El Panhard En Malvinas

  • Tema iniciado 3-A-202
  • Fecha de inicio
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3-A-202

EL PANHARD EN MALVINAS

(por Armando S. Fenandez Revista Soldados)

Y ALLI ESTA. Desde hace un cuarto de siglo, su cañón de 90mm apunta hacia Gíreles Ridge, el ultimo lugar hacia el que disparo, cumpliendo ordenes de fuego. El viejo auto blindado Panhard, perteneciente al “3 de Fierro”, ya no es mas que un montón de chapa oxidada. Pero las marcas del combate lo ennoblecen todavía y el viento del Atlántico Sur sigue acunando su sueño.



El 19 de abril de 1982, desde las entrañas de un C-130 Hércules, salieron dos vehículos blindados Panhard. Eran los primeros vehículos de ese tipo que llegaban a Malvinas e iban al mando del entonces Subteniente Gustavo Adolfo Tamaño. En tres posteriores vuelos sucesivos se les uniría el subteniente Fernando Chércoles con otros seis vehículos más. Los azorados policemen de las islas, contemplaron, al igual que los pobladores, el paso de los blindados a ruedas por las calles de Puerto Argentino.
Estos vehículos, reforzados por elementos del Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 9, conformaron las secciones “cobra” y “Águila”. El 16 de abril, junto con a otros elementos de la Brigada de Xma Infantería Mecanizada, arribo a las islas el Escuadrón de Exploradores de Caballería Blindado 10, que mas tarde y a las ordene del entonces Capitán Rodrigo Soloaga combatirían bravamente al sur del Monte Longdon.
El Mayor Domingo Carullo fue puesto al frente del Escuadrón Blindado, que ocupaba la zona de Moody Brook. A partir del 1º de Mayo, el escuadrón fue sometido a ataques aéreos y navales Británicos. Las primeras bajas se experimentaron el 10 de junio, bajo el fuego de artillería enemiga. Allí resultaron heridos los soldados Gerardo Mancididor y Juan Carlos Costa. El 12 de junio, el escuadrón Panhard que ocupaba posiciones de combate al oeste de Puerto Argentino, fue duramente castigado por la artillería británica. En ese ataque fueron heridos el Subteniente Tamaño, el cabo primero Alegre y el soldado conscripto Iglesias. Los vehículos Argentinos se replegaron, pero retomaron el combate por la tarde y sus cañones rompieron fuego sobre la infantería inglesa que avanzaba. Una y otra vez se replegaron y otras tantas veces volvieron, para proteger a la infantería Argentina que se replegaba ante el embate ingles.
Bajo un infierno de lodo, proyectiles que caían y humo de pólvora, los Panhar combatieron hasta agotar sus municiones. El 14 de junio, rodando sobre un blanco manto de nieve que cubría el paisaje malvinero, el Escuadrón Panhard se desplegaba aprestándose a cubrir el repliegue del Batallón de Infantería de Marina 5 (BIM5), cuando llego la orden de cese del fuego.
Se detuvieron los motores, y sus tripulantes; los ya legendarios “boinas negras” se cuadraron y saludaron, junto a sus vehículos, cuyo blindaje estaban acribillados por las esquirlas de la artillería enemiga. La batalla había concluido y ellos, como otros tanto combatientes, habían dado lo mejor de sus desde sus puestos de combate.



DURANTE EL CONFLICTO​








TERMINADO EL CONFLICTO

















 

tanoarg

Miembro del Staff
Moderador
no solo excelente laburo, sino que buenas fotos!!!...
me siguen pareciendo muy limpios los bichitos...
un abrazo
 
Qué buenas fotos!!! Gracias... Repotenciado me parece una buena herramienta aún!!! Otra vez gracias por el aporte.

Abrazo...!
 

g lock

Colaborador
tanoarg dijo:
no solo excelente laburo, sino que buenas fotos!!!...
me siguen pareciendo muy limpios los bichitos...
un abrazo

Marce, amigazo!!
Es que los Tanquistas somos MUY PULCROS!!!...:yonofui:

Muy Bueno, Walter!!!

Abrazos
 

Accrochage

Colaborador
Colaborador
tanoarg dijo:
me siguen pareciendo muy limpios los bichitos...
Vos decis que no pasa el desafio de la blancura??????? :D

Por lo demas....impresionante informe...esta es la parte de la guerra que la gran mayoria desconocemos por habernos dedicado mucho tiempo a las cosas con alas ;)!

Saludos y gracias por compartirlo.
 
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Gente me alegro que les haya gustado ya estoy agregando un par de cosas mas.

g lock dijo:
Marce, amigazo!!
Es que los Tanquistas somos MUY PULCROS!!!...:yonofui:

Muy Bueno, Walter!!!

Abrazos

No hay caso Juan, no lo podemos convencer de que los Panhard entraron en combate en MLV... les dejo otros datos mas a ver si ahora lo puedo hacer cambiar de idea. :biggrinjester:
 

Procer

Colaborador
Tremendo inform che...no tenía idea, todos los detractores dicen que los Panhard fueron al pedo y que no hicieron nada de nada, esa es la idea que flota
 
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LOS VEHÍCULOS BLINDADOS EN LA GUERRA DE MALVINAS

* Por el Teniente Coronel VGM Gustavo Adolfo Tamaño



Durante el conflicto armado sostenido entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña, una pequeña fuerza blindada compuesta por doce vehículos blindados de exploración de rueda Panhard fue enviada a las Islas Malvinas.

1.Las autoametralladoras ligeras (AML) Panhard H90 F1.

Estos vehículos blindados ligeros dotados de ruedas, fueron adquiridos por el Ejército a principios de la década del '80 a la firma francesa Panhard et Levassor, diseñadora y constructora de una interesante familia de blindados de ruedas. Estos AML, eran del tipo 4x4, completamente protegidos por un blindaje ligero, y armados con un muy efectivo cañón de 90 mm de baja presión montado en una torre. Y dos ametralladoras calibre 7,62 mm. Estos vehículos carecían de medios de visión nocturna, u otros refinamientos como telémetros para la puntería.

2.Participación de los vehículos en la Campaña.

Un total de 12 AML Panhard fueron desplegados en Malvinas, pertenecientes a las unidades siguientes:

Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 181 (C 3) con Cuartel en Esquel - Pcia del Chubut - 8 AML
Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada 9 con Cuartel en Río Mayo - Pcia de Chubut - 2 AML
Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada 10 con Cuartel en La Tablada - Pcia de Buenos Aires - 2 AML

3.Seiscientos kilómetros a través de la Patagonia.

