Explotación y usurpación de recursos en las Malvinas por Gran Bretaña

thunder

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Senador ruso: "Reino Unido se arriesga a ser borrado del mapa con un ataque nuclear de respuesta"
Publicado: 26 Apr 2017 | 03:05 GMT

Reuters / Baz Ratner
Según opina el parlamentario, no se pueden dejar sin respuesta las palabras del ministro de Defensa británico.
El Reino Unido, cuyo ministro de Defensa amenazó el lunes con lanzar un ataque nuclear preventivo "en las circunstancias más extremas", corre el riesgo de ser "borrado de la faz de la Tierra", ha señalado Franz Klintsévich, miembro del Consejo de la Federación del Parlamento ruso, en su cuenta de Facebook.

"La declaración del ministro de Defensa británico, Michael Fallon, necesita una respuesta dura y no tengo miedo a ir demasiado lejos. En el mejor de los casos, se puede considerar esa afirmación como un elemento de la guerra psicológica, que es repugnante en este contexto", ha escrito el parlamentario ruso en respuesta a las palabras de Fallon a la emisora BBC 4 Radio.

"Se plantea una pregunta pertinente: ¿contra quién está dispuesto a aplicar armas nucleares de manera preventiva el Reino Unido? ", ha preguntado el senador ruso. Si Londres ataca a una potencia nuclear, "el Reino Unido, cuyo territorio no es muy grande, será literalmente borrado de la faz de la Tierra con un ataque de respuesta", ha asegurado. Y si Londres ataca un país no nuclear hará lo mismo que hizo EE.UU. en Hiroshima y Nagasaki, ha añadido Klintsévich.

Los comentarios del senador llegan poco después de las declaraciones de Fallon, según las cuales el Reino Unido está dispuesto a llevar a cabo un ataque nuclear contra cualquier enemigo, incluso si el país no es víctima de un ataque nuclear.




Ajajajajajaajajaja !!! Tienen la boca demasiado grande.
 
Los Turcos les derriban un SU-24 impunemente y hace poco Triumph les dijo que salga su gente de tal base y no se entrometan por qué la vamos a volar y obedecieron sin chistar . Declaraciones más , declaraciones menos los Rusos están mostrando mucho sentido común en sus acciones como para que lo que dice ese Senador tenga algo de serio .

Saludos
 

thunder

Veterano Guerra de Malvinas
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Los Turcos les derriban un SU-24 impunemente y hace poco Triumph les dijo que salga su gente de tal base y no se entrometan por qué la vamos a volar y obedecieron sin chistar . Declaraciones más , declaraciones menos los Rusos están mostrando mucho sentido común en sus acciones como para que lo que dice ese Senador tenga algo de serio .

Saludos

No entendiste. El bocón es el inglés no el ruso. Los ingleses tienen la boca demasiado grande. El ruso los puso donde deben.
 
Entendí bien , y no es por qué tenga aprecio hacia Uk ni muchísimo menos , pero los Rusos por que pese sus declaraciones se han tenido que morder dos veces en Siria ( que se han sabido) están calificando para Bocones hace ya un rato .

Para el bien de La Paz mundial , hay que decirlo

Saludos
 

thunder

Veterano Guerra de Malvinas
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Moderador
Entendí bien , y no es por qué tenga aprecio hacia Uk ni muchísimo menos , pero los Rusos por que pese sus declaraciones se han tenido que morder dos veces en Siria ( que se han sabido) están calificando para Bocones hace ya un rato .

Para el bien de La Paz mundial , hay que decirlo

Saludos
Puede ser que sean muchas cosas pero al Reino Unido Rusia le queda bastante grandecito.- Claro que ambos saben que va ser muy difícil que se llegue a ese punto. Pero es bien cierto que el RU no tiene ni para empezar. Que se ubiquen que son solo una dependencia mas de EEUU y su vida depende de ellos. Si se atrevieran a dar un primer golpe, quedaría menos que Stonehenge.-
Se la pasan filtrando planes nucleares idiotas como el de acá, el del túnel bajo el Canal y otras huevadas.
 
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bagre

2º inspector de sentina
Estimado VGM THUNDER y Rastrojero 76
Los britts tienen muchas cuentas pendientes en la ex URSS, el recuerdo de sus servicios a uno y otro bando durante y despues de la revolución de 1917, a pesar de los cien años que se cumplirán proximamente, persiste en la población.
Las guerras secretas de Gran Bretaña


Gran Bretaña ha estado en guerra durante más de cien años. Algunos conflictos son muy conocidos, pero otros, como la represión de los rebeldes de Omán, fueron escondidos a la opinión pública durante años

Ian Cobain
39 comentarios

05/01/2017 - 19:45h
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Discurso de Tony Blair ante tropas británicas en el campo Al Sha'afa, norte de Omán en octubre de 2001.ALPHA/ZUMAPRESS

En los meses posteriores a la rendición de Japón el 14 de agosto de 1945, el pueblo británico estaba dispuesto a creer que la guerra era ya algo del pasado. Los periódicos estaban llenos de historias sobre el posible autogobierno de India y los estibadores se habían declarado en huelga en Londres, Liverpool y Hull. Es difícil saber cuántos lectores del Manchester Guardian vieron el 6 de diciembre de 1945, mucho menos leer, una breve noticia en la parte inferior de la página 6, entre la carta de un lector sobre los juicios de Nuremberg y un editorial sobre la fundación de Naciones Unidas.

Bajo el titular Británicos en Indochina, aparecía la copia de una carta que había sido enviada al ministro de Exteriores, Ernest Bevin: "Aparentemente, estamos colaborando con fuerzas japonesas y francesas contra las fuerzas nacionalistas del V iêt Minh. ¿Para qué sirve esa colaboración? ¿Por qué no hemos desarmado a los japoneses? Nos gustaría saber cuál es la posición del Gobierno en relación a la presencia de tropas británicas en Indochina". La carta estaba firmada por "Británicos de otros rangos" de la sección de señales de la brigada de infantería que tenía su cuartel general en Saigón.

Era muy inusual –a pesar del espíritu igualitario de posguerra de esos días– ver a un grupo de soldados británicos de bajo rango exigir en público que el ministro de Exteriores explicara la política del Gobierno. Pero lo que era realmente extraordinario era la revelación de que tropas británicas estaban luchando en la antigua colonia francesa contra la población local, y que lo estaban haciendo junto a sus antiguos enemigos: el Ejército japonés y la Francia de Vichy.

Pocas personas eran conscientes de que el Gobierno británico estaba tan interesado en que los franceses recuperaran el control de su antigua posesión colonial que había enviado por vía aérea a toda la 20ª División de Infantería del Ejército Indio Británico en agosto para reprimir el intento de los vietnamitas de formar su propio Gobierno. Había casi 26.000 hombres con 2.500 vehículos, incluidos blindados. También se trasladó a tres regimientos de artillería, la RAF había enviado 14 Spitfires y 34 cazabombarderos Mosquito, y también estaba un contingente de 140 marinos de la Royal Navy.

Al llegar, los británicos habían entregado a las tropas de Vichy nuevos fusiles 303. Poco después, las tropas japonesas que se habían rendido fueron rearmadas y obligadas a luchar contra los vietnamitas, algunas bajo mando de oficiales británicos.

Los británicos recibieron órdenes de que fueran implacables con los civiles, que por tanto murieron o resultaron heridos en grandes cantidades. "No hay frente en estas operaciones", decía la orden. "Podremos descubrir que sea difícil distinguir amigo de enemigo. Utilicen siempre la máxima fuerza disponible para asegurarse de que eliminen cualquier fuerza hostil que puedan encontrar. Si alguien emplea demasiada fuerza, no habrá problemas. Si alguien emplea una fuerza reducida y tiene que ser evacuado, sufriremos bajas y fortaleceremos al enemigo".

Muchos de los soldados de los que se esperaba que cumplieran esas órdenes quedaron perplejos al recibirlas. Uno de los firmantes de la carta a Bevin era D ick Hartmann, un soldado de 31 años de Manchester. "Vimos casas incendiadas y centenares de personas de la población local encerradas en campos", recordaba Hartmann después. "Vimos muchas ambulancias, con la puerta trasera abierta, que llevaban a mujeres y niños sobre todo, que estaban cubiertos de vendas. Lo recuerdo muy bien. Todas las mujeres y niños que vivían allí se quedaban frente a sus casas, todos vestidos de negro y mirándonos con... odio".

En Reino Unido, el Parlamento y la opinión pública no sabían nada de esa guerra, la forma en que se estaba produciendo o el papel británico en ella. Y parece que el Gobierno y el Departamento de Guerra deseaban que esta ignorancia continuara.

Sin embargo, en el cuartel general del sureste de Asia de los aliados en Ceilán (la actual Sri Lanka) y en el Departamento de Guerra en Londres, los mandos militares británicos y altos cargos políticos estaban enfurecidos por la carta. Hartmann y sus camaradas recibieron el aviso de que un general se dirigía allí para verles.

"Vino por la mañana y nos echó una buena bronca por haber hecho algo tan horrible. Dijo que unos años antes nos habrían fusilado por esto, pero que desgraciadamente no podía hacerlo ahora". Hartmann estaba preocupado. Pero varios de sus camaradas habían pasado muchos años combatiendo en la jungla y no quedaron muy impresionados por el general y sus amenazas. Le dijeron de forma directa que pensaban que la causa británica en ese país era injusta y que era mejor que se largara. El general se dio la vuelta e hizo precisamente lo que le pedían.

Pero no hubo más cartas desde Saigón, poca atención de la prensa y casi ningún comentario en la Cámara de los Comunes. A pesar de las dimensiones del despliegue militar en Indochina, esta fue una operación militar que se mantuvo oculta de la vista de todos. Y no sería la última.

"Un pueblo pacífico"
Casi 70 años más tarde, en septiembre de 2014, el primer ministro británico, David Cameron, pronunció una declaración con la que preparaba al país para la reanudación de las operaciones militares en Irak, esta vez contra Estado Islámico. "Somos un pueblo pacífico", dijo Cameron junto a dos banderas de la Union Jack. "No buscamos la confrontación, pero tenemos que saber que no podemos ignorar esta amenaza a nuestra seguridad. (...) No podemos seguir así sin más si queremos mantener seguro a nuestro país. Tenemos que enfrentarnos a esta amenaza".

Nadie dudaba de que e l primer ministro estaba bajo presión para actuar después de que E stado Islámico filmara el brutal asesinato de un voluntario británico de una ONG y amenazara con eliminar a otro. Además, nadie negaba su afirmación de que los británicos son "un pueblo pacífico" que no busca la confrontación.

En realidad, entre 1918 y 1939, fuerzas británicas combatieron en Irak, Sudán, Irlanda, Palestina y Adén (Yemen). En los tres años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, lucharon en Eritrea, Palestina, la Indochina francesa, las Indias Orientales holandesas, Malaya (la actual Malasia), Egipto, China y Omán. Entre 1949 y 1970, los británicos iniciaron 34 intervenciones militares en el extranjero. Más tarde llegaron las Malvinas (Malvinas), Irak –cuatro veces–, Bosnia, Kosovo, Sierra Leona, Afganistán, Libia y, desde luego, Operación Pancarta, el despliegue del Ejército británico durante 38 años en Irlanda del Norte.

Durante más de cien años, no ha habido ni un solo año en el que fuerzas británicas no hayan intervenido militarmente en algún lugar del mundo. Los británicos son únicos en esto. No se puede decir lo mismo de norteamericanos, rusos, franceses o cualquier otra nación.

Sólo los británicos están perpetuamente en guerra.

Una razón de que esto no se reconozca en público podría ser que en los años siguientes a la S egunda Guerra Mundial, y antes del periodo de reflexión provocado por la crisis de Suez en 1956, Gran Bretaña se implicó en tantos conflictos posteriores al fin del imperio que la opinión pública llegó a considerarlos la norma, y por tanto algo nada llamativo. Otra razón puede ser que desde 1945 las fuerzas británicas han participado en una serie de pequeñas guerras de las que no se informó mucho y que ahora están casi olvidadas, o que quedaron ocultas, incluso mientras estaban teniendo lugar, por sucesos posteriores más dramáticos.

Mucho se sabe de algunos conflictos como la guerra de las Malvinas de 1982 y la invasión de Irak de 2003, y el papel de Gran Bretaña en dos guerras mundiales se ha convertido en parte del relato histórico nacional. Pero otros conflictos son recordados de forma superficial o han quedado simplemente ocultos.

Una guerra secreta en Omán
Hubo una guerra de gran valor estratégico en la que participó Gran Bretaña durante más de una década que en la mayor parte del tiempo se produjo bajo un secreto absoluto. En enero de 1972, los lectores del Observer vieron un artículo titulado ¿Está el Reino Unido metido en una guerra secreta en el Golfo? Ese mismo día, el Sunday Times tenía un artículo similar que se preguntaba: ¿Es Dhofar la guerra secreta de Gran Bretaña? Tropas británicas –contaban esos periódicos– estaban interviniendo en la guerra del sultán de Omán contra fuerzas guerrilleras en las montañas de Dhofar al sur del país.

Cuatro años antes, la crisis de la devaluación de la libra había obligado al Gobierno de Harold Wilson a prometer la retirada militar de todos los lugares al este de Suez para diciembre de 1971. La única excepción sería una pequeña fuerza que permanecería en Hong Kong. Ahora el Observer quería saber algo más: "¿Ha retirado Gran Bretaña todas sus fuerzas del Golfo Pérsico y la Península Arábiga? ¿O está el Gobierno británico, al igual que los norteamericanos en Laos, llevando a cabo una guerra secreta sin el conocimiento del Parlamento y los ciudadanos?".

El Observer localizó a uno de los líderes insurgentes que contó al reportero que la guerra había comenzado con una "explosión" en el país el 9 de junio de 1965 desencadenada por lo que describió como el mal Gobierno local y la "opresión de los británicos".

En el momento en que el O bserver y el Sunday Times habían publicado sus primeros e incompletos artículos, Gran Bretaña llevaba seis años y medio en guerra en Omán.

