Escocia, abocada a un referéndum de independencia

Sebastian

Colaborador
El independentista Salmond derrota en el debate de Escocia al unionista Darling

El sí y el no chocan en el cara a cara clave del referéndum de Escocia

Walter Oppenheimer 26 AGO 2014 - 01:02 CEST234

Salmond (derecha) y Darling, en el debate, este lunes. / J. J. MITCHELL (GETTY) | REUTERS-LIVE!

“Es nuestro momento”, proclamó apasionadamente el independentista Alex Salmond. “Es una decisión de la que no hay vuelta atrás”, advirtió el unionista Alistair Darling. Las caras visibles del sí y el no en la campaña del referéndum sobre la independencia de Escocia chocaron anoche con inusitada violencia en su último debate cara a cara antes de la consulta del 18 de septiembre. Un debate en el que de nuevo la cuestión de la moneda que circularía en una Escocia independiente dominó los intercambios entre ambos, ante 200 votantes, en la Galería de Arte y Museo Kelvingrove, en Glasgow.

Los analistas concluyeron que, esta vez, Salmond se impuso con claridad, al contrario de lo que había ocurrido hace tres semanas. También una encuesta de ICM para el diario The Guardian dio un claro triunfo al líder independentista y ministro principal escocés por 71% a 29%. Pero está por ver qué influencia puede tener el resultado del debate a la hora del voto, que algunos escoceses pueden empezar a ejercer desde hoy porque empiezan a repartirse las papeletas de voto por correo en algunas zonas del país.

La victoria de Darling en el primer cara a cara, celebrado el pasado día 5, no significó un aumento del número de partidarios del no. Los independentistas acabaron subiendo en las encuestas de las semanas siguientes. Y también porque el intercambio entre ambos políticos, a menudo gritándose el uno al otro sin escucharse, no fue del todo edificante.

Ambos son viejos zorros de la política. Y tan opuestos el uno al otro como lo que defienden en el referéndum del 18 de septiembre. Darling, 60 años, ministro laborista del Tesoro en tiempos de Gordon Brown y antes de eso responsable de Transporte, ministro para Escocia y ministro de Industria y Comercio, ha sido siempre un político oscuro pero eficaz, lo que en la política británica llaman “un par de manos fiables”. Salmond, 59 años, es un político imprevisible que ha resurgido ya varias veces de sus cenizas. Lo hizo en 2004, cuando volvió por segunda vez al liderazgo del independentismo. O en 2011, cuando ganó contra pronóstico la mayoría absoluta que le permitió convocar el referéndum del próximo día 18.

Es esa capacidad de sorpresa de Salmond y del SNP (Partido Nacional Escocés) lo que todavía llama a la prudencia a pesar de que el no mantiene desde hace meses una sólida ventaja de entre 10 y 14 puntos. Quizás anoche puso las bases para un nuevo renacimiento. En parte porque Alistair Darling, que ganó el primer debate al dejar a su adversario sin respuesta a la cuestión clave de cuál es su plan B si Escocia no puede seguir usando la libra, recurrió anoche una vez tras otra a ese mismo argumento. El público llegó a silbarle cuando volvió por enésima vez a la moneda.

Y esta vez hubo diferencias. Salmond aceptó que a lo mejor tiene que recurrir a otras opciones distintas de la de un pacto con la libra, como que Escocia tenga su propia moneda. O que se adopte la esterlina como solución temporal.

También Darling dijo algo nuevo, aunque muy a su pesar: aceptó por primera vez que una Escocia independiente podría compartir la libra con Reino Unido, aunque pareció hacerlo de forma sarcástica al decir que también podría compartir el rublo o el yen o el euro.

El líder de la campaña unionista, mucho más nervioso que en el primer cara a cara, se dejó llevar por Salmond al terreno que menos le convenía, el del impacto que las políticas del Gobierno de Westminster tienen en la capacidad de decisión del Gobierno escocés en cuestiones como la financiación de la sanidad pública. O el efecto que tendría en la lucha contra la pobreza la renuncia a destinar miles de millones a renovar el programa de disuasión nuclear Trident, como quieren los independentistas.

Los intentos de Darling por llevar el debate al terreno de la moneda o al de las reservas petrolíferas no solo acabaron irritando al público, sino que parecieron dejarle sin respuesta en otras cuestiones planteadas por el público. Como los efectos en el conjunto de la economía del actual sistema de reparto regional de la inversión pública. O, como preguntó otro participante en alusión al eslogan unionista, “¿por qué, si es verdad que estamos mejor juntos, no estamos ya mejor juntos?”.

El objetivo de Salmond fue transmitir la idea de que una derrota del sí en las urnas dentro de tres semanas equivaldría a que los escoceses se podrían ver gobernados de nuevo por un Partido Conservador al que no habrán votado en Escocia, dejando en manos de Londres decisiones clave como el futuro del sistema público de salud escocés. En ese contexto, Darling se vio arrastrado a la contradicción de defender aspectos de la política que la coalición de conservadores y liberales demócratas aplican en Westminster y que los laboristas tanto rechazan. Eso permitió a Salmond asegurar que su rival “se ha alineado con los tories”.

Al final, el líder independentista proclamó: “Este referéndum es sobre el futuro de Escocia y el futuro de Escocia tendría que estar en manos de Escocia. Es el momento de poner el futuro en nuestras manos”. A lo que Darling replicó: “Por supuesto que podemos ir solos, pero no creo que tuviéramos tanto éxito como el que tenemos siendo parte de Reino Unido”. E insistió, otra vez, en la importancia de la cuestión de la moneda porque “para todo país, lo más importante es la moneda, el dinero”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/25/actualidad/1409000455_298964.html
 

Sebastian

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Cameron llega a Escocia tras el apoyo de 200 empresarios a la independencia

200 ejecutivos escoceses se pronuncian en favor de la independencia
Crisis ante la fuga de un diputado conservador al populista UKIP

Walter Oppenheimer Glasgow 28 AGO 2014 - 18:27 CEST28


El diputado escocés laborista Jim Murphy hace campaña por el no a la independencia, el miércoles en la localidad escocesa de Dundee. / Jeff J Mitchell (Getty Images)

David Cameron dejó Londres el jueves en medio de la crisis provocada por la fuga de uno de sus diputados al populista UKIP y se encontró a su llegada a Glasgow en medio de la batalla de la clase empresarial por el referéndum de independencia. Si la víspera, 130 ejecutivos publicaron una carta en contra de la independencia, el jueves fueron 200 los que se pronunciaron, esta vez en favor de la independencia.

La presencia de Cameron en Glasgow, en el primero de dos días en tierras escocesas, tenía como objetivo precisamente dirigirse a la clase empresarial en una cena de la patronal británica CBI (Confederation of British Industry's).

El acto de la CBI había sido clasificado como partidista por la comisión electoral que vela por la pureza del juego democrático en la campaña del referéndum. La presencia del primer ministro británico como invitado y encargado del discurso principal de la noche hizo que el acto recibiera el tratamiento de acto en defensa del no en el referéndum, por lo que el gasto total permitido quedó limitado a 10.000 libras y eso obligó a reducir a una cuarta parte de lo habitual el número de invitados y a reducir también la cantidad, y probablemente calidad, de la comida y bebida puesta a su disposición.

Las reglas son tan estrictas en Reino Unido que la propia CBI se vio obligada hace unos meses a dar marcha atrás en su intención inicial de registrarse para hacer campaña activa en contra de la independencia de Escocia. La organización había empezado a recibir la baja de instituciones que están obligadas a guardar su neutralidad política, como universidades, cadenas de televisión (la BBC decidió suspender de todas maneras su pertenencia a la CBI desde mayo hasta el día después del referéndum) o centros de estudios.

En su intervención del jueves por la noche ante los empresarios de la CBI, Cameron tenía previsto recordarles que el británico “es uno de los más antiguos y más exitosos mercados del mundo” y que más de un millón de empleos se apoyan en los intercambios entre Escocia y el resto de Reino Unido. “Escocia comercia dos veces más con Reino Unido que con el resto del mundo todo junto”, les recordó a los empresarios.

Probablemente se podría defender con argumentos similares la importancia económica que la Unión Europea tiene para Reino Unido, pero eso no impide que el Partido Conservador que lidera Cameron se debata en una profunda guerra interna entre los euroescépticos que quieren reformar la UE para que Reino Unido siga en ella y quienes defienden pura y simplemente la salida. Entre estos últimos está el hasta este jueves diputado conservador en los Comunes, Douglas Carswell, que ha decidido fugarse al UKIP y se va a presentar como candidato en representación de su nuevo partido en la circunscripción que hasta ahora representaba, Clacton, en Essex.