Los blindados pertenecientes a Esquel, conformaban dos secciones, una al mando del Subteniente de Caballería Gustavo Adolfo Tamaño con cuatro vehículos, y la otra, al mando del Subteniente de Caballería Fernando Pedro Chércoles, con cinco vehículos. El 5 de abril, ya avanzada la mañana, el Jefe de Destacamento recibió la orden de enviar ambas secciones a Comodoro Rivadavia. Inmediatamente convocó a ambos Jefes de Secciones, quienes iniciaron el alistamiento para no sólo enfrentar la larga marcha de 600 kilómetros en una sola jornada, sino que hicieron las previsiones para afrontar el operar en las Islas Malvinas, por un período de tiempo que no estaba precisado. A las 1900 hs de ese día, luego de ser despedida por toda la Bandera, Banda y la Unidad formada al completo, las dos secciones rompieron la marcha. Las órdenes recibidas eran simples y claras, arribar cuanto antes a Comodoro Rivadavia y quedar a órdenes del Comando de la IXna Brigada de Infantería. .

La marcha transcurrió a una velocidad bastante elevada para elementos blindados, tratando de mantener los 80 Km/h. Estos vehículos se caracterizan por su alta velocidad de desplazamiento por carretera, lo que sumado a lo breve de la columna, permitía desarrollar un elevado promedio de velocidad. Pronto la noche cayó rápidamente sobre los cerros. No había pasado mucho más de una hora, cuando la columna entró a Tecka, a unos 80 km de Esquel. Allí surgió nuestro primer problema mecánico. El mando eléctrico del embrague de un vehículo se negaba a responder. Luego de varios intentos, volvió a funcionar normalmente. Reiniciamos la marcha cubiertos por la noche. De allí en adelante debimos enfrentar el tramo mas difícil, sin pavimentar y con algunos vados, y curvas cerradas, que disminuyó la velocidad crucero. Más tarde, retomamos el asfalto, lo que nos permitió volver a nuestro veloz ritmo. Ya muy avanzada la noche, y vencidos por el cansancio, detuvimos la marcha en una estación del Automóvil Club Argentino. La prudencia aconsejaba detener la marcha, y evitar que la fatiga causara algún accidente. Su salón nos sirvió de improvisado y bien recibido lugar de descanso. Reabastecidos de combustible y descansados, volvimos a la ruta con el amanecer. Más una espesa niebla dificultó nuestra marcha, al punto tal que era imposible controlar la columna. A media mañana alcanzamos Colonia Sarmiento, siempre cubiertos por la niebla. Uno a uno surgían de la masa gris los AML. Mi vehículo les había sacado una apreciable ventaja, gracias al excelente conductor, que superó raudamente el último tramo de pendientes y curvas. En los trayectos dificultosos uno pronto puede diferenciar quienes saben extraer el rendimiento a los motores de los que no. Finalmente ocho vehículos se reagruparon, más uno faltaba. El noveno, llegó más tarde remolcado por el camión de auxilio. Una falla del sistema de lubricación había provocado la rotura de una biela y del cárter. Esta avería requería de un trabajo prolongado para su reparación, así como contar con los repuestos necesario. De contar con un motor de reemplazo hubiera estado nuevamente en servicio en cuestión de horas.

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Este vehículo ya no pasaría a las islas.​
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EL CUBRIR GRANDES DISTANCIAS, A UNA ALTA VELOCIDAD CRU-CERO, CON UN CORTO TIEMPO DE PREPARACIÓN, Y UN MÍNIMO APOYO LOGÍSTICO, FUE UNA MUESTRA DE LA CAPACIDAD DE MOVILIDAD ESTRATÉGICA QUE POSEEN LOS VEHÍCULOS BLINDADOS DOTADOS DE RUEDAS.​

El 6 de abril, poco después del mediodía, arribamos al asiento de paz del Comando de la IXna Brigada de Infantería, ubicada en pleno centro de Comodoro. Allí debimos esperar hasta el día 9 para disponer de bodega para iniciar el aerotransporte de los AML.


El cubrir grandes distancias, a una alta velocidad crucero, con un corto tiempo de preparación, y un mínimo apoyo logístico, es una muestra de la capacidad de movilidad estratégica que poseen los vehículos dotados de ruedas.

4.El vuelo de Icaro.

En la tarde del 9 de abril, al fin se dispuso de bodega para el transporte del primer grupo de vehículos. Cada vuelo de los aviones C-130 "Hércules" estaba habilitado para transportar dos vehículos en orden de combate. Esa tarde, a bordo de mi vehículo comando, y seguido por otros de mis AML, rodamos tranquilamente hacia el aeródromo de Comodoro. Allí, luego de una breve espera, enfilamos los dos vehículos hacia la rampa de carga de uno de los rechonchos "Hércules". Los cargamos con la proa hacia la nariz del avión, sin ningún problema. Cada vehículo fue sujetado por cadenas afirmadas al piso del avión. Las pequeñas dimensiones del AML, hacían que cupieran fácilmente, e incluso restaba lugar para un tercer AML. La razón de no cargar un vehículo más estaba dada por la longitud de la pista de Puerto Argentino, que limitaba el peso para no someter la aeronave y carga a un esfuerzo excesivo en la desaceleración.

El despegue y el aterrizaje fueron tan normales como el de cualquier aeronave, los vehículos bien sujetos no mostraron ningún movimiento alarmante. El vuelo transcurrió sereno. Cabe destacar que era nuestra primera experiencia en un aerotransporte. El desembarco fue una maniobra sencilla y rápida. Durante el carreteo de la aeronave hacia la plataforma de descarga, el Comandante autorizó la puesta de marcha de los vehículos y su desamarre, por lo que al bajar la rampa solo tardamos unos pocos minutos en dejarla libre.

La facilidad y sencillez con que se ejecutó esta operación de aerotransporte, sin una instrucción previa, fue una demostración de la flexibilidad que poseen este tipo de vehículos, lo que sin duda es una clara prueba de sus virtudes en el campo de la movilidad estratégica.


LA FACILIDAD Y SENCILLEZ CON QUE SE EJECUTO ESTA OPERACIÓN DE AEROTRANSPORTE, SIN UNA INSTRUCCIÓN PREVIA, FUE UNA DEMOSTRACIÓN DE LA FLEXIBILIDAD QUE POSEEN ESTE TIPO DE VEHÍCULOS, LO QUE SIN DUDA ES UNA CLARA PRUEBA DE SUS VIRTUDES EN EL CAMPO DE LA MOVILIDAD ESTRATÉGICA.

No me consta que con anterioridad, se hubiese ensayado y puesto en práctica el aerotransporte de vehículos blindados en orden de combate en nuestro país. Esta operación fue una clara prueba que a las unidades aerotransportadas se le puede incrementar notablemente su potencial con vehículos blindados dotados de una potencia de fuego como las de los AML, cuyo cañón de 90 mm constituye un poderoso elemento antitanque. Una unidad de paracaidistas, o aerotransportada, sin un apoyo antitanque adecuado, puede terminar diezmada ante la acción de elementos blindados. La historia tiene claros ejemplos de ello.


