaron de la guerra. Tal es el caso de Argentina.
En 1945, el entonces Ministro de Guerra Coronel Perón, había promovido a la Aviación Militar como fuerza independiente del Ejército, a través de la creación de la Secretaria de Aeronáutica. Al año siguiente, ya como Presidente de la Nación, reservó una parte de su famoso Primer Plan Quinquenal de Gobierno para el desarrollo aeronáutico civil, comercial y militar del país.
Luego de un intento fallido de desarrollar un jet ( por parte de Emile Dewoitine ), que fue el Pulqui I, desembarcó en nuestro país en el año 1947 el profesor Kurt Tank y alrededor de él un importante equipo de 60 técnicos alemanes, especialistas en diseño, construcciones, materiales, aerodinámica, cálculo matemático (recordemos que no existía la computadora!!), gases, estática, logística, modelos y turbinas.
En una de las reuniones, Perón le comunica a Tank la necesidad de desarrollar material aeronáutico para el País, por lo que Tank puso manos a la obra en la Fábrica Militar de Aviones, en Córdoba.
Se construyó un planeador de madera, para investigación, y finalmente en 1949 dos prototipos, a los que se le colocaron turbinas. Estos fueron utilizados en muchos tipos de pruebas, hasta que el segundo de ellos consiguió levantar vuelo hasta los cielos cordobeses y efectuar un vuelo de 28 minutos, el 16 de Junio de 1950, dando comienzo a una gran ilusión nacional. Este último resultó destruido durante un vuelo de pruebas debido a defectos de soldadura en la estructura del avión.
Es justo recordar que las alas en flecha eran una innovación revolucionaria y su tecnología estaba en experimentación en un reducido grupo de países, que guerra fría mediante, guardaban celosamente cada cual sus proyectos.
Otro tercer prototipo construido se accidentó también, perdiendo la vida en dicho accidente el piloto, Otto Behrens, amigo personal de Tank.
En 1953 se concluye el cuarto Pulqui II, y con él se podía haber puesto en marcha una pre-producción.
Pero por cuestiones de política económica se desvían enormes fondos para fabricar en Córdoba automóviles, pick-ups y utilitarios, quedando el proyecto retrasado.
Este prototipo estaba altamente mejorado. En sus vuelos de prueba alcanzó 1080 km/h, llegando a una altura de 13500 metros. Era una máquina excelente, y la primera en Sudamérica con tales prestaciones!!!
La Fuerza Aérea preparó una gira de exhibición mundial, para mostrar la máquina, mientras aquí se recibían misiones comerciales y militares de muchos países, entre ellos La URSS, EEUU y Egipto, quien envió un delegado con el dinero necesario para adquirir todos los Pulqui que hubiera...¡ y había sólo uno!
En 1955 la Fabrica Militar de Aviones, a pesar de no contar con tanto dinero como al principio, seguía adelante con el desarrollo del Pulqui II y de otro proyectos: el IA-35, el ala carguera IA-38 Naranjero, y el nuevo caza supersónico IA-37; además se preparaban los proyectos para el transporte de pasajeros IA-36 Cóndor y el caza birreactor IA-44, que Tank construyó años más tarde en la India como Hindustán HF-24 Marut, una vez que abandonó nuestro país.
La revolución del '55 produjo una fractura en la Fabrica Militar de Aviones, que tuvo consecuencias en el desarrollo del Pulqui II. Hacia 1956, el grupo de ingenieros alemanes que trabajaba en él decide emigrar a EEUU, quedando nuevamente detenido el proyecto. Para colmo, éste cuarto prototipo también resulta destruido en un accidente, salvándose milagrosamente su piloto.
Finalmente, durante el gobierno del Dr. Frondizi, sin los alemanes y a marcha muy lenta, se construyó el último Pulqui II conocido. Es el que hoy día podemos observar en el Museo Nacional de Aeronáutica en perfecto estado de conservación (Luego de la Restauración en el AMC)
Voló por primera vez el 18 de Septiembre de 1959. Luego de una docena de vuelos experimentales, el proyecto fue totalmente abandonado. El mundo donde intentó competir el IA-33 Pulqui II volaba ya a más de 2000 km/h.
Marcelo Scaminaci Russo
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