No es la primera vez que un conservador se fuga al UKIP, pero sí es la primera vez que la fuga de un diputado deja al UKIP en condiciones de que uno de sus candidatos sea elegido como diputado de los Comunes.

La fuga de Carswell es una sorpresa a medias. Es una sorpresa en el sentido de que nadie sabía que estaba planeando dar el triple salto mortal de traicionar a los conservadores, fugarse al UKIP y provocar así unas explosivas elecciones parciales a ocho meses de las elecciones generales de mayo que puede provocar un ataque de nervios a David Cameron.

Pero no es una sorpresa que se haya ido al UKIP porque son conocidas sus posiciones profundamente contrarias a la UE y su deseo de que Reino Unido se vaya. Y él mismo ha explicado que deja a los conservadores porque cree que Cameron no es serio y que la intención del primer ministro es conseguir que la UE acepte los mínimos cambios necesarios para que Reino Unido decida en 2017 votar a favor de seguir en la UE. Como el mismo Cameron ha dicho repetidas veces.

Para echar más leña al debate, las cifras oficiales reflejan un incremento de la llegada neta de inmigrantes de la Europa continental a Reino Unido de 243.000 personas en el primer trimestre de 2014, sobre todo italianos, polacos y españoles, frente a los 175.000 del año anterior.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/28/actualidad/1409243254_838385.html
 

Barbanegra

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Cameron llega a Escocia tras el apoyo de 200 empresarios a la independencia
David Cameron dejó Londres el jueves en medio de la crisis provocada por la fuga de uno de sus diputados al populista UKIP y se encontró a su llegada a Glasgow en medio de la batalla de la clase empresarial por el referéndum de independencia. Si la víspera, 130 ejecutivos publicaron una carta en contra de la independencia, el jueves fueron 200 los que se pronunciaron, esta vez en favor de la independencia.

La presencia de Cameron en Glasgow, en el primero de dos días en tierras escocesas, tenía como objetivo precisamente dirigirse a la clase empresarial en una cena de la patronal británica CBI (Confederation of British Industry's).

El acto de la CBI había sido clasificado como partidista por la comisión electoral que vela por la pureza del juego democrático en la campaña del referéndum. La presencia del primer ministro británico como invitado y encargado del discurso principal de la noche hizo que el acto recibiera el tratamiento de acto en defensa del no en el referéndum, por lo que el gasto total permitido quedó limitado a 10.000 libras y eso obligó a reducir a una cuarta parte de lo habitual el número de invitados y a reducir también la cantidad, y probablemente calidad, de la comida y bebida puesta a su disposición.

Las reglas son tan estrictas en Reino Unido que la propia CBI se vio obligada hace unos meses a dar marcha atrás en su intención inicial de registrarse para hacer campaña activa en contra de la independencia de Escocia. La organización había empezado a recibir la baja de instituciones que están obligadas a guardar su neutralidad política, como universidades, cadenas de televisión (la BBC decidió suspender de todas maneras su pertenencia a la CBI desde mayo hasta el día después del referéndum) o centros de estudios.

En su intervención del jueves por la noche ante los empresarios de la CBI, Cameron tenía previsto recordarles que el británico “es uno de los más antiguos y más exitosos mercados del mundo” y que más de un millón de empleos se apoyan en los intercambios entre Escocia y el resto de Reino Unido. “Escocia comercia dos veces más con Reino Unido que con el resto del mundo todo junto”, les recordó a los empresarios.

Probablemente se podría defender con argumentos similares la importancia económica que la Unión Europea tiene para Reino Unido, pero eso no impide que el Partido Conservador que lidera Cameron se debata en una profunda guerra interna entre los euroescépticos que quieren reformar la UE para que Reino Unido siga en ella y quienes defienden pura y simplemente la salida. Entre estos últimos está el hasta este jueves diputado conservador en los Comunes, Douglas Carswell, que ha decidido fugarse al UKIP y se va a presentar como candidato en representación de su nuevo partido en la circunscripción que hasta ahora representaba, Clacton, en Essex.

No es la primera vez que un conservador se fuga al UKIP, pero sí es la primera vez que la fuga de un diputado deja al UKIP en condiciones de que uno de sus candidatos sea elegido como diputado de los Comunes.

La fuga de Carswell es una sorpresa a medias. Es una sorpresa en el sentido de que nadie sabía que estaba planeando dar el triple salto mortal de traicionar a los conservadores, fugarse al UKIP y provocar así unas explosivas elecciones parciales a ocho meses de las elecciones generales de mayo que puede provocar un ataque de nervios a David Cameron.

Pero no es una sorpresa que se haya ido al UKIP porque son conocidas sus posiciones profundamente contrarias a la UE y su deseo de que Reino Unido se vaya. Y él mismo ha explicado que deja a los conservadores porque cree que Cameron no es serio y que la intención del primer ministro es conseguir que la UE acepte los mínimos cambios necesarios para que Reino Unido decida en 2017 votar a favor de seguir en la UE. Como el mismo Cameron ha dicho repetidas veces.

Para echar más leña al debate, las cifras oficiales reflejan un incremento de la llegada neta de inmigrantes de la Europa continental a Reino Unido de 243.000 personas en el primer trimestre de 2014, sobre todo italianos, polacos y españoles, frente a los 175.000 del año anterior.

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Barbanegra

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Un 44 % de los británicos contra la unión monetaria si Escocia se independiza
Un 44 por ciento de los británicos rechaza que se mantenga la unión monetaria con Escocia si esa región se independiza del Reino Unido tras el referéndum del 18 de septiembre, según una encuesta divulgada hoy.

El sondeo, realizado en Inglaterra, Gales y Escocia y publicado por el tabloide Sunday Express, señala que sólo un 22 por ciento de los consultados serían favorables a que Escocia mantenga la libra esterlina, como pretende el Gobierno nacionalista de Edimburgo.

El resto de los cuestionados no sabe o no contesta a la pregunta sobre la unión monetaria con Escocia.

Sin embargo, el resultado es diferente entre los entrevistados únicamente en Escocia, donde el 60 por ciento se manifestaron a favor de la unión monetaria con el Reino Unido, mientras un 21 por ciento se oponen y un 19 por ciento se declara indeciso.

El muestreo de la encuesta estaba formado por 2.008 personas, que fueron entrevistadas el pasado jueves.

El Gobierno nacionalista escocés de Alex Salmond defiende que Escocia mantendrá la libra esterlina y tendrá como entidad emisora al Banco de Inglaterra si sus ciudadanos optan por la independencia mientras el Ejecutivo de Londres señala que no será posible la unión monetaria.

Los mayores de 16 años que viven en Escocia están llamados a las urnas el próximo 18 de septiembre para contestar con un "sí" o un "no" si están a favor de la independencia de Escocia del Reino Unido, en un histórico referéndum cuyo resultado será vinculante.

El censo para la consulta es de alrededor de 4,3 millones de electores y el Gobierno nacionalista escocés, promotor del referéndum, confía en que la participación llegue al 80 por ciento, alrededor de 3,36 millones de personas.

EFE
 

Sebastian

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Ser escocés consiste en no ser inglés
Los unionistas defienden el no en el referéndum por las ventajas del mercado británico
Los independentistas anhelan un Estado más social

Walter Oppenheimer Dunoon 30 AGO 2014 - 18:27 CEST342

Partidarios del sí se manifiestan en Glasgow este jueves. / Andy Buchanan (AFP)

Cada año se reúnen en Dunoon, en el sudeste de la península de Argyll, en las Highland, las tierras altas del oeste de Escocia, cientos de gaiteros, bailarinas, luchadores, lanzadores de martillo o de peso y también lanzadores de la famosa piedra de Cowal, la original, con sus 34 libras de peso (15,5 kilos). Son los Juegos de Cowal, que hasta hace muy poco tenían el honor de ostentar el título de “los juegos más grandes de las Highland”.

A primera vista, la reunión parece una borrachera de identidad escocesa, con hombres vistiendo la típica falsa escocesa o kilt, gaiteros por doquier y tenderetes en los que puede uno degustar la famosa morcilla local o haggis, beberse una cerveza o comprar un equipo completo del famoso traje escocés. Pero, ¿qué es realmente la identidad escocesa? ¿En qué se diferencia de la inglesa, por ejemplo, o la británica?

El concepto acaba resultando bastante etéreo. Todos los escoceses parecen sentirse muy escoceses, muy patriotas, al margen de que quieran o no ser independientes. Y quizás por ello ni los defensores de la independencia de Escocia ni quienes defienden que siga dentro de Reino Unido han expuesto sus argumentos en términos fundamentalmente de identidad nacional.