EL TRASLADAR VEHÍCULOS BLINDADOS EN AERONAVES, MAS PRECISAMENTE TANQUES, NO ES ALGO NUEVO. DURANTE LA II GM, LOS PROYECTISTAS ALEMANES, DISEÑARON Y PUSIERON A PUNTO UN GIGANTESCO PLANEADOR, EL MESSERSCHMITT ME 321, CAPAZ DE TRANSPORTAR UN TANQUE LIVIANO.​


El trasladar vehículos blindados en aeronaves, más precisamente tanques, no es algo nuevo. Durante la II GM, los proyectistas alemanes, diseñaron y pusieron a punto un gigantesco planeador, el Messerschmitt ME 321, capaz de transportar un tanque liviano. Su eficacia era tal, que se decidió construir una versión motorizada, el ME 323, que pasó a ser uno de los más eficaces transportes.

De hecho los AML fueron los únicos vehículos blindados que participaron en la defensa de las islas, ya que sus característica de movilidad estratégica‚ le permitieron desplazarse por aire, eludiendo cualquier intento de bloqueo naval. Un intento de transportar tanques SK-105, se vio frustrado por el efectivo bloqueo impuesto por la marina británica.

Cabe mencionar, que el 2 de abril, participaron los medios blindados anfibios de la Armada Argentina, constituidos por LVPT-7, que jugaron un gran papel en esa acción. Terminadas estas fueron reembarcados.

5.Puerto Argentino.

El atardecer del 9 de abril, fue testigo de la llegada de los dos primeros AML a Puerto Argentino. Enfilamos hacia un grupo de viviendas en construcción donde nos alojamos por esa noche. A la mañana siguiente, mientras arribaban los vehículos restantes, nos presentamos al Puesto Comando de la IXna Brigada de Infantería, donde nos asignaron un edificio escolar para alojar el personal de ambas secciones. Rápidamente lo acondicionamos, restableciendo el servicio de agua corriente, e incluso logramos obtener varios calefactores eléctricos que nos serían muy útiles en las frías noches que vendrían pronto. El edificio estaba completo, con ventanas de vidrios dobles, y un notable aislamiento térmico, asimismo contaba con todas las instalaciones sanitarias, excepto agua caliente. Para el racionamiento, contábamos con el comedor del Comando de Brigada, instalado en lo que había sido el cuartel de los Royal Marines. Allí también gozábamos de excelentes duchas con agua caliente. La posibilidades de gozar de buena, abundante y variada comida caliente, alojamiento adecuado y un baño periódicamente, constituyen una contribución fundamental al sostén de la moral de las tropas, expuestas al riguroso clima malvinense.


LAS POSIBILIDADES DE GOZAR DE BUENA, ABUNDANTE Y VARIADA COMIDA CALIENTE, ALOJAMIENTO ADECUADO Y UN BAÑO PERIÓDICO, CONSTITUÍAN UNA CONTRIBUCIÓN FUNDAMENTAL AL SOSTEN DE LA MORAL DE LAS TROPAS, EXPUESTAS AL RIGUROSO CLIMA MALVINENSE.

Los días siguientes fueron empleados para efectuar reconocimientos del terreno. Rápidamente advertimos, que el suelo insular era de una superficie poco apta para los vehículos de rueda. El suelo estaba constituido por un colchón de vegetación, que descansaba sobre un suelo turboso sumamente blando. El desplazamiento de las ruedas de los vehículos, causaba un efecto similar al de moverse sobre un blando colchón, en este caso vegetal. Mientras el tejido vegetal soportaba el peso de las ruedas, el desplazamiento era posible, pero si este se desgarraba, el vehículo quedaba irremediablemente atascado. Esto ocurría frecuentemente, ya porque al acelerar o girar el vehículo las ruedas desgarraban el colchón vegetal, ya porque este era demasiado débil, o bien porque el paso del primer vehículo lo debilitaba, y el segundo o tercero terminaba apoyado en el blando fango. Cuando este colchón vegetal se quebraba, generalmente el vehículo terminaba con su vientre apoyado sobre el piso. Tan poco firme era la turba, que en una oportunidad, al usar una plancha metálica de casi dos metros de longitud para desatascar un vehículo, esta se hundió en su totalidad sin encontrar firme. Intentos de trepar por las laderas de los cerros circundantes terminaron también en empantanamientos. Ante tal situación, arribamos a la conclusión que nuestra movilidad táctica se vería seriamente comprometida, al punto tal de estar prácticamente limitados a desplazarnos por los pocos caminos y huellas existentes. Fue así, que cuando expuse ante el Comandante de Brigada

NUESTRA MOVILIDAD TÁCTICA SE VERÍA SERIAMENTE COMPROMETIDA, AL PUNTO TAL DE ESTAR PRÁCTICAMENTE LIMITADOS A DESPLAZARNOS POR LOS POCOS CAMINOS Y HUELLAS EXISTENTES.

continua....​
 
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las capacidades y limitaciones de los AML. Señalé claramente esta incapacidad de desplazarse fuera de los caminos. En esa oportunidad recomendé‚ que se enviaran vehículos dotados de orugas, en particular el tanque liviano SK-105 y el M-113. Cuando uno de los jefes me interrogó sino seria mejor traer los tanques medianos TAM, de concepción mucho más moderna, le mencioné‚ las siguientes ventajas del pequeño y liviano tanque austriaco. La primera de ellas, era que el SK-105 ejerce una presión sobre el suelo bastante menor al TAM, y eso era un factor fundamental (el SK-105 ejerce unos 0,68 kg/cm² contra 0,77 kg/cm² del TAM). El segundo era que el SK-105 pesa 18 ton contra las 30 ton del TAM, y esto era algo fundamental, pues se podía no solo transportar un mayor número de SK-105, sino que también a la hora de desatascar uno de ellos la cosa era bien distinta, a lo que debemos agregar que teníamos vehículos recuperadores de la familia SK, pero no de la TAM. Otra razón importantísima, era que los SK-105 estaban provistos de sistemas de visión nocturna y los TAM no, y por lo menos en mi caso, el problema del combate nocturno era problema fundamental. Los hechos luego me darían la razón. Un factor de no menor peso, era que el SK-105 tenia dimensiones más pequeñas, habiendo a sido diseñado para operaciones de montaña de carácter defensivo, mientras que el TAM poseía dimensiones mucho mayores, siendo su diseño para operaciones de llanura de carácter ofensivo. Esto hacía que el SK-105 se pudiera maniobrar y enmascarar ventajosamente en comparación del TAM. Por último otro aspecto nada desdeñable, el consumo de combustible del SK-105 era muy inferior al del TAM, y en una situación como la que viviríamos en Malvinas, donde el bloqueo haría escasear los efectos, y se carecía de transporte, los tonelajes a mover pasaban a tener un peso decisivo. Indudablemente el SK-105 era el medio blindado dado más apto de nuestro arsenal de tanques, máxime si tenemos en cuenta que su rival más probable serían los ALVIS "Scorpion", armados con un cañón de 76 mm de baja velocidad inicial. No eran rivales para el pequeño pero potente SK-105, excepto en el tema de la movilidad, ya que el "Scorpion" ejercía una presión sobre el suelo de solo 0,45 kg/cm². En cuanto al M-113, es harto conocida su versatilidad, no solo nos hubiese permitido mover tropas bajo su protección blindada, sino también remolcar armas, transportar cargas, evacuar heridos, explorar, etc.

