Escocia, abocada a un referéndum de independencia

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¿Por qué Londres permitirá un referéndum sobre la independencia de Escocia?

Razones históricas y políticas explican que el Ejecutivo de Cameron haya accedido a que se celebre una votación sobre la integridad del estado

JEFF J. MITCHELL
Una de las diferencias que más llama la atención del público entre los proyectos independentistas escocés y catalán es el de la distinta respuesta que han obtenido de sus respectivos Gobiernos centrales. Mientras que Madrid dejó claro desde un primer momento al Gobierno de la Generalitat y a los partidos que la apoyan que la consulta de autodeterminación nunca se celebraría, el Ejecutivo británico accedió a que los escoceses se pronunciaran sobre su independencia del Reino Unido y negoció con el Gobierno escocés la redacción de la pregunta a la que tendrán que responder los votantes.
Existen razones históricas y políticas que explican esta diferencia. Al contrario que España, que aparece en la historia como una monarquía diferenciada con el matrimonio de los Reyes Católicos y que como área política y cultural estaba ya esbozada desde la época romana, Gran Bretaña es una construcción posterior. Inglaterra y Escocia no, pero Gran Bretaña sí. En 1603, merced a avatares dinásticos, el rey Jacobo I se convierte en soberano de Inglaterra y Escocia, territorios que habían sido hasta entonces reinos independientes con su propio parlamento. La coincidencia de las dos coronas en la cabeza de un solo soberano fue el primer paso de un proceso que culminaría en 1707, cuando los respectivos parlamentos ratificaron las Union Acts, por las que Inglaterra y Escocia se fundían en un mismo reino que recibiría el nombre de Gran Bretaña. Así, la unidad británica es fruto de una decisión política deliberadamente adoptada y, por tanto, según se ha interpretado en el litigio sobre el referéndum, reversible. El concepto clave es que en el caso español se entiende que hay un solo titular de la soberanía, la nación española, mientras que en la interpretación británica se asume que son dos y diferenciados los sujetos de soberanía originarios.
Por otra parte, el Reino Unido no tiene una única constitución escrita, sino un conjunto de normas que forman el corpus constitucional. En España, la única norma fundamental es la Carta Magna de 1978, que deja claro en su artículo 2 que «se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles». Este es el precepto que invoca el presidente Rajoy cuando insiste en que él no puede disponer de un bien, España, que pertenece a todos los españoles.
Luego están las razones de índole política más inmediata. En su decisión de aceptar la convocatoria de un referéndum, Cameron y sus asesores han tenido muy en cuenta el resultado de todas las encuestas, que una tras otra vaticinan el triunfo del No. En Londres han interpretado el previsible fracaso electoral de la opción independentista como la mejor opción para zanjar definitivamente el debate.
abc.es
 

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Duro batacazo para la independencia de Escocia, según el último sondeo
Según una encuesta, el apoto a la independencia de Escocia ha bajado tras el debate televisivo de esta semana. La campaña para la separación de la región necesitará una nueva estrategia si quiere imponerse en el referéndum convocado para el próximo mes.

El 50% de los encuestados tiene previsto votar en contra de la independencia en la consulta que tendrá lugar el 18 de septiembre, según la encuesta Survation elaborada para Daily Mail. En esta fecha, la región decidirá si rompe su unión con Inglaterra, que ha durado 307 años.

Esta encuesta, según informa Reuters, es el mayor apoyo a la permanencia en el Reino Unido de todas las que se han realizado anteriormente. En ella, el 37% de los encuestados afirman estar a favor de la independencia mientras que el 13% está aún indeciso.

El presidente ejecutivo de Survation Damian Lowe asegura que la campaña tendrá que sufrir un “cambio sísmico” para lograr el “Sí” de la población. La pregunta más importante es el tema de la moneda que se usará en la Escocia independiente, “creo que tendrán que volver a discutir algunos de estos temas y regresar con respuestas” añadió.

En el anterior sondeo, publicado el 3 de agosto, el 40% de los encuestados se mostró a favor de la independencia mientras que el 46% la rechazó. En cambio, este último, cierra una mala semana para la campaña liderada por el primer ministro de Escocia, Alex Salmond, pro-independentista, tras perder el debate televisivo contra Alistair Darling, líder de la campaña de permanencia en el Reino Unido.

http://www.bolsamania.com/noticias/...e-escocia-segun-el-ultimo-sondeo--580449.html
 

Sebastian

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Los misiles Trident tendrán que buscar un nuevo hogar si Escocia abandona Reino Unido

Publicado: 14 ago 2014 | 17:36 GMT Última actualización: 14 ago 2014 | 17:36 GMT

© REUTERS David Moir/Files
La base de misiles nucleares submarinos Trident podría ser reubicada a la localidad costera meridional británica de Plymouth en caso de que se llevase a cabo el referéndum sobre la autodeterminación de Escocia.

El Partido Nacional Escoces (SNP, por sus siglas en inglés) ha informado de sus planes de retirar los Trident de Escocia y reubicarlos en Plymouth si el referéndum, convocado para septiembre, asegura el voto positivo a la independencia. Argumentan que no están dispuestos a mantener más las instalaciones para estos submarinos nucleares, que cuestan cerca de 100.000 millones de libras, cuando podrían invertir ese dinero en sanidad, educación y urbanismo.

Se destacó también el grave riesgo que suponen las cabezas nucleares Trident para una región tan densamente poblada como es Argyll y Bute, donde se encuentra la actual base naval Faslane. Según sus planes, uno de los principales propósitos del poderío militar británico es el de servir como protección a Estados Unidos en un escenario de guerra nuclear.

En el debate nacional se habló sobre el futuro del arsenal nuclear británico y se destacó la "obsesión de Londres por conservar los Trident donde ya están, demostrando así el déficit democrático que percibe Escocia bajo el dominio de Westminster". Los opositores a la independencia escocesa insinúan que el traslado y desmantelamiento de las instalaciones nucleares de Faslane supondrían un gasto exorbitante, además del fin del poder disuasorio nuclear del Reino Unido.http://actualidad.rt.com/actualidad/view/137125-escocia-misiles-trident-traslado-referendum
 

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Referéndum de Escocia inquieta a una ciudad inglesa
En la ciudad más al norte de Inglaterra, la gente mira al otro lado de la frontera y se inquieta por lo que pasaría si la vecina Escocia se independiza en el referendo del 18 de setiembre .

Berwick-upon-Tweed cambió de manos entre Escocia e Inglaterra 13 veces en las guerras fronterizas medievales hasta que se convirtió definitivamente en inglesa en 1482. Su muralla del siglo XIV es un recuerdo de su pasado turbulento.

La ciudad de casi 12.000 habitantes es inglesa, pero Londres está a 482 kilómetros y Edimburgo, a 80.

Los vecinos temen por el futuro incierto de su ciudad del mar del Norte si Escocia se independiza.

“Tenemos que sentarnos y esperar hasta setiembre para ver cómo vota Escocia”, explicó la alcaldesa Isabel Hunter, cuyo partido, el Liberal Demócrata, apoya el “no” en el referendo y que Escocia siga siendo parte del Reino Unido.

“Hemos bromeado diciendo ‘necesitarás llevar tu pasaporte en la furgoneta cada día, y más vale que sea un pasaporte grande para que quepan todos los sellos que vas a necesitar’”, relató la alcaldesa.

Una encuesta del instituto YouGov, difundida el lunes, dice que el “no” a la independencia logrará el 55% de los votos y el “sí” el 35%.

El hecho de que Escocia sea parte del Reino Unido significa que no hay que hacer trámites para ir de un lado a otro de la frontera.

Un cartel que reza “Bienvenido a Escocia”, a unos kilómetros, es todo lo que el viajero se encuentra a su llegada a la región del norte.

Los habitantes de ambos lados van y vienen para ver a la familia, ir al trabajo o visitar al médico, y no deben cambiar dinero.

La identidad de la ciudad es mixta. El acento de los ciudadanos es una mezcla de escocés e inglés del norte, y su equipo de fútbol, el Berwick Rangers, juega en la liga escocesa pese a ser inglés.

http://www.nacion.com/mundo/europa/Referendum-Escocia-inquieta-ciudad-inglesa_0_1432856714.html
 

Sebastian

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El petróleo escocés falla como ancla de la campaña por la independencia

Salmond fracasa en su intento de rentabilizar el auge de Aberdeen gracias al crudo

Walter Oppenheimer Londres 16 AGO 2014 - 21:41 CEST34


Un barco con provisiones para una plataforma petrolífera zarpa del puerto de Aberdeen. / s. dawson (bloomberg)

Alex Salmond, líder del independentismo escocés, eligió la pasada primavera Aberdeen como escenario del último congreso del Partido Nacional Escocés (SNP) antes del referéndum secesionista del 18 de septiembre. Aberdeen no es una ciudad cualquiera: es la capital del petróleo, la ciudad que parecía sumida en un letargo eterno hasta que en los años setenta apareció el oro negro. Para Salmond, Aberdeen y petróleo es lo mismo que Escocia e independencia. Una fórmula mágica que permite cumplir todos los sueños.