Durante la campaña, los unionistas hablan sobre todo de las ventajas que para Escocia tiene formar parte de un mercado tan establecido como el británico, o de tener asegurada la pertenencia a instituciones internacionales como la Unión Europea, la OTAN o Naciones Unidas, o de su peso en el mundo. Y los independentistas hablan de la oportunidad de construir un nuevo modelo de Estado más social y progresista que se deshaga de la influencia del capitalismo de la City y de la dependencia de los gobiernos derechistas del Partido Conservador.

“Los escoceses están muy orgullosos de su identidad pero no la expresan necesariamente de la misma forma que lo hacen los catalanes. No hay muchas banderas alrededor, por ejemplo. Ahora puede haber más por los Juegos de la Commonwealth pero no hay una bandera en cada balcón como ocurre en Barcelona”, explica Kathryn Crameri, profesora de Estudios Hispánicos de la Universidad de Glasgow.

“Obviamente hay muchas tradiciones, como el kilt, los haggis, los juegos de las Highland, etcétera, pero alguna gente se identifica con ellos y otra gente no. La gente que vive en las ciudades está en general menos interesada en esos elementos; pueden ponerse ocasionalmente el kilt para una boda, y así. Creo que aunque la gente esté orgullosa de ser escocesa no es algo que necesariamente articule como si fuera una identidad de una forma específica, mientras que entre los catalanes y los vascos hay cosas a las que señalan y dicen ‘esto es de lo que estoy orgulloso de ser’, por ejemplo”, añade Crameri.

“La identidad escocesa es estar orgulloso de ser escocés, orgulloso de las instituciones escocesas, que son históricamente más importantes que en muchos países. Pero, fundamentalmente, ser escocés no es distinto de ser inglés, o alemán, o americano”, sostiene el historiador Murray Pittock, un polifacético académico que dirige la Escuela de las Artes en la Universidad de Glasgow. “La diferencia es una actitud distinta, las instituciones, en ocasiones los valores sociales y una cultura nacional diferente”, añade.

Gordon Neish, reportero y fotógrafo del Danoon Observer, un semanario que cubre la información local de la zona sur de Argyle, opina que ser escocés “es ser diferente de la gente de los otros países de Reino Unido”. “Es definitivamente un sentido de identidad y cuando llegue el referéndum habrá que escoger entre [ser] escocés o británico. Alguna gente parece creer que pueden ser escoceses y británicos, pero no creo que eso sea así. Tenemos nuestra propia identidad, nuestra propia cultura, una cultura más vieja que la del resto de Reino Unido, y muchos se sienten orgullosos de ello. Otros, debido a los 300 años de historia de la unión, se sienten más británicos. Para mí, eso es el pasado y ahora tenemos que mirar al futuro”, añade.

A juicio de Neish, los juegos de Cowal no representan realmente la identidad escocesa. En todo caso, ya no. “Los Highland Games son una tradición anterior a la unión, vienen de la Escocia antigua. Fue la reina Victoria quien los convirtió en algo más británico y menos escocés. Aunque la gente sigue vistiendo el kilt y sigue habiendo banderas escocesas, ya no son unos auténticos juegos de las Highland. Se han convertido en un festival. Y, curiosamente, y como esto es algo manufacturado, es la gente de origen escocés que viene a los juegos desde América o Australia o Nueva Zelanda, la que lo siente como algo escocés”.

Para Keith Bowes, un joven gaitero de Belfast, tocar la gaita este fin de semana en Dunoon no tiene mucho que ver con Escocia “porque el mejor gaitero es de Irlanda del Norte”. “Esto ya no tiene solo que ver con Escocia, es un evento internacional”, añade. Él es gaitero por lo que siente en el cuerpo entero cuando toca la gaita. Para su amigo Greg, escocés, tampoco tiene mucho que ver con la identidad escocesa: “A mí me viene de tradición familiar. Es algo que te encuentras al nacer y quieres mantener hasta la muerte”, asegura.

Identidad sin lengua propia
A diferencia de lo que ocurre en Cataluña, en el País Vasco y en Galicia, la identidad escocesa no gira en torno a la lengua propia. Ni el gaélico ni el escocés compiten con el inglés en el mundo real y un escocés no se siente menos escocés por expresarse en inglés. De la misma forma que el hecho de que un escocés no sea nacionalista o no desee la independencia, no le rebaja su sentimiento de identidad con Escocia.

A juicio de Murray Pittock, identidad y lengua propia no tienen por qué ir unidos. No lo están en Escocia y tampoco lo estuvieron en Irlanda, recuerda. “La recuperación de la lengua irlandesa fue políticamente muy importante en la lucha de 1922 por la independencia irlandesa, pero lo cierto es que el uso del gaélico se desplomó de inmediato después de 1922 y, a pesar de ser obligatorio en las escuelas, un estudio reveló en 1971 que el 99% de la gente prefería ver los programas de televisión en inglés. El nacionalismo irlandés en sí mismo es altamente anglófono, incluso más que el escocés”, subraya

“Hay países, como la República Checa, en los que la recuperación de la lengua y la intensificación del nacionalismo han ido juntos, y no es algo sorprendente porque esa era la situación de los Estados germánicos, pero esa no es la situación en Escocia”, añade Pittock.

“¿O qué pasa si una persona emigra de Nueva Zelanda a América? Se convierte en un ciudadano americano. O si alguien emigra a Australia. Quiero decir que hay muchos países angloparlantes en el mundo y Escocia es uno más, aunque Escocia no es puramente angloparlante”, concluye este académico.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/30/actualidad/1409416031_757605.html
 

Sebastian

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El repunte del independentismo escocés golpea a la libra esterlina

El sí se coloca a seis puntos del no y la moneda pierde un 0,5% en los mercados

Walter Oppenheimer Londres 2 SEP 2014 - 21:12 CEST12
La constante subida del sí a la independencia de Escocia en los sondeos del referéndum del próximo día 18 ha llevado el nerviosismo a los mercados financieros. La libra esterlina cayó el martes un 0,5% frente al dólar después de que un sondeo de la empresa demoscópica YouGov para el diario The Sun otorgara un 48% de los votos al no y un 42% al sí. Los indecisos y los que han decidido no votar suman el 10% restante. Una vez descontados los indecisos, el sondeo de YouGov otorga un 53% del voto a los unionistas y un 47% a los independentistas.

Lo más significativo del sondeo es que confirma el rápido auge del independentismo desde hace tres semanas y a poco más de dos semanas de la votación del 18 de septiembre. Pero también el hecho de que ese rápido aumento haya sido constatado por YouGov, cuyos sondeos tienden a reflejar de forma sistemática mejores posiciones para el no que otros muestreos.

El cambio de tendencia se produce después de que ambos bandos parecieran estancados desde abril tras varios meses de lenta pero constante subida del sí. Paradójicamente, la recuperación independentista empezó a reflejarse tras el mal comportamiento de su líder, Alex Salmond, en el primer debate cara a cara con el representante de la campaña unionista, el exministro laborista del Tesoro, Alistair Darling, el pasado 5 de agosto.

Antes de aquel debate, YouGov otorgaba al unionismo el 55% de los votos y a los independentistas el 35%. Varios días después, la diferencia se había reducido a 51-38. Luego llegó el segundo cara a cara entre Salmond y Darling, mucho más agresivo que el primero y ampliamente dominado por el líder del Partido Nacional Escocés (SNP). Tras esta última medición, el presidente de la consultora YouGov, Peter Kellner, asegura que los independentistas “tienen la victoria al alcance de la mano”. “Si el apoyo a la independencia entre los votantes laboristas sigue aumentando, el resultado va a ser impredecible”, añadió Kellner.

Así parecen creerlo también los mercados que, por primera vez desde que empezó la campaña del referéndum, han reaccionado con nerviosismo a un sondeo. A media mañana, la libra esterlina se había caído el 0,5% frente al dólar, hasta los 1,6533 dólares por esterlina. Y el tipo de interés de la libra a 10 años saltó cinco puntos básicos, hasta el 2,434%. Hans Redeker, analista de divisas de Morgan Stanley citado por Financial Times, atribuyó esos movimientos al nerviosismo desatado por el sondeo escocés.