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https://twitter.com/OperationOman
Situado en la esquina suroeste de la Península Arábiga, el sultanato de Omán tiene frontera con los Emiratos Árabes Unidos en el norte, y con Arabia Saudí y Yemen al oeste y suroeste. El país también está situado junto al estrecho de Ormuz, la vía de 61 kilómetros de ancho por la que el petróleo del Golfo Pérsico llega a los mercados.

En los años 60, más del 60% del petróleo enviado al mundo occidental pasaba a través del Golfo. Un gigantesco petrolero pasaba por ese cuello de botella que era Ormuz cada 10 minutos. Y con el flujo del petróleo, las economías locales florecían y se convertían en mercados importantes para las exportaciones británicas. Londres estaba más preocupado que nunca por proteger sus intereses en la región y los gobernantes locales que los apoyaban.

Un sultán a sueldo de Londres
A lo largo de los siglos XIX y XX, Gran Bretaña mantuvo el control sobre sucesivos sultanatos de Omán e impidió que cualquier otra potencia colonial entrara en la región. Lo consiguió con un método simple: el dinero. A mediados de los 60, el tiránico gobernante del país, el sultán Said bin Taimur recibía más de la mitad de sus ingresos de Londres. Sólo a partir de 1967, cuando se empezó a extraer petróleo por primera vez, el país comenzó a generar la mayor parte de sus ingresos.

Incluso entonces, Gran Bretaña ejercía un enorme control sobre el sultán. Su ministro de Defensa y el jefe de los servicios de inteligencia eran oficiales del Ejército británico, su principal consejero era un antiguo diplomático británico y todos menos uno de sus ministros eran británicos. El jefe británico de las fuerzas militares de Omán se reunía cada día con el agregado militar británico y cada semana con el embajador británico. El sultán no tenía relaciones formales con ningún Gobierno que no fuera el británico.

La posición oficial británica era que el sultanato de Muscat y Omán era un Estado completamente soberano e independiente. En realidad, era una colonia británica de facto. Como tal, los sucesivos gobiernos británicos eran responsables de la lamentable situación económica, política y social que soportaban los súbditos del sultán y que fueron las que provocaron y alimentaron la revuelta popular.

A mediados de los 60, Omán tenía un solo hospital. Su tasa de mortalidad infantil era del 75% y la expectativa de vida estaba en torno a los 55 años. Sólo había tres escuelas primarias –que el sultán amenazaba con cerrar– y no existían colegios de secundaria. Como consecuencia, sólo el 5% de la población sabía leer y escribir. No había teléfonos ni ningún otro tipo de infraestructura, más allá de los antiguos canales de agua. El sultán prohibía cualquier objeto que considerara decadente, lo que significaba que los omaníes tenían prohibido tener radios, usar una bicicleta o jugar al fútbol. Tampoco se permitía llevar gafas de sol, zapatos o pantalones, ni usar bombas eléctricas para sacar agua de los pozos.

Aquellos que vulneraban las leyes del sultán podían esperar castigos salvajes. Había ejecuciones públicas. Las condiciones en las prisiones, donde los guardias paquistaníes respondían a jefes británicos, eran horrendas, con un gran número de presos encadenados en celdas oscuras, sin comida suficiente o cuidados médicos.


Harold Wilson, derecha, no hizo ni una sola referencia a la guerra de Omán en sus memorias. RON KROON / NATIONAAL ARCHIEF CC

El pueblo de Omán despreciaba y temía tanto al sultán como a los británicos que le mantenían en el poder y eran cómplices de su política de no propiciar el desarrollo. No era nada sorprendente que el sultán tuviera que solicitar a menudo a los británicos que facilitaran la ayuda militar necesaria para protegerle de su propio pueblo.

Durante los años 50, hubo varias revueltas en el norte del país que fueron sofocadas por las fuerzas británicas. Tanto los SAS (fuerzas especiales) como la RAF fueron clave para el éxito de las operaciones contrainsurgentes. Entre julio y diciembre de 1958, por ejemplo, los aviones de la RAF realizaron 1.635 salidas, lanzaron 1.094 toneladas de bombas y dispararon 900 cohetes a los insurgentes, sus pueblos en lo alto de las montañas y sus sistemas de irrigación. En peso, las bombas fueron dos veces más que las que la Luftwaffe arrojó sobre Coventry en noviembre de 1940.

En 1966, estalló una nueva rebelión en el sur del país, en la provincia de Dhofar. Al año siguiente, después de sobrevivir a un intento de asesinato, el sultán y su esposa, que era dhofari, se retiraron a su palacio en la costa, en Dalalá. Sus súbditos le veían ya tan poco que pensaban que había muerto y que los británicos les estaban ocultando la noticia.

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Para el nuevo Gobierno laborista, la intensa relación con el sultanato suponía un problema ideológico. El Partido Laborista había sido elegido en 1964 con un programa que incluía la promesa de luchar por la "libertad y la igualdad racial" en la Asamblea General de la ONU. Supondría una humillación completa si se conociera en el país y el extranjero que Omán era el último país de la Tierra donde la esclavitud seguía siendo legal. El sultán era dueño de unos 500 esclavos. Se cree que unas 150 eran mujeres, a las que confinaba en su palacio de Salalá. Un cierto número de hombres esclavos tenían deformaciones físicas originadas por las crueldades que habían sufrido.

Tras las rebeliones de los años 50, las fuerzas armadas del sultanato fueron reorganizadas con la dirección, entrenamiento, fondos y equipación británicas. Se reclutó a más omaníes como soldados, pero todos los oficiales eran británicos. Algunos eran los llamados oficiales por contrato, o mercenarios, hombres que habían servido años antes en el Ejército británico en Omán y que habían decidido volver a cambio de un generoso sueldo.

Al principio, los rebeldes a los que se enfrentaban en Dhofar eran nacionalistas árabes. Al oeste de Dhofar estaba Adén, donde los británicos se vieron obligados a retirarse a finales de 1967 ante la presión de rebeliones cada vez más violentas. El Gobierno británico se había visto reemplazado por un Estado marxista, la República Democrática del Pueblo de Yemen, que recibía ayuda de China y Rusia.

A principios de 1968, una insurgencia nacionalista dhofari se fue convirtiendo en un movimiento revolucionario con ambiciones panárabes apoyado por los chinos. Para los oficiales británicos, sin embargo, el enemigo era simplemente el adú (enemigo, en árabe). A finales de 1969, los adú habían capturado la ciudad costera de Raysut, y a principios del año siguiente controlaban la mayor parte de la meseta y podían alcanzar con sus morteros la base de la RAF en Salalá.

Los nuevos campos petrolíferos en el desierto entre Dhofar y la capital, Muscat, empezaban a ser vulnerables. Algunos en Londres comenzaron a temer una teoría del dominó en Oriente Medio, en la que el estrecho de Ormuz acabaría en manos comunistas.

La respuesta británica no tuvo misericordia. "Quemábamos los pueblos rebeldes y disparábamos a sus vacas y cabras", escribió un oficial. "Todos los cadáveres del enemigo eran arrojados al zoco de Salalá como advertencia para todos los aspirantes a guerrilleros".

Otro oficial explicó que, a diferencia de Irlanda del Norte, donde los soldados evitaban matar o herir a no combatientes, creía que en Dhofar no había inocentes, sólo adú: "Las únicas personas en esta zona, porque no había civiles, eran todos el enemigo. Por eso, podías hacer tu trabajo, bombardear la zona con morteros y responder al fuego de fusiles sin preocuparte por las bajas civiles".

Prohibida la presencia de periodistas
En su misión de acabar con una rebelión popular contra la crueldad de un déspota sostenido y financiado por Gran Bretaña, las fuerzas dirigidas por los británicos envenenaron pozos, quemaron pueblos y destruyeron cosechas y rebaños. Durante los interrogatorios a los rebeldes, desarrollaron técnicas de tortura y experimentaron con el ruido. Zonas habitadas por civiles se convirtieron en lugares donde estaba permitido siempre disparar a discreción. No es extraño que Gran Bretaña quisiera ejecutar esta guerra bajo un secreto total.

No fue necesario recurrir a la Ley de Secretos Oficiales ni el sistema de avisos-D (la colaboración secreta entre gobiernos y medios de comunicación) con la intención de ocultar la guerra de Dhofar y la forma brutal en que se estaba luchando. Se usaban dos medidas simples: no se permitía la entrada de periodistas en el país, y nadie en el Gobierno mencionaba la guerra.

Cuando Harold Wilson publicó sus memorias de los años en el Gobierno laborista entre 1964 y 1970, mencionó casi 250 veces la guerra de EEUU en Vietnam. La guerra de su propio Gobierno en Omán no aparecía ni una sola vez.

Mientras el Gobierno de Wilson tenía todas las razones para ser discreto con el apoyo militar prestado a un déspota dueño de esclavos, cuyo gobierno podría ser descrito como medieval, había otras razones para ese secreto completo. Era la época en que el mundo subdesarrollado y la ONU habían rechazado el colonialismo, y en que el nacionalismo árabe llevaba años creciendo. Por tanto, era vital para la credibilidad de Reino Unido en Oriente Medio que su intervención en Omán quedara en su mayor parte oculta.

John Akehurst, jefe de las Fuerzas Armadas del sultán desde 1972, sugiere una razón más para que el Gobierno británico deseara no atraer la atención hacia la guerra en Dhofar: "Quizá estaban nerviosos porque creían que iban a perder la guerra".

Ciertamente, la guerra secreta de Gran Bretaña estaba yendo tan mal que se tomaron medidas desesperadas.

Un golpe organizado en Londres
El 26 de julio, el Foreign Office anunció en Londres que el sultán Said bin Taimur había sido depuesto por su hijo, Qabus bin Said, de 29 años, en un golpe palaciego. En realidad, el golpe fue un asunto muy británico. Fue planeado en Londres por el MI6 y altos cargos del Ministerio de Defensa y del Foreign Office, y recibió el visto bueno definitivo tras las elecciones que llevaron a Edward Heath a Downing Street.

El nuevo sultán abolió inmediatamente la esclavitud, mejoró las infraestructuras de irrigación del país y comenzó a gastar el dinero del petróleo en sus fuerzas militares. Llegaron tropas del SAS, primero como guardaespaldas del sultán y luego a nivel de escuadrón para luchar contra los adú. Finalmente, cambió la situación, se permitió la entrada en el país a los periodistas y en el verano de 1976 la guerra estaba ganada.

La guerra de Dhofar fue uno de los conflictos más importantes estratégicamente del siglo XX, ya que los vencedores podían esperar controlar el estrecho de Ormuz y el flujo de petróleo. Miles murieron, los británicos ganaron y las luces de Occidente siguieron encendidas. Hoy, la guerra aún se estudia en la academia de oficiales de las FFAA británicas. Pero, como la información sobre esta larga campaña fue suprimida en su momento, casi nadie la recuerda ahora. Como las guerras británicas en Eritrea, Indochina, las Indias Orientales Holandesas y Borneo, sólo la recuerdan los hombres que lucharon en ellas y sus familias.

Algunos aspectos del papel británico en el golpe y la guerra siguen siendo secretos protegidos por el Estado británico. Los historiadores no tendrán acceso hasta 2021 a la correspondencia de Wilson sobre Omán y la de su sucesor, Edward Heath. En 2005, un informe del Foreign Office hecho público brevemente describía la forma en que el propio ministro de Defensa del sultán, el coronel Hugh Oldman, había jugado un papel fundamental en el golpe que derrocó al gobernante de Omán para salvaguardar el acceso británico al petróleo y a las bases militares del país. El documento fue rápidamente retirado de la circulación. Su difusión, dijo el Foreign Office, había sido un desgraciado error.

Londres no deja de invertir en la guerra
Por lo ocurrido en la última década y media, no parece que el Estado británico haya perdido el apetito por la guerra. El primer conflicto del nuevo siglo en que el Reino Unido se implicó fue el asalto contra el régimen talibán en Afganistán tras el 11S. Esa guerra tuvo un éxito inicial, pero se atascó después del despliegue británico a la provincia de Helmand en el sur. La guerra se empantanó, costando unas 95.000 vidas en 13 años, incluidas las de 453 militares británicos, y trajo pocos beneficios al pueblo de Afganistán.

La segunda guerra del siglo XXI –la invasión de Irak– fue posiblemente el mayor desastre de la política exterior del Reino Unido desde Suez. La estimación de las bajas varía mucho, desde 150.000 muertos a un millón. Lo que no se puede dudar es que 179 muertos eran británicos. Más de una década después, Irak sigue inmersa en el caos.

Los conflictos en Afganistán e Irak posteriores al 11S tuvieron lugar ante el escrutinio completo de los medios de comunicación y acabaron persiguiendo a los políticos que los iniciaron. A pesar de eso, Gran Bretaña continúa invirtiendo en la guerra –política, tecnológica y financieramente– como forma de proyectar su poder y asegurar su influencia entre sus aliados, y también de intentar imponer orden y una cierta claridad en un mundo caótico e impredecible.

¿Pero puede hacerse en secreto? ¿Sería posible que, en un mundo de medios globales con información las 24 horas, con las redes sociales y la propia capacidad de los soldados de registrar y compartir imágenes del conflicto, que el Gobierno británico pudiera ir a la guerra y ocultarla a la opinión pública como se hizo en Dhofar durante seis años y medio?

Tony Jeapes, que dirigió el primer escuadrón de los SAS que se envió en secreto a Omán, se pensó la pregunta y decidió que, aunque tal nivel de secreto sería "la situación ideal", ya sería imposible repetirlo ahora.

Desde la guerra de Dhofar, las fuerzas especiales del Reino Unido se han incrementado en número. Desde 1996, todos sus miembros están obligados a firmar un acuerdo de confidencialidad. Eso ha reforzado la discreción con la que los miembros de unidades de élite realizan su trabajo, y raramente se vulnera.

Mientras, la evolución de sucesivas generaciones de vehículos no tripulados, o drones, ha ofrecido a los que planean la guerra grandes oportunidades para lanzar operaciones que pueden ser desconocidas por todos, excepto por los que las ordenan, planean y ejecutan, y aquellos que las sufren.