Pero, a un mes vista del referéndum, las encuestas siguen apuntando a una nítida victoria del no. Ni el SNP ni la campaña del han sido capaces de demostrar que la independencia vaya a convertir Escocia en un lugar mucho mejor de lo que es ahora. El sueño de Salmond empieza a parecer una quimera.

“Soy lo bastante mayor como para acordarme de cómo era Aberdeen sin el petróleo”, explica Alex Kemp, profesor de Economía del Petróleo y director del Centro para la Investigación de la Economía y las Finanzas de la Energía de la Universidad de Aberdeen. “Desde el final de la II Guerra Mundial hasta 1970, el noreste de Escocia era una economía estancada. Apenas había crecimiento. Las industrias tradicionales, como la agricultura y la pesca, casi no crecían o estaban en declive. La gente emigraba y los salarios eran muy bajos, por debajo de la media nacional”, explica.

“Cuando llegó el petróleo, a principios de los setenta, la población volvió a crecer con fuerza, los salarios se pusieron por encima de la media, la vivienda subió muchísimo, el coste de la vida se disparó… Por un lado, el petróleo llevó al cierre de industrias tradicionales que no podían competir en salarios pero, por otro, el sector creció y creció”.

Ahora, el cielo de Aberdeen está lleno de helicópteros que van y vienen desde las plataformas del mar del Norte, el puerto se ha convertido en el principal centro marino de apoyo a la industria energética y por las calles de Aberdeen, los escoceses de toda la vida, sonrosados, grandes y a menudo en mangas de camisa haga el tiempo que haga, se mezclan con ejecutivos de traje, corbata y maletín, e inmigrantes de cualquier parte del mundo.

“El petróleo y el gas son muy importantes para las economías escocesa y británica”, puntualiza el profesor Kemp. Crea más de 200.000 empleos entre directos (la extracción), indirectos (empresas terceras, muchas de ellas de alta tecnología, que se mueven en torno al petróleo) e inducidos (hoteles, taxis…).

“Además”, añade el profesor de la Universidad de Aberdeen, “el cluster, el nicho de empresas terceras, es muy competitivo internacionalmente, sobre todo en tecnologías submarinas, y puede generar otros 100.000 empleos”.

La extracción de hidrocarburos genera más de 200.000 empleos​

Pero, ¿es el petróleo pan para hoy y hambre para mañana, como insiste en presentarlo la campaña del no a la independencia? Alex Kemp admite que la volatilidad de precios puede ser un problema pero coincide con su tocayo Salmond en que hay que crear un fondo de estabilización a nutrir en tiempos de vacas gordas y usar en tiempos de vacas flacas.

El petróleo no durará siempre, reconoce también, pero ese cluster energético puede mantenerse con un mínimo de actividad extractora. Y habrá ese mínimo al menos hasta 2050, según un reciente estudio del equipo que dirige Kemp. Luego, la economía de Aberdeen se tendrá que diversificar. “Quizás a través de las renovables offshore [fuera de la costa] porque hay una gran capacidad de transferencia de tecnología entre los dos sectores. O en otras áreas en las que ahora ni pensamos, como Defensa”, pronostica.

Las empresas del sector ven riesgos en la secesión, según un experto​

Las petroleras, sin embargo, no parecen entusiasmadas con la independencia. “Quieren clarificaciones sobre sus derechos y obligaciones. Ahora tienen licencias a largo plazo, de hasta 30 años, que querrán mantener. El Gobierno escocés ya ha dicho que las respetaría. Y respecto a los impuestos, ¿se mantendrá el actual sistema británico? Con la independencia, las compañías tendrán que tener una contabilidad para Escocia y otra para Reino Unido, lo que tendría cierto coste”, dice el profesor.

Sin embargo, relativiza el llamado “riesgo político” que puede conllevar para las petroleras: “Es pequeño al lado del que corren en otros países donde operan, como Rusia, Libia, Egipto, Ucrania”.

¿Y la gente corriente? ¿Cree que un sector tan importante estará en buenas manos en una Escocia independiente? “Supongo que hay opiniones diversas”, apunta Kemp. “El Gobierno escocés es más dependiente del empleo generado por el sector del petróleo que el británico. Y en ese sentido sería más flexible para abrir discusiones sobre cómo incentivar más actividad. Históricamente, el Gobierno escocés ha estado más abierto a los apoyos a la industria para mantener el empleo”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/16/actualidad/1408217600_113674.html
 

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El dilema escocés: jugarse por el orgullo nacional o cuidar el bolsillo

Iaian McLeod sufre los partidos del Celtic en el mismo pub del barrio de Govan desde los días lejanos en que peleaba contra el cierre de los astilleros del río Clyde. "Amo a Escocia, pero soy perro viejo. Esto dela independencia es una idea preciosa, pero tengo que escuchar a la cabeza y no al corazón."
Tom Ruanne lo codea con el brazo en el que aferra la pinta de cerveza: "¿Cuál es tu miedo? ¿Vamos a depender toda la vida de los malditos ingleses?"
Afuera garúa, como casi siempre. En las calles de este suburbio industrial en declive la discusión se reproduce casa por casa. Es lógico. Dentro de un mes los escoceses deberán tomar la decisión más trascendental de su historia: votar en un referéndum si quieren independizarse de Gran Bretaña y terminar con 307 años de unión.
LasENCUESTADORAS coinciden en darle una sólida ventaja al no, con cifras que van del 45 al 53%, pero los números a favor de la separación rozan el 40% y crecen a medida que se acerca el 18 de septiembre.
Un dilema psicológico atrapa a los escoceses. Por un lado, su robusto orgullo nacional; por otro, el temor a dar un salto al vacío con trágicas consecuencias económicas.
Lo sabe Alex Salmond, jefe del gobierno regional y del plan secesionista. Su propuesta para una Escocia independiente incluye mantener la libra esterlina, integrar el Commonwealth (con la reina como jefa de Estado) y asociarse a la Unión Europea (UE).
Promete un país pequeño (son 5,3 millones deHABITANTES , 8,3% de Gran Bretaña), pero más próspero, gracias a la inversión en Escocia de toda la riqueza de sus recursos naturales. Sobre todo, el petróleo del Mar del Norte.
La oposición aglutina a los tres grandes partidos británicos. Conservadores, laboristas y liberales encabezan la campañaBetter Together(Mejor Juntos) con un llamado a la racionalidad.
"Salmond propone cruzar los dedos y tener fe ciega", aguijonea Alistair Darling, el ex ministro laborista que lidera la defensa del no. Su arma más efectiva ha sido, hasta ahora, recordar la advertencia de Londres de que no compartirá la libra con una Escocia independiente.
Los dos bloques se trenzan en una guerra de informes técnicos. El primer ministro británico, el conservador David Cameron, cifró las pérdidas que la independencia infligiría a cada escocés: 1400 libras al año. Salmond retrucó con otro análisis en el que asegura que en realidad habrá 1000 libras más para cada uno.
"Parece que fuéramos a romper Gran Bretaña o a quedarnos por lo que nos sale la cuota del cable", ironiza Craig Taggart, un analista económico del Royal Bank of Scotland. "Hay demasiadas preguntas sin responder y es imposible predecir qué pasará."
Para el nacionalismo el enemigo es el Partido Conservador. Escocia es, desde hace décadas, un bastión socialdemócrata, donde lostoriesobtienen cifras de votos marginales. Se los asocia con las privatizaciones y el cierre de fábricas en la era de Margaret Thatcher.
El nuevo laborismo de Tony Blair impulsó la creación de un parlamento y un gobierno regional con sede en Edimburgo desde 1999, pero sus políticas liberales golpearon a su partido en las tierras rebeldes del Norte.
El Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) gobierna desde 2007 y cuatro años después obtuvo la mayoría absoluta. En 2012, Cameron y Salmond pactaron el referéndum.
"Es hora de que quien rija el destino de Escocia sea elegido por los escoceses", enfatiza Salmond. Suele ironizar con que en Edimburgo hay menostoriesen el Parlamento que pandas en el zoológico (una diputada en la cámara regional; dos osos en el parque). Y, sin embargo, las grandes decisiones que afectan a su pueblo las toman en Londres gobiernos de esa ideología.
Los escoceses dudan. Viven en una región próspera que reinventó su economía a partir los años 90, con eje en los servicios financieros, el turismo y la alta tecnología. Tiene un desempleo ligeramente inferior al total británico (6,6%) y un PBI per cápita similar, aunque con un gasto público porHABITANTE 20% superior.
"El modelo de sociedad al que aspiran los escoceses se aleja cada vez más del que propone Londres. EnLAS ENCUESTAS se distingue un alza del sí que va a acentuarse cuando la gente cuente con más información. Hay final abierto", señala Stuart McDonald, vocero de la campaña por el sí.
LIBRO BLANCO
Suecia y Noruega son los espejos en los que Salmond ve reflejada a su "Escocia libre". Sus rivales lo comparan, en cambio, con Ecuador (porque usaría una moneda extranjera) y con Grecia (por el riesgo de quiebra).
En noviembre pasado, un entusiasta Salmond lanzó oficialmente su plan independentista con la presentación del llamado Libro Blanco, que respondía a 650 cuestiones concretas sobre cómo sería la eventual secesión. Al parecer, sin embargo, no todos los temas estaban resueltos en esa Biblia de los secesionistas.
¿Cómo será el divorcio?, preguntan las voces críticas. También se interrogan sobre qué parte de la deuda del reino le caerá a Escocia, qué pasará con las jubilaciones, quién garantizará que los bancos no se muden al Sur y si seguirá abierto el resto del mercado británico, receptor del 70% de la producción escocesa.
Es la economía, entonces. El sentimiento nacional de los escoceses -que supera el cliché de las gaitas, los kilts y los mitos de las Tierras Altas- siempre se las ingenió para convivir con la integración a Gran Bretaña.
"No hay otro tema que importe más en la campaña que las consecuencias económicas -opina John Curtice, director de la consultora ScotCen Social Research-. El apoyo a la independencia de Escocia es el más alto desde que se tienen registros y, sin embargo, no está claro que la campaña del sí pueda hacer el progreso necesario para llegar al 50%."
El debate se calienta. Se discute en la televisión, en los colegios (podrán votar los mayores de 16), en las plazas y hasta en las salas de teatro de Edimburgo, con obras las 24 horas en medio del mítico Fringe Festival.
Pero las tensiones discurren con discreción, británicas al fin. En los palacios medievales de la capital flamean juntas la Union Jack y la bandera azul con la cruz blanca de San Andrés.
En Glasgow (en cuya área metropolitana vive el 40% de los escoceses) ejércitos de voluntarios del sí y del no peinan las calles y tocan timbres. El cordón industrial que rodea la ciudad es una fábrica de indecisos y el principal campo de batalla de la campaña.
"Nunca tuve problemas. Aquí sabemos manejar las pasiones", cuenta Siobhan Eliott, una estudiante que promueve el voto unionista en Govan y otros barrios obreros del este de la ciudad.
Les dan una única orden terminante: no entrar al pub equivocado a partir de la caída del sol.