En declaraciones a la BBC, Salmond proclamó que la independencia “está más cerca que nunca” y aseguró que la campaña está llegando a gente que nunca antes se había sentido interesada por la política, en lo que definió como “sensación democrática”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/02/actualidad/1409685127_784194.html
 

Sebastian

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¿Desastre monetario o renacimiento?
Dos profesores universitarios de Glasgow debaten sobre la separación de Reino Unido
Walter Oppenheimer Londres 2 SEP 2014 - 21:15 CEST2


Un partidario del no, el martes durante un encuentro político en el que participaron defensores de las dos opciones / Jeff J Mitchell (Getty Images)

Algunos analistas atribuyen el alza independentista en los sondeos a que muchos escoceses creen que la negativa de Londres a compartir la libra con una Escocia independiente es un farol y que la actual unión monetaria seguirá existiendo si gana el sí. Sin embargo, la existencia misma de esa unión monetaria es lo que lleva a Ronald MacDonald, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Glasgow, a rechazar la independencia. Su compañero de universidad Murray Pittock, historiador y director de la Escuela de Bellas Artes, en cambio, cree que Escocia ya no se beneficia de la unión como en los tiempos del Imperio Británico y defiende la independencia.

MacDonald, asesor del FMI y de Gobiernos como Noruega, cree que la independencia podría haber funcionado en los años 70, cuando se descubrió el petróleo, pero no ahora. “El argumento de que podemos formar una unión monetaria es que las dos zonas están convergiendo desde el punto de vista de productividad, PIB por habitante y todo eso, pero si nos convertimos en independientes el objetivo mismo de la independencia es divergir”, advierte.

Eso sería especialmente así con los ingresos del petróleo, cuyo efecto ahora se suaviza a través de Reino Unido y que al concentrarse en Escocia provocarían el llamado “mal holandés”: convertir en no competitivas las exportaciones que no dependen del crudo. “Eso es una preocupación, porque dependemos mucho de nuestras exportaciones para la balanza de pagos. Yo diría que si la unión monetaria va adelante se va a romper en menos de un año. Eso sería muy costoso, más de 100.000 millones” de libras.

“Incluso con petróleo, la posición fiscal de nuestro Gobierno no es particularmente saludable”, advierte MacDonald. “Si Escocia se convierte en independiente en 2016, el déficit fiscal será del 6% del PIB, que es bastante alto. Y el petróleo es volátil. Y eso en sí mismo nos puede llevar a poner en marcha en Escocia potenciales programas de austeridad”.

“Tener petróleo es estupendo y una Escocia independiente no podría sobrevivir sin petróleo, pero no es una panacea como está diciendo el SNP [Partido Nacional Escocés], porque incluso con petróleo sigues teniendo un sustancial déficit fiscal. Y el precio del petróleo es volátil, un 30% más volátil que todos los otros ingresos. Si la existencia del petróleo te produce un superávit, vale, pero no es así”, advierte MacDonald.

En el lado opuesto, Murray Pittock defiende la independencia con el argumento más genérico de que muchos escoceses la quieren “porque la situación de Escocia respecto a Inglaterra dentro de la unión ha cambiado significativamente desde la II Guerra Mundial”. “Durante mucho tiempo, la unión existió para permitir a los escoceses controlar sus instituciones domésticas y su cultura y su sociedad. Y para permitir la presencia escocesa en los mercados internacionales a través del Imperio Británico”, añade.

“A partir de 1945, por diversas razones, esas dos estructuras empezaron a desmoronarse. Obviamente, el Imperio Británico desapareció y Escocia dejó de tener acceso a sus mercados. Escocia ya no tiene control de sus propias instituciones porque hay una mayor centralización”, sostiene. En su opinión la globalización pone los negocios en dificultades y la gran industria escocesa ha quedado bajo el control de Londres. “Todo esto ha cambiado el acuerdo de la unión desde el punto de vista de los escoceses. Y en comparación con eso, mientras en el periodo victoriano el Reino Unido representaba sin problemas a sus miembros individuales como un Estado multinacional, la idea de que hay una identidad británica única se ha promovido cada vez más y más como reacción a la pérdida del Imperio”, explica.

“En el Imperio podías ser neozelandés y británico, canadiense y británico, escocés y británico, pero ahora todo es británico. Y Londres se ha convertido en sinécdoque de toda la identidad británica. No es Inglaterra, es Londres. Creo que todo eso ha hecho que la gente cambie de opinión en Escocia”, sostiene Pittock.

Pero, ¿de qué sirve ser un Estado nación con el mismo jefe de Estado, misma moneda, apenas ejército, sin frontera? “Depende, de nuevo, del modelo del que procedes. Las relaciones no son las de Castilla con Cataluña, ni entre Austria-Hungría y las minorías. Muchos escoceses sufrieron mucho con el Imperio Británico, pero muchos escoceses se beneficiaron mucho. Es normal que esas lealtades sigan siendo dominantes en el deseo de tener un Estado separado. La reina es jefe del Estado de 16 países y ninguno de ellos es menos país por eso”, se zafa Pittock.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/02/actualidad/1409685346_849619.html
 
Si Escocia se va, ¿como catzo queda la bandera pirata por excelencia?

Las consecuencias simbólicas

Según un trabajo realizado por una fundación británica especializada en banderas, el Flag Institute, 64,8 % de los británicos creen que su bandera debe cambiar si Escocia vota por su independencia.
La bandera pirata por excelencia, la Union Jack, que data de 1707, reúne cuatro naciones en una sola bandera, yuxtaponiendo la Cruz de San Jorge de Inglaterra (roja sobre fondo blanco), la cruz de San Andrés de Escocia (blanca diagonal sobre fondo azul) la cruz de San Patricio de Irlanda del Norte (cruz diagonal roja sobre fondo blanco).
Los que fueron más allá y presentaron nuevos diseños eligieron retirar la Cruz de San Andrés de la bandera escocesa para reintegrar los colores negro y oro de la Cruz de San David de Gales.

Acá hay otras ideas que combinan criterios más ecuménicos ;)

 

Shandor

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El banco Lloyds trasladaría su sede a Londres si Escocia se independiza
El avance del Sí en los sondeos lleva la cotización de la libra a los niveles más bajos en cinco meses

El notable avance del apoyo a la independencia de Escocia en las encuestas ha comenzado a sacudir los mercados, cuando faltan solo 15 días para la celebración del referéndum escocés. La cotización de la libra esterlina perdió este martes casi un 0,6% de su valor con respecto al dólar después de que una encuesta en «The Times» redujera la ventaja del No a la secesión a solo seis puntos, con un 53% de defensores de seguir en el Reino Unido por un 47% de preferencia por la independencia (excluidos los indecisos). La ventaja del campo unionista era de 22 puntos hace solo tres semanas, cuando un 61% de los escoceses optaba por el No por un 39% de independentistas, según la empresa YouGov.
La presencia de un 11% de indecisos deja el escenario de la larga batalla constitucional escocesa totalmente abierto. Y esta posibilidad estadística de una victoria del Sí el próximo 18 de septiembre –los nacionalistas solo tendrían que arrancar otros tres puntos a la ventaja del No- ha comenzado a generar la reacción de los mercados financieros. Según ha desvelado Reuters esta misma semana, la banca Lloyds trasladaría su sede a Londres en caso de una victoria independentista.
Aunque la mayoría de los ejecutivos del banco que dirige el portugués Antonio Horta Osório trabaja en la capital británica, la entidad tiene su sede social y legal en Edimburgo y es propietaria del Bank of Scotland, uno de los dos bancos escoceses junto con Royal Bank of Scotland (RBS). Lloyds tuvo que ser rescatada con una inyección de 25.000 millones en 2008 y fue nacionalizada en un 42%. Todavía hoy el gobierno posee el 25% de la entidad. Por eso, sus planes de trasladar su sede a Inglaterra en caso de secesión ilustran la debilidad financiera en la que quedaría una hipotética Escocia independiente, con un sector bancario doce veces mayor que su PIB.
En el caso de RBS, el 82% del banco fue también nacionalizado con un rescate de unos 55.000 millones, pagado por los contribuyentes británicos, equivalente al 200% del PIB escocés. De haber sido independiente, recuerdan los defensores del No, Escocia habría quedado en bancarrota al intentar salvar un banco cuyo balance equivale al PIB de toda Gran Bretaña. Así lo recordaba esta mañana en un debate en Aberdeen Alistair Darling, portavoz de la campaña unionista «Mejor Juntos» y ministro de Finanzas laborista en 2008. «Cuando me llamaron para decirme que RBS solo tenía liquidez para las próximas tres horas, pude tomar ciertas medidas gracias a nuestra pertenencia al Reino Unido, medidas que mi colega islandés, por ejemplo, no pudo tomar», explica.
«La escala del cambio potencial todavía no está claro, pero tenemos planes en marcha», aclaraba un portavoz de Lloyds a Reuters, que añade que, en caso de una victoria del Sí, aprovecharían el «periodo entre el referéndum y la ejecución de la separación» para evaluar sus opciones. El gobierno nacionalista que preside Alex Salmond aspira a proclamar la nueva nación en marzo de 2016, y prevé hasta entonces un periodo de negociaciones de 18 meses con Londres, Bruselas y las industrias afectadas.
En este contexto, el «Financial Times» ilustra este miércoles su portada con el «miedo» en los mercados ante la previsible caída en la cotización de la libra si los escoceses optaran por la independencia. Uno de los expertos citados por el rotativo financiero calcula que la libra esterlina pasaría del 1,65 actual al 1,50 en su cotización frente al dólar en caso de victoria de Sí. Varios fondos que operan en el mercado de monedas habrían comenzado a tomar posiciones –sobre todo en dólares- para cubrirse del riesgo ante esta esperada depreciación de la libra en un hipotético escenario de secesión.
Nuevo portazo de la Unión Europea
Como han recogido a menudo las encuestas, y como pudo comprobar este periódico en una visita puerta a puerta a electores escoceses, las dudas sobre el futuro monetario de una Escocia independiente constituyen el punto mas frágil de la campaña independentista. Tras defender durante años la entrada en la zona euro como opción para una Escocia independiente, el Partido Nacional Escocés (SNP) de Salmond defiende ahora la «unión esterlina», que pasa por el establecimiento de una unión monetaria con el resto de Gran Bretaña, conservando así el escudo del Banco de Inglaterra como garante último de la moneda.
El propio gobernador del Banco de Inglaterra, el canadiense Mark Carney, se ha referido a las enormes dificultades que plantearía este escenario. Y tanto el gobierno de Londres como los tres grandes partidos británicos, los conservadores y liberales en el Ejecutivo y la oposición laborista, han dado un portazo común a la aspiración nacionalista de mantener la libra como un «activo compartido» en un escenario de independencia. Además, Bruselas ha enviado también repetidas señales de que la unión esterlina no es planteable.
El martes por la noche, el ministerio del Tesoro hizo pública una carta enviada por quien fue hasta junio comisario de Asuntos Monetarios, Olli Rehn, en el que defiende que la unión esterlina es «incompatible» con la adhesión a la Unión Europea que predica también el nacionalismo escocés. «Sobre la pregunta de si la «esterlinización» es compatible con la pertenencia a la UE, la respuesta es que simplemente no sería posible puesto que implicaría obviamente una situación en la que el país candidato carecería de su propia autoridad monetaria y, por tanto, de los instrumentos necesarios para entrar en la Unión Económica y Monetaria», según recoge el EU Observer.
La interpretación predominante de los tratados comunitarios es que los nuevos países candidatos –estatus que tendría una Escocia independiente según la Comisión, aunque Salmond habla de adhesión «automática»- están obligados a poner rumbo a la adopción del euro una vez se integran en la UE. En cualquier caso, se exige a los países aspirantes que cuenten con su propio banco central y sus propios organismos monetarios, unos instrumentos que en la Escocia independiente que propone el SNP estarían, en realidad, al otro lado de la frontera.
abc.es
 