La dependencia de internet de las sociedades modernas y la creciente frecuencia con que los estados tantean y atacan sus respectivas ciberdefensas han llevado a algunos analistas a comenzar a hablar de una guerra híbrida, buena parte de la cual queda enterrada bajo desmentidos. El resultado es que la diferencia entre la guerra y la paz es cada vez más confusa.


Desfile militar ante la catedral de San Pablo en Londres en 2015 tras el servicio religioso en memoria de los soldados británicos muertos en Afganistán. EFE

En los años posteriores al 11S, comenzaron a aparecer indicios –en las notas a pie de página de los comunicados sobre el presupuesto del Ministerio de Defensa, así como retazos de pruebas obtenidas en los pueblos costeros de Somalia, las montañas de Yemen o las ciudades libias– de que los británicos estaban otra vez haciendo la guerra en secreto. Parece que la trinidad letal de fuerzas especiales, drones y milicias locales aliadas se estaba poniendo en marcha para ahorrar a los ciudadanos británicos los detalles cuestionables de la guerra moderna y liberar al Parlamento de la necesidad de debatir sobre sus ventajas.

En julio de 2007, menos de una semana después de suceder a Tony Blair como primer ministro, Gordon Brown anunció una serie de rápidos cambios constitucionales para hacer que el Gobierno británico fuera "un mejor servidor del pueblo". Una de esas medidas –claramente con la intención de responder a la muy impopular guerra de Irak y la calamitosa y costosa expedición a Helmand– fue la de dar a los diputados la última palabra a la hora de declarar la guerra.

Seis años más tarde, en agosto de 2013, el Parlamento ejerció ese nuevo derecho cuando los diputados rechazaron la propuesta del Gobierno de autorizar la intervención militar en la terrible guerra civil siria.

Los ministros del Gobierno de coalición quedaron perplejos por la votación –se dijo que era la primera contra la política exterior de un primer ministro británico desde 1782– y afirmaron que no sólo impedía el despliegue de tropas, sino también cualquier tipo de asistencia militar.

"Creo que está claro que el Parlamento británico, reflejando la opinión del pueblo británico, no quiere una actuación militar británica. Lo entiendo así y el Gobierno actuará en consecuencia", dijo el primer ministro, David Cameron, en los Comunes.

Pero esas palabras –"actuará en consecuencia"– no eran lo que parecían.

En julio de 2015, el ministro de Defensa, Michael Fallon, informó a los diputados de las novedades sobre las operaciones militares en Irak, esa campaña que Cameron había anunciado junto a dos banderas británicas para declarar que el británico es "un pueblo pacífico". La RAF, dijo Fallon, había llevado a cabo 300 ataques aéreos en Irak, había 900 soldados británicos participando en la operación, y había costado 45 millones de libras en los doce meses anteriores. "Nuestra posición sigue siendo la misma; volveremos a la Cámara de los Comunes antes de realizar ataques aéreos en Siria", dijo.

Antes de esta declaración, Fallon estaba molesto al saber que en círculos políticos de Washington se decía que la negativa a actuar en Siria sólo podía entenderse como un signo de la decrepitud británica.

Su declaración había sido una completa manipulación: durante al menos 18 meses los pilotos de la RAF, que estaban "incrustados" con los militares estadounidenses y canadienses, habían llevado a cabo ataques aéreos contra objetivos en Siria. Otros habían volado misiones de combate junto a militares franceses en Malí. Se dijo que estaban bajo el mando de fuerzas extranjeras, pero era claramente la contribución británica a una guerra que los parlamentarios habían decidido evitar.

Dos semanas más tarde, se supo la verdad y Fallon tuvo que volver a los Comunes para explicarse ante unos enfurecidos diputados.

Personal militar "incrustado" no es nada nuevo, declaró. Cumplen la ley británica, pero "tienen que respetar las normas de combate de la nación anfitriona". No había contado en público lo que estaba pasando porque esos pilotos estaban colaborando con operaciones de otros países. Además, dejó claro que la decisión de no publicar lo que sucedía debía considerarse "procedimiento habitual".

En diciembre de 2015, los diputados votaron finalmente a favor de acciones militares contra Estado Islámico. El Gobierno recibió la aprobación parlamentaria para esas operaciones militares que ya había estado ejecutando de forma encubierta durante dos años.

Mientras, se supo que en el Golfo Pérsico había personal militar británico en las salas de control desde las que se guía a los bombarderos de la Fuerza Aérea saudí en sus ataques en Yemen. Los británicos estaban ayudando a sus socios saudíes con los códigos que les permitían elegir y atacar sus objetivos. Los saudíes no estaban sólo volando aviones fabricados en Reino Unido y lanzando bombas hechas en Reino Unidos. Estaban lanzando un número inmenso de ellas. En un periodo de tres meses en 2015, las exportaciones de bombas y misiles británicos se incrementaron en un 11.000%, desde nueve millones de libras hasta 1.000 millones.

Esta campaña de bombardeos ha sido fuertemente criticada por grupos de derechos humanos al causar miles de muertes de civiles. En el Parlamento, el Gobierno británico no tenía mucho que decir al respecto, más allá de insistir en que "respeta las normas del Derecho humanitario".

Una vez más, el Gobierno parecía estar metiendo de forma discreta al país en un conflicto de Oriente Medio sin el control o aprobación del Parlamento. Y el hecho de que fuera una guerra encubierta, no declarada y sin publicidad podía contemplarse no como una posibilidad, sino como la realidad de muchas de las operaciones militares del Reino Unido.


Campaña del Cáucaso en la Gran Guerra


El atentado del nacionalista serbio Gavrilio Princip que mató al archiduque Francisco Fernando del Imperio Austro-Húngaro el 28 de Junio de 1914, desencadenó la Primera Guerra Mundial. El 28 de Julio Austria-Hungría invadió Serbia, país que tenía una alianza con Rusia, así que el Imperio Ruso del Zar Nicolás II se lanzó a la movilización general el 30 de Agosto. Como Alemania tenía una alianza con Austria-Hungría declaró la guerra a Rusia el 1 de Agosto y a Francia, aliada del Zar, lo hizo el 3 de Agosto al invadir Bélgica, con lo cual Inglaterra entró en el conflicto el día 4. Turquía que tenía que apoyar al mundo musulmán contra las colonias francesas e inglesas se unió a Alemania y Austria-Hungría declarando la guerra a Rusia, Francia, Gran Bretaña, Bélgica, Serbia y Montenegro el 14 de Diciembre de 1914. La guerra en el Cáucaso estaba servida, después de tantos enfrentamietos en el pasado entre Rusia y Turquía por esa zona, el momento decisivo había llegado.

Turquía fue la primera potencia en lanzar la ofensiva sobre la Transcaucasia. Sus objetivos eran Batumi en Adjaria y Tbilisi en Georgia. La invasión del Imperio Otomano se hizo desde Anatolia Oriental con casi 200.000 soldados del II Ejército y III Ejército, plan ideado por el general y Presidente Enver Pasha. Gran Bretaña como no tenía tropas en el Cáucaso tuvo que invadir Persia, nación agredida por Turquía en su lado transcaucásico al saber de la presencia de soldados británicos, acción que provocó rebeliones de los kurdos en numerosos sectores del Kurdistán. Al principio el ataque turco dejó sorprendidos a los rusos con una penetración profunda otomana en Armenia. Sin embargo al llegar los turcos a Sarikamis para finales del año 1914, el frío y la resistencia rusa liderada por el general Nikolai Yudenich provocó un auténtico desastre militar en las filas turcas que tuvieron que retirarse hacia sus fronteras perdiendo 90.000 hombres, la mitad de sus soldados.


Tropas rusas (izquierda) y tropas turcas otomanas (derecha) en la Batalla de Sarikamis.

Las consecuencias de la Batalla de Sarikamis fueron nefastas sobretodo para Armenia. Enver Pasha atribuyó la derrota turca a las guerrillas armenias nacionalistas de retaguardia, por lo que ordenó el castigo a la población civil y la deportación de miles de poblaciones. Este hecho histórico fue conocido como el Genocidio Armenio, persecución sistemática de esta etnia que dejó más de 1 millón de muertos y la parcial destrucción de la cultura e identidad armenia .

Para 1915 los rusos iniciaron la contraofensiva a la vez que los nacionalistas armenios se lanzaban a la resistencia sobre la retaguardia turca en Van. El avance ruso fue tan rápido que las tropas llegaron a Van liberando la ciudad, aunque como represalia turca antes de la retirada hubo miles de armenios muertos. A continuación el Ejército Ruso siguió su carrera tan rápido que a final de año llegó a Malazgirt. Viendo la difícil situación, Alemania propuso a Turquía promover el nacionalismo de Georgia como aliado para contrarrestar el independientismo armenio, así que se fundó la Legión Georgiana dentro del Ejército Alemán con 1.500 voluntarios georgianos que combatieron a Rusia en la Transcaucasia.

Durante 1916 el Imperio Otomano continuó encajando severas derrotas como la pérdida de la Fortaleza de Erzurum y la caída de la plaza de Bitlis, uno de los sitios más inexpugnables de Anatolia. El siguiente objetivo de Rusia era expandirse por Anatolia y Próximo Oriente desde el norte. Como medida de urgencia Turquía llamó a filas a Mustafá Kemal con el fin de defender una causa que ya parecía perdida. Los turcos lanzaron una loca contraofensiva en el sector de Trebisonda, pero los rusos de Yudenich no sólo detuvieron la ofensiva, sino que rompieron las líneas otomanas y cayeron sobre Erzican. Por si fuera poco Alemania al ver lo desfavorable de la situación retiró y disolvió a la Legión Georgiana a finales de 1916.

La Revolución en el Cáucaso

Al llegar 1917 nada parecía augurar una victoria otomana contra Rusia, sin embargo el Imperio Ruso a pesar de ir bien en el Frente de la Transcaucásia, estaba en una situación muy difícil en el Frente Oriental de Galitzia y Ucrania contra Alemania y Austria-Hungría. El 2 de Marzo de 1917 el Zar Nicolas II abdicó tras la Revolución de Febrero y un gobierno revolucionario subió al poder en Rusia. Por todo el país se alzaron consejos de obreros “soviets” para controlar la caótica situación, incluido en el Cáucaso. De hecho, ese mismo Febrero se convocó el Primer Congreso de los Soviets de Transcaucasia, en el cual estaban reunidos los mencheviques del Partido Obrero Social Demócrata Ruso, el Partido Nacional Bolchevique de Vladimir Lenin y los nacionalistas del Cáucaso. Armenia fue la nación que con más alegría recibió la noticia al estar todo el territorio en manos rusas tras ser expulsados los otomanos, ahora podían optar por la independencia si se presentaban elecciones. Por otro lado Georgia se conformaba únicamente con más autonomía, mientras que el caso de Azerbayán era más complejo al exigir no sólo la independencia sino la de todos los musulmanes del Imperio Ruso.

Como consecuencia de la Revolución de Febrero, se independizó el primer Estado caucásico unificado sobre la Ciscaucasia bajo el nombre de República de los Pueblos Montañeses del Cáucaso Norte en Mayo de 1917 y teniendo como presidente a Sayd Chamyl, nieto del mítico guerrillero Imán Chamyl. Las regiones nacionalistas de la Ciscaucasia a las que representaba la República de los Pueblos Montañeses del Cáucaso Norte eran Chechenia, Osetia, Ingusetia, Daguestán, Kabardia y Balkaria.


Británicos, australianos y canadienses de la Duntsterforce comenzando la invasión de Azerbayán tras la adhesión de esta a las Potencia Centrales.

Iniciada la Revolución Bolchevique en Octubre de 1917 que alzó a Lenin al poder sobre todas las otras fuerzas políticas de los mencheviques y zaristas, el impacto sobre el Cáucaso fue demoledor. Los cosacos de la Ciscauasia fueron los primeros en alzarse en armas contra Lenin creando ejércitos de resistencia y juntas militares. La rebelión antibolchevique al principio sólo se llevó en las regiones del Don y Terek, pero pronto se extendió a Calmucia y todo el norte del Cáucaso como Ingusetia, Kabardia, Osetia, Daguestán,etc…Tras la Ciscaucasia le llegó el turno a la Transcaucasia, la cual tampoco estaba por la labor de unirse a los bolcheviques a excepción de la ciudad petrolífera de Bakú en Azerbayán, pues era una zona ampliamente industrial donde habían calado muy a hondo las ideas revolucionarias, sublevándose los obreros que tomaron el control organizando un pequeño ejército bolchevique. Todo este caos por si fuera poco ocurría dentro de una Primera Guerra Mundial justo en el momento en que Rusia salía del conflicto humillantemente derrotada por Alemania y todo el país sumido en un auténtico descontrol de represalias y pillajes desde Europa hasta el otro extremo de Asia y desde el Ártico hasta el Cáucaso.

Turquía exigía a Rusia en las negociaciones para la paz los territorios de Georgia y Armenia, además de la independencia de Azerbayán. Los bolcheviques rechazaron la propuesta, así que el Imperio Otomano y Alemania continuaron la guerra contra los rusos en el Cáucaso hasta que cumpliesen sus exigencias. En Febrero de 1918 alemanes y turcos se lanzaron al asalto contra Armenia y Georgia, al mismo tiempo que se convocaba la Asamblea Constituyente de la Transcaucasia para romper relaciones con los bolcheviques declarándoles la guerra. Con estos sucesos los georgianos y armenios se encontraron rodeados por dos enemigos, Lenin por un lado y Turquía por otro, pues no querían ser títere de ninguno de ellos.

Armenia opuso una fiera resistencia a Turquía con sus milicias al mando de Adranik Toros Ozanian. Pero Armenia no pudo resistir al Ejército Turco que les venció en la Batalla de Sardarapat, asegurándose así las extensas regiones de Trebisonda, Erzurum, Van, Kars y Batumi. La respuesta de la Asamblea Constituyente de la Transcaucasia ante la ofensiva germano-turca fue la movilización general de combatientes armenios y georgianos que plantaron cara a los otomanos. La Asamblea Constituyente de la Transcaucasia se reconvirtió en Abril de 1918 en la Federación de Transcaucasia que firmaron Armenia y Georgia. Turquía reconoció el nuevo Estado por recomendación de Alemania, pero sus tropas siguieron avanzando a través de Armenia. Mientras, el 8 de Mayo de 1918, en la otra parte de la Transcaucasia, los bolcheviques que tenían el control en Bakú organizaron la llamada Comuna de Bakú.