EL DEBATE QUE DOMINA LA VIDA DEL PAÍS
El 18 de septiembre, los escoceses votarán en un referéndum si quieren independizarse de Gran Bretaña. Si gana el sí, se abre una negociación para establecer la separación, que se concretaría en 2016. Si gana el no, se mantendría la unión y Escocia podría tener más autonomía
49,5%
Votaría por el no

Según la últimaENCUESTA de la consultora Survation, la mayoría de los escoceses no quiere independizarse de Gran Bretaña
37,5%
Votaría por el sí

Los números a favor de la separación crecen a medida que se acerca el 18 de septiembre; hay varios indecisos
Alex Salmond
El líder nacionalista escocés propone en su plan secesionista mantener la libra, seguir en el Commonwealth y en la UE; según el político, los escoceses serían más prósperos al tener acceso a sus recursos naturales
David Cameron
Para el primer ministro británico, la independencia obligará a Escocia a un esfuerzo fiscal que hará más pobres a sus ciudadanos; no acepta compartir la libra
la nacion
 

Sebastian

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El ‘no’ a la independencia en Escocia mantiene su ventaja en la recta final
Ligero repunte del voto separatista en los sondeos previos a la consulta de septiembre
Walter Oppenheimer Londres 18 AGO 2014 - 20:04 CEST93


Un cartel en el límite con Inglaterra pide el sí a la independencia. / A. Buchanan (AFP)

La campaña a favor de la independencia de Escocia ha llegado viva a la recta final del referéndum del próximo 18 de septiembre. A pesar de que el líder independentista Alex Salmond perdió días atrás el primero de sus dos debates con el líder de la campaña del no, el exministro laborista Alistair Darling, los últimos sondeos reflejan un sorprendente repunte del voto independentista. Aunque el unionismo sigue teniendo una sólida ventaja, ésta se ha reducido a tan solo 10 puntos en los sondeos de YouGov (la más corta desde que empezaron a publicarse), ha caído de 14 a 10 puntos en el de ICM y la distancia es tan sólo de cuatro puntos en el de Panelbase.

Aunque esos sondeos siguen mostrando una sólida ventaja del voto contrario a la independencia, la contrastada capacidad del Partido Nacional Escocés (SNP, en sus siglas en inglés) de dar la vuelta a los pronósticos en el tramo final de las campañas electorales obliga a ser prudente al analizar los sondeos y no descartar una victoria a última hora de los independentistas.

Lo más curioso es que este auge del voto a favor de la independencia se produce en un momento en el que el campo del no ha conseguido situar la cuestión de la moneda en el centro del debate sobre el referéndum y ganar claramente el argumento. Fueron sobre todo las vacilaciones de Alex Salmond en ese terreno las que le hicieron perder el debate con Alistair Darling el pasado día 5, a pesar de que el líder independentista se suele mover mucho mejor que su rival unionista en el intercambio de golpes mano a mano.

La discusión sobre la libra no condiciona las preferencias​

Las encuestas señalaron que un 52% de los consultados consideran poco convincentes los planes independentistas de mantener la libra esterlina en una Escocia independiente frente a sólo un 26% que se declaran convencidos. Y un 42% de los encuestados creen que Darling ganó aquel debate, frente a un 19% que opinan que se impuso Salmond.

Sin embargo, la encuesta de este domingo de ICM para Scotland on Sunday refleja que el no ha caído del 57% al 55% en un mes y el ha subido del 43% al 45%. La de YouGov para The Times daba el lunes esa misma diferencia de 10 puntos, pero es la más favorable a la independencia desde que empezó a hacerse. Y la de Panelbase para Yes Scotland, realizada con la misma metodología que las encuestas que se realizan para los medios, sitúa al no con el 52% de los votos y al con el 48%.

Alex Salmond ha reconocido que pudo explicar con más claridad su posición sobre la moneda y cuál es su alternativa a la libra esterlina. Tendrá una segunda y última oportunidad de debatir con Darling el próximo día 25, en un segundo asalto que será retransmitido por la BBC. Salmond subrayó este lunes que compartir la libra con Reino Unido como país independiente no tiene por qué ser una posición cerrada y que la Comisión Fiscal ha dejado claro que esa puede ser “una opción transitoria”. El problema para él es que, si quiere ser más preciso sobre cuál es su plan b, debe aclarar si esa sería una transición hacia una moneda escocesa propia o una transición hacia el euro.

Los candidatos esperan un segundo debate televisado el día 25​

Mientras el laborista Douglas Alexander insistía en Glasgow en pedir a Salmond clarificaciones sobre el futuro de la libra, Salmond abrió el lunes el tramo final de la campaña en la abadía de Arbroath, donde Escocia reafirmó su soberanía en 1320 firmando la Declaración de Arbroath tras las guerras de independencia.

Su discurso no se fue por las ramas de la historia y proclamó que la independencia ofrecerá a los escoceses tres oportunidades clave: “La oportunidad de proteger para siempre al sistema público de salud de los recortes y privatizaciones de Westminster; la oportunidad de crear una Escocia más justa, acabando con el asalto a los miembros más débiles de nuestra sociedad y la injusticia que ha llevado a un enorme aumento de los bancos de alimentos en un país en el que hay de todo; la oportunidad para los jóvenes de quedarse en Escocia porque una Escocia independiente tendrá una economía más fuerte, una sociedad justa y calidad de vida para todos”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/18/actualidad/1408385070_180536.html
 

Sebastian

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¿Por qué Francia, antigua aliada de Escocia, no apoya su independencia?

Hugh Schofield
BBC, París
Martes, 19 de agosto de 2014

Nada une más a naciones diferentes que un enemigo común, pero la alianza entre Escocia y Francia -ambos históricos rivales de Inglaterra- no significa que el gobierno francés sea partidario de la independencia escocesa. Lejos de eso.

Ni siquiera en la pequeña región francesa con lazos entrañables con Escocia, que yace en la oscuridad de la campiña entre Orleans y Bourges, la situación está bien definida.
La localidad de Aubigny-sur-Nere es una rareza. Por 400 años ha estado vinculada a una rama de los Estuardos (Stuarts), la casa real escocesa.
En 1422, siete años después de la batalla de Agincourt que implicó una dura derrota de los franceses en manos del rey Enrique V de Inglaterra, un escocés llamado John Stuart de Darnley navegó hacia Francia al frente de un pequeño ejército.

Su colaboración con la monarquía francesa en contra de los ingleses le valió el título de señor de Aubigny, condado que permaneció en manos escocesas hasta la Revolución Francesa en 1789.