Convencido de la utilidad de estos vehículos, el Comandante militar solicitó su envío, más nunca llegaron por los efectos del bloqueo naval británico. La ventaja que otorgaba la gran movilidad estratégico‚ de los vehículos de ruedas, fue anulada por la falta de aptitud para desplazarse en un terreno extremo como el que presentaba las Islas Malvinas.


LA VENTAJA QUE OTORGABA LA GRAN MOVILIDAD ESTRATÉGICA DE LOS VEHÍCULOS DE RUEDAS, FUE ANULADA POR LA FALTA DE AP- TITUD PARA DESPLAZARSE EN UN TERRENO EXTREMO COMO EL QUE PRESENTABA LAS ISLAS MALVINAS.


6.Velando las armas.

Dice un viejo refrán: "quien espera, desespera". Nada más sintético para reflejar el estado de ánimo que se va apoderando de aquellos hombres que aguardan a un enemigo que parece no llegar. A eso se suma las permanentes noticias que hablan de una solución pacifica, que luego es aventada por nuevos vientos de guerra. No hay nada peor que el rumor, ese ácido que corroe el espíritu de los hombres. El ocio, las horas interminables de la vigilia, son otros de los ácidos que carcomen el temple del guerrero. La preparación mental, el mantener al personal informado y las actividades de mantenimiento de la moral son los remedios eficaces para estos males.


NO HAY NADA PEOR QUE EL RUMOR, ESE ÁCIDO QUE CORROE EL ESPÍRITU DE LOS HOMBRES. EL OCIO, LAS HORAS INTERMINABLES DE LA VIGILIA, SON OTROS DE LOS ÁCIDOS QUE CARCOMEN EL TEMPLE DEL GUERRERO.


En nuestro caso en particular, se puso especial‚ énfasis en dar al personal la mayor comodidad posible, sobre todo cuando debe operarse en un clima riguroso como el de Malvinas. Otro aspecto importante fue el de continuar con las actividades de instrucción y mantenimiento, lo cual evitaba el ocio pernicioso. El tercer elemento fue la organización de actividades recreativas, tanto deportivas, como juegos de salón. Diariamente enviábamos un vehículo con su tripulación para despachar el correo, y a su vez efectuar un paseo por la ciudad. Estas medidas, más la iniciativa desplegada por los suboficiales, en busca de mejorar las condiciones de nuestra vida en campaña, nos permitió sortear la espera sin contratiempos, y a su vez completar la instrucción de las tripulaciones.

7.El ataque.

La calma de amanecer del 1ro de Mayo fue quebrada por los estallidos de las bombas de un solitario Vulcan que intenta sin éxito destruir la pista de aterrizaje. Poco más tarde los Harrier inician un violento ataque sobre el mismo objetivo, recibiendo una violenta respuesta de la defensa antiaérea. El bello amanecer se cubre de trazantes y explosiones. Así se inicia la primera acción en las Islas. Desde ese día nos veríamos sometidos a una muy dura prueba, la de resistir los diarios bombardeos navales y aéreos, y sumado a eso, una creciente sensación de aislamiento e impotencia. Aislamiento, debido a que los británicos habían logrado un efectivo bloqueo naval, y solo nos quedaba el transporte aéreo, cada vez más limitado por la acción aérea enemiga. Impotencia, por tener que soportar el bombardeo naval nocturno sin poder devolver el golpe.

Esta dura prueba la pudimos superar por ese espíritu de cuerpo que tan bien se desarrolla en las unidades blindadas, donde cada tanque o vehículo blindado es un equipo en el que la supervivencia de uno depende del otro. Este aspecto fue siempre bien conocido y explotado por los alemanes, hasta el punto que influya en la distribución de la tripulación de sus aviones bombarderos. El hombre aislado tiene menor capacidad de resistencia a las vicisitudes del combate.


ESTA DURA PRUEBA LA PUDIMOS SUPERAR POR ESE ESPÍRITU DE CUERPO QUE TAN BIEN SE DESARROLLA EN LAS UNIDADES BLINDADAS, DONDE CADA TANQUE O VEHÍCULO BLINDADO ES UN EQUIPO, EN EL QUE LA SUPERVIVENCIA DE UNO DEPENDE DEL OTRO.

En nuestra función de reserva, permanecimos en la zona de Moody Brooke durante todo ese tiempo, a excepción de cuatro vehículos, que en grupos de dos se asignaron a dos unidades de infantería. Estos regimientos solicitaron el apoyo de los AML, dado que defendía las costas, y querían contar con cañón capaz de batir los medios de desembarco. Si bien contaban con cañones sin retroceso de 105 mm, no confiaban en ellos, pues la gran humedad afectaba su funcionamiento.

Durante todo el resto del tiempo, nos vimos obligados en nuestro rol de reserva, esperar acontecimientos. Así desfilaron frente a nosotros los hechos, que se empezaron a precipitar rápidamente una vez acontecido en desembarco en San Carlos. Ávidos de noticias, con la radio BLU de mi vehículo comando, noche a noche seguía los sucesos por medio de la edición en español de la BBC de Londres. El relato y entonación jamás perdían una sobriedad que parecía garantizar una permanente objetividad. Es más, los hechos demostraron, que la BBC al menos en la mayor parte de sus contenidos mantuvo una veracidad digna de elogio. Estos flemáticos noticieros, contrastaban con los sensacionalistas y poco confiables informes provenientes de radioemisoras uruguayas, que parecían relatar más un encuentro futbolístico que una guerra. Las informaciones proveniente de las radios argentinas sufrieron un serio revés, al escuchar en una de ellas un parte del Estado Mayor Conjunto en el que se aseguraba que nuestros vehículos se encontraban atacando la cabeza de playa de San Carlos. A partir de ese momento sabíamos que las informaciones propias habían sucumbido a la tentación de la propaganda de guerra. Este error no era una exclusividad argentina, ya que en sobran ejemplos de informaciones inexactas o deliberadamente urdidas en la II GM.

Nuestro "esperar acontecimientos", se vio quebrado una noche, cuando se requirió la presencia de una de nuestras secciones para un probable ataque helitransportado que no aconteció.

8.El final.

El inevitable desenlace se acercaba. Pese a los heroicos y efectivos ataques de la Fuerza Aérea y la Aviación Naval que produjeron durísimas pérdidas a la flota británica, el avance de sus fuerzas continuaba. El desastre de Bahía Agradable (o Fitz Roy), que alguna fuente británica caratuló como el "día más negro de la flota", frustró la maniobra británica concebida para acortar el conflicto.

Algunos analistas militares, lamentan que la gran victoria de la aviación argentina no se hubiese explotado oportunamente por las fuerzas terrestres. Quizás aquí se perdió la oportunidad de asestar a los atacantes un golpe que desarticulase su ataque a Puerto Argentino. No es el propósito de este artículo analizar este hecho, pero de hecho ha quedado cierta sensación de que tal vez se dejó pasar una buena oportunidad.