A pesar que de que Alemania era aliada de Turquía, mantenía muy buenas relaciones con los nacionalistas georgianos, por eso ocupó Georgia en Mayo de 1918 haciendo caso omiso de los turcos para preservarla con un ejército comandado por el general Kress Von Kressentein, algo que no gustó al Imperio Otomano, pero que al final tuvo que aceptar al proclamarse independiente la República Democrática de Georgia el 26 de Mayo de 1918 con cierta autonomía para Abjasia. Azerbayán se independizó de Rusia poco después gracias al movimiento nacionalista Mussavat, el 28 de Mayo, adhiriéndose inmediatamente a los Imperios Centrales junto a Alemania,Turquía, Austria-Hungría y Bulgaria, entrando en la guerra contra los Aliados, que curiosamente estaban junto a sus fronteras en la cercana Persia con el Ejército Británico. El mismo dia que se independizó Azerbayán, 28 de Mayo, primera nación musulmana laica, también lo hicieron los armenios proclamando la República Democrática de Armenia. Al independizarse Georgia, Armenia y Azerbayán, desapareció la Federación de Transcaucasia. Al mes siguiente, en Junio, la República de los Pueblos Montañeses del Cáucaso Norte también entró a formar parte de los Imperios Centrales. Armenia por otro lado se rindió a Turquía el 4 de Junio de 1918 volviendo a formar parte del Imperio Otomano, aunque guerrilleros armenios se establecieron en la provincia del Alto Karabaj para organizar la resistencia final. La situación quedaba en el Caúcaso de una forma muy complicada en tres bandos enfrentados: por un lado la República de los Pueblos Montañeses del Cáucaso Norte, Azerbayán, Georgia, Turquía y Alemania; por otro Armenia y Gran Bretaña; y por otro los bolcheviques de Rusia.


Armenios luchando en una trinchera durante la Batalla de Bakú contra los ejércitos turcos y azerís

Azerbayán para Turquía y Alemania era muy necesaria porque a través del ferrocarril Batumi-Tiblisi-Bakú podían mantener la guerra contra los Aliados obteniendo el petróleo de Bakú. Pero justamente esa zona del Mar Caspio estaba controlado por los bolcheviques azerís de la Comuna de Bakú. Con Turquía entrando en las fronteras de su aliado Azerbayán en Agosto de 1918, Armenia neutralizada y Georgia protegida por Alemania, la situación no pintaba nada bien para Gran Bretaña, siendo la única solución para Londres arrebatar Bakú a los comunistas azerís antes de que lo hicieran los turcos. La expedición inglesa fue denominada Fuerza Dunts (Dunsterforce) al mando del general Lionel Dunsterville. La Comuna de Bakú se disolvió el 31 de Julio de 1918 gracias a la intervención de los mencheviques y al Ejército Británico acompañado por tropas de la Commonwealth procedentes de Canadá, Australia y Nueva Zelanda, constituyéndose en su lugar la Dictadura del Caspio Central aliada de Reino Unido y hostil a los bolcheviques de Rusia y también los Imperios Centrales. Turquía respondió con unas fuerzas muy superiores organizando sus tropas en el llamado Ejército del Islam que se enfrentó a los Aliados en la Batalla de Bakú. La victoria fue otomana, por lo que el Ejército Británico tuvo que retirarse a Persia y la Dictadura del Caspio Central fue abolida, la cual pasó a manos de Azerbayán.

Con la victoria en la Batalla de Bakú el Cáucaso quedaba absolutamente en manos de los Imperios Centrales, pero una vez más las circunstancias en otras partes del mundo modificaron la Historia. El 31 de Octubre de 1918 Turquía salía del conflicto y el 11 de Noviembre Alemania se rendía a los Aliados finalizando así la Primera Guerra Mundial.

El Cáucaso en la Guerra Civil Rusa

Las condiciones del Armisticio de Mudros fueron que los Imperios Centrales se retiraran en seguida de la Transcaucasia. Alemania así lo hizo llevándose su ejército de Georgia, pero a Turquía eso no le pareció tan bien y continuó con su presencia militar allí. El Armisticio no servía para Azerbayán y la República de los Pueblos Montañeses del Cáucaso Norte que oficialmente seguían siendo independientes a pesar de que los protegía políticamente Turquía. Por si fuera poco Gran Bretaña y los Aliados necesitaban el Caúcaso para combatir a los bolcheviques en la Guerra Civil Rusa apoyando al Ejército Blanco del general Anton Denikin. Los bandos de esta manera quedaban muy mezclados: por un lado los nacionalistas del Cáucaso se enfrentarían a los rusos blancos que seguían sin reconocer su independencia; pero también a los enemigos de estos, los bolcheviques, que querían a toda costa imponer la revolución del proletariado; por otro lado la guerra continuaba contra Turquía y por si fuera poco Armenia y Azerbayán se pelearían en una guerra aparte.


Bandera de Georgia (izquierda), Armenia (centro) y Azerbayán (derecha); las únicas naciones independientes del Cáucaso al finalizar la Primera Guerra Mundial y comenzar la Guerra Civil Rusa.

Nada más acabar la Primera Guerra Mundial el primer conflicto en el Cáucaso lo disputarían los Estados nacionales surgidos tras la descomposición de Rusia en la Transcaucasia. Georgia y Armenia se atacaron el 7 de Diciembre de 1918 iniciado la Guerra Georgiano-Armenia, siendo las causas que ambas querían Lorri, una región habitada de manera mixta por georgianos y armenios. Este conflicto de corta duración finalizó el 31 de Diciembre de 1918 tras la intervención de tropas venidas del Imperio Británico para pacificar la zona. El resultado fue un empate que establecía que ambos países compartirían la administración civil de Lorri. Poco después, en uno y otro lado se extendería la Gripe Española matando a un buen número de ciudadanos.

Al llegar Marzo de 1919 Armenia y Azerbayán que no tenían precisamente pocos problemas, entraron en guerra disputándose la zona del Nagorno Karabaj. Más al norte el Ejército Ruso Blanco de Denikin lanzó una ofensiva contra la Ciscaucasia para eliminar a la República de los Pueblos Montañeses del Cáucaso Norte enfrascándose en una guerra de desgaste que dirigía el guerrillero Uzun Haxi sobre las cumbres de Chechenia, Ingusetia, Daguestán y Kabardia. El Ejército Ruso Blanco al ver que la guerra no le iba muy favorable contra la Rusia Bolchevique decidió retirar sus tropas de la Ciscaucasia en Enero de 1920, lugar en el que Denikin se había estancado costándole muy caro de cara al conflicto civil contra los revolucionarios. La guerra con Turquía en Armenia también concluyó en Abril de ese año cuando Mustafá Kemal se hizo con el poder deponiendo el Sultanato y aboliendo el panturquismo del Imperio Otomano, concentrando así su espacio vital en Anatolia, lugar del que expulsó a las tropas ocupantes de Francia, Grecia e Italia. El mismo Abril la Rusia de los bolcheviques invadió Azerbayán aprovechando que se estaba peleando con Armenia, resultando la toma del país muy rápida gracias a los levantamientos populares en Bakú. El Tratado de Sevres el 10 de Agosto de 1920 aceptó que Turquía controlase las regiones de Erzurum, Van, Kars y Batumi a costa de Armenia; teniendo Kemal el beneplácito del propio Lenin, a cambio de que este se quedara con la parte oriental de Armenia, región que conquistaron los bolcheviques en Diciembre masacrando a 1.700 armenios nada más llegar.


El Ejército Rojo de la Unión Soviética entra victorioso en Tblisi tras arrebatar la independencia a Georgia.

Con la marcha de los rusos blancos de la Ciscaucasia y puesta fin la guerra con Turquía en Transcaucasia, los bolcheviques se prepararon a invadir la zona para incorporarla a la revolución mundial. Sobre Ciscaucasia entraron los bolcheviques, lugar en donde depusieron al nacionalista que había combatido a los rusos blancos Uzun Haxi, lo que provocó una rebelión contra la Rusia de Lenin en Septiembre de 1920 liderada por Said Beck Chamyl. La guerrilla provocó muchos problemas a los bolcheviques que vieron imposible derrotarla por la fuerza, así que decidieron negociar, enviando en Enero de 1921 a Vladikavkaz una Comisión para las Nacionalidades, encabezada por Iósif Stalin, quién convocó un Congreso de Representantes de los Pueblos Montañeses y el Daguestán, a los cuales ofreció una gran autonomía y la amnistía para todos los sublevados siempre que reconocieran al bolchevismo. La Ciscaucasia aceptó y se convirtió en la República Soviética de los Pueblos Montañeses, aunque los bolcheviques tuvieron que ceder a algunas condiciones como que se respetara la ley musulmana “sharia” para los islámicos y que los cosacos fueran expulsados del Cáucaso a Ucrania. La población de la Ciscaucasia recibió contenta el acuerdo con los bolcheviques, por eso dejó de dar su apoyo a la guerrila de Chamyl que desapareció. Neutralizado Chamyl, los bolcheviques comenzaron a romper sus promesas dividiendo la República Soviética de los Pueblos Montañses en dos entidades: la República de los Montañeses y la República del Daguestán.

El último objetivo de los bolcheviques era Georgia, pero antes tuvieron que acallar en Febrero de 1921 una rebelión nacionalista en Armenia para obtener la independencia. Ese mismo mes el Ejército Rojo entró en Georgia poniendo fin a la independencia. Con la Transcaucasia conquistada y la Ciscaucasia neutralizada, los bolcheviques tenían el control de todo el Caúcaso, apodado el 10 de Junio de 1921 como República Soviética del Cáucaso.

Las Repúblicas Soviéticas Caucásicas

La mayoría de habitantes del Cáucaso odiaban al comunismo, ideología contraria totalmente al nacionalismo y a las distintas religiones que poblaban esa zona del planeta. Sin embargo Valdimir Lenin desde un principio en sus discursos e intenciones con el Cáucaso había apostado por el derecho a la autodeterminación, algo que los caucasianos vieron con positividad dando su confianza a los comunistas. Pero todo eso había sido una estratagema para ganar la Guerra Civil Rusa mientras el Ejército Blanco estuvo allí, la verdadera razón de ello era establecer al Ejército Rojo en el Cáucaso aprovechando la confianza de la población local, algo que funcionó realmente bien. Finlandia, Polonia, Estonia, Lituania y Letonia habían conseguido independizarse de Rusia para siempre, los caucasianos vieron que pronto llegaría su turno. Nada más lejos de la realidad, pues Lenin estaba decidido a agrerar el Cáucaso dentro del mundo bolchevique.

Rusia se convirtió en la República Federativa Socialista Rusa, la cual tomó como títeres en su administración desde el Partido Comunista a la República Socialista de Ucrania y a la República Socialista de Bielorrúsia. Al llegar Agosto de 1921 representantes rusos se reunieron con los nacionalistas caucasianos en Tbilisi para incluir dentro de la administración de Moscú a la República Soviética de Georgia, a la República Soviética de Armenia, la República Soviética de Azerbayán, la República Autónoma de los Montañeses del Cáucaso y la República Autónoma del Daguestán, todo eso bajo el nombre de Federación de Repúblicas Socialistas del Cáucaso. Las repúblicas de la Ciscaucasia aceptaron a regañadientes, pero Georgia, Armenia y Azerbayán, agrupadas en el Partido Bolchevique de Transcaucasia, protestaron enérgicamente. La respuesta de Moscú fue brutal contra esas tres regiones. Primeramente la junta comunista de Azerbayán fue deportada en un 30%, la de Armenia en un 27% y la de Georgia en un 20%, en esta última 30.000 personas. Las represiones se encargaron de barrer a todos aquellos bolcheviques azerís, armenios o georgianos que fueran también nacionalistas. A pesar de todo, para finales de año, Georgia, Armenia y Azerbayán seguían con sus quejas, por eso Rusia inició otra purga en la que deportó a 25.000 de los 45.000 miembros del Partido Bolchevique de Transcaucasia.


Mapa del Cáucaso bajo la Unión Soviética con sus repúblicas.

El 30 de Noviembre de 1922 nació la Unión de Repúblicas Socislistas Soviéticas (URSS), la cual, desvinculaba a todos los antiguos territorios del Imperio Ruso en repúblicas autónomas, aunque sometidas al Partido Comunista Soviético (PCUS). A partir de ese momento Lenin puso en práctica sus promesas antiimperialistas y antizaristas hacia todas aquellas naciones que habían sido sometidas por Rusia, incluido el Cáucaso. Se reconoció las distintas naciones dentro de la URSS y el Caúcaso. Todas las lenguas caucásicas fueron declaradas oficiales obligando a que cada territorio hablara su propio idioma. La cultura de cada región se impuslsó también, por ejemplo en Chechenia se convirtió en héore al antiguo guerrillero Imán Chamyl. Este tipo de política fue positiva en el Caúcaso, pero sobretodo el mayor logro fue acabar con el panturquismo radical de los musulmames.

Repúblicas y Regiones Soviéticas del Cáucaso:
·República Socialista Federativa Soviética Rusa (RSFSR).
-República Socialista Autónoma de los Pueblos del Daguestán.
-República Socialista Autónoma de los Kabardinos y los Balkares.
-República Socialista Autónoma de los Chechenos e Ingusetios.
-República Socialista Autónoma de los Osetios Septentrionales.
-Región Autónoma de los Adygués.
-Región Autónoma de los Karachis.
-Región Autónoma de los Cherkeses.
·República Socialista Soviética de Georgia.
-República Socialista Autónoma de los Abjasios.
-República Socialista Autónoma de los Adjarios.
-Región Autónoma de los Osetios Meridionales.
·República Socialista Soviética de Azerbayán.
-República Socialista Autónoma de Najicheván.
-Región Autónoma de los Pueblos del Nagorno Karabaj.
·República Socialista Soviética de Armenia.