Hoy en día en Aubigny los pobladores continúan celebrando este vínculo histórico con un festival escocés que tiene lugar cada 14 de julio, el día de fiesta nacional francesa en que se recuerda la Revolución.
Gaiteros llegan desde Escocia y tocan sus instrumentos típicos con algunos músicos locales -entusiastas pero menos talentosos-, cocineros franceses preparan platos típicos escoces y el whisky corre junto al vino.
Pero en lo que respecta al referendo que tendrá lugar en un mes y que podría conducir a la independencia escocesa del Reino Unido, lo único que admite Francois Gresset, alcalde de Aubigny, es que se trata de un tema candente para la pequeña comunidad.


Festival escocés en Aubigny.

Lazos históricos
Lo que se celebra en Aubigny es la "antigua alianza", el lazo de amistad entre Francia y Escocia cuyos orígenes yacen en la histórica y compartida hostilidad hacia Inglaterra.

El primer registro histórico de esta alianza data de 1295, aunque ciertamente existió de una forma más informal mucho antes de eso, y continuó hasta 1830, cuando oficiales escoceses aún formaban parte de la guardia real francesa.

"Los franceses siempre han amado a los escoceses, y los escoceses siempre han amado a los franceses. Somos como una pareja"
Remi Beguin, especialista en Cultura del municipio de Aubigny​

"Era una alianza militar que graduamente se tornó una alianza romántica", dice Remi Beguin, especialista en Cultura del municipio de Aubigny.

"Los franceses siempre han amado a los escoceses, y los escoceses siempre han amado a los franceses. Somos como una pareja", añade.
Ciertamente en la región el afecto por todo lo relacionado con Escocia es evidente.
Se cree a nivel local, y puede ser cierto, que muchas familias escocesas se radicaron en la zona de Berry, centro de Francia, luego de la Guerra de los 100 Años. Ciertos apellidos locales, como Turpin, son exhibidos como evidencia.

Menos creíble es la historia de que por muchos años los hombres en Aubigny debían vestir el kilt, la tradicional pollera escocesa.
Otro mito popular es que hasta comienzos del siglo XX, bajo los términos de la antigua alianza, era posible para los franceses acceder a la nacionalidad escocesa y viceversa. Y aunque esta posibilidad hubiese existido técnicamente, no hay registros de que alguien lo haya hecho.
¿Pero ahora querrían los franceses de Aubigny una Escocia independiente? "Emocionalmente yo diría que la mayor parte de la gente sí", dice el alcalde Gresset, pero añade que se trata de "un tema complicado".

"Hay varios factores en juego, por eso no nos sentiemos en posición de pronunciarions, son los escoceses los que deben decidir", concluye.


Las casas reales de los dos países tienen una historia en común.

Ayer una Inglaterra poderosa, hoy Alemania
La cautela del alcalde de Aubigny es un reconocimiento tácito de que una total independencia de Escocia puede no estar en concordancia con las prioridades y las convicciones modernas de Francia.

Ciertamente en París, aunque ningún gobierno lo diría abiertamente, no existe entusiasmo por la iniciativa de los independentistas.
Un factor es el contagio regional. Francia cree en la idea del estado-nación y, si Escocia se independiza, mirará de reojo la posibilidad de que regiones como Córcega o Bretaña empiecen a consolidar sus ideas de autonomía.


El lazo entre ambos pueblos continúa pero las prioridades parecen ser otras.

Sin embargo, según el analista político Dominique Moisi, ésa no sería la razón real detrás de la falta de apoyo francesa al referendo escocés.
"Francia no es España, donde un precedente creado por Escocia puede volverse muy real para Cataluña. Aquí las regiones hacen mucho ruido, pero no hay riesgo de separación".
Para Moisi, la razón es "el sueño francés por un Reino Unido fuerte y comprometido totalmente en Europa, para contrarrestar el peso de Alemania que cada año se vuelve más poderosa".

"Cualquier cosa que le quite fuerza a un Reino Unido fuerte -y una independencia escocesa lo haría- va en contra de las ambiciones francesas en Europa", concluye Moisi.
Siete siglos atrás, Francia y Escocia tenían una causa común y consolidaron una alianza militar para enfrentar el poder de Inglaterra. Hoy, el afecto permanece pero las causas han cambiado.

Hoy los franceses dan palmadas en los hombros escoceses, como disculpándose, y dicen: "Lo siento, mon brave, hemos peleado juntos en el pasado, pero ahora la pelea no es nuestra".
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/08/140818_escocia_referendo_francia_inglaterra_mz.shtml
 

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La resistencia británica: el poder político se une ante el desafío escocés


EDIMBURGO.- El Reino Unido de Gran Bretaña, la construcción política que lideró la Revolución Industrial, forjada en guerras y conquistas, que lleva 307 años entre las potencias mundiales, se arriesga a desaparecer en un mes por la decisión libre de un 8% de sus habitantes.
Es una forma de ver el referéndum en el que los escoceses decidirán si se independizan de ese Estado, que, de triunfar el sí, ya no tendría mucho de "gran" Bretaña ni de reino "unido". Tal vez debería hasta replantearse la Union Jack, la bandera que une el estandarte inglés -la cruz roja de San Jorge- y el escocés -la cruz de San Andrés, blanca, inclinada, con fondo azul-.
Aún confiado en el triunfo del no, el primer ministro británico, David Cameron, se vuelca en estos días a Escocia para garantizar la única elección que no puede darse el lujo de perder. El líder conservador congeló las tensiones con sus opositores para formar una alianza unionista sólida contra el separatismo que encabeza el Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés), de Alex Salmond.
En una declaración conjunta firmada por Cameron, Nick Clegg (líder del Partido Liberal Demócrata) y Ed Miliband (jefe del laborismo), el poder político británico en pleno se comprometió este mes ante los escoceses a aumentar la autonomía del Parlamento escocés si triunfa el no en el referéndum del próximo 18 de septiembre.
"Defendemos un Parlamento escocés fuerte dentro de un Reino Unido fuerte", señalaron, sin dejar de mencionar que pretenden otorgarle al gobierno local más funciones en materia impositiva y de control presupuestario. Una suerte de "independencia light".
Edimburgo ejerce desde 1999 atribuciones delegadas en salud, educación, seguridad, justicia y cultura, pero Londres mantiene el control de cuestiones fiscales y comerciales, de infraestructura, defensa y relaciones internacionales.
Los tres grandes partidos integran la campaña Better Together (Mejor Juntos), que enfrenta a la plataforma Yes Scotland, liderada por el SNP y otros socios menores. Las encuestas les otorgan una ventaja a los unionistas, pero con un número de indecisos que impide descartar el triunfo secesionista (basta superar el 50% de los votos emitidos).
Una ruptura de Escocia sería una pesadilla de proporciones bíblicas para Gran Bretaña. Además de los efectos económicos del desmembramiento, podría animar las pulsiones separatistas (menores, pero existentes) en Gales y revivir el reclamo de la unidad de Irlanda.
Cameron intensificó sus visitas a Escocia y sus gestos de fraternidad hacia un pueblo en el que él -como todos los conservadores- es altamente impopular. Esos gestos incluyen haber apoyado con fervor la celebración de los exitosos Juegos del Commonwealth en Glasgow, a fines del mes pasado.
El premier analiza instalarse de forma casi permanente en tierras escocesas a medida que se acerque el día de la votación para transmitir una batería de promesas de progreso en caso de que el reino siga unido. De todos modos, Cameron puso límites a su intervención. Se negó a convertirse en el contrincante de Salmond en los debates televisados que empezaron el 5 de agosto y que seguirán esta semana. Delegó la defensa del no en Alistair Darling, ex ministro del gobierno laborista de Gordon Brown.
Cameron arriesga un capital político personal muy considerable en Escocia. Fue él quien aceptó aprobar el referéndum independentista, cuando tenía prerrogativas para impedirlo del modo que el español Mariano Rajoy hace con Cataluña.
¿Qué pasaría si ganara el sí? Matthew Parris, influyente periodista de The Times, abrió el fuego cuando sostuvo que al día siguiente de un triunfo del independentismo la cabeza de Cameron rodaría. Cómo podría seguir al frente del gobierno el hombre que perdió el Reino Unido, se pregunta.
Otros creen que no tenía la opción de impedir la votación. "Si se hubiera resistido después del triunfo del SNP en 2011, habría sido acusado de bloquear la voluntad de Escocia. El nacionalismo lo hubiera presentado como un gobernador colonial ausente metiendo sus narices en Escocia", opinó el analista político Iain Martin.
El premier británico atraviesa una etapa tormentosa. En las elecciones europeas de mayo su partido terminó tercero. Un precedente alarmante para el proyecto de reelección de Cameron de 2015 y que agiganta el valor político del referéndum escocés
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Shandor

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¿Por qué Francia, antigua aliada de Escocia, no apoya su independencia?