Los británicos se recuperaron de las duras pérdidas sufridas, sin ser amenazados por las tropas de tierra, y así pudieron perseverar en su ofensiva. Para la primera semana de junio la situación se acercaba a su final. El 12 de junio, nuestra Zona de Reserva quedó expuesta a la observación y tiro de la artillería de campaña británica, lo que llevó al Comando a decidir nuestro repliegue a un lugar menos expuesto. El Comando decidió enviarnos a las proximidades del Hipódromo de Puerto Argentino, un sitio que nos dejaba igualmente expuesto a la observación y tiro. Pese a solicitar que se reconsiderara la orden, esta se mantuvo, y el resultado fue que a los pocos minutos de emplazar allí las secciones, se desatase sobre nuestros vehículos un nutrido fuego de artillería. Tan sorpresivo como preciso fueron los cañones británico, que nos sorprendió desmontados. Afortunadamente, el blando suelo, hacía que los proyectiles detonasen una vez que se habían hundido tan profundamente, que la proyección de esquirlas quedaba prácticamente neutralizada. Pero la fortuna cambió súbitamente cuando uno de ellos dio contra un depósito de gas licuado, haciéndolo estallar en una gigantesca llamarada. Los fragmentos perforaron las frágiles paredes de la construcción que nos cubría e hirieron a mi tripulación, que agazapados detrás de un pequeño cobertizo, esperábamos la oportunidad de alcanzar la seguridad del vehículo blindado.

Me tocó recibir la peor parte, mi brazo derecho fue fracturado y desgarrado, de tal modo que quedó inutilizado. El izquierdo también encajó una esquirla que quedó detenida por el radio. La pierna izquierda sangraba abundantemente traspasada de lado a lado.


EL SER HERIDO, Y QUEDAR INCAPACITADO, PRODUCE SOBRE EL QUE LAS SUFRE, UNA SENSACIÓN DE DESAMPARO E INDEFENSIÓN, YA QUE NO PUEDE VALERSE MAS POR SI MISMO. A SU VEZ LA ORGANIZACIÓN SE VE AFECTADA, NO SOLO POR SU PERDIDA, SINO TAMBIÉN POR LA DE LOS HOMBRES QUE LO AUXILIAN.


Los otros dos miembros de la tripulación afortunadamente recibieron solo leves heridas. En medio del fuego de artillería, vino en auxilio uno de mis hombres, desdeñando peligros y consecuencias me llevó hacia una alambrada que debimos cruzar en medio de esa zarabanda de fuego. El ser herido, y quedar incapacitado, produce sobre el que las sufre, una sensación de desamparo e indefensión, ya que no puede valerse más por sí mismo. A su vez la organización se ve afectada, no solo por su perdida, sino también por la de los hombres que lo auxilian.

Son las situaciones límites, como esta, las que permiten ponderar el calibre de los hombres que a uno lo rodean.

SON LAS SITUACIONES LIMITES, COMO ESTA, LAS QUE PERMITEN PONDERAR EL CALIBRE DE LOS HOMBRES QUE A UNO LO RODEAN.


9.Rumbo a casa.

Ya en el hospital, fui prontamente atendido. Recostado en una camilla, rodeado de heridos, sufriendo el dolor y con un fondo de las descargas de artillería, acudían a mi espíritu un doble sentimiento de alivio y preocupación.

Alivio porque haber salido de la lucha como consecuencia de serias heridas. Atrás quedaban las penurias de la guerra, más se iniciaba otra, de carácter personal, para vencer las secuelas del daño recibido.

Preocupación, por mi gente, que había quedado sin su jefe, en un momento tan crítico y necesario. Mis pensamientos se esfumaron bajo el efecto de los anestésicos‚ en la sala de operaciones.

Las imágenes que pude ver en ese hospital de campaña no eran nada agradables, el fantasma de la mutilación es muchas veces más fuerte que la muerte misma.


LAS IMÁGENES QUE PUDE VER EN ESE HOSPITAL DE CAMPAÑA NO ERAN NADA AGRADABLES, EL FANTASMA DE LA MUTILACIÓN ES MU- CHAS VECES MAS FUERTE QUE LA MUERTE MISMA.


Horas más tarde dejaba las islas en un uno de los últimos vuelos furtivos que ejecutaron los cuatrimotores Hércules. Dos días más tarde, la Guarnición rendía la plaza ante la insostenible situación. La campaña llegaba así a su fin.


*Con el grado de Subteniente se desempeñó como Jefe de un Sección de Exploración del Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 181, que guarnecía en Esquel el que había destacado dos secciones a Malvinas luego del 2 de abril. Fue condecorado por el Ejército con la Medalla al Herido en Combate, actualmente es socio Activo de nuestra entidad.
 

g lock

Colaborador
3-A-202 dijo:
No hay caso Juan, no lo podemos convencer de que los Panhard entraron en combate en MLV... les dejo otros datos mas a ver si ahora lo puedo hacer cambiar de idea. :biggrinjester:

Un Encargado de mi Escuadrón, fué a Malvinas con los Panhard cuando era Cabo 1ro, y si bin no hablaba mucho del tema, me dijo que iban y venían sólo por los caminos, ya que salirse de los mismos era encajarse hasta el eje.Que tiraron bastante, pero que la artilleria naval los seguía constantemente (Observadores Adelantados e las alturas dominantes). No soy quien para contradecirlo...
Un abrazo
 

Gerardo AML90

Veterano Guerra de Malvinas
Hola a todos, soy nuevo en el foro y veo con agrado que le dedicaron un buen momento al Escuadrón Panhard al cual tuve el honor de pertenecer a las ordenes del Sub teniente Tamaño, hoy Coronel en actividad.
Solo les voy a corregir una cosa, los primeros Panhard llegamos el día 9 de abril de 1982 y no el 19 como está expuesto al inicio del post, si bien esta aclarado en el informe del Coronel Tamaño que está en el mensaje N° 11, igualmente lo aclaro porque el informe es tan completo y lleno de detalles que es difícil repara en uno solo.

Como les dije los primeros Panhard llegamos el día 9 y yo llegué en uno de esos dos vehículos junto al Sub Teniente Tamaño, el Cabo 1° Alegre, el S/C 63 Iglesias Diego, el Cabo Montero Cesar, el S/C 62 Acosta Juan y yo, S/C 63 Mancisidor Gerardo.

Les voy a dejar el relato de dos compañeros y el mío sobre algunas vivencias y si puedo o encuentro la forma voy a colocar un par de fotos de la partida de Esquel y la llegada a Esquel porque las pocas fotos que existen de nuestra estadía en Malvinas ya están en el foro.


Últimos días en Malvinas – Cabo Conductor Motor Vilte Miguel (Hoy Sub Oficial Principal en actividad)

La sección, al no poseer un pelotón de abastecimiento de efectos clase 1, dependía de las cocinas de campaña de otras Unidades que se encontraban próximas y fueron varias las veces que por los bombardeos quedábamos sin racionar.