Stalin en el Caúcaso

A la muerte de Lenin en 1924, Iósif Stalin llegaría al poder en la Unión Soviética, el mismo hombre que había dirigido la Comisión para las Nacionalidades en el Caúcaso durante la Guerra Civil Rusa. La nueva política de Stalin fue mucho más dura y centralisa que la de Lenin, pues quería incluir a la Ciscaucasia dentro de la República Socialista Federativa Soviética Rusa (RSFSR) y la Transcaucasia que era más tendente a la rebelión contentarlas como repúblicas independientes dentro de la URSS.

Muy diferente fue la política estalinista que se destacó por un centralismo diferente al de Lenin que sometió a todas las naciones reconocidas en la Revolución al mismo Moscú. A pesar de ser georgiano, Stalin era un nacionalista ruso que pensaba que Rusia debía seguir siendo un Imperio como el de los Zares, aunque esta vez gracias al comunismo, la única ideología que pensaba podía darle esa grandeza. Nada más llegar al poder la propaganda de Stalin siguió atacando al antiguo Zar Nicolás II, pero ensalzó las políticas de antiguos zares con su expansión por Europa y Asia, ya que teóricamente gracias a ellos se había podido llevar en el futuro la Revolución a esos pueblos lejanos. La rehabilitación histórica de la Rusia Imperial por parte de Stalin provocó las primeras protestas en el Caúcaso y otros sitios. A los pocos meses el discurso imperialista dejó de ser meramente cultural, pues en cuanto empezaron a protestar los pueblos dentro de la URSS comenzó la represión.

La primera víctima de la política colonialista de la URSS fue Georgia, allí se procedió a la eliminación de la mayoría de los miembros del Partido Comunista Georgiano en Agosto de 1924, compuesto en su mayor parte por elementos mencheviques, incluyéndose en su lugar de dirección a un 50% de rusos, justamente en un lugar en que la población rusa sólo representaba el 3′ 6%. Los georgianos se levantaron contra el poder ruso, pero la llegada del Ejército Rojo puso fin a la rebelión. Las consecuencias fueron la desmantelación de la Iglesia Ortodoxa Georgiana, un organismo muy vinculado a la identidad nacional de Georgia. Tan graves fueron los sucesos en Georgia que la Sociedad de Naciones en Ginebra, Suiza, protestó enérgicamente. También lo hizo el Senado de Estados Unidos.

Funesto para el Cáucaso fue el año 1924. Mientras se producían los incidentes de Georgia; Ingusetia y Chechenia se rebelaron contra la Unión Soviética proclamando los musulmanes de esas regiones la “Guerra Santa” contra el comunismo. La razón del levantamiento fue que el Islam comenzó a ser perseguido por el estalinismo. Otras zonas de la Ciscaucasia también presentaron resistencias, aunque en un menor grado.


Iósif Stalin representado como el símbolo de unión entre los pueblos del Cáucaso, este tras él en el mapa y el resto de repúblicas de la URSS. Propaganda soviética.

Azerbayán tampoco se quedó atrás en estos levantamientos contra la política de Stalin, que no sólo rusificaba la región, sino que hacía exportar todo el petróleo de los yacimientos de Bakú hacia Rusia. Para detener a los azerís se envió a uno de los mayores expertos en frenar rebeliones, Sergei Kirov, destacado por sus brutales métodos. Cientos de personas del Partido Comunista Azerí e intelectuales fueron ejecutados, inluido el Primer Ministro de la República Soviética de Azerbayán, Nassip Bej; más el Ministro de Asuntos Exteriores, Fet-Ali Khan.

Las rebeliones de Azerbayán y Georgia fueron sofocadas en 1925. Las de Ingusetia y Chechenia fueron algo más complicadas, prolongándose años. Por ejemplo en el invierno de 1929 y 1930 el Ejército Rojo organizó una expedición compuesta por la guarnición de la fortaleza de Vladikavkaz y tres divisions de infantería, fuerzas que se enzarzaron en una guerra de guerrillas que se extendió al distrito de Nojai-Iurtov en 1932. Ingusetios y chechenos habían ya causado 69 atentados terroristas contra miembros de la administración rusa o colaboradores, pero cada vez la respuesta soviética era más brutal. Las persecuciones llegaron a deportar o exterminar a 35.000 personas en Chechenia e Ingusetia en 1933, fecha en que se redujo notablemente la tensión en la zona.

Cuando se descubrió al tapadera de la conspiración contra Stalin, las purgas realizadas en 1937 afectaron a toda la URSS y también mucho al Cáucaso. Transcaucasia salió muy mal parada de las purgas, un total de 125.000 personas fueron ejecutadas, llegándose incluso a matar a altos líderes como por ejemplo al antiguo gobernador de Georgia, Flipp Makharadze; en Armenia al viejo secretario del Partido Comunista Armenio, Agasi Khandjian; y en casos muy extremos se condenó a muerte a título póstumo, como se hizo con el fallecido Presidente de Azerbayán, Nariman Narimanov. En la Ciscaucasia la represión fue menor, a excepción de Ingusetia y Chechenia donde fueron exterminadas 15.000 personas. Por si fuera poco las naciones del Cáucaso perdieron casi toda su autonomía, pasando a ser prácticamente colonias de Rusia bajo un férreo control.



Bibliografía:

Rosario de la Torre, Paz Soviética, Revista La Aventura de la Historia (2009), p.58-60
Carlo Caranci, Cáucaso, El patio trasero de Moscú: Una puerta hacia el Gran Sur, Revista La Aventura de la Historia (2009), p.56
Carlos Caballero Jurado, Comandos en el Cáucaso, García Hispán Editor (1995), p.25-48

¡Que los parió a los gringos!
bagre
 

Julian5000

Colaborador
Siempre fueron como son...

http://stripteasedelpoder.com/2016/10/polemica-entre-el-editor-de-clarin-y-de-stripteasedelpoder/

Este artículo es largo..., pero aporta a la discusión.
Y tal vez muestre algo de la "no-épica" de la Gesta, la otra Guerra, la de las traiciones y los intereses económicos...

Geopolítica
La intriga en la Guerra de Malvinas: polémica entre el editor de Clarín y de StripteasedelPoder
La intriga en la Guerra de Malvinas: polémica entre el editor de Clarín y de StripteasedelPoder




En el año 2013 el editor general del CLARIN Ricardo Kirschbaum, coautor de libro “Malvinas, la trama secreta”, mantuvo una polémica vía mails con el editor de Stripteasedelpoder, Javier Llorens, autor del libro de próxima aparición, “El secreto de Costa Méndez – Conspiración para la traición en el conflicto del Atlántico Sur”. A la que ahora hacemos publica, dada su actualidad ante las medidas anunciadas por el actual Gobierno en relación a las islas, y las riquezas petroleras que la circundan. Que han sido un factor clave no solamente en la disputa que llevó a una guerra, sino también en la solución que se pretendió dar a ella.

Por Javier Llorens

La polémica se inició con motivo de una nota en la que Kirschbaum decía tener la“certeza” de que el conflicto bélico de 1982 se podría haber evitado y resuelto diplomáticamente a favor de Argentina, sino fuera por la incompetencia de los liderazgos de ambos países, en especial del argentino. Con ese motivo le envié un mail que derivó en un largo, duro, pero respetuoso intercambio, a lo largo de ocho rounds de mails.

En él se contraponen dos visiones enteramente opuestas de esa “guerra inaudita”, al decir de un historiador. Una que por mi parte denominaría pánfila, y que para Kirschbaum es la “políticamente correcta”, que en el fondo fue la guerra de un general borracho, contra una “dama de hierro” perversa. Y la otra que modestamente por mi parte llamaría profunda, y Kirchsbaum denomina conspiracionista, que ella fue una hábil estratagema británica para cambiar el statu quo geopolítico de la región.

Con el objetivo de máxima, de lograr que la Junta Militar, como consecuencia del embrollo en que se había metido, aceptara de una u otra manera un referéndum referido a los deseos de los isleños, como el que se realizó en el 2013 en las islas. Con lo cual el pleito habría finiquitado hace tres décadas, y hoy no estaríamos ni hablando de él.

Los móviles principales de esa estratagema habrían sido dos. Asegurar para si el petróleo, que hoy ha aparecido ostensiblemente. Y afianzar las ambiciones del Reino Unido sobre la Antártida, a la que en el 2013 renombró como “Tierra de la Reina Isabel”. Poniendo en evidencia estas tres circunstancias, el referéndum, el petróleo, y la “isabelización” de la Antártida, la gran actualidad del tema.

Finalmente el último mail que envíe quedó sin respuesta, pero no sé si gané por el peso de los argumentos, por cansancio, o porque pegué en una zona sensible, debajo del cinturón. Al referirme al “sistema secreto y la divina manipulación de los hilos, la facultad más preciada del soberano” según Sum Tzu, mediante el “uso de espías“.

Donde señalo que diversos críticos literarios de buena fe, aseguran que la primera edición del libro sobre Malvinas, del cual Kirschbaum aparece como coautor, evidencia haber sido escrito en inglés y traducido al castellano. Por lo que se podría decir que la primera versión de la historia, que se dice escriben los periodistas, en este caso sería según la versión inglesa de ella. Anomalía sugerentemente delatora, que sus autores procuraron borrar en las posteriores ediciones de ese libro.

Ver Crítica del libro Malvinas la trama secreta de Cardoso, Kirschbaum, y Van der Koy.

Quizás por eso soporto ahora una feroz censura en los foros de CLARIN, ya que como se pueden ver en las capturas de pantalla que están al final de la nota, si pongo un amable comentario que diga “Hola, solo quiero enviar un saludo al editor Ricardo Kirschbaum”, inmediatamente aparece una leyenda advirtiendo “Su comentario está en proceso de moderación”. Para segundos después desaparecer tanto el comentario como la advertencia, en una expeditiva censura cibernética, que no se compadece para nada con la libertad de expresión que declama dicho medio.

En dichos mails por mi parte, procuro exponer una visión de la guerra de Malvinas, que no es la de unos personajes elegantes y displicentes del Primer Mundo, que hacen señales ambiguas y negligentes a una banda de borrachos del Tercer Mundo, y estos las interpretan para el diablo, como es la estólida versión de Kirchsbaum. Sino que trata de estar a la altura de la habilidad británica para la diplomacia y la guerra, acreditada en mil años de historia mundial.

En la que reiteradamente han practicado el arte supremo de la inteligencia, que es la de hacerse el zonzo, hasta que llega la hora de dar el zarpazo, aunando así la astucia de la zorra, con la ferocidad del león, como recomendaba Maquiavelo. Dado que para Sum Tzu, el estratega chino venerado por los británicos, según un texto que escribió hace 2.500 años, “El arte de la guerra es el engaño”.

El quid de la cuestión
El leitmotiv subrepticio de este conflicto en todo sentido, es el petróleo. Ya que la Junta Militar liderada por el general Leopoldo Fortunato Galtieri, había rechazado por inadmisible la propuesta formulada por Inglaterra, de retroarriendo o leaseback,denominada también Hong Kong. Consistente en devolver las Malvinas después de medio siglo, dejando ínterin que los ingleses se llevaran el petróleo.

Por esa razón en 1982 la Junta ordenó ocupar militarmente las islas, como forma de “conmover la diplomacia”, Con la idea de que la disputa se iba a resolver con un canje de petróleo por soberanía. Ignorando que ingleses y norteamericanos están hartos de las intrigas petroleras que desarrollaron a lo largo y ancho de todo el mundo, y por eso quieren las dos cosas. El petróleo y la soberanía sobre él. Y en consecuencia rehúsan rotundamente a hablar de soberanía. Y ese garrafal error de cálculo llevo a una trágica guerra, ante la cual la única salida que le dejaron a la Junta Militar el Reino Unido y el mediador estadounidense Alexander Haig, fue el reconocimiento de la autodeterminación de los isleños.

Luego el radicalismo, desconociendo enteramente las premisas ocultas del conflicto, intento torpemente con los tratados de pesca con Bulgaria, incluir la disputa en el marco de una mayor, la Este Oeste, entre EEUU y la URSS. Y lo único que consiguió es que el Reino Unido ampliara aún más la zona de exclusión, en contra de Argentina.

Después vino la defección de Menem, con los tratados de Madrid, la política de seducción, y los acuerdos de explotación de pesca e hidrocarburos. Consintiendo así que se lo llevaran, lo que habían rechazado hacer los gobiernos militares acusados de vende patrias. Lo cual no prosperó por la caída sustancial de su precio, que se registró en los `90 y desalentó las inversiones.

Tras la inopia de De la Rua, vino el kirchnerismo, que desconociendo también las premisas esenciales del conflicto, intento una solución peor que la de la Junta Militar, al pretender entregar el petróleo mediante la provincialización de Tierra del Fuego, que abarca a las Malvinas, y el fideicomiso Austral. A cambio de solo inicios de conversaciones sobre soberanía. Que igual que había hecho antes, el Reino Unido rechazo de plano, porque en manera alguna va a aceptar escindir el petróleo de la soberanía sobre él. Ocultando esta pretensión con el argumento de la autodeterminación de los isleños.

Y finalmente vino Macri con un menemismo recargado, que se vio penosamente reflejado en el comunicado conjunto del 13 de septiembre pasado, del el vice canciller Carlos Foradori y el secretario del Foreign Office Alan Duncan, tras la entrevista de este con la canciller Susana Malcorra.

En el que inusitadamente, en lugar de velar y defender el bienestar de los argentinos con sus quince millones de pobres, y contrariando la cláusula constitucional respecto la imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas -que implica también sus recursos- se expresa que “se acordó adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos”.

El Gobierno argentino a través de su ministerio de Relaciones Exteriores reveló así su preocupación por el bienestar de 1.500 isleños, que tienen un alto estándar de vida, y están custodiados en forma desafiante para Argentina, por 2.000 soldados ingleses. Cuando su mayor preocupación deberían ser los 15 millones de pobres e indigentes que existen actualmente en Argentina.

