La Artillería del Ejército del Perú, a la espera de actualización
Entre 2011 y 2016, Perú adquirió sistemas de lanzamiento de cohetes y antitanque, sin embargo el ajuste presupuestario detuvo las compras
https://www.x.com/images/showid2/5620752?w=900&mh=700Cadetes de la Escuela Militar de Chorrillos se entrenan en Pisco con una pieza D-30 de 122 mm, en octubre de 2022. Foto: Ejército del Perú
Peter Watson | Viernes, 4 de noviembre de 2022
El brazo de Artillería del Ejército del Perú celebra su aniversario cada 2 de mayo, en homenaje al combate que en ese día de 1866 las baterías emplazadas en el Callao y la Fortaleza del Real Felipe se enfrentaron a una escuadra de naves de la Armada de España, el últime cruce de armas entre la corona española y el Perú independiente.
Si bien, en 2022 se ha celebrado el 156 aniversario del arma de artillería en el Perú, su uso en el país andino se remonta hasta antes de la campaña de independencia, formalizada en 1821 pero sellada en la batalla de Ayacucho, en 1824.
El patrono de la artillería peruana es el coronel, exdiputado y exsenador José Joaquín Inclan Gonzales Vigil (1818-1880). Artillero desde 1866, cuando participó en el combate de 2 de Mayo de ese mism año. Tras reincorporarse al servicio militar, en 1879, pierde la vida en la batalla de Arica, en junio de 1880 a los 62 años como comandante de las baterías del fuerte Este del emplazamiento defensivo.
Tras la Guerra con Chile y la crisis económica subsecuente, los altos mandos de las Fuerzas Armadas del Perú se apoyaron gradualmente en la tecnología como un factor preponderante para disuadir a potenciales enemigos. La Marina se orientó a submarinos, temprano en el siglo XX, la Fuerza Aérea ya tenía bombarderos italianos antes de la Segunda Guerra Mundial.
Entre 1906 y 1913, el Ejército adquiere obuses Schneider a Francia, sin embargo los suministros se interrumpen por 20 años por la falta de pagos. Entre finales del siglo 19 y comienzos del veinte, Argentina, Brasil y Chile realizaron compras militares muy importantes. En los años veinte, el Ejército del Perú adquiere obuses Bofors y es recién a finales de 1933 que el Ejército del Perú reanuda las compras a Francia, adquiriendo unos 80 obuses Schneider y morteros Brandt (unas 90 unidades de estos morteros sobreviven a la fecha, entre piezas de 81 mm y 120 mm, junto a morteros de 107 mm y 120 mm adquiridos posteriormente a Estados Unidos y España, respectivamente). La tecnología hace la diferencia en el Ejército hacia 1941, en la Guerra con Ecuador, cuando el instituto armado peruano utilizó sus 24 tanques LTP (Lehky Tank Peruánský) manufacturados por la empresa checa CKD, en sus operaciones de combate.
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Prácticas de tiro con mortero en el campo de entrenamiento Cruz de Hueso, en la región Lima. Junio de 2022. Foto: Escuela Militar de Chorrillos - Ejército del Perú
Segunda mitad del siglo XX
Es entre los años 1960 y 1980 que las Fuerzas Armadas del Perú adquirieron sistemas de armas que las colocaron a la vanguardia tecnológica en la región, aunque en esos mismos años se plantaron las semillas de lo que posteriormente se convertiría en una desastrosa crisis económica y en sendos movimientos terroristas que asomaron en 1980 y recién serían derrotados militarmente en la década siguiente, cuando también se derrota a la crisis económica y el Perú retorna a la senda del crecimiento socio-económico.
Lamentablemente, la mencionada crisis no permitió continuar las inversiones en equipamiento para preservar la actualidad de las Fuerzas Armadas y hoy, buena parte de su material, en particular aquel del Ejército, data de la década de 1970. Con las cuentas fiscales en franca mejora, los sucesivos gobiernos que administraron el Estado a partir del año 2001 no mantuvieron un ritmo constante de inversiones que permitiera reemplazar equipos militares antiguos.
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M109 del Ejército del Perú. Foto: Ejército del Perú
Las adquisiciones militares en Perú se han amoldado usualmente a la coyuntura, salvo ocurriera alguna emergencia, como aquella del conflicto del Cenepa, en 1995, por ejemplo, cuando al año siguiente la Fuerza Aérea del Perú ya tenía aviones de combate MiG-29 y Su-25, las administraciones estatales no se preocuparon del sector Defensa hasta alrededor del año 2009, cuando se comienza a sondear el mercado internacional, incluyendo una frustrada compra de tanques a Norinco.
Años recientes
Entre 2011 y 2016 se hicieron múltiples adquisiciones militares, incluyendo armamento de lanzamiento múltiple de cohetes y armas antitanque, sin embargo, nuevamente, la gestión económica de dicha administración ya permitía vislumbrar los ajustes presupuestales que el sector Defensa ha experimentado hasta 2022.