Nada une más a naciones diferentes que un enemigo común, pero la alianza entre Escocia y Francia -ambos históricos rivales de Inglaterra- no significa que el gobierno francés sea partidario de la independencia escocesa. Lejos de eso

Ni siquiera en la pequeña región francesa con lazos entrañables con Escocia, que yace en la oscuridad de la campiña entre Orleans y Bourges, la situación está bien definida.
La localidad de Aubigny-sur-Nere es una rareza. Por 400 años ha estado vinculada a una rama de los Estuardos (Stuarts), la casa real escocesa.
En 1422, siete años después de la batalla de Agincourt que implicó una dura derrota de los franceses en manos del rey Enrique V de Inglaterra, un escocés llamado John Stuart de Darnley navegó hacia Francia al frente de un pequeño ejército.
Su colaboración con la monarquía francesa en contra de los ingleses le valió el título de señor de Aubigny, condado que permaneció en manos escocesas hasta la Revolución Francesa en 1789.
Hoy en día en Aubigny los pobladores continúan celebrando este vínculo histórico con un festival escocés que tiene lugar cada 14 de julio, el día de fiesta nacional francesa en que se recuerda la Revolución.
Gaiteros llegan desde Escocia y tocan sus instrumentos típicos con algunos músicos locales -entusiastas pero menos talentosos-, cocineros franceses preparan platos típicos escoces y el whisky corre junto al vino.
Pero en lo que respecta al referendo que tendrá lugar en un mes y que podría conducir a la independencia escocesa del Reino Unido, lo único que admite Francois Gresset, alcalde de Aubigny, es que se trata de un tema candente para la pequeña comunidad.

Festival escocés en Aubigny. Foto: Bbc
Lazos históricos
Lo que se celebra en Aubigny es la "antigua alianza", el lazo de amistad entre Francia y Escocia cuyos orígenes yacen en la histórica y compartida hostilidad hacia Inglaterra.
El primer registro histórico de esta alianza data de 1295, aunque ciertamente existió de una forma más informal mucho antes de eso, y continuó hasta 1830, cuando oficiales escoceses aún formaban parte de la guardia real francesa.
"Era una alianza militar que graduamente se tornó una alianza romántica", dice Remi Beguin, especialista en Cultura del municipio de Aubigny.
"Los franceses siempre han amado a los escoceses, y los escoceses siempre han amado a los franceses. Somos como una pareja", añade.
Ciertamente en la región el afecto por todo lo relacionado con Escocia es evidente.
Se cree a nivel local, y puede ser cierto, que muchas familias escocesas se radicaron en la zona de Berry, centro de Francia, luego de la Guerra de los 100 Años. Ciertos apellidos locales, como Turpin, son exhibidos como evidencia.
Menos creíble es la historia de que por muchos años los hombres en Aubigny debían vestir el kilt, la tradicional pollera escocesa.
Otro mito popular es que hasta comienzos del siglo XX, bajo los términos de la antigua alianza, era posible para los franceses acceder a la nacionalidad escocesa y viceversa. Y aunque esta posibilidad hubiese existido técnicamente, no hay registros de que alguien lo haya hecho.
¿Pero ahora querrían los franceses de Aubigny una Escocia independiente? "Emocionalmente yo diría que la mayor parte de la gente sí", dice el alcalde Gresset, pero añade que se trata de "un tema complicado".
"Hay varios factores en juego, por eso no nos sentiemos en posición de pronunciarions, son los escoceses los que deben decidir", concluye.

Las casas reales de los dos países tienen una historia en común. Foto: Bbc
Ayer una Inglaterra poderosa, hoy Alemania
La cautela del alcalde de Aubigny es un reconocimiento tácito de que una total independencia de Escocia puede no estar en concordancia con las prioridades y las convicciones modernas de Francia.
Ciertamente en París, aunque ningún gobierno lo diría abiertamente, no existe entusiasmo por la iniciativa de los independentistas.
Un factor es el contagio regional. Francia cree en la idea del estado-nación y, si Escocia se independiza, mirará de reojo la posibilidad de que regiones como Córcega o Bretaña empiecen a consolidar sus ideas de autonomía.

El lazo entre ambos pueblos continúa pero las prioridades parecen ser otras.
Sin embargo, según el analista político Dominique Moisi, ésa no sería la razón real detrás de la falta de apoyo francesa al referendo escocés.
"Francia no es España, donde un precedente creado por Escocia puede volverse muy real para Cataluña. Aquí las regiones hacen mucho ruido, pero no hay riesgo de separación".
Para Moisi, la razón es "el sueño francés por un Reino Unido fuerte y comprometido totalmente en Europa, para contrarrestar el peso de Alemania que cada año se vuelve más poderosa".
"Cualquier cosa que le quite fuerza a un Reino Unido fuerte -y una independencia escocesa lo haría- va en contra de las ambiciones francesas en Europa", concluye Moisi.
Siete siglos atrás, Francia y Escocia tenían una causa común y consolidaron una alianza militar para enfrentar el poder de Inglaterra. Hoy, el afecto permanece pero las causas han cambiado.
Hoy los franceses dan palmadas en los hombros escoceses, como disculpándose, y dicen: "Lo siento, mon brave, hemos peleado juntos en el pasado, pero ahora la pelea no es nuestra".



LA NACION
 

Sebastian

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Los ciudadanos ingleses quieren mano dura con Escocia

La mayoría de los encuestados no quiere compartir la libra si gana la independencia en el referéndum

Walter Oppenheimer Londres 21 AGO 2014 - 20:29 CEST6


El primer ministro escocés, en primer plano, el 21 de agosto / Jeff J Mitchell (Getty Images)

Los ingleses no quieren que Escocia se independice ni compartir la libra con una Escocia independiente, pero al mismo tiempo defienden que, si decide quedarse en Reino Unido, se reduzcan los actuales niveles de inversión pública del Tesoro británico en suelo escocés y que los diputados escoceses en Westminster no puedan votar en asuntos que no afecten directamente a Escocia. Curiosamente, el partido que más desdeña la actual unión entre Inglaterra y Escocia es el UKIP, cuyas siglas significan Partido de la Independencia de Reino Unido... respecto de la Unión Europea.

Esas son algunas de las conclusiones de la encuesta realizada por la Universidad de Cardiff (Gales) con la consultora YouGov entre casi 3.700 personas residentes en Inglaterra sobre su visión del referéndum de independencia escocés del día 18 de septiembre.

El 59% de los encuestados se opone a la independencia, frente a un 19% que la apoya. En el caso de que finalmente Escocia votara a favor de marcharse de Reino Unido, un 53% de los ingleses cree que Escocia no debería seguir utilizando la libra (un 23% cree que sí); solo un 26% cree que el resto de Reino Unido debería apoyar a Escocia para que siga siendo socio de la UE y la OTAN, frente a un 36% que cree que no; pero un abrumador 69% opina que se debería poder viajar sin necesidad de pasaporte entre los dos países.

El 36% cree que Reino Unido tendría menos peso en el mundo sin Escocia (un 29% opina que no sería así) y solo un 10% cree que las relaciones entre Inglaterra y Escocia mejorarían con la independencia, frente a un 53% que opina lo contrario.

En el caso de que Escocia votara contra la independencia y se mantuviera dentro de Reino Unido, los ingleses no serían mucho más indulgentes. El 56% cree que la inversión pública en Escocia debería reducirse a los mismos niveles que en Reino Unido, (lo que exigiría que se recortara en un 10%), frente a tan solo un 12% que no está de acuerdo en recortar el gasto. El 62% cree que los diputados de las circunscripciones escocesas en Westminster no deberían votar en cuestiones que solo afectan a Inglaterra, frente a un 12% que se opone a esa restricción.

Sólo un 26% cree que Edimburgo debería permanecer en la UE, según el sondeo

Sin embargo, los ingleses están a favor de dar más autonomía a Escocia si se queda en Reino Unido: un 42% (frente a un 25%) cree que debería tener control de los impuestos que se recauden en Escocia y un 40% (frente a un 26%) opina que el Parlamento escocés debería tener poderes sobre las políticas de bienestar social.

A juicio del profesor Richard Wyn Jones, de la Universidad de Cardiff, “la cuestión es si los votantes escoceses pueden confiar en las promesas que les han hecho sobre las consecuencias de votar no a la independencia cuando esas promesas no parecen tener el apoyo de la mayoría y la parte políticamente más importante de la Unión”. “Lo cierto es que los ingleses no parecen tener muchas ganas de ser complacientes con los escoceses, decidan lo que decidan en el referéndum”.

En términos de partidos políticos, los votantes conservadores y los del UKIP son los que más se oponen a compartir la libra con una Escocia independiente. El 81% de los votantes del UKIP quiere que los escoceses dejen de votar en Westminster asuntos exclusivamente ingleses; son los únicos que creen que un Reino Unido sin Escocia no perdería influencia en el mundo y creen también que, aunque pierdan los independentistas, las relaciones entre Inglaterra y Escocia empeorarán.