Barbanegra

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El 'sí' a la independencia se pone por delante en Escocia
El 'sí' a la independencia de Escocia se ha puesto por delante en las escuestas a falta de once escasos días para la celebración del referéndum, el próximo 18 de septiembre. Por primera vez desde que arrancó la campaña hace un año, el voto favorable a la ruptura con el Reino Unido supera al voto unionista por dos puntos (51% a 49%).

Hace apenas mes y medio, el mismo sondeo de YouGov para el Sunday Times reflejaba una cómoda ventaja del 'no' a la inpedependencia de 22 puntos. Las alarmas en Londres saltaron la semana pasada, cuando la encuesta reflejó un preocupante acercamiento del "sí" a seis escasos puntos.

La noticia ha coincidido con la visita anual del primer ministro David Cameron a la reina Isabel II al castillo de Balmoral. La Reina se mostrado confidencialmente "horripilada" ante la perspectiva de una hipotética separación de Escocia.

El nuevo sondeo demuestra que el 'sí' ha ganado en prácticamente todos los sectores de la población escocesa, sobre todo entre las mujeres y entre los votantes laboristas. La lluvia de acusaciones contra el líder laborista Ed Miliband y el "premier" David Cameron por su falta de implicación en la campaña ha arreciado en las últimas horas.

Aunque David Cameron ha insistido en que no piensa dimitir si vence el 'sí', decenas de diputados conservadores planean forzar su renuncia inmediata si vencen los independentistas. Según los analistas, uno de los primeros efectos de una hipotética dimisión de Cameron sería el ascenso de los eurófobos conservadores, que allanaría posiblemente la salida de la Unión Europea.

"Esta escuesta debería servir para hacer despertar a quienes pensaban que el referéndum estaba ganado de antemano", advirtió por su parte Alistair Darling, el controvertido líder de la campaña unionista Better Together, a quienes la mayoría consideran como responsable de la debacle. El fiasco en su segundo debate televisado con el ministro principal Alex Salmond marcó el giro en los sondeos de las dos últimas semanas.

Los tres partidos nacionales (Consevador, Laborista y Liberal-Demócrata) planean relanzar estos días su campaña favor del 'no' con el anuncio de la una plataforma para la cesión de nuevos poderes al Parlamento escocés.

http://www.elmundo.es/internacional/2014/09/07/540c22ddca47417c208b4575.html
 

Barbanegra

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El Reino Unido daría más poder a Escocia si rechaza independencia, según Osborne
El Gobierno británico, en un intento por paliar el cambio de rumbo en las encuestas de opinión antes de la votación sobre la independencia de Escocia este mes, está dispuesto a ceder poderes a Edinburgo si deciden mantenerse dentro del Reino Unido.

El ministro británico de finanzas, George Osborne, dijo el domingo que en los próximos días desvelería los planes para dar a Escocia más autonomía en impuestos, gastos y prestaciones sociales si los escoceses votaban en contra en el histórico referéndum el 18 de septiembre.

Los comentarios de Osborne llegaron después de que se publicase la encuesta realizada por YouGov para el Sunday Times, y mostraron como los independentistas obtuvieron ventaja por primera vez desde que comenzó la campaña.

A falta de menos de dos semanas para la votación, la encuesta coloca al "Sí" en cabeza con un 51 por ciento, dándole la vuelta a la ventaja de 22 puntos porcentuales que llevaba el "no" hace un mes, dijo el Sunday Times.

"Veréis en los próximos días un plan de acción para dar más poderes a Escocia ... Entonces Escocia tendrá lo mejor de los dos mundos. Evitarán los riegos de la separación pero tendrán mayor control sobre su propio destino, que es lo que los escoceses quieren", dijo Osborne a la BBC.

"Más poderes para subir impuestos, más autonomía fiscal ... más control sobre la los gastos, sobre las prestaciones sociales y sobre otras muchas cosas", dijo, añadiendo que las medidas estaba siendo acordadas por los tres principales partidos del Parlamento británico.

Osborne dijo que los cambios serían efectivos en el momento en el que gane el "no" en el referéndum.

Nicola Sturgeon, el vicepresidente del independentista Partido Nacional Escocés, recibió de buena gana la encuesta calificándola como "un momento clave" en la campaña y rechazó hablar sobre las nuevas competencias transferidas a Escocia.

"No creo que la gente tome esto en serio, si las otras partes hablasen seriamente sobre más poderes, ya hubieran propuesto algo más concreto", dijo a Sky News.

REUTERS
 

Sebastian

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Ventaja mínima de la independencia en Escocia por primera vez en un sondeo

Un 51% apoya el sí frente al 49% que se opone, según una encuesta de 'The Sunday Times'

Walter Oppenheimer Londres 7 SEP 2014 - 09:46 CEST283


El número dos del independentista SNP, Nicola Sturgeon, se cita con simpatizantes en Glasgow, Escocia. / Jeff J Mitchell (Getty Images)

Los independentistas se han puesto por primera vez por delante en los sondeos del referéndum de Escocia del próximo día 18. Según una encuesta de YouGov para el diario The Sunday Times, el sí obtendría un 51% de los votos frente al 49% del no una vez que se excluyen los indecisos. Si se tiene en cuenta a los indecisos, el sí está por delante 47 a 45. El sondeo, el primero creíble que pone a los independentistas por delante desde que empezó la campaña, amenaza con provocar una conmoción política y ha generado acusaciones mutuas entre conservadores y laboristas sobre el avance de los partidarios de la independencia.

Ese avance es demoledor en las últimas semanas. Hace una semana, los sondeos de YouGov otorgaban un muy sólido liderazgo de 22 puntos a los defensores de que Escocia siga formando parte de Reino Unido. Los sondeos empezaron a cambiar contra pronóstico a favor del sí tras el debate cara a cara del pasado 5 de agosto entre el líder independentista SNP y ministro principal escocés, Alex Salmond, y el líder de la campaña unionista Mejor Juntos, Alistair Darling.