Nuestra posición se encontraba en la cresta del cordón rocoso de Sapper Hill, el ángulo muerto ofrecía una buena cubierta, los Panhard estaban desplegados en la semipendiente, lo que se nos ocurrió fue dejarlos durante el día en esa posición, y durante la noche acercarlos a las rocas, pues los aviones de reconocimiento inglés al fotografiarlos y luego procesar las fotos le pasarían las posiciones a los buques y ellos se encargarían de bombardearnos durante las noches, pero nosotros al cambiar de posición los VVCC(vehículos de combate) no darían en el blanco. Cuando el tiro de la artillería naval era corto, el proyectil hacía impacto en la cresta de las rocas y se escuchaba las esquirlas o pedazos de rocas en el techo de nuestra posición, y si el disparo era largo los proyectiles sobrepasaban las rocas e impactaban a 150 o 200 metros de nosotros y así en mas o en menos los Panhard siempre fueron buscados pero difícilmente alcanzados.

Durante la mañana del 10 de Junio, la sección soportaba el intenso fuego de la artillería de campaña inglesa, en donde resulta herido en la frente por esquirla, el Sold C/63 GERARDO MANSICIDOR y en el talón del pie izquierdo, el Sold C/62, JUAN CARLOS ACOSTA. El día 11 de junio, la sección se traslada a tomar posición en los alrededores de Puerto Argentino.

El día 12 de junio recibimos la orden de tomar posición cerca de un hipódromo, sin cubierta contra las vistas y el fuego. En el momento que el Jefe de sección Subt GUSTAVO TAMAÑO y su tripulación echan pie a tierra, me acerco para recibir órdenes. En ese instante escucho el silbido ensordecedor de un proyectil de artillería inglesa. Solo atinamos a cubrirnos los oídos y flexionarnos, sin darnos tiempo a tirarnos cuerpo a tierra.
Se escucho la explosión a escasos metros, al mismo tiempo que el Sold C/63 DIEGO IGLESIAS expresa: "Mi cabo, estoy herido". Inmediatamente observo al Jefe de sección que se encontraba más próximo, en posición de rodilla a tierra con sus brazos y piernas ensangrentadas, procedo a levantar al Sub TAMAÑO y tomando de la cintura al Soldado IGLESIAS, inicio un movimiento para tomar otra cubierta (este cambio de posición fue interminable, sentía miedo, fatiga, el dolor de mis camaradas, y a todo esto se sumaba el suelo escarchado y húmedo que me impedía la estabilidad al correr).
La zona era batida por la artillería enemiga. No recuerdo el tiempo transcurrido, cuando me encuentro con el Cabo Primero COSME BARRIOS y el Subt FERNANDO CHÉRCOLES, quienes me ayudan en el traslado de los heridos al Hospital de Puerto Argentino. En un momento de reacción vuelvo al lugar en donde estaban los VVCC, y al tomar posición veo al Cabo Primero RAÚL ALEGRE, que a la distancia me señala sus piernas. Atónito y a la carrera me dirijo al lugar donde se encontraba y verifico que una de sus piernas había sido alcanzada por esquirlas. Nuevamente procedo a ayudarlo para llegar al Hospital. En el cese de fuego, el personal ileso a órdenes del Subt CHÉRCOLES, recuperamos los VVCC y observamos los impactos de las esquirlas en el blindaje y otros en los neumáticos. La sección se reorganiza y se alista para cumplir otra misión que a partir de ese día hasta el 14 de junio, los Panhard intervienen manteniendo un verdadero duelo con la artillería inglesa. Esto acontecía debido a que los VVCC se emplazaban e iniciaban un nutrido fuego de apoyo a las tropas con los cañones, siendo objeto de la rápida y fuerte respuesta de la artillería británica, una y otra vez se replegaron entre el fuego inglés, siendo testigo de ello los impactos en los VVCC.

También teníamos al hombre barbudo y melenudo vestido de azul que sabía estar en los postes de electricidad fingiendo ser un empleado eléctrico, mas era el entregador de nuestras posiciones. Así lo corroboraron algunos compañeros en nuestro encuentro, yo lo vi varias veces a ese hombre pero nunca pensé, que al día de la rendición estaría vestido de verde mimetizado con uniforme inglés y boina indicando cuando nos desplazábamos prisioneros rumbo al aeropuerto.

Cuando estábamos desplegados para el tiro, ese hombre de mameluco azul se encontraba cerca y el Sub Teniente Chércoles con toda la ira sacó su pistola y gritando al barbudo te voy a matar mientras corría tras él.
El Mayor Carullo gritaba que lo paren al Subt Chércoles y no le permitió detenerlo o algo peor.

En la mañana del 14 de junio la sección entra en posición cerca del hipódromo, zona limitada para el despliegue de los VVCC y abre fuego sobre las alturas de Moody Brook que estaban ocupadas por tropas inglesas e inmediatamente se comienza a recibir intenso fuego de artillería que desde las alturas observaba las posiciones de los Panhard. El jefe de sección Subt CHÉRCOLES ordena el repliegue y comprobamos que los caminos para esta maniobra eran batidos por el fuego inglés. Las explosiones cerca hacen temblar al VC y partículas de barro y raíces se adhieren a los episcopios, reduciendo la visibilidad del conductor, identificando la silueta borrosa de los otros VVCC. Las tripulaciones en orden de combate (escotillas cerradas), alientan a los conductores para sortear los obstáculos que los kelpers habían colocado en los caminos, logrando la sección con mucha dificultad salir de la zona batida. Al mediodía, la sección recibe la última misión de ocupar las alturas al sudoeste de Puerto Argentino para apoyar con el fuego de los Panhard el repliegue del BIM 5. Luego los VVCC volvieron a emplazarse dentro de Puerto Argentino.

Cuando empezamos a tirar, inmediatamente fuimos respondidos por la artillería inglesa, ocurrió en ese momento que escuché muy cerca las explosiones de los ingleses y por radio decir que tenemos que salir pues estábamos recibiendo fuego, creo que algunos ya intentaban salir de la zona , pero yo no podía ver debido al propio tiro de mi cañón que me tiraba basura a mis episcopios de la escotilla, solo escuchaba al Cabo Castillo que me decía por radio que me avisaría cuando tenía que salir, porque los otros estaban tirando todavía y a la vez estábamos recibiendo fuego, en el momento de salir se escuchó por radio la voz de alguien que pedía la cabeza del que había ordenado el repliegue , pero como los disparos ingleses caían demasiado cerca, ordenó seguir el repliegue. Éramos varios los VVCC que nos encontrábamos en esa oportunidad, fueron muchos los disparos que les caían a los ingleses los cuales frenaban su avance y así las propias tropas podían desaferrarse.