Y otra renuncia absurda a la soberanía se encuentra en el compromiso de establecer“conexiones aéreas adicionales entre las Islas Malvinas y terceros países”. Dejando como consuelo que se harán “dos escalas adicionales mensuales en territorio continental argentino, una en cada dirección”. Como si este fuera un mero territorio de paso, que nada tiene que ver con las islas.

En este conflicto que ha costado millares de víctimas, con sus secuelas de pos guerra, y de laceraciones y decepciones por parte de millones de argentinos, lo más obsceno de ese comunicado radica en que fue consentido, para tratar de evitar que el Reino Unido ejerza su derecho a veto en la candidatura de Susana Malcorra como secretaria general de la ONU, en la que demostró estar empeñada a toda costa.

Lo cual no obstante no resultó suficiente para congraciarse con el adversario inglés, demostrando esto implícitamente la enorme importancia que le da a la cuestión de Malvinas. Parafraseando a la inversa a Enrique IV, que dijo “Paris bien vale una misa”, Macri y Malcorra absurdamente parecen haber dicho, “una misa en la ONU bien vale las Malvinas y su petróleo”.

Por contrario, el camino para recuperar tanto las islas como la amistad con quienes la habitan, pasa por revelar la verdad respecto la intriga anglo estadounidense que urdió ese inaudito conflicto bélico, con miras a cambiar definitivamente el statu quo en la región. De la que existen pruebas notables, que seguramente se verán confirmadas en los archivos secretos en relación a Malvinas, que el Reino Unido selló por noventa años, inmediatamente después de la guerra de 1982.

La polémica entre Kirschbaum y Llorens

De: Javier Llorens [mailto:[email protected]] Enviado: Thursday, January 03, 2013 09:20 PM Argentina Standard Time
Para: Kirschbaum, Ricardo Luis
CC: Bleta, Atilio; Gosman, Eleonora; Santoro, Daniel; Bermúdez, Ismael; Blanck, Julio; Pepe, Osvaldo; Roa, Ricardo; Niebieskikwiat, Natasha; Cantelmi, Marcelo; Nobo
Asunto: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Sr secretario general de CLARIN Ricardo Kirchsbaum: leí la nota que lleva su firma referida a la guerra de Malvinas con título “Mas huellas de una certeza: las islas estuvieron cerca de ser argentinas(29/12/12) basada en la reciente publicación por parte del Reino Unido de algunos documentos clasificados respecto dicha guerra. Pese que hay otros que permanecerán sellados por 60 años más, como si esa guerra encerrara misterios, que en manera alguna deben ser conocidos por la opinión pública. Al leer su contenido engañoso, me preguntaba cómo podía definirse con una sola palabra la secular impronta periodística del diario que Ud dirige. Que ha producido que amplios sectores de la opinión pública adhirieran al embate del actual gobierno contra el grupo CLARIN, sin ser muy conscientes porqué.

[paste:font size="4"]Kirschbaum, Ricardo Luis

Sent: Thursday, January 03, 2013 10:45 PM

To: [email protected]

Subject: Re: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Sr.Llorens, lea los documentos de ambos lados. Son tan contundentes que me eximen de otros comentarios. Saludos

De: Javier Llorens [mailto:[email protected]]

Enviado: Thursday, January 03, 2013 11:25 PM Argentina Standard Time
Para: Kirschbaum, Ricardo Luis
Asunto: Re: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Sr Kirschbaum, lo he hecho. En cambio Ud. parece haber leído lamentablemente solo los documentos del otro lado. Y solo los que a ellos les interesa difundir. Saludos

El 03/01/2013 11:39 p.m., Kirschbaum, Ricardo Luis escribió:

Sr Llorenz, Le aseguro que no. Las islas estuvieron mas cerca que nunca. Y lo dicen los documentos. No deje que el relato de la historia tergiverse los hechos para sostenerse. Saludos

De: Javier Llorens [mailto:[email protected]] Enviado: Friday, January 04, 2013 02:22 PM Argentina Standard Time
Para: Kirschbaum, Ricardo Luis
Asunto: Re: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Sr. Kirschbaum, es patética su insistencia de tapar el sol con un dedo. El fresco testimonio del canciller Costa Méndez, una figura central en las negociaciones, y que según el informe Rattembach tuvo una más que dudosa actuación durante el conflicto, lo dice todo. En un reportaje inmediatamente después de la rendición de Puerto Argentino expresó: “las negociaciones no pueden servir para legitimar un despojo” (LA PRENSA, 25 junio 1982). Lo que vino después es camuflaje y hojarasca, y Ud. debería cesar de esparcirla. Saludos

From: Kirschbaum, Ricardo Luis

Sent: Friday, January 04, 2013 2:28 PM

To: [email protected]

Subject: Re: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Llorens, Lea los documentos. De ambos lados y los americanos también. Hace 31 años que estudio el tema. Respecto a sus descalificaciones, le ruego respeto. Saludos

De: Javier Llorens [mailto:[email protected]] Enviado: Friday, January 04, 2013 06:24 PM Argentina Standard Time
Para: Kirschbaum, Ricardo Luis
Asunto: Re: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Sr Kirschbaum, le pido sinceras disculpas si considera que le he faltado el respeto. Pero también le pido que respete mínimamente a sus lectores, haciéndoles escuchar al menos las dos campanas, y no solamente la inglesa.

En la 1ra edición de su libro “Malvinas la trama secreta” da la opinión inglesa provenientes de Paul Foot, periodista del diario inglés Daily Mail (pag 229) quien“opinó que el crucero Belgrano fue hundido para impedir que se obtuvieran efectos positivos en el intento de mediación promovido por Perú… Otro testimonio el de Geoffrey Underwood autor del libro Our Malvinas War, confirma la suposición de que el ataque se llevó a cabo, premeditadamente, en el momento exacto para abortar cualquier posibilidad de acercamiento diplomático” (pag 231).

Pero también cita a Costa Mendez (pag 230) que “esbozo luego de la guerra otra teoría: supuso que la decisión de torpedear al Belgrano fue adoptada para ejercer presión sobre la Junta Militar y obligarla a aceptar, sin muchos recaudos, la propuesta de Belaunde“. Confirmando esto en su libro Ud. expresa que “Costa Méndez recordó mas tarde que durante aquella jornada especialmente trágica para los argentinos, Belaunde estuvo “excesivamente ansioso” y que en un tramo de las conversaciones le había alertado: “Mire que me han dicho que algo puede suceder…” (pag 229)

Y pese que indudablemente la opinión de Costa Méndez no solo es mas genuina, sino mucho mas autorizada que la de los periodistas ingleses, Ud. insiste en trasmitir a los multitudinarios lectores del diario CLARIN, únicamente la postura de estos últimos. Dándonos así solo la versión inglesa de la cuestión, pese conocer exhaustivamente la versión argentina a luz de su propio libro.

Y tanto su libro (pag 228) como el de Costa Méndez, “Malvinas – Esta es la historia” (pag 247 – Ed 1993) aseguran que la negociación se empastó definitivamente cuando coincidente con la masacre del Belgrano, desde Washington y Londres requirieron poner la palabra “deseos” en la frase inicialmente propuesta a través de Belaunde, que era la de “tener en cuenta los puntos de vista y los intereses de los isleños”. A la que Costa Méndez había matizado aceptando “tener en cuenta los puntos de vista concernientes a los intereses de los isleños”.

Como se ve, en contra de lo que Ud afirma, nunca las islas estuvieron cerca de ser argentinas en 1982, porque la separaba de ello el abismo semántico de la palabra “deseos”. Que ponía a los isleños como supremos árbitros de la cuestión. Cuya decisión estaba cantada, igual que el plebiscito que se anuncia que se concretará en marzo, 30 años después de haber sido exigido por Haig y Thatcher, como condición sine qua non para evitar la guerra de 1982.

Por ello Costa Méndez inmediatamente cesada la guerra declaró que las negociaciones no podían servir para “legitimar el despojo” de las islas por parte del Reino Unido, tal como lo cité.

Saludos

Javier Llorens

From: Kirschbaum, Ricardo Luis

Sent: Friday, January 04, 2013 7:03 PM

To: [email protected]

Subject: Re: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Y lo sostengo. Las propias evidencias muestran que las dos campanas estaban cerca. Y el acuerdo no estuvo lejos. Si las tropas se retiraban, como estaba previsto, quizá las Malvinas hubieran vuelto. Saludos

De: Javier Llorens [[email protected]] Enviado el: viernes, 04 de enero de 2013 08:49 p.m.
Para: Kirschbaum, Ricardo Luis
Asunto: Re: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Sr Kirschbaum, un periodista debe distinguir entre lo probable, lo posible, lo plausible, y lo inverosímil. Atento su última respuesta le pregunto:

¿En que categoría entre ellas ubica que el referéndum que se anuncia para marzo en las islas Malvinas, de como resultado que el deseo de los isleños es ser argentinos?

Por su parte, conforme dice su diario hoy, el primer ministro inglés Cameron dijo burlonamente que “siempre y cuando decidan quedarse con el Reino Unido tienen el 100 % de mis respaldo”.

¿Esta Ud. sugiriendo así tácitamente que Argentina debería aceptar el resultado de ese referéndum como reclama Cameron, en lugar de rechazarlo?

Por otro lado es lamentable que su diario no haya incluido en esa nota la “enérgica negativa” que efectuó un vocero del Foreing Office, a la afirmación expresada en la solicitada que ayer publicó nuestra Presidenta en Londres, asegurando que Inglaterra en 1833 expulsó a la población argentina residente en las islas.

Ello le hubiese permitido reprochar a nuestra Presidenta su total ignorancia respecto esa cuestión, dado que no hubo ninguna expulsión, ya que ella la había llevado a cabo un año antes la fragata norteamericana Lexington, que llevó a sus residentes a Montevideo.

Además le habría posibilitado esclarecer a su vasta audiencia que la complicidad anglo norteamericana evidenciada en 1982, ya tenía como antecedente la de 1833. Quien mira el pasado el futuro advierte.

Saludos

Javier Llorens

From: Kirschbaum, Ricardo Luis

Sent: Saturday, January 05, 2013 11:26 AM

To: Javier Llorens

Subject: RE: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Llorenz,

¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? El referendum forma parte de la lógica política británica que, desde 1982, va hacia la autodeterminación de los habitantes de las islas. Es un acto ilegal pero refleja, con elocuencia, lo que piensa Londres para las Malvinas. Ahora bien, en 1982 la realidad fue otra. revise los documentos, hable con los protagonistas que todavía viven (yo lo hice con muchos de ellos cuando investigué para nuestro libro que describió una historia que nunca fue desmentida ni por los documentos argentinos ni por los británicos ni por los americanos) y extraiga conclusiones. En 1964, 1973 y 1982, las islas estuvieron al alcance de nuestra mano. hacia falta decisión, inteligencia y coraje para enfrentar el vendaval de críticas que vendría. erepito: si se hubiera cumplido el plan original -desembarcar y a los cinco días dejar personal de gendarmería y abrir negociaciones dificilmente las islas hubieran seguido bajo la órbita británica. La retórica muchas veces -lo vemos a diario- sirve para maquillar la realidad pero no la reemplaza. Saludos

De: Javier Llorens [[email protected]] Enviado el: sábado, 05 de enero de 2013 06:54 p.m.
Para: Kirschbaum, Ricardo Luis
Asunto: Re: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Sr Kirschbaum, una cosa tiene que ver con la otra, porque en 1982 el referéndum era la única salida pacífica que dejó abierta el Reino Unido, como forma de legalizar el despojo de las islas. Que hoy plantea con el mismo objetivo.

En ese entonces la habilidad británica consistió primero, en inocular la idea de un plan de recuperación de las islas, basado en la no reacción militar británica, y la posibilidad de negociar petróleo por soberanía. Segundo, en precipitar la ejecución de dicho plan, con el incidente de las islas Georgias. Y tercero, en mantener aferrada a la Junta Militar y las fuerzas armadas en Malvinas, haciendo abortar ese plan de “ocupar para negociar”, mediante una maniobra de pinzas.

Por un lado la veloz reacción diplomática y militar británica, con la resolución 502 y el envío de la Task Force. Y por el otro, tal como lo expresa el informe Rattembach, la euforizaron de la población argentina con ese efímero logro, en la que tuvieron gran responsabilidad los medios de comunicación liderados por Clarín, La Nación, y DYN.

Así se hizo imposible para la Junta Militar el retiro de tropas que habían programado, sin un gran costo político interno. Y se impuso la mediación de Haig, que brindó como única salida el dichoso referéndum.

Partiendo de un punto de partida equivocado se puede llegar a cualquier disparate, decía Schopenhauer. El punto de partida equivocado fue justamente el plan original de ocupar militarmente para “conmover a la diplomacia”, que Ud. parece defender. Que dependía de imponderables absurdos, como el que no hubiera ni un solo inglés herido, ni con un rasguño. Usándose así el instrumento militar a contrapelo de su rol, que no es no hacer ningún daño ni bajas, sino hacer el máximo daño y las máximas bajas.

Pero “casualmente” había un fotógrafo argentino de origen inglés, que se las ingenió para sacar de las islas el mismo día de su recuperación por Argentina, el 2 de abril, imágenes de los soldados británicos con la cara contra el piso tras su rendición. Que al ser publicadas en la tapa de los diarios ingleses al día siguiente, causaron gran conmoción en la opinión pública británica. Dando razón al aserto que dice que una imagen vale más que mil palabras.

La pobreza intelectual de los integrantes de la Junta Militar, los llevó a creer que evitando daños físicos no habría ulterioridades. Sin ponderar que hay otros factores psicosociales tanto más potentes, como son la humillación y el triunfo, que pueden ser magnificados en el imaginario colectivo por los medios de comunicación. Y paradojalmente ambos factores fueron articulados en contra de los planes de la Junta militar: la humillación externa y el triunfalismo interno.

Por otro lado me asombra su obstinación en mantener una visión rústica de los acontecimientos, sin percibir su dinámica, ni sus sutilezas muy británicas, pese la expectable situación que ocupa. Y también el desconocimiento que manifiesta respecto a algunas cuestiones puntuales, pese asegurar que hace 31 años que estudia el tema.