“A medida que el partido madura, los seguidores del UKIP parecen apoyar cada vez menos la independencia de Reino Unido y parecen cada vez más el partido nacional de Inglaterra”, opina el profesor Charlie Jeffrey, de la Universidad de Edimburgo.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/21/actualidad/1408645781_656529.html
 

Willypicapiedra

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Como dije antes, lo único que ha compartido Inglaterra con Escocia en toda su historia...son las esposas de los escoceses!! (deberían invertir los papeles, ya es hora,a ver que se siente)
 

Shandor

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Los ciudadanos ingleses quieren mano dura con Escocia
La mayoría de los encuestados no quiere compartir la libra si gana la independencia en el referéndum

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El primer ministro escocés, en primer plano, el 21 de agosto / Jeff J Mitchell (Getty Images)
Los ingleses no quieren que Escocia se independice ni compartir la libra con una Escocia independiente, pero al mismo tiempo defienden que, si decide quedarse en Reino Unido, se reduzcan los actuales niveles de inversión pública del Tesoro británico en suelo escocés y que los diputados escoceses en Westminster no puedan votar en asuntos que no afecten directamente a Escocia. Curiosamente, el partido que más desdeña la actual unión entre Inglaterra y Escocia es el UKIP, cuyas siglas significan Partido de la Independencia de Reino Unido... respecto de la Unión Europea.
Esas son algunas de las conclusiones de la encuesta realizada por la Universidad de Cardiff (Gales) con la consultora YouGov entre casi 3.700 personas residentes en Inglaterra sobre su visión del referéndum de independencia escocés del día 18 de septiembre.
El ‘no’ a la independencia en Escocia mantiene su ventaja
El 59% de los encuestados se opone a la independencia, frente a un 19% que la apoya. En el caso de que finalmente Escocia votara a favor de marcharse de Reino Unido, un 53% de los ingleses cree que Escocia no debería seguir utilizando la libra (un 23% cree que sí); solo un 26% cree que el resto de Reino Unido debería apoyar a Escocia para que siga siendo socio de la UE y la OTAN, frente a un 36% que cree que no; pero un abrumador 69% opina que se debería poder viajar sin necesidad de pasaporte entre los dos países.
El 36% cree que Reino Unido tendría menos peso en el mundo sin Escocia (un 29% opina que no sería así) y solo un 10% cree que las relaciones entre Inglaterra y Escocia mejorarían con la independencia, frente a un 53% que opina lo contrario.
En el caso de que Escocia votara contra la independencia y se mantuviera dentro de Reino Unido, los ingleses no serían mucho más indulgentes. El 56% cree que la inversión pública en Escocia debería reducirse a los mismos niveles que en Reino Unido, (lo que exigiría que se recortara en un 10%), frente a tan solo un 12% que no está de acuerdo en recortar el gasto. El 62% cree que los diputados de las circunscripciones escocesas en Westminster no deberían votar en cuestiones que solo afectan a Inglaterra, frente a un 12% que se opone a esa restricción.
no a la independencia cuando esas promesas no parecen tener el apoyo de la mayoría y la parte políticamente más importante de la Unión”. “Lo cierto es que los ingleses no parecen tener muchas ganas de ser complacientes con los escoceses, decidan lo que decidan en el referéndum”.
En términos de partidos políticos, los votantes conservadores y los del UKIP son los que más se oponen a compartir la libra con una Escocia independiente. El 81% de los votantes del UKIP quiere que los escoceses dejen de votar en Westminster asuntos exclusivamente ingleses; son los únicos que creen que un Reino Unido sin Escocia no perdería influencia en el mundo y creen también que, aunque pierdan los independentistas, las relaciones entre Inglaterra y Escocia empeorarán. “A medida que el partido madura, los seguidores del UKIP parecen apoyar cada vez menos la independencia de Reino Unido y parecen cada vez más el partido nacional de Inglaterra”, opina el profesor Charlie Jeffrey, de la Universidad de Edimburgo.
elpais.es
 

Barbanegra

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Los escoceses quieren abrir el debate independentista más allá de la moneda
A menos de un mes de que los escoceses voten para decidir sobre su independencia, los nacionalistas quieren ampliar el debate más allá del espinoso enfoque sobre qué moneda debería utilizarse después de separarse de Reino Unido.

La sanidad y otros asuntos sociales como la justicia y la igualdad podrían tener más minutos si el primer ministro independentista Alex Salmond consigue dominar el segundo debate televisado el 25 de agosto.

La cuestión sobre si Escocia debería mantener la libra si el 18 de septiembre se vota a favor de su salida de Reino Unido ha obstaculizado la campaña independentista. El Gobierno británico ha dicho que no y el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ha advertido de dificultades en la unión monetaria.

Como resultado, la incertidumbre sobre la moneda paralizó al normalmente exaltado Salmond en el primer debate de televisión hace dos semanas cuando fue inesperadamente eclipsado por el más reservado líder de la campaña de los que quieren que Escocia se mantenga en Reino Unido, el exministro de Finanzas británico Alistair Darling.

El voto independentista continúa disminuyendo en todos los grandes sondeos, pero Salmond ha intentado mejorar su posición bombardeando a los medios con temas que podrían atraer a los votantes indecisos.

Advirtió, por ejemplo, de que el sistema sanitario gratuito financiado por el Estado podría estar en riesgo si Escocia permanece en Reino Unido, pero que podría ser protegido en la Constitución de una Escocia independiente.

El actual Parlamento escocés, liderado por el Partido Nacional Escocés de Salmond, controla la política sanitaria. Pero Salmond dice que la dependencia del presupuesto de Escocia a las políticas de Londres lo hace vulnerable.

El primer ministro británico, David Cameron, que se opone a la independencia, describió el argumento como "desesperado", argumentando que el gasto de Reino Unido en salud se ha protegido durante el mandato de su coalición de gobierno, que llegó al poder en 2010.

Salmond, un político veterano que ha llevado a su partido a ser el dominante en Escocia, confía en el cansancio de los votantes respecto a la discusión sobre la moneda para introducir nuevos temas en el debate a pocas semanas de la votación.

La posturas sobre la moneda no han cambiado durante meses, con los partidos de Reino Unido descartando un acuerdo, pero con Salmond insistiendo en que podrían negociar si Escocia vota a favor de la independencia. También ha dicho que nadie podría frenar a Escocia si quiere utilizar la libra informalmente.

Pero mientras Salmond podría intentar ampliar el debate, la campaña Mejor Juntos de Darling ha prometido continuar presionándole con el tema de la moneda.

Darling, un escocés que fue ministro de Finanzas en el último gobierno laborista británico, ha salido ganador en el debate sobre la libra y es improbable que cambie.

Otros pro-unionistas se han subido al carro.

"Necesitamos urgentemente claridad por parte del primer ministros sobre su plan B para la divisa", dijo en un comunicado la líder conservadora escocesa Ruth Davidson, subrayando que si se vota "Sí", cualquier unión de divisa sería temporal.

"Los escoceses debemos saber en qué moneda se van a pagar nuestros salarios, pensiones y beneficios", dijo.

Con el segundo debate considerado como crucial en vísperas del voto, los comentaristas dicen que aumenta la presión para que Salmond salga victorioso y provoque movimientos en las encuestas todavía favorables a los unionistas.

"Quizás Darling tenga más experiencia en hablar a escala nacional, pero si Alex Salmond saca un punto de vista más apasionado y cambia su táctica para proyectarlo, podría animar a los votantes a seguir pasándose al Sí", dijo Tanya Abraham, ejecutiva de análisis senior en el grupo de encuestas YouGov.

REUTERS
 

Barbanegra

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Escocia, a días del referendo de independencia
El prolongado debate acerca de si Escocia debería independizarse ha sido una bonanza para los productores de calcomanías, carteles, globos y paraguas con leyendas alusivas.

En todo el territorio se pueden ver las palabras "Sí" y "No" impresas o pintadas desde los postes del alumbrado público hasta las bolsas de compras. Carteles con las leyendas "Orgullosos de ser escoceses. Encantados de estar unidos" o "Sí a una Escocia mejor y más justa" adornan las ventanas de viviendas en la misma calle.

El lunes habrá un debate decisivo. El primer ministro escocés proindependentista Alex Salmond y Alistair Darling, líder de la campaña por el "No", se enfrentarán en su último debate televisivo antes del referendo del 18 de septiembre.

Ambos bandos proclamaron victoria cuando se enfrentaron el 4 de agosto y el interés desde fuera de Escocia fue tan grande que la página de internet que transmitió el debate en vivo se colapsó. Esta vez el debate de 90 minutos será presentado por la BBC en toda Gran Bretaña y por C-SPAN en Estados Unidos.

Los dos se juegan el apoyo de miles de votantes que, pese a una campaña de dos años, todavía están indecisos.

En todo el territorio los activistas de uno y otro bando han llevado a cabo reuniones y se han trenzado en apasionadas discusiones en bares, clubes, plazas y hasta el transporte público.

Gente que nunca se involucró en la política ha participado en el debate nacional sobre una votación cuyo resultado podría afectar todo en Escocia: desde la economía, pasaportes, moneda y estructura militar hasta su sentido de orgullo nacional, su papel en la Unión Europea y en otras organizaciones internacionales.