El Sub Oficial Mayor Zalazar (Sargento Primero en 1982) comenta que habían tomado el tanque del Sub Teniente Tamaño, junto con el Sargento Primero Álvarez como Conductor ya que la tripulación del Sub Teniente Tamaño estaban heridos y fuera de combate.
La respuesta de los ingleses era rápida y algunos seguían tirando , era un ir y venir de disparos, en algún momento yo sentía que mi tanque se movía por las explosiones que impactaban muy cerca de nosotros, cuando me toco salir de la zona , yo solo veía borrosamente los otros VVCC y trataba de seguirlos pero por momentos se detenían y yo por instrucción sabía que no tenía que pegarme al vehículo de adelante pues sería blanco fácil, con un solo disparo podrían dejar a dos VVCC fuera de combate, en un momento me encontré con una especie de tranquera que la pase por arriba ya que los mismos huellones de los VVCC anteriores me llevaban para cualquier lado sin tener dominio en el volante para la dirección de las ruedas, además los kelpers habían bloqueados las pocas vías de escape y se tornó difícil salir de la zona batida.

Conclusiones: desde el inicio de la campaña se llamó reserva blindada del Dest Expl C Bl 181- Esc. Panhard. Las secciones estuvieron desplegadas en la defensa de Puerto Argentino, desde el 09 de abril hasta el cese de fuego 14 de junio (68 días) y bajo fuego enemigo desde el 01 de mayo hasta el 14 de junio (45 días). La sección quedó prisionera en el aeropuerto desde el 14 al 19 de junio. El Sarg 1ro Mec Mot MIGUEL ALVAREZ permaneció prisionero entre Darwin y San Carlos hasta el 15 de julio. La sección tuvo cinco heridos en combate: J sec. Subt GUSTAVO TAMAÑO - Cabo 1ro Cond Mot RAÚL ALEGRE - Jefe de tanque Sold C/62 JUAN CARLOS ACOSTA - Apuntador de Cañón de 90 mm Sold C/63 GERARDO MANCISIDOR - Apuntador de Cañón de 90 mm Sold C/63 DIEGO IGLESIAS.

Ex combatiente Sub Oficial Principal Miguel Vilte (Cabo conductor en 1982), de Tanques Panhard del Destacamento de Exploraciones de Caballería Blindada 181 C3 Coraceros Gral. Pacheco – Esquel.
 

Gerardo AML90

Veterano Guerra de Malvinas
Últimos días en Malvinas – Ex combatiente C/63 Delgado Manuel


El ex combatiente Manuel Delgado me permitió escribir y trascribir algunas de sus vivencias para este informe, por lo cual le estoy muy agradecido. Quien suscribe, Mancisidor Gerardo

En el mes de junio de 2008 por primera vez y después de 26 años, nos sentamos solos frente a frente con Manuel Delgado quien fuera mi compañero de carpa en el campito durante los primeros días de instrucción militar y que fue a Malvinas junto con migo como apuntador de tanques Panhard con el conductor Cabo Vilte Miguel y el Jefe de Tanque Cabo Castillo Rodolfo. Tuve la oportunidad de que mi compañero me contara como fueron aquellos días para él y también me contó cómo vivió el momento en que tuvo que asumir la responsabilidad de accionar el cañón del Panhard para apoyar el repliegue del BIM 5 y demás soldados que venían replegando.
Esto es lo que me contó:

El día 12 de junio nos encontrábamos en la zona o punto de reunión de los Panhard cerca de la zona rocosa de Sapper Hill, nos ordenan replegar al pueblo de Puerto Argentino, cuando llegamos allí nos ordenan volver y tomar posición en el hipódromo en una zona sin cubierta, por motivos de reorganización de las secciones debimos bajar de los vehículos y alistarlos para combatir quitando las cubiertas de los cañones, en ese momento empezaron a batir la zona con la artillería terrestre, con uno de los primeros disparos caen heridos el Sub. Teniente Tamaño, el S/C 63 Iglesias Diego y el Cabo 1° Alegre.
En ese momento estaban utilizando proyectiles explosivos y también con espoleta de aproximación, (explotan a cierta altura desparramando esquirlas en todas direcciones). Alcance a cubrirme debajo del Panhard, el conductor, Cabo Vilte Miguel se encontraba lejos del Panhard, pero cerca de los compañeros que habían caído heridos, el solo y con la sola determinación de ayudar a sus compañeros levanto al Sub Teniente Tamaño y al Soldado Iglesias llevándolos en dirección al hospital, yo no podía salir de debajo del Panhard porque estaban cayendo muy cerca los proyectiles. El jefe de tanque, Cabo Castillo Rodolfo se había quedado en su lugar dentro del tanque alistando la ametralladora de la torreta, luego de que terminara el bombardeo el Cabo Castillo me comenta que observó a un civil sobre el techo de una casa bajando rápidamente del mismo y cerrando las ventanas, lo que nos hiso suponer que había sido este civil quien comunico a la artillería inglesa la posición de nuestros tanques, pero como era un civil no se podía tomar acciones en contra de este Sr. Cabe aclarar que después de la rendición este supuesto civil andaba por las calles de Puerto Argentino vestido de militar y muy bien armado.

Durante la mañana del día 14 de junio, cerca del medio día volvemos a tomar posición cerca del hipódromo, estimo que detrás de mí estaba el Panhard del Sargento 1° Zalazar Martín, Cabo 1° Barrios Cosme y el S/C 63 Gudiño Sergio, a quien después de efectuar varios disparos se le traba el block de cierre, a la izquierda se encontraba un Panhard de Rio Mayo, quien efectuó varios disparos y luego tuvo que replegarse por el reglaje Ingles.
Al ver el repliegue de nuestros compañeros del BIM 5 y demás regimientos, pude ver por el visor de puntería del tanque que a cierta distancia venían los ingleses avanzando, al menos eso creía porque estaban lejos y hacia allí dirigimos los disparos, los cuales eran en curva máxima o máxima elevación para evitar batir a propia tropa, solo pude corregir un poco el tiro con el uso de la ametralladora coaxial de proyectiles trasantes o luminosos. Pero como todo sucedió muy rápido, no pude verificar si causamos alguna baja. La cantidad de disparos fue de 11 cañonazos antes de replegar, escuche por radio que nos estaban cayendo proyectiles muy cerca, cosa que yo no pude verificar porque estaba en mi lugar de apuntador con la escotilla cerrada y solo pude escuchar los disparos de mi propio cañón, así que me enteré que estaban batiendo la zona por un sargento 1° de Rio Mayo que no paraba de decir por radio que nos estaban tirando.
Quiero destacar la velocidad de carga del cañón por parte del jefe de tanque, el Cabo Castillo Rodolfo, quien recurrió al ingenio para poder deshacerse de las vainas servidas con mayor velocidad abriendo la escotilla y tirar las vainas por la misma porque era muy lento tirarlas de a una por vez utilizando la ventanilla de descarga y esto resulto beneficioso porque no se podía respiran por el humo que se acumulaba dentro del tanque debido a que los extractores no daban abasto por ser muy pequeños. No creo que nos hayamos detenido a pensar el peligro que representaba tener la escotilla abierta.
Aclaro que nos dimos cuenta de estos detalles algún tiempo después ya que en ese momento actuábamos más por instinto. También me entere en ese día 14 de junio como funcionaba y como sonaba el cañón y la ametralladora del Panhard porque nunca había tirado con el mismo, yo no pude participar de algunas prácticas que se realizaron en Malvinas durante el mes de Abril.
Nos replegamos porque nos dieron la orden por la radio, volvimos y estacionamos en la calle que claramente se puede ver en algunas fotos de nuestros vehículos después de la rendición. Cuando estábamos estacionados pensé que cargaríamos municiones y se lo manifesté al Cabo conductor Miguel Vilte quien me contesto que ya no saldríamos porque nos estábamos rindiendo.