Como es el caso de la autodeterminación o deseos de la población, que no apareció en 1982, sino que es el principio general fijado por la ONU en la resolución 1514 de 1960 para la descolonización. Y el gran triunfo diplomático argentino en 1965 con la resolución 2065, fue haber modificado particularmente para Malvinas ese principio, al establecerse que debían tenerse en cuenta no los deseos, sino solo los intereses de los isleños, por tratarse de una población foránea implantada tras la ocupación de 1833.

Y no antes a ese acontecimiento, en 1964 como Ud. menciona, sino en 1968, vino la oferta informal del laborista Lord Chalfont, de restituirnos las Malvinas sin otra condición que se garantizaran los intereses de los isleños. Tras haber erradicado el año anterior a los 1.800 habitantes de la isla Diego García, que era una base de carboneo en el océano Indico, similar a la de Malvinas. Sin respeto alguno por los deseos de los chagosianos isleños oriundos de allí, que aun claman por su derecho a volver. A los efectos de instalar allí una base militar de EEUU, que hoy funciona como campo de concentración igual a Guantánamo.

La oferta por Malvinas no obstante desató una airada reacción por parte de los conservadores, encabezados en la Cámara de los Lores nada menos que por Lord Peter Carrington. Quién entonces hizo una exacerbada defensa de las islas, a las que paradojalmente luego en 1982 como canciller aparentemente las descuidó; y dejó que Argentina las recuperara, al menos momentáneamente.

Casualmente el canciller argentino de entonces era también Costa Méndez, ministro de Onganía. A quien algunos diplomáticos achacan haber desperdiciado esa gran oportunidad para recuperar Malvinas, por haber tardado una enormidad en responder. Aunque en realidad con su morosidad solo facilitó que se organizara la oposición de los tories encabezada por Carrington, alto representantes de intereses financieros, mineros, y petroleros. Que en manera alguna habrían consentido con esa cesión.

¿Porque? Porque ya en círculos especializados se hablaba del petróleo off shore que rodeaba el Mar del Norte, que siete años después se puso en explotación, en base al novedoso Derecho del Mar. Que otorga la explotación de ese petróleo, a quien detente un mínimo punto firme de tierra, en un radio de 200 millas alrededor. Estimándose al mismo tiempo que en torno de las islas Malvinas, que tenía condiciones geológicas parecidas a la de las islas Británicas, podría existir aún mucho más petróleo.

Por esa razón a partir de allí se podría decir con palabras de Churchill, que las Malvinas o Malvinas pasaron a ser un “objetivo estratégico supremo” para el Reino Unido. No siendo casual que la Convención sobre el Derecho del Mar haya sido aprobada el 30 de abril de 1982, en vísperas del comienzo de la guerra de Malvinas.

Luego de la propuesta de Lord Chalfont, vino el shock petrolero de 1973, motivado por el embargo árabe durante la guerra árabe israelí de Yom Kipur, que decuplicó el precio del petróleo. Y permitió la puesta en explotación comercial del petróleo off shore del Mar del Norte y Alaska a partir de 1975. Existiendo autorizados analistas que dicen que ese fue el objetivo realmente buscado por el EEUU y el RU, mediante “administrar” el conflicto árabe israelí.

En ese novedoso marco petrolero, no en 1973 como Ud. menciona, sino de junio de 1974, vino la oferta informal de condominio mediante un “non paper”, del primer ministro laborista Harold Wilson, que lógicamente abarcaba el condominio del petróleo. Pero no obstante quedaba sujetó a su aprobación por parte de los isleños, poniendo así peligrosamente de nuevo a los deseos de estos como árbitros supremos, lo que para nada se condecía con el mandato de la ONU.

La propuesta informal fue retirada tras la muerte de Perón. Pero más que propuesta parece ser un globo de ensayo laborista, para matizar la cuestión álgida del deseo de los isleños. Dado que en 1973 (simultáneamente con la guerra de Yom Kipur, que hizo posible la explotación del petróleo off shore) el Reino Unido bajo el gobierno conservador de Edwart Heat, había hecho una presentación formal ante la ONU, desconociendo la resolución 2065. Al expresar que era “fundamental que se reconozca el derecho de los isleños a la libre determinación y se les permita expresar sus deseos al respecto”. Sonsonete que el Reino Unido repite hasta la fecha, diciendo que el objetivo supremo (paramount) es ese, para ocultar que en realidad es el petróleo.

No obstante en 1979, con la intervención de Martínez de Hoz y Lord Carrington como canciller, surgió una nueva propuesta alternativa, la solución Hong Kong. Consistente en un reconocimiento de soberanía a favor de Argentina, y retroarriendo a favor del Reino Unido por un plazo de 50 años. Durante el cual este se llevaría el petróleo, y a su finalización nos devolvería la soberanía.

El mismo se cayó a mediados de 1980, por la resistencia tanto de los isleños, a los que se había sobreestimulado con la autodeterminación. Como de algunos integrantes de la cúpula militar argentina, entre ellos Galtieri, que consideraban leonino quedarse sin el petróleo, y diferir el reconocimiento de soberanía. Reclamando que al menos se cambiara lo uno por lo otro, siendo esta la base del plan militar argentino por la que se decidió la recuperación de Malvinas en 1982. Creyendo que ese canje era posible, en base lo que se denominó entonces una “cesión aprobada o instada por la fuerza”.

Sin atisbar que tras la puesta en explotación del petróleo off shore y no convencional propio por parte de las potencias occidentales, su objetivo supremo es que realmente sea propio y soberano. Para cortar así definitivamente con el vínculo entre petróleo y política internacional, que ha mantenido desveladas a esas potencias durante un siglo. Con volubles e inestables resultados a lo largo y ancho del planeta, principalmente en Medio Oriente, pese el grandísimo esfuerzo diplomático, militar y de inteligencia puesto en ellas.

La no intelección de esa decisión de alta estrategia relacionada con elaseguramiento real de la soberanía energética, en este planeta convulso y de recursos naturales declinantes, fue el que llevó al fracaso al plan argentino de 1982 y sus ejecutores. Y también llevará al fracaso al degradado sucedáneo de ese plan intentado por el actual gobierno, de tratar de canjear petróleo por meras conversaciones sobre soberanía. Y ello sin tener en cuenta las pretensiones antárticas que brinda al Reino Unido la proyección de Malvinas

Esa no intelección lleva también a que altos comunicadores como Ud., no entiendan realmente lo que pasó o pasa. Y en consecuencia sostengan trivialmente que la guerra de Malvinas fue la de dos demonios, o la de dos pelados por un peine. Y que por un casi estuvimos a punto de recuperar las islas. Quienes además impiden que se abra un debate profundo e inteligente respecto la cuestión, tal como esta se lo merece y se efectúa en otros países que se precian de tales, que nada tiene que ver con la retórica que Ud. me endilga.

Le pido disculpas por la extensión de la respuesta, pero modestamente me parece que el tema lo merece.

Saludos

Javier Llorens

From: Kirschbaum, Ricardo Luis

Sent: Saturday, January 05, 2013 7:21 PM

To: Javier Llorens

Subject: RE: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Llorenz,

La confabulación lleva a Ud. a decir que Londres indujo el desembarco argentino. La hipótesis es simplemente asombrosa, salvo para aquellos que creen que la historia se mueve por gigantescas conspiraciones. No fue así. Hay pruebas irrefutables que pudo más la torpeza argentina para leer señales políticas -recuerde que en ese momento los argentinos “asesoraban” a los contras nicaragüenses sobre métodos de torturas y desapariciones- convencidos como estaban los militares sobre la supuesta “neutralidad” de Washington. Que Thatcher haya aprovechado la situación es otra cosa. Los chinos suelen decir que si el general enemigo se equivoca hay que alentarlo para que siga con las equivocaciones. La incompetencia política y diplomática de la dictadura no necesitó ni siquiera que la alentases. Hicieron todo el trabajo solos hasta que se toparon con una realidad que no esperaban ni en sueños: Galtieri se enamoró del balcón, EE.UU. no era neutral y los británicos armaron la fuerza expedicionaria para retomar el control de las Malvinas. Que haya estado allí un fotógrafo de la revista “gente” y se exhiba eso como prueba es lo mismo que decir que Chávez se contagió de cáncer porque se lo inocularon desde EE.UU. Un disparate.

Respecto del referendum, es cierto que es una consecuencia que tiende a legalizar lo que de hecho se está planteando: las islas “autónomas” pero dependientes de Londres, como otras ex colonias en el Caribe. No estamos discutiendo el final sino el comienzo y allí, en 1982, hubo oportunidades concretas que se perdieron por inhabilidad o porque el contexto político y militar desfavorecía el acuerdo. Pero los documentos que están ahora a la vista de todos dicen cosas muy contundentes. Saludos

De: Javier Llorens [mailto:[email protected]] Enviado: Sunday, January 06, 2013 12:50 AM Argentina Standard Time
Para: Kirschbaum, Ricardo Luis
Asunto: Re: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Sr. Kirschbaum, le pregunto porque no calificó de “hipótesis asombrosa” la nota de su corresponsal en Londres María Laura Avignolo del 30/12 pasado, titulada “Como una mujer engañó a la Junta con el apoyo de EE.UU. en la guerra”. En donde nos anoticia que nada menos que el embajador inglés en EEUU Nicholas Henderson, de descollante actuación durante la guerra de Malvinas a favor de su país, decía sospechar de una confabulación de EEUU para inducir al desembarco argentino en Malvinas.

Con solo cambiar el patronímico, se puede decir que la “confabulación asombrosa” no la denunció mi modesta persona, sino un notable embajador, su corresponsal, y su diario. Que por otra parte no es inédita, ya que el Comodoro Oscar Moro que tuvo actuación en la guerra como comandante de los Hércules que abastecieron con un puente aéreo nocturno a las islas, y luego participó en la comisión Rattembach, autor del libro “Malvinas, la guerra inaudita“, también publicó el libro “La trampa de Malvinas – Historia del conflicto del Atlántico Sur“, donde denuncia la existencia de una confabulación británica dinamizada por la Malvinas Islands Committee y la Royal Navy.

Es indudable que la historia no se mueve solo por gigantescas conspiraciones. Pero que estás existen lo dicen los libros de historia que van más allá de la historia social que está tan de moda en estos tiempos. Que parece destinada a borrar de la historia a los Maquiavelos y sus acólitos, para quizás de esta manera asegurar el éxito de estos.

¿O no existe un confabulación del gobierno contra Clarín, y de este contra el gobierno, incluso en su redacción diaria de todos los días? Es tan obvio que cualquier análisis semántico del discurso de Clarín lo pondría en evidencia.

Su respuesta lo que hace es resumir la tosca y sesgada visión de su libro “Malvinas la trama secreta”, que objetivamente vino muy bien a la postura inglesa, haya o no haya habido una confabulación. Con un “relato” obvio y bobo, en el cual el zafio liderazgo argentino se come bizarramente todos los errores, amagues y falsas señales del adversario. Hechas supuestamente de buena fe y sin ninguna confabulación previa por parte de ingleses y estadounidenses. Para que al final todos esos errores, amagues y falsas señales, se reviertan enteramente a favor de quienes supuestamente inadvertidamente lo hicieron.

En ese “relato” en consecuencia habría una grave falla estadística, por Ud inadvertida Sr Kirchsbaum. Consistente en que absolutamente todos los furcios y señales equivocas perjudican al lado argentino, y benefician al inglés. Ante lo cual la ciencia dura estadística diría que evidentemente no se trata de hechos aleatorios o estocásticos, sino deterministas o predeterminados. Que en otra disciplina se llamaría conspiración o confabulación.

En sustancia debo recalcar Sr Kirschbaum, que no me rebatió ninguno de la datos duros que le proporcioné, ni el encadenamiento artificial de los hechos que surgen de ellos, y menos aún procuró darles una explicación distinta. Solo se limitó a ordenarme que lea los documentos… de fuente inglesa o norteamericana. Algo así como recomendarme que me remita a la versión del adversario, que sería la autoridad suprema.

Por ultimo debo aclararle dos puntos que Ud menciona en su respuesta. Uno es que la misma Royal Navy se jacta de que no tuvo que armar ninguna fuerza expedicionaria, porque ella estaba lista, con tropa que venía casualmente de entrenar duramente en los fríos polares extremos de Finlandia. Y el otro es referido el fotógrafo Rafael Wollmann, que capturó las imágenes que recorrieron el mundo, con el escarnio de la rendición de las tropas inglesas.

El no pertenecía a la revista “Gente”, a la que solo dio un reportaje, sino que había ido a las islas contratado por la empresa francesa Gamma, para tomar supuestamente fotografías con fines turísticos. Casualmente justo cuando comenzó a desarrollarse el incidente de las islas Georgias. Tras tomar las imágenes de esa rendición oprobiosa, según el mismo narra, se las ingenió para colarse en uno de los aviones argentinos que venían de regreso a Buenos Aires, para de allí despachar sus fotos con la primicia a Londres.

Demasiadas, demasiadas casualidades, Sr. Kirchsbaum, diría no solo un buen periodista y un buen estadista, sino incluso un estadístico, como para no sospechar de causalidades. Máxime teniendo en cuenta el enorme patrimonio geopolítico que estaba y está en juego.

Saludos

Javier Llorens

From: Kirschbaum, Ricardo Luis

Sent: Sunday, January 06, 2013 12:18 PM

To: [email protected]

Subject: Re: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Sr Llorenz, hablo de documentos argentinos que, además, se suman a los otros. Los que mal interpretaron el contexto tienen nombre y apellido. Fueron condenados por el consejo de guerra. Respecto a nuestro libro, no hubo ningún documento que lo desmintiera. Si no le gusto, lea otro. Así es la democracia. Saludos

From: Javier Llorens

Sent: Sunday, January 06, 2013 7:51 PM

To: Kirschbaum, Ricardo Luis

Subject: Re: Clarín, la “desinformatzia”, y los misterios de la guerra de Malvinas

Sr Kirchsbaum, debo decirle que comparto y considero muy atinada su observación, de que el liderazgo argentino interpretó mal el contexto y por ello fueron condenados por el Consejo de Guerra. Y su libro solo se dedica superficialmente aensañarse por la mala lectura que esos personajes hicieron del contexto. Sin ir más allá, e indagar si hubo alguien interesado en alterar o condicionar ese contexto, para provocar esa errónea lectura por parte de ellos.