"Dondequiera que vayas se está debatiendo", dijo Mairi Campbell, una peinadora de Glasgow que votará contra la independencia.

"Yo solía pasar gran parte del tiempo hablando con las clientas preguntándoles si había pasado un buen fin de semana o si planeaban alguna salida", afirmó. "Ahora la conversación puede empezar así pero desemboca en el plebiscito y lo que significa. Casi todos tienen su opinión y motivos diferentes para votar".

Los políticos de ambos bandos han hecho giras por las ciudades, pueblos y aldeas de Escocia para hablar con el público y han distribuido banderas en miniatura: la azul y blanca de Escocia o la roja, blanca y azul del Reino Unido.

Y en las escuelas se han ofrecido sesiones informativas a los estudiantes, reflejando el hecho de que, por primera vez en Gran Bretaña, los jóvenes de 16 y 17 años podrán votar.

http://www.elnuevoherald.com/2014/08/23/1826813/escocia-a-dias-del-referendo-de.html
 

Sebastian

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Escocia independiente, ¿sería más rica que China y Reino Unido?

Colletta Smith
BBC
Domingo, 24 de agosto de 2014

"¿Qué dirías si te propusieran vivir en una de las naciones más ricas del mundo?".

Esa es la pregunta que formulan algunos carteles de "Yes Scotland", es decir "Sí a Escocia".
Se trata de la campaña para persuadir a los escoceses a que voten por la independencia el próximo 18 de septiembre.
El argumento de que una Escocia independiente sería uno de los países más ricos del mundo se basa en un ranking que la coloca en el puesto 14 del planeta en términos del producto interno bruto (PIB) por persona, por delante de Francia, China y Reino Unido.
Pero ¿qué es el "PIB por persona", por qué Escocia figura por encima de algunas de las economías más grandes del mundo y qué nos dice esto de lo rica que podría ser una Escocia independiente?

¿Qué es el PIB?

Escocia es mucho más que whisky, castillos y gaitas.

Para definirlo de la forma más simple, es la cantidad de dinero que produce un país.
Un valor por lo que se obtiene cada día por cada persona que va a trabajar.
Es la suma de todas las cosas que un país hace -ya sea whisky, concreto, software o carne- que se agregan al valor de la industria de servicios, a cuánto se le paga a los maestros y enfermeras, y a cuándo producen los banqueros.

Se mide cada tres meses y puede subir o bajar, dependiendo de qué tanta actividad hay en los centros comerciales, cuánto se está exportando, la fortaleza de una divisa y las condiciones globales.
Si el PIB sube, la economía está creciendo. Y si baja, se está contrayendo.


Uno de los productos de exportación más grandes de Escocia, el whisky impulsa su producto interno bruto.

¿Por qué el PIB se mide por persona?
Una lista que sólo compara el PIB total usualmente tendría a los países más grandes en la cima. Según Naciones Unidas, esos serían Estados Unidos, seguido por China, con Reino Unido en el sexto lugar.

Esto mide el tamaño de la economía, pero no lo rico que es un país, debido a que si un país tiene una gran economía, pero muchas personas para compartirlo, entonces cada persona es más pobre en promedio.
El PIB por persona muestra la riqueza de una nación. Un país pequeño sin muchos habitantes podría ser mucho más productivo o tener muchas más formas de crear riqueza, por lo que sería clasificado mucho más alto en la lista del PIB per capita.

Es esta lista de PIB por persona la que el gobierno escocés está citando como parte del debate por el referendo, ya que Escocia, con su población relativamente pequeña, clasificaría en el 14° lugar en el mundo, de acuerdo con una tabla producida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).


On una población más pequeña, menos gente comparte el PIB, por lo que cada persona obtiene más.

¿Debo creerle a la OCDE?
Sí.
La OCDE es una de las organizaciones establecidas después de la Segunda Guerra Mundial para tratar de ayudar al mundo a reconstruirse a partir de los escombros económicos de la the posguerra.
Hace investigaciones y recomendaciones para ayudar a los países en todo el mundo a crecer económicamente.
Es vista como una organización neutral y sus investigaciones y estadísticas tienden a ser tomadas como la regla de oro.


La OCDE es vista como una voz altamente confiable en el mundo económico.

¿Por qué Escocia está incluida en la clasificación?
Escocia no es un país independiente, de modo que los estadísticos de la OCDE no la miden.
Sin embargo, el gobierno escocés ha usado datos de la the Oficina Nacional de Estadísticas de Reino Unido para calcular una cifra equivalente para el PIB per capita de Escocia.

Esta cifra fue entonces insertada en la lista de las naciones más ricas según este concepto para compararla con otros países.
Así la gente puede ver la riqueza comparativa de Escocia como si fuera un país independiente.


El gobierno escocés incluyó datos de la the Oficina Nacional de Estadísticas en la tabla.

¿Cómo se desempeña Escocia en otros rankings económicos?
Las cifras más recientes que se tienen del PIB de Escocia corresponden a 2012. Al incluir una participación del petróleo británico en el mar, llega a US$240.430 millones.

Esto colocaría a Escocia en el puesto 57 de la lista de la ONU del PIB nacional, entre Irak y Bangladesh. Por supuesto, esos países tienen poblaciones mucho más grandes, por lo que aparecen más abajo en la lista del PIB por persona.
La pequeña población de Escocia implica que su PIB total es compartido entre menos gente, lo cual le da a cada persona una porción más grande como resultado.

Reino Unido figura actualmente en sexto lugar de la lista del PIB total, pero si Escocia optara por la independencia, el PIB del resto de Reino Unido sería menor, por lo que Brasil posiblemente podría superarlo en ese ranking.


Como demostró el Torneo de rugby de las Seis Naciones de 2014, Escocia no aparece en los primeros lugares de todas las tablas.

Entonces, ¿sería una Escocia independiente rica o no?
Escocia es un país comparativamente rico cuando uno considera que la población es relativamente pequeña, pero las cifras empleadas se refieren a la posición de Escocia como se encuentra actualmente, dentro de Reino Unido.
Mucho dependería de las negociaciones después del referendo y de las decisiones de inversión de grandes compañías.
El tamaño del PIB de cualquier país también se ve enormemente afectado por la moneda, así que si Escocia se mantiene o no en una unión monetaria con la libra esterlina, podría tener un gran efecto.
Asimismo, las cifras del PIB por persona no muestran cómo la riqueza se reparte dentro de un país. Escocia bien podría ser comparativamente rico como un país independiente, pero que grandes sectores de la población se "sientan ricos" dependería de las políticas del gobierno escocés después de la independencia.


La moneda de Escocía podría tener un gran efecto en el PIB después de la independencia.

¿Cómo luce este ranking?
El gobierno escocés dice que el país puede ser clasificado en el puesto 14 cuando se incluye su porción geográfica de la producción del Mar del Norte en las cifras del PIB de Escocia.

Los cálculos en esta tabla fueron producidos usando datos disponibles hasta el 7 de marzo de este año.

Escocia frente a otros países de la OCDE
Ranking País PIB per cápita en dólares
1 Luxemburgo
89.417
2 Noruega
66.135
3 Suiza
53.641
4 Estados Unidos
51.689
5 Australia
44.407
6 Austria
44.141
7 Irlanda
43.803
8 Holanda
43.348
9 Suecia
42.874
10 Dinamarca
42.787
11 Canadá
42.114
12 Alemania 41.923
13 Bélgica
40.838
14 Escocia (con el petróleo del Mar del Norte)
39.642
15 Finlandia
39.160
16 Islandia
39.097
17 Francia
36.933
18 Reino Unido
35.671

Fuente: gobierno de Escocia - Cálculo del PIB per capita escocés frente a países de la OCDE en 2012
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/08/140821_escocia_independiente_pais_rico_finde_jgc.shtml
 

Shandor

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Escocia independiente, ¿sería más rica que China y Reino Unido?