La libra esterlina ya sufrió a principios de semana una fuerte caída en los mercados al publicar también YouGov un sondeo que mostraba un rápido crecimiento del voto independentista. Con el sondeo de este domingo en el que YouGov coloca por primera al sí por delante del no, el nerviosismo se ha extendido a la clase política británica. Una victoria del sí amenaza con desestabilizar profundamente al Gobierno de Londres y dejaría en una situación muy precaria al primer ministro, el conservador David Cameron.

Rechazado desde siempre por los sectores más duros de su partido, Cameron se enfrentaría a una auténtica rebelión pidiendo su cabeza si se convirtiera en el primer ministro que ha presidido la ruptura de una unión con más de 300 años de historia. El Sunday Times asegura que varios ministros creen que Cameron debería marcharse de inmediato si Escocia vota por la independencia y asegura que hay movimientos en el grupo parlamentario para forzar su marcha si se resiste a dimitir. El diario compara la situación de Cameron con la de lord North, el primer ministro que tuvo que dimitir en 1782 después de que la Cámara de los Comunes aprobara una moción de censura contra él por la pérdida de las colonias en América.

El sondeo de YouGov revela que detrás del aumento del independentismo se esconde una profunda desconfianza hacia los políticos de Westminster y se nutre sobre todo de desencantados votantes laboristas que han cambiado en el último mes su intención de voto. Según el sondeo, el 35% de los votantes laboristas están ahora a favor de la independencia, casi el doble que hace un mes. Entre los conservadores, solo un 7% apoyan la independencia y entre los liberales-demócratas, un 16%. Curiosamente, un 18% de los votantes del SNP encuestados dicen que votarán en contra de la independencia.

Aunque todos los políticos están en territorio negativo, los líderes independentistas generan mucha más confianza que los unionistas. Un 42% confían en Salmond y un 44% en su número dos, Nicola Sturgeon. Pero solo un 33% creen en el líder de la campaña unionista, Alistair Darling, y solo un 23% dicen confiar en el primer ministro Cameron o en el líder laborista, Ed Miliband.

Otro de los problemas para el unionismo es que su campaña, basada sobre todo en amenazas sobre los desastres que padecerá Escocia se si abandona Reino Unido, es considerada negativa por el 60% de los encuestados y solo el 31% creen que es en general una campaña positiva. En cambio, el mensaje independentista es visto como positivo por el 69% de los encuestados, frente a un 30% que lo consideran negativo. Ese optimismo del independentismo parece haber calado entre el electorado.

La última prueba del carácter negativo de los unionistas la ha dado Ed Miliband, que haciendo campaña el sábado advirtió que si los escoceses votan por la independencia habrá que imponer controles fronterizos con guardias armados entre los dos países, algo que niegan los independentistas. “Si no queréis fronteras, votad por seguir en Reino Unido”, le dijo Miliband a los escoceses.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/07/actualidad/1410076001_804583.html
 

Shandor

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La independencia de Escocia podría afectar la estructura nuclear británica
Referéndum independentista En caso de que gane el sí, le exigiría a Londres que elimine la base de submarinos nucleares de Glasgow.

El futuro del Reino Unido como potencia nuclear, y el status internacional que esto implica, se verían comprometidos si Escocia finalmente vota a favor de independizarse el 18 de septiembre, como se prevé.
Sucede que los submarinos británicos nucleares Trident tienen su base naval en Faslane, cerca de Glasgow, un lugar rodeado por imponentes montañas. Hasta ahora no hubo problema con ellos, pero el Partido Nacional Escocés (SNP), líder de la campaña separatista en el referéndum, ya dijo que si el voto por la independencia triunfa, las naves deben abandonar Escocia antes del año 2020.
Los especialistas consideran que el costo y la complejidad de una mudanza de este tipo podrían propiciar el debate sobre si el país necesita realmente una fuerza nuclear de disuasión. “A los estadounidenses les gusta que seamos una potencia nuclear. Tendríamos problemas con ellos. En la OTAN causaría alarma. ¿Se puede realmente seguir siendo un miembro permanente del Consejo de Seguridad sin este respaldo? No lo sé realmente”, admitió Lord Alan West, ex comandante de la fuerza naval británica y ex secretario de Seguridad.
Su visión es compartida por figuras como el general George Robertson, el escocés que fue secretario general de la OTAN. “A las fuerzas del mal les encantaría”, dijo Robertson en un discurso en Washington. “Podría significar el desarme nuclear unilateral de lo que quedara del Reino Unido”.
Pese al trastorno que supondría, el gobierno británico dice que no ha planeado nada para mudarse de las instalaciones de Faslane y la vecina Coulport, donde guarda las cabezas nucleares para los misiles del Trident. Ese proceso podría alcanzar un costo altísimo. Los expertos creen que rondaría los 13.000 millones de dólares. “El presupuesto de defensa no podría afrontarlo. Existe la posibilidad de que la gente pidiera dejar de tener armas nucleares”, señaló West.
Otro problema sería encontrar un lugar alternativo y un momento adecuado, que podría ir más allá del momento en que Escocia culminaría la transición hacia un Estado independiente, en marzo de 2016.
La flota Trident tiene cuatro submarinos y uno de ellos está constantemente patrullando por algún lugar del mundo. Son parte del sistema colectivo de disuasión de la OTAN. En virtud de un acuerdo de la Guerra Fría, EE.UU. proporciona misiles nucleares a Londres. Pero estas naves están envejeciendo, y se cree que deberían ser reemplazados.
clarin
 

Sebastian

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La campaña pone en cuestión el modelo de la política británica

El Gobierno no tiene ningún escenario previsto ante una posible división

Walter Oppenheimer Londres 7 SEP 2014 - 22:29 CEST1


George Osborne analiza en televisión las encuestas. / jeff overs (reuters)

La élite política británica, lo que en el argot se llama simplemente Westminster, parece haber sido cogida completamente por sorpresa por el auge de los independentistas escoceses en las últimas semanas. Así como hay bancos y grandes empresas que han preparado planes de contingencia, el Gobierno no ha preparado ningún escenario en el caso de una victoria del sí en el referéndum del 18 de septiembre. Y, sin embargo, la secesión de Escocia no solo tendría un gran impacto económico y geopolítico, con consecuencias en la Unión Europea y especialmente en países con tensiones territoriales como España, sino que pondría al propio Westminster patas arriba.

Las consecuencias serían a corto, medio y largo plazo. La víctima inmediata podría ser el primer ministro, David Cameron. Con casi tantos enemigos dentro como fuera de sus filas, los medios británicos creen que el ala derecha del Partido Conservador aprovecharía la crisis para presionar por la dimisión de Cameron y afrontar las elecciones de 2015 con otro candidato, porque para los tories sería traumático que Reino Unido se rompiera con un primer ministro de su partido.

A medio plazo, sin embargo, los más perjudicados por la secesión serían los laboristas, porque eso les privaría de una cuarentena de diputados elegidos en Escocia, donde la presencia de los conservadores en las elecciones legislativas suele ser irrelevante. Ello haría más fácil que los tories se hicieran a menudo con la mayoría absoluta en Westminster.

“Lo que no está tan claro es qué ocurriría con los lores escoceses en la Cámara”, advierte Matt Williams, profesor de Política en el Pembrodge College de la Universidad de Oxford. “Es una cuestión que tendrá que abordarse, porque hay muchos lores que son escoceses de nacimiento, aunque seguramente tendrán el derecho legal a permanecer. Habrá muchos interrogantes sobre la legitimidad de su posición si siguen allí”, asegura.

“Otro de los aspectos es el impacto que tendrá en otras partes de Reino Unido y más específicamente en Irlanda del Norte. Aunque en Gales el impacto será menor, la independencia de Escocia generaría una situación extraordinariamente difícil en Irlanda del Norte, porque la población republicana empezaría a ver la posibilidad de poder tener su propio referéndum y la población unionista se sentiría muy insegura, lo que podría traer un cierto grado de violencia”, añade.