Omisión que en casos relacionados con estrategas británicos, es una carencia fundamental, dado que su libro de cabecera es “El Arte de la Guerra” de Sum Tzu (500 ac) cuyas enseñanzas están dirigidas justamente, a alterar y amañar engañosamente los contextos, para hacer que el enemigo tome las decisiones equivocadas, y se creen las condicionas para poder triunfar sin luchar. Como hubiese sido el caso si el liderazgo argentino aceptaba tener en cuenta los deseos de los isleños.

El inglés Basil Liddell Hart, el gran teórico de la “estrategia de aproximación indirecta”, dijo que pese su antigüedad milenaria, Sum Tzu es “la esencia más concentrada de la sabiduría en la conducción de la guerra”. Por eso modestamente opino que no se puede escribir nada respecto Malvinas, sin haber leído previamente a Sum Tzu y Lidell Hart. De los que se podría decir que son el “idioma” de la guerra británico, que permite entender el texto de ellas, cuando ellos la practican, y cuyo desconocimiento linda con el analfabetismo. Pese que distintos críticos literarios observaron que largos pasajes de la primera edición de su libro respecto Malvinas, parecían haber sido escritos en inglés y traducido al español.

Si los militares argentinos de entonces hubieran venerado a Sum Tzu como lo veneran las academias militares británicas, en lugar de hacerlo a Von Clausewitz, seguramente no habrían sido engañados por el falso contexto creado al respecto, y no les habría sucedido lo que les sucedió. Los conceptos de Sun Tzu, son principios simples de una profunda sabiduría, e incluso brutal poesía. Seguidamente efectuó algunas citas que vienen al caso:

Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño. El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar… Por lo tanto, cuando eres capaz de atacar, has de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si estás cerca del enemigo, has de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca… Ofrece un señuelo para atraer el enemigo. Finge desorden y aplástale… Si tu oponente es de temperamento colérico, trata de irritarle… Simula ser débil para que aumente su arrogancia… Atácale donde no está prevenido, aparece donde no te espera. Sacrifica algo que el enemigo pueda querer arrebatarte… En situaciones enquistadas, deberás recurrir a la estratagema. En posición desesperada, deberás combatir…”

Si conoces a tu enemigo y te conoces a ti mismo, en todas las batallas obtendrás una victoria; si no conoces a tu enemigo, pero te conoces a ti mismo, por cada victoria obtendrás una derrota; y si no conoces a tu enemigo, ni te conoces a ti mismo, por cada batalla obtendrás una derrota”. Esto es lo que le sucedió al liderazgo militar argentino.

“Existen caminos que no deben ser seguidos, ejércitos que no deben ser atacados, ciudades que no deben ser sitiadas, posiciones que no deben ser enfrentadas, y ordenes del soberano que no deben ser obedecidas… Si el campamento del enemigo está en un lugar de fácil acceso, está ofreciendo un señuelo… Cuando se ve algunos soldados del enemigo avanzar y otros retroceder, es un engaño… Comenzar haciendo bravatas, para después asustarse ante la cantidad de enemigos, demuestra una suprema falta de inteligencia. No podemos formalizar alianzas con príncipes vecinos sin conocer sus propósitos…”

Sun Tzu dedica el último capítulo de su obra a “El uso de espias: “Cuando estas cinco clases de espías están todas trabajando, nadie puede descubrir el sistema secreto, esto se llama “la divina manipulación de los hilos”. Es la facultad más preciada del soberano… Tener <espías locales> significa emplear los servicios de los habitantes de un distrito… Tener <espías internos> significa usar los funcionarios del enemigo… deben ser buscados secretamente y comprometidos… De esta manera podrás descubrir el estado de los asuntos en el país enemigo, averiguar los planes que están siendo preparados contra uno y más aún, perturbar la armonía y crear una brecha entre el soberano y sus ministros…”

“Tener <espías convertidos> significa apoderarse de los espías del enemigo y usarlos para nuestros propios propósitos… Tener <espías condenados> significa hacer ciertas cosas abiertamente con propósitos de engañó, y permitir que las informen al enemigo… Finalmente, los <espías sobrevivientes> son los que traen noticias desde el campamento enemigo… Todas la comunicaciones con los espías deben ser llevadas “de la boca al oído”… No deben ser nunca conocidos por nadie; ni deben conocerse unos a otros. Cuando proponen algo importante, apodérate de sus personas o mantén en tu poder sus mujeres e hijos como rehenes de su fidelidad. Nunca les comuniques nada que no sea absolutamente necesario que sepan”.

¡Se sutil! ¡Se sutil! y usa tus espías para cualquier clase de trabajo… Aunque el objetivo sea aplastar un ejército, asaltar una ciudad, o asesinar un individuo, siempre es necesario comenzar por conocer los nombres de los asistentes, ayudantes de campo, porteros y centinelas del general en jefe… Los espías son los elementos más importantes en la guerra, porque de ellos depende la capacidad de un ejército para moverse… Un ejército sin espías es como un hombre sin oídos y sin ojos”.

En ese “sistema secreto” de “divina manipulación de los hilos” de Sun Tzu, los<espías locales> mediante el empleo de “los servicios de los habitantes”, y los<espías condenados> haciendo “ciertas cosas abiertamente con propósitos de engañar e informar falsamente al enemigo”, hoy no son ya personas físicas, y además están omnipresentes. Hoy son los medios masivos de comunicación, en los cuales las palabras y las ideas tienen la misma importancia que el pan y los cañones, si son ejercidas con el objeto de influir en las opiniones, sentimientos y creencias de la población, autoridades y fuerzas armadas, para modificar o determinar su comportamiento.

Por eso aggiornando a Sun Tzu, se podría decir que el arte de la guerra moderna es la “desinformatzia”, o sea el arte de crear falsos contextos, para extraviar al adversario y llevarlo a su perdición, en la que tienen una importancia decisiva los medios masivos de comunicación.

En base estas digresiones, le puedo resumir Sr Kirchsbaum, porque me disgustó enormemente su libro referido a Malvinas. Porque con su linealidad obvia, carece desubtexto, salvo el de deshonrar la postura argentina, dejando de lado las ambiciones, pasiones, codicias, insidias, y picardías que yacen por debajo del texto y el contexto, por partes de los restantes agentes y personajes involucrados en la trama. Y esto es lo que da emoción, profundidad, y/o veracidad, a cualquier texto que se precie de tal. Pero indudablemente que esta es una modesta y democrática opinión, al margen del texto.

Saludos

Javier Llorens



mmmalvinas
 
Expertos españoles de Vigo asesoran sobre desarrollo portuario de Malvinas






Galician experts survey Malvinas future port development

Malvinas ISLANDS
Tuesday, November 28, 2017, 02:30 (GMT + 9)


Two technicians from the Spanish Port of Vigo are visiting the Malvinas Islands with the aim of offering their informed opinion on potential port development on the Islands.

The Malvinas and Vigo have had a close business relationship for decades as a result of long term joint business ventures with Spanish fishing companies, and the new Malvinas longliner CFL Hunter was built in Galicia, the local newspaper Penguin News reported.

The experts informed that some 700,000 tons of frozen fish, mainly squid and hake, are managed through Vigo and around 8 per cent of that comes from Malvinas waters, so Vigo is keen those shipment continue despite the uncertainty surrounding Brexit, assured the pair.

Vigo Port Authority Director Beatriz Colunga and the area’s Development Chief Ana Ulloa told Penguin News the visit was set up via the Malvinas Islands Government Representative in London Sukey Cameron.

The Galician technicians assured that, in their opinion, FIPASS current facilities are the correct location for port development primarily because everything that was needed to support them was close by.

In this regard, they explained that the logistical costs are higher for the people if the infrastructure is not near the town. “Further away from the town will impact on fuel costs of vehicles transporting goods,” argued Ana Ulloa.

For her part, Beatriz Colunga noted that the local government should be looking twenty years ahead to what would be required in the future. She acknowledged that FIPASS would have to be changed and improved but, “all the facilities both public and private are in the same place there,” which she viewed as positive.

Both of them confirmed they were thinking in terms of the port for all activities not just the fishery, but tourism and oil, too. She said with everything in one place then maintenance costs were less.

On the other hand, Colunga and Ulloa do not see the small entrance to the harbor as a problem, since in Spain there are several ports where the entrance is worse than the narrows. All in all, they believe it is vital that the Malvinas purchase a tug for use in bad weather and for safety.


http://www.fis.com/fis/worldnews/wo...28&id=94927&l=e&country=0&special=&ndb=1&df=0
 
Buque español multado con £ 15,500 por derrame de petróleo en las Islas Malvinas


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Spanish vessel fined £15,500 for oil spill in the Malvinas

day, November 10th 2017 - 01:46 UTC

The trawler Loitador was maneuvering in Puerto Groussac (Port William) whilst awaiting a replacement crew member when it ran aground in Blanco Bay.

Spanish fishing company, Profesionales Pesqueros SA and Mr. Remigio Leyenda Cedeira, the master of its trawler, Loitador, were fined £15,500 and £1,300 respectively after pleading guilty on the Summary Court in Stanley to a charge of allowing oil to escape into the territorial waters of the Malvinas Islands.

The Justices of the Peace (JPs) heard that the ship was maneuvering in Puerto Groussac (Port William) whilst awaiting a replacement crew member when it ran aground in Blanco Bay. The bow was indented and two hand-size holes were created in the bow. The ship managed to free itself a few hours later at high tide and with the help of launches, but it is estimated three cubic meters of marine diesel oil escaped from a damaged fuel tank.

The following day, Fisheries Department officers inspected the trawler. The ship was found to have two radars, one of which had been switched off, and the other had been set incorrectly so that land was not visible on it.

Prosecuting, Mr. Stuart Walker told the JPs that the Master of the ship had been negligent in not anchoring the vessel, and not having the radars set correctly. He suggested that the oil spill could have damaged local flora and fauna, but fortunately, it was blown out to sea and dispersed.

Defending both the Master and the owners, Ms Alison Inglis agreed that the actions had been negligent, but that there had been no damage caused by the spill so any punishment should reflect this.

Ms Inglis informed the Court that the vessel was owned by a family-run Spanish company and it was its only ship.

JPs asked several questions regarding how the ship was repaired and what actions were taken to stem the oil leakage.

Justice of the Peace, Dick Sawle, said that the JPs had listened carefully to the points made by the prosecution and defense, and believed that there had been negligence on the part of the Master. He could have anchored; suggested Mr Sawle, and heeded radio warnings from launches.

Fortunately, said Mr Sawle, the level of environmental damage was low, but the JPs were deeply concerned about the careless attitude towards mitigation of further spillage.
Profesionales Pesqueros SA was fined £15,500 and Mr Leyenda Cedeira, £1,300. Both were ordered to pay £150 costs. (Penguin News).
 

DSV

Colaborador
Multan a pesquero gallego por infracciones ‘no intencionales’


El buque pesquero Playa de Galicia. (Foto: Pesquerías Marinenses S.A.)

ISLAS MALVINAS
Friday, February 02, 2018, 23:20 (GMT + 9)


Un tribunal de las Islas Malvinas (Malvinas) multó a la empresa gallega Pesquerías Marinenses S.A. por dos infracciones "no intencionales" cometidas por su buque pesquero Playa de Galicia.

El tribunal impuso una multa de GBP 5.000, más costes de GBP 150, a la compañía, mientras que el capitán del barco, Oscar Gómez, quedó en libertad condicional por 18 meses y debió pagar otras GBP 150 en costes.

Tanto la empresa como el capitán del pesquero se declararon culpables de las dos infracciones que se les imputaron: no haber entregado un reporte de fin de pesca al Departamento de Pesca de las Islas, y no haber informado con 72 horas de anticipación la intención de abandonar la zona de pesca de las Malvinas.

El sistema de rastreo del Departamento de Pesca registró dos veces que el Playa de Galicia se encontraba fuera de la zona de pesca de las Islas, una vez a 283 metros y la segunda a 318 metros, informó el diario local Penguin News.

Además, cálculos realizados por la Oficina Hidrográfica Británica indicaron que el pesquero se desplazaba a unos tres nudos, o sea que se encontraba pescando cuando fue registrado.

La defensa de la compañía pesquera argumentó que las distancias comprobadas no eran tan grandes y que podrían deberse a un error en el calibrado del dispositivo de posicionamiento instalado a bordo del pesquero. Esto implica que la unidad sellada no habría indicado que el Playa de Galicia se alejó de la zona de pesca de las Malvinas, por lo que no se consideró necesario presentar los informes requeridos.

Tras remarcar que en el mar abierto no hay marcadores de fronteras, el abogado defensor dijo que tanto la empresa que representaba como el capitán Gómez aceptaban el dictamen del Departamento de Pesca y, por tanto, su culpabilidad.

Además, recalcó que cuando al pesquero se le ordenó retornar a Stanley, lo hizo de inmediato, y que el capitán colaboró con el Departamento de Pesca en todo lo referente al pedido de documentación.

El libro de bitácora del Playa de Galicia también indicaba que el capitán estaba convencido de que no habían abandonado la zona de pesca de las Islas, sostuvo la defensa.

Al dictar sentencia, el tribunal afirmó haber tomado en cuenta la admisión de culpabilidad, el buen carácter y colaboración del capitán, además de un informe del gobierno de las Malvinas que describía el proceder del Playa de Galicia en términos muy positivos.

Por tanto, se aceptaron las afirmaciones de la defensa respecto de que lo acontecido fue un “simple error”, sin intencionalidad alguna.

http://fis.com/fis/worldnews/worldn...2&id=95813&l=s&country=0&special=0&ndb=1&df=0
 

El-comechingón

Fanático del Asado
Multan a pesquero gallego por infracciones ‘no intencionales’


El buque pesquero Playa de Galicia. (Foto: Pesquerías Marinenses S.A.)

ISLAS MALVINAS
Friday, February 02, 2018, 23:20 (GMT + 9)


Un tribunal de las