"¿Qué dirías si te propusieran vivir en una de las naciones más ricas del mundo?".Esa es la pregunta que formulan algunos carteles de "Yes Scotland", es decir "Sí a Escocia".Se trata de la campaña para persuadir a los escoceses a que voten por la independencia

"¿Qué dirías si te propusieran vivir en una de las naciones más ricas del mundo?". Esa es la pregunta que formulan algunos carteles de "Yes Scotland", es decir "Sí a Escocia".
Se trata de la campaña para persuadir a los escoceses a que voten por la independencia el próximo 18 de septiembre.
El argumento de que una Escocia independiente sería uno de los países más ricos del mundo se basa en un ranking que la coloca en el puesto 14 del planeta en términos del producto interno bruto (PIB) por persona, por delante de Francia, China y Reino Unido.
Pero ¿qué es el "PBI por persona"?, ¿Por qué Escocia figura por encima de algunas de las economías más grandes del mundo y qué nos dice esto de lo rica que podría ser una Escocia independiente?
¿Qué es el PBI?
Para definirlo de la forma más simple, es la cantidad de dinero que produce un país.
Un valor por lo que se obtiene cada día por cada persona que va a trabajar.
Es la suma de todas las cosas que un país hace -ya sea whisky, concreto, software o carne- que se agregan al valor de la industria de servicios, a cuánto se le paga a los maestros y enfermeras, y a cuándo producen los banqueros.
Se mide cada tres meses y puede subir o bajar, dependiendo de qué tanta actividad hay en los centros comerciales, cuánto se está exportando, la fortaleza de una divisa y las condiciones globales.
Si el PBI sube, la economía está creciendo. Y si baja, se está contrayendo.
¿Por qué el PBI se mide por persona?
Una lista que sólo compara el PBI total usualmente tendría a los países más grandes en la cima. Según Naciones Unidas, esos serían Estados Unidos, seguido por China, con Reino Unido en el sexto lugar.
Esto mide el tamaño de la economía, pero no lo rico que es un país, debido a que si un país tiene una gran economía, pero muchas personas para compartirlo, entonces cada persona es más pobre en promedio.
El PBI por persona muestra la riqueza de una nación. Un país pequeño sin muchos habitantes podría ser mucho más productivo o tener muchas más formas de crear riqueza, por lo que sería clasificado mucho más alto en la lista del PBI per capita.
Es esta lista de PBI por persona la que el gobierno escocés está citando como parte del debate por el referendo, ya que Escocia, con su población relativamente pequeña, clasificaría en el 14° lugar en el mundo, de acuerdo con una tabla producida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
¿Debo creerle a la OCDE?
Sí.
La OCDE es una de las organizaciones establecidas después de la Segunda Guerra Mundial para tratar de ayudar al mundo a reconstruirse a partir de los escombros económicos de la the posguerra.
Hace investigaciones y recomendaciones para ayudar a los países en todo el mundo a crecer económicamente.
Es vista como una organización neutral y sus investigaciones y estadísticas tienden a ser tomadas como la regla de oro.
¿Por qué Escocia está incluida en la clasificación?
Escocia no es un país independiente, de modo que los estadísticos de la OCDE no la miden.
Sin embargo, el gobierno escocés ha usado datos de la the Oficina Nacional de Estadísticas de Reino Unido para calcular una cifra equivalente para el PBI per capita de Escocia.
Esta cifra fue entonces insertada en la lista de las naciones más ricas según este concepto para compararla con otros países.
Así la gente puede ver la riqueza comparativa de Escocia como si fuera un país independiente.
¿Cómo se desempeña Escocia en otros rankings económicos?
Las cifras más recientes que se tienen del PBI de Escocia corresponden a 2012. Al incluir una participación del petróleo británico en el mar, llega a US$240.430 millones.
Esto colocaría a Escocia en el puesto 57 de la lista de la ONU del PBI nacional, entre Irak y Bangladesh. Por supuesto, esos países tienen poblaciones mucho más grandes, por lo que aparecen más abajo en la lista del PBI por persona.
La pequeña población de Escocia implica que su PBI total es compartido entre menos gente, lo cual le da a cada persona una porción más grande como resultado.
Reino Unido figura actualmente en sexto lugar de la lista del PBI total, pero si Escocia optara por la independencia, el PBI del resto de Reino Unido sería menor, por lo que Brasil posiblemente podría superarlo en ese ranking.
Entonces, ¿sería una Escocia independiente rica o no?
Escocia es un país comparativamente rico cuando uno considera que la población es relativamente pequeña, pero las cifras empleadas se refieren a la posición de Escocia como se encuentra actualmente, dentro de Reino Unido.
Mucho dependería de las negociaciones después del referendo y de las decisiones de inversión de grandes compañías.
El tamaño del PBI de cualquier país también se ve enormemente afectado por la moneda, así que si Escocia se mantiene o no en una unión monetaria con la libra esterlina, podría tener un gran efecto.
Asimismo, las cifras del PBI por persona no muestran cómo la riqueza se reparte dentro de un país. Escocia bien podría ser comparativamente rico como un país independiente, pero que grandes sectores de la población se "sientan ricos" dependería de las políticas del gobierno escocés después de la independencia.

El gobierno escocés incluyó datos de la the Oficina Nacional de Estadísticas en la tabla. Foto: BBC
¿Cómo luce este ranking?
El gobierno escocés dice que el país puede ser clasificado en el puesto 14 cuando se incluye su porción geográfica de la producción del Mar del Norte en las cifras del PBI de Escocia.
Los cálculos en esta tabla fueron producidos usando datos disponibles hasta el 7 de marzo de este año.

la nacion
 

Sebastian

Colaborador
Más de un centenar de ejecutivos escoceses rechazan la independencia

Argumentan que los partidarios del sí no han probado que separarse de Reino Unido sea mejor

Walter Oppenheimer Glasgow 27 AGO 2014 - 15:44 CEST45

Debate entre Darling y Salmond sobre la independencia de Escocia. / DAVID CHESKIN (AFP)

Un centenar largo de ejecutivos de grandes empresas escocesas han publicado este miércoles una carta abierta en el diario The Scotsman en la que se oponen a la independencia de Escocia con el argumento de que los partidarios del sí en el referéndum del próximo 18 de septiembre no han conseguido probar que separarse de Reino Unido vaya a ser mejor para la economía escocesa que mantener la actual unión.

Entre los firmantes están el antiguo consejero delegado de la Asociación del Whisky Escocés, Gavin Hewitt., el presidente de HSBC Holdings, Douglas Flint., el presidente de Town House Collection, Peter Taylor., o el presidente ejecutivo del grupo alimentario Baxter.

Los firmantes de la carta explican que "el resultado del referéndum del 18 de septiembre afectará a nuestra generación y a las generaciones futuras". "Hay mucho en juego. Nuestros lazos económicos con Reino Unido son muy próximos y en ellos se apoyan casi un millón de empleos escoceses", advierten. "El resto de Reino Unido es con mucho nuestro mayor mercado. Como creadores de empleo, hemos examinado cuidadosamente los argumentos de las dos partes del debate. Nuestra conclusión es que desde el punto de vista de los negocios no se ha conseguido justificar la necesidad de la independencia".

Los firmantes aseguran que "la incertidumbre rodea a cuestiones vitales como la moneda, regulación, impuestos, pensiones, la pertenencia a la UE y el apoyo a nuestras exportaciones al resto del mundo". "El Reino Unido da a los negocios la sólida plataforma que necesitamos para invertir en la industria. Si seguimos trabajando juntos conseguiremos que Escocia siga floreciendo", concluyen.

Una Escocia independiente no asumirá su parte proporcional de la actual deuda pública británica
John Swinney, ministro escocés de Finanzas​

La carta de los empresarios llega apenas dos días después de que el líder independentista y ministro principal escocés, Alex Salmond, se impusiera claramente en el segundo y último debate cara a cara con el líder de la campaña a favor de la unión, el ex ministro laborista de Finanzas, Alistair Darling.

El apoyo empresarial al campo del `no` llega en un momento importante porque vuelve a situar el debate refrendario en el terreno de la economía, en el que los defensores de que Escocia se mantenga en Reino Unido se sienten mucho más cómodos que en el terreno menos concreto de la capacidad de regir los propios destinos y de sacarse de encima el peso de los gobiernos conservadores que a menudo imperan en Londres y que rara vez tienen un apoyo electoral en Escocia, uno de los argumentos en los que se apoyan los independentistas para pedir el `si` en el referéndum. Es una batalla entre la realidad del hoy o el idealismo del mañana en la que el realismo tiende a imponerse.

Alex Salmond ha proclamado que su victoria en el debate del lunes le va a dar un impulso imparable a la campaña del sí, que continúa claramente por debajo en algunas encuestas y por debajo, pero a tiro de piedra, en otras. Los expertos, sin embargo, parecen coincidir en que el impacto del debate en la mente de los votantes a la hora de decidir qué papeleta eligen el día de la consulta será pequeño. Y recuerdan la paradoja de que Darling ganó hace tres semanas el primer debate pero fueron los independentistas los que mejoraron sus perspectivas de voto en los sondeos.

En todo caso, la campaña no ha cambiado tras los debates. Salmond sigue insistiendo en pedir un debate cara a cara con el primer ministro británico, el conservador David Cameron, a sabiendas de que es el terreno político el que más le favorece y anticipándose así a la visita que esta misma semana realizará a Escocia el líder tory. Una visita que algunos consideran arriesgada dada la poca simpatía que despierta entre los escoceses. Pero Cameron no tiene muchas opciones: le critican tanto si interviene en la campaña como si se queda callado en Downing Street.

Darling, por su parte, insiste en atacar los planes de los independentistas de intentar seguir compartiendo la moneda con Reino Unido si Escocia se inclina por la independencia. A lo que el ministro escocés de Finanzas, John Swinney, le responde reiterando que, en ese caso, una Escocia independiente no asumirá su parte proporcional de la actual deuda pública británica.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/27/actualidad/1409147046_737202.html
 
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