A más largo plazo, Williams opina que, sea quien sea el ganador, “el referéndum ha puesto el modelo bajo un severo escrutinio, y cuestiona las relaciones entre Westminster y el resto del país”. “Es un modelo muy antiguo de democracia parlamentaria que se basa en el principio de que el Parlamento es la fuente última de la ley, pero, de hecho, está siendo rechazado por una amplia parte de la población en el referéndum. Y, en parte, es rechazado porque es visto como antidemocrático. Después del referéndum habría que afrontar eso sea cual sea el voto, pero creo que este Gobierno no haría nada a nivel constitucional, y que harían como si no hubiera pasado nada”, concluye el profesor de Oxford.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/07/actualidad/1410121741_003868.html
 

Sebastian

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Walter Oppenheimer Londres 8 SEP 2014 - 19:08 CEST265


Un puesto de comida en Berwick Upon Tweed (Inglaterra), cerca de la frontera con Escocia, el 8 de septiembre / Scott Heppell (AP)

La libra esterlina ha acelerado este lunes su caída frente al dólar debido a la incertidumbre en Escocia, donde este fin de semana uno de los sondeos más serios que sigue la campaña, el de YouGov, ha puesto por delante el voto a favor de la independencia a semana y media del referéndum del próximo día 18. Un portavoz del primer ministro, David Cameron, ha afirmado este lunes que el Gobierno no prepara un plan de contingencia ante la posibilidad de que Escocia se independice, informa Reuters.

La libra, que ya había caído un 0,5% frente al dólar la semana pasada debido al avance del sí, ha cedido otro 1% esta mañana, cambiándose a 1,6163 dólares por dólar, su valor más bajo frente al billete verde desde hace 10 meses y un 3,5% por debajo de su cotización de hace un mes, cuando los independentistas empezaron a ganar terreno seriamente. La moneda británica se ha depreciado también un 0,2% frente al euro y se vende 80,02 peniques por euro.



La deuda a 10 años, tradicional referencia comparativa entre los países europeos, ha subido dos puntos básicos hasta el 2,48%, por encima de lo que se paga en otras grandes economías continentales.

Y las acciones de las compañías asentadas en Escocia especialmente en el sector financiero, han abierto a la baja en el mercado de Londres ante la posibilidad de que un triunfo de los independientes obligue a muchas de ellas a trasladarse al sur de la frontera. Lloyds Banking Group ha caído un 2,7%; Standard Life un 2,6%; el Royal Bank of Scotland (RBS) un 2,2% y Aberdeen Asset Management un 1,3%.

El nerviosismo del sector financiero se debe a que si Escocia se independiza no se sabe qué pasará en asuntos de gran calado como la moneda (y con ella, la parte de deuda pública británica que debería ser asumida por Escocia), la pertenencia a la Unión Europea, el reparto del gas y el petróleo del Mar del Norte.

El Gobierno británico ha ofrecido más poder al Gobierno autónomo escocés si Escocia decide mantenerse dentro de Reino Unido pero el hecho de que el anuncio haya sido genérico, sin ningún tipo de detalle, ha ayudado a causar la impresión de que se trata de una reacción de pánico al ver al sí por delante en los sondeos, aunque sea por la mínima (51-49). A juicio de los independentistas, Londres está intentando “sobornar” a última hora a los votantes escoceses ofreciéndoles más poderes en materia fiscal, ayudas sociales y creación de empleo.

El magnate Rupert Murdoch envió el domingo un tuit en el que asegura que los sondeos privados en manos del líder independentista Alex Salmond le dan al sí una clara ventaja al sí (54-46).

Los bancos aconsejan a sus clientes
Los principales bancos del mundo han conminado a sus clientes a tomarse en serio la posibilidad de que haya una ruptura en el Reino Unido, después de que algunos sondeos hayan apuntado que ha aumentado el apoyo a la independencia de Escocia. Estos son algunos de sus consejos:

Deutsche Bank. “Tenga miedo, mucho miedo. [...] Las implicaciones de un voto afirmativo serían enormes, y se ven magnificadas por la sensación de falta de preparación institucional. Un voto de sí podría descarrilar fácilmente la recuperación económica del Reino Unido”.

Goldman Sachs. Las consecuencias a corto plazo de un sí en el referéndum indepedentista para la economía escocesa, y para la de Reino Unido de manera más amplia, pueden ser “severamente negativas”. A largo plazo, “hay pocas razones por las que una Escocia independiente pueda no prosperar: en general, no hay evidencias que sugieran que los países pequeños sean más ricos o más pobres”.

UBS. Existe un “riesgo significativo” de que los depósitos bancarios huyan de Escocia en los días tras la votación del sí.

Barclays. El voto al sí podría evitar que el Banco de Inglaterra aumente los tipos de interés y alentar los “riesgos de fragmentación financiera en toda Europa”.

Morgan Stanley. El voto al sí podría hacer caer un 10% el valor de la libra esterlina.

Société Générale. “La complacencia del mercado a Escocia ha sido destruida”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/08/actualidad/1410172208_221891.html
 

Sebastian

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Cameron, Miliband y Clegg viajan a Escocia para salvar la unidad británica

Los independentistas se afianzan en los sondeos

Walter Oppenheimer Londres 9 SEP 2014 - 20:19 CEST295


El primer ministro escocés, Alex Salmond, posa junto a seguidores del sí a la independencia, hoy en Edimburgo (Escocia). / LESLEY MARTIN (AFP)

No hay nada ya que pueda ocultar el pánico que se ha apoderado de la clase política inglesa: en un gesto que busca precisamente parecer dramático además de serlo, David Cameron, Ed Miliband y Nick Clegg, los líderes de los tres grandes partidos unionistas británicos, viajan este miércoles a Escocia para hacer campaña en defensa de la unidad territorial de Reino Unido. Juntos, pero no revueltos: cada uno de ellos hará campaña por separado. El campo unionista recibió este lunes el apoyo implícito del banco de Inglaterra, cuyo Gobernador consideró incompatible la independencia escocesa con su aspiración de seguir en la libra esterlina.

La reacción del establishment de Westminster es consecuencia del auge del independentismo en los sondeos, confirmado por el empate que registran el sí y el no en una encuesta de la consultora TNS-BMRB una vez excluidos los indecisos. Si se tiene en cuenta a los indecisos, el no sigue por delante, aunque solo por un punto (39-38). Hace un mes, ese mismo sondeo daba a los unionistas una ventaja de 13 puntos frente a los independentistas (45-32).

El gesto de viajar a Escocia todos el mismo día busca el mayor eco posible. Por eso, los líderes han decidido presentarse allí este miércoles y dar así mayor visibilidad a su ausencia de Londres enviando a los suplentes a la tradicional sesión semanal de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes.

“Hay muchas cosas que nos dividen, pero hay una cosa en la que estamos apasionadamente de acuerdo: el Reino Unido es mejor si estamos todos juntos. Por eso nos hemos puesto todos de acuerdo en que el mejor sitio en el que podemos estar mañana es en Escocia, no en la sesión de preguntas al primer ministro en Westminster”, dijeron los tres líderes en una nota conjunta. “Queremos escuchar a los votantes y hablar con ellos sobre la enorme elección que van a afrontar. Nuestro mensaje a los escoceses es muy sencillo: queremos que os quedéis", añaden.


Fuente: TNS-BMRB. / EL PAÍS

En paralelo, miles de banderas escocesas ondearán en ayuntamientos gobernados por los laboristas en el conjunto del país y también en Downing Street. Los partidos han hecho también un llamamiento a los ciudadanos para que pidan a los escoceses que se queden haciendo hondear en sus propias casas el saltire, el aspa blanca con fondo azul de la bandera de Escocia.

El gesto de viajar a Escocia intenta ampliar el eco creado por la irrupción en campaña del ex primer ministro laborista y escocés de nacimiento, Gordon Brown, que salió el martes al rescate de la campaña del no a pesar de que se encuentra en estado de semihibernación política desde que los votantes le expulsaron de Downing Street en las elecciones generales de 2010. Brown hizo una apasionada defensa de la unión al tiempo que lanzó un calendario de la puesta en marcha de la oferta lanzada el domingo por el Gobierno de dar más poderes al Gobierno autónomo de Escocia si los votantes rechazan la independencia.

La maniobra, que fundamentalmente quiere pedir, casi rogar, a los escoceses que no se marchen, recuerda la que en 1995 consiguió en el segundo referéndum de independencia de Quebec derrotar a los independentistas por la mínima en el último minuto. Como ahora en Escocia, los unionistas llevaron durante meses una amplia ventaja hasta que una súbita subida del voto independentista hizo temer a última hora la partición de Canadá.

Precisamente ha sido un canadiense, Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, quien ha asestó este lunes un duro golpe a la campaña independentista. En un coloquio en Liverpool durante el congreso de los Trade Unions, los sindicatos británicos, Carney dejó muy claro que, a su juicio, la independencia y la unión monetaria que los independentistas escoceses quieren mantener con la libra esterlina son dos cosas "incompatibles".

Carney defendió la necesidad de que haya acuerdos muy firmes para limitar los déficit públicos junto a planes para rescatar a los bancos y los ahorradores en el escenario de un crash como condición previa a esa unión monetaria. "No hay más que mirar al continente para ver lo que pasa si no tienes esos componentes en marcha. Una unión monetaria es incompatible con la soberanía", sostuvo.