Este año se han producido anuncios muy interesantes sobre un programa de modernización militar que se extendería hasta la siguiente década, sin embargo, hasta el momento en que se redacta este artículo, dichos anuncios se están quedando en el papel, en uno que otro sondeo de mercado pero sin concretar adquisiciones, en un contexto con proyecciones económicas que para el próximo año no son alentadoras.
La artillería remolcada del Ejército del Perú está conformada por 36 obuses remolcados de 130mm; 36 obuses remolcados D-30 de 122 mm; 12 piezas Sofma Mod. 51 de 155 mm; 36 obuses remolcados M114A1 de 155 mm; 72 obuses remolcados Yugoimport M-56 de 105 mm; 70 obuses remolcados M101/M2A1 de 105 mm y 24 obuses OTO Melara Mod. 56 de 105mm.
En cuanto a artillería autopropulsada, el Ejército alinea 12 obuses autpropulsados M109 de 155 mm adquiridos en los años setenta, que según indican fuentes no oficiales, fueron adquiridos con recursos sobrantes de las adquisiciones realizadas en la entonces Unión Soviética, las cuales dicho sea de paso, recién se terminaron de pagar en los años 2000; un número no especificado de cazatanques AMX-13 modificados a la plataforma antitanque Escorpión (con múltiples prototipos de diferentes configuraciones); 27 lanzadores múltiples de cohetes Norinco Tipo 90B de 122 mm y un interés para la compra de los MLRS Norinco AR3 de 300/370 mm de mayor alcance, que no se concretó; ocho módulos de lanzacohetes múltiple Denel RO-107 de 107 mm; unos 20 lanzacohetes monotubo 9K132 Grad-1P de 122 mm y alrededor de 24 lanzadores múltiples de cohetes BM-21 que también datan de los años setenta.
https://www.x.com/images/showid2/4945779?w=1200&zc=4Tipo 90B del Ejército del Perú en Sitdef 2021. Foto: Peter Watson
Proyectos
En cuanto a actualización, un proyecto del Servicio de Material de Guerra del Ejército para modificar obuses remolcados fue conocido a mediados de 2018. Se trata de la optimización de los D-30 de 122 mm, obuses que fueron adquiridos a la Unión Soviética en 1973, pero que aún se consideran un arma de gran efectividad.
Los D-30 del Ejército, con unos 3.290 kilogramos de peso integran de fábrica un sistema mecánico de elevación para poner en batería y replegar el arma. El Centro de Investigación de Ciencia y Tecnología del Ejército (Cicte) planeó la integración de un sistema hidráulico que reduce tiempos de despliegue y repliegue del obus, reduce el número de sirvientes y aumenta su seguridad e incrementa la vída útil del arma, sin alterar las tablas de tiro, sistema de puntería y parámetros de frenado y recuperación. Información no oficial recabada por x indica que los obuses D-30 de la Marina sí integran sistema hidráulico.
El obús remolcado D-30 también es objeto de un proyecto conjunto entre FAME S.A.C. y Diseños Casanave Corporation S.A.C. que busca integrarlo en el chasis del caza tanques AMX-13 para obtener un obús autopropulsado de 122 mm.
Otro proyecto interesante fue revelado en la feria Sitdef 2019. Una iniciativa local del Servicio de Material de Guerra del Ejército, que integra el módulo giratorio de lanzamimento del BM-21 con 40 bocas de 122 mm, en un camión MAN de tracción 6x6. Se han realizado pruebas de tiro para validar el sistema de armas resultante. Cabe indicar que el requerimiento original en la compra de los MLRS Tipo 90B llamaba a la compra de 40 lanzadores, y habiéndose adquirido únicamente 27 unidades, este proyecto se orientaba a cubrir la diferencia, con posibilidades incluso de incrementar el inventario.
En cuanto a armamento antitanque, además de una gran cantidad de unidades del RPG-7, utilizados con resonado éxito en el conflicto del Cenepa, el Ejército dispone de 1.200 lanzadores de misiles Spike y Kornet en diez compañías antitanque, junto a 1.700 unidades del Panzerfaust 3T con 181 lanzadores y 660 unidades del Alcotán 100 con 74 lanzadores.
Finalmente, indicar que el Ejército está realizando sus primeros pasos para la integración de drones en operaciones de reconocimiento aéreo para unidades de artillería, y para utilizarles como unidades de soporte de tiro. Falta el desarrollo de programas de investigación y desarrollo para la incorporación de drones de combate y drones merodeadores (kamikaze) que han demostrado gran efectividad en el teatro de operaciones moderno. Asimismo, la renovación de las piezas de artillería remolcadas y autopropulsadas es un requerimiento crítico para actualizar el equipamiento del Ejército del Perú.
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Prácticas de reconocimiento aéreo con drones comerciales. Campo de entrenamiento Cruz de Hueso. Junio de 2022. Foto: Escuela Militar de Chorrillos - Ejército del Perú