Ex combatiente C/63 Delgado Manuel, apuntador de Tanques Panhard del Destacamento de Exploraciones de Caballería Blindada 181 C3 Coraceros Gral. Pacheco – Esquel.
 

Gerardo AML90

Veterano Guerra de Malvinas
“HAY RECUERDOS QUE NO PARECEN SER DEL PASADO, SINO MAS BIEN, PARTE PERMANENTE DE NUESTRO PRESENTE. PERO SON ESTOS RECUERDOS LOS QUE ME HACEN DAR GRACIAS DE ESTAR VIVO.”

Ex Combatiente c/63 Mancisidor Gerardo

Durante los primeros días del mes de Mayo fuimos destacados como artillería movible junto al RI 6, cerca del aeropuerto, solo dos Panhard tomamos posición en una calle apuntando los cañones con dirección a la playa que se encontraba a unos trescientos metros.

El día 10 de junio de 1982 todavía nos encontrábamos en esta posición prácticamente aislados del resto de la sección Panhard, la única manera de poder llegar hasta donde estaban nuestros compañeros era ir caminando a una distancia de ocho kilómetros aproximadamente porque teníamos órdenes de no mover los tanques hasta que sean requeridos para combatir, sabíamos que en el punto de reunión ya estaban recibiendo ataques de artillería terrestre. En la mañana del día 10 de junio salimos caminando con mi jefe de tanque, cuando llegamos a la escuelita notamos que habían recibido varios ataque muy cerca del lugar que fuera nuestro primer punto de reunión, nos dirigimos a la zona rocosa a unos doscientos metros de distancia, encontramos a nuestros compañeros y nos dirigimos cuesta abajo para buscar en otra posición al jefe de sección, íbamos caminando con mi jefe de tanque (S/C 62 Acosta Juan)en la zona de Mody Bookes en los limites con la zona rocosa de Sapper Hill, buscábamos alguna correspondencia del Continente de algún familiar o amigo y a nuestro jefe de sección por si había alguna orden de volver a este punto debido a la incomunicación. Recuerdo que en esas horas de la mañana, cerca del mediodía, estaba todo muy tranquilo cuando se escucho un fuerte silbido acompañado de una fuerte explosión, inmediatamente me encontraba en el aire no sé a qué altura, con un fuerte dolor en mi cabeza, en mi hombro izquierdo y en el intercostal izquierdo. Cuando caí al suelo estaba medio inconsciente y no podía levantarme, no sé cuánto tiempo pasó, mientras escuchaba a lo lejos los estallidos de varias bombas. Me estaba quedando dormido cuando sentí que alguien tironeaba de mi brazo derecho, era un sub oficial del Ejército que en medio de las bombas vino con otros compañeros a buscarnos.

Cuando me levantó se me cayó la boina de mi cabeza y recargué todo mi peso en este hombre para recogerla con mi mano izquierda. (No debía perder ningún elemento de mi equipo) como pudo este muchacho me llevó hasta la zona de resguardo que se encontraba a casi cien metros cuesta arriba, cuando llegamos me revisó para ver si tenía más heridas a demás de la visible que se encontraba en mi parietal izquierdo en donde quedo una pequeña esquirla alojada, la cual me sacaron en Comodoro Rivadavia a mi regreso.
Como emanaba sangre de mi cabeza y sentía un fuerte dolor en mi hombro izquierdo, como pude le pregunté cómo estaba mi brazo izquierdo porque no lo podía ver, y este sub oficial me preguntó, quizás con otras palabras que, si me acordaba con que mano había recogido la boina que se me había caído, la cual todavía sostenía con fuerza. Después de eso no recuerdo nada, aunque mis compañeros me dijeron que fui en el camión que nos trasladó al hospital totalmente consiente pero sin pronunciar palabra, la llegada al hospital fue como un golpe más fuerte que la onda expansiva de la bomba que me acababa de caer, había heridos en un estado que aun hoy no puedo describir. Unas horas más tarde empecé a tomar conciencia de que me encontraba con un parche en la cabeza, una esquirla que me llevaría de recuerdo y con mi brazo intacto.

Cuando empecé a revisar mi ropa vi que tenía varios agujeros en la dubet de abrigo (campera) uno en el hombro de entrada y salida, uno a la altura del intercostal izquierdo, también de entrada y salida, y varios en la manga izquierda, yo solo tenía una pequeña esquirla incrustada en mi cabeza.
Según dicen los que vieron la zona donde fuimos heridos, que, mi compañero y yo nos salvamos de milagro, porque el proyectil nos cayó a unos 5 o 6 metros de distancia y sería imposible que sobreviviéramos a esa explosión, pero, debido a lo blando del terreno el proyectil se enterró antes de explotar dejando la mayor parte de las esquirlas enterradas en la turba.

Mi compañero sufrió una herida en el talón del pié izquierdo, debido a esta herida no pudo volver a la posición, después de ese día lo vi una vez en el hospital y luego al regresar al continente, nunca conversamos sobre ese suceso así que no sé como lo vivió el.

Luego de dos días en el Hospital y casi repuesto de los golpes ocasionados más que nada por la onda expansiva y algunas piedras volví a mi posición, muy dolido e impresionado por lo que vi en el hospital y muy enojado por haber sido herido sin tener la posibilidad de defenderme al encontrarme lejos de mi tanque, aunque también sentía mucho miedo de ser nuevamente herido pero con un perjuicio mayor, en ese caso prefería morir. Estaba convencido de que no saldría vivo de las islas, así que a partir de ese momento en mi interior sabía cómo tenía que proceder llegado el momento, no tenía experiencia, pero mi mejor aliado era el miedo aunque yo no sabía eso. Nunca me llegó el momento de combatir debido a que mi tripulación había quedado incompleta porque mi jefe de tanque no pudo volver a la posición.

Decepcionado y hasta con un poco de tristeza vi partir a mis compañeros el día 14 de junio de 1982 con sus Panhard mientras yo me quedaba cuidando el mío. Partieron nada menos que a combatir y, para mi desde ese momento todo fue una decepción tras otra, primero me quedé solo con mi Panhard, luego mis compañeros parten a cumplir con su juramento y por ultimo y lo que más calo en el fondo de mi alma fue ver a los comandos ingleses arriar, mejor dicho arrancar nuestro Pabellón Nacional para luego colgar un trapo que solo representa la viva imagen de los piratas.

Hoy solo espero ver llegar el día en que pueda visitar esa hermosa Provincia Argentina llamada Malvinas sin tener que sacar un pasaporte.

Ex combatiente C/63 Mancisidor Gerardo, apuntador de Tanques Panhard del Destacamento de Exploraciones de Caballería Blindada 181 C3 Coraceros Gral. Pacheco – Esquel.
 
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