Carney ya había defendido esa tesis en el pasado, pero no de forma tan directa y tajante. Su intervención es importante porque llega en un momento de desconfianza en los mercados por el avance del sí en los sondeos. Y también porque entre los votantes independentistas está muy extendida la idea de que la oposición de Londres a compartir la libra es un farol táctico que busca asustar a los escoceses pero que desaparecerá si la independencia gana el referéndum del próximo día 18.

Las declaraciones del Gobierno británico y en especial del Tesoro, advirtiendo de que no se trata de un farol sino de una posición definitiva, no tienen el poder de convicción que puede tener el Gobernador, que mantiene en teoría una posición neutral en el debate sobre la independencia de Escocia.

Su posición coincide con los comentarios de la víspera del premio Nobel estadounidense Paul Krugman, que calificó de "alucinante" el proyecto de los independentistas de seguir en la libra. "Alguien puede pensar que Escocia se puede convertir en un nuevo Canadá, pero lo más probable es que se convierta en una nueva España, pero sin el sol", ironizó Krugman. Sin embargo, otro Nobel estadunidense, Joseph Stiglitz, defendió días atrás los planes independentistas y calificó de farol las resistencias de Londres.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/09/actualidad/1410240894_789909.html
 
Cameron, Miliband y Clegg viajan a Escocia para salvar la unidad británica

Los independentistas se afianzan en los sondeos

Walter Oppenheimer Londres 9 SEP 2014 - 20:19 CEST295


El primer ministro escocés, Alex Salmond, posa junto a seguidores del sí a la independencia, hoy en Edimburgo (Escocia). / LESLEY MARTIN (AFP)

No hay nada ya que pueda ocultar el pánico que se ha apoderado de la clase política inglesa: en un gesto que busca precisamente parecer dramático además de serlo, David Cameron, Ed Miliband y Nick Clegg, los líderes de los tres grandes partidos unionistas británicos, viajan este miércoles a Escocia para hacer campaña en defensa de la unidad territorial de Reino Unido. Juntos, pero no revueltos: cada uno de ellos hará campaña por separado. El campo unionista recibió este lunes el apoyo implícito del banco de Inglaterra, cuyo Gobernador consideró incompatible la independencia escocesa con su aspiración de seguir en la libra esterlina.

La reacción del establishment de Westminster es consecuencia del auge del independentismo en los sondeos, confirmado por el empate que registran el sí y el no en una encuesta de la consultora TNS-BMRB una vez excluidos los indecisos. Si se tiene en cuenta a los indecisos, el no sigue por delante, aunque solo por un punto (39-38). Hace un mes, ese mismo sondeo daba a los unionistas una ventaja de 13 puntos frente a los independentistas (45-32).

El gesto de viajar a Escocia todos el mismo día busca el mayor eco posible. Por eso, los líderes han decidido presentarse allí este miércoles y dar así mayor visibilidad a su ausencia de Londres enviando a los suplentes a la tradicional sesión semanal de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes.

“Hay muchas cosas que nos dividen, pero hay una cosa en la que estamos apasionadamente de acuerdo: el Reino Unido es mejor si estamos todos juntos. Por eso nos hemos puesto todos de acuerdo en que el mejor sitio en el que podemos estar mañana es en Escocia, no en la sesión de preguntas al primer ministro en Westminster”, dijeron los tres líderes en una nota conjunta. “Queremos escuchar a los votantes y hablar con ellos sobre la enorme elección que van a afrontar. Nuestro mensaje a los escoceses es muy sencillo: queremos que os quedéis", añaden.


Fuente: TNS-BMRB. / EL PAÍS

En paralelo, miles de banderas escocesas ondearán en ayuntamientos gobernados por los laboristas en el conjunto del país y también en Downing Street. Los partidos han hecho también un llamamiento a los ciudadanos para que pidan a los escoceses que se queden haciendo hondear en sus propias casas el saltire, el aspa blanca con fondo azul de la bandera de Escocia.

El gesto de viajar a Escocia intenta ampliar el eco creado por la irrupción en campaña del ex primer ministro laborista y escocés de nacimiento, Gordon Brown, que salió el martes al rescate de la campaña del no a pesar de que se encuentra en estado de semihibernación política desde que los votantes le expulsaron de Downing Street en las elecciones generales de 2010. Brown hizo una apasionada defensa de la unión al tiempo que lanzó un calendario de la puesta en marcha de la oferta lanzada el domingo por el Gobierno de dar más poderes al Gobierno autónomo de Escocia si los votantes rechazan la independencia.

La maniobra, que fundamentalmente quiere pedir, casi rogar, a los escoceses que no se marchen, recuerda la que en 1995 consiguió en el segundo referéndum de independencia de Quebec derrotar a los independentistas por la mínima en el último minuto. Como ahora en Escocia, los unionistas llevaron durante meses una amplia ventaja hasta que una súbita subida del voto independentista hizo temer a última hora la partición de Canadá.

Precisamente ha sido un canadiense, Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, quien ha asestó este lunes un duro golpe a la campaña independentista. En un coloquio en Liverpool durante el congreso de los Trade Unions, los sindicatos británicos, Carney dejó muy claro que, a su juicio, la independencia y la unión monetaria que los independentistas escoceses quieren mantener con la libra esterlina son dos cosas "incompatibles".

Carney defendió la necesidad de que haya acuerdos muy firmes para limitar los déficit públicos junto a planes para rescatar a los bancos y los ahorradores en el escenario de un crash como condición previa a esa unión monetaria. "No hay más que mirar al continente para ver lo que pasa si no tienes esos componentes en marcha. Una unión monetaria es incompatible con la soberanía", sostuvo.

Carney ya había defendido esa tesis en el pasado, pero no de forma tan directa y tajante. Su intervención es importante porque llega en un momento de desconfianza en los mercados por el avance del sí en los sondeos. Y también porque entre los votantes independentistas está muy extendida la idea de que la oposición de Londres a compartir la libra es un farol táctico que busca asustar a los escoceses pero que desaparecerá si la independencia gana el referéndum del próximo día 18.

Las declaraciones del Gobierno británico y en especial del Tesoro, advirtiendo de que no se trata de un farol sino de una posición definitiva, no tienen el poder de convicción que puede tener el Gobernador, que mantiene en teoría una posición neutral en el debate sobre la independencia de Escocia.

Su posición coincide con los comentarios de la víspera del premio Nobel estadounidense Paul Krugman, que calificó de "alucinante" el proyecto de los independentistas de seguir en la libra. "Alguien puede pensar que Escocia se puede convertir en un nuevo Canadá, pero lo más probable es que se convierta en una nueva España, pero sin el sol", ironizó Krugman. Sin embargo, otro Nobel estadunidense, Joseph Stiglitz, defendió días atrás los planes independentistas y calificó de farol las resistencias de Londres.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/09/actualidad/1410240894_789909.html



Se les viene la noche a los piratas, por que quieren , como dice el articulo mas arriba, dar mas poder ahora mismo a Escocia en la Toma de decisiones en el Parlamento Británico, con tal de que este tema no siga.
Ante este ofrecimiento, Gales, e Irlanda del Norte, comienzan a apretar también , por la separación, en virtud de que ven una beta, de independencia del poder Central.
Los Escoceses se han cansado de ser el Patio del Fondo de los Ingleses, especialmente por que vienen también de ser Colonizados.
Nunca me hubiese imaginado una situación de este tipo.
Arriba Escocia.
 

Rena

Colaborador
De acá al 18 de setiembre los del gobierno inglés van a hacer cualquier cosa para asustar a los votantes.
Ojalá que no les funcione
¡Alba go bragh!! ("Escocia por siempre" en gaélico) ;)
 
De acá al 18 de setiembre los del gobierno inglés van a hacer cualquier cosa para asustar a los votantes.
Ojalá que no les funcione
¡Alba go bragh!! ("Escocia por siempre" en gaélico) ;)


Siguiendo este tema muy interesante, los Escoseses tiene bien claro lo que quieren,y creo que por lo que leo en Internet, y algo de información gráfica, no hay vuelta atraz.
Tengo un par de amigos en escocia,y el clima que se vive es de absoluta tranquilidad y seguridad sobre los pasos que se están dando.
Imaginar solamente a Cameron, viajando a ultimo momento para convencer a alguien, es PATETICO.
Desde el punto de vista militar, si alguien me corrije, creo que Escocia tiene la BAse mas importante de Sub de la Flota Británica, en Glasgow, ademas de los armadores que posee Escocia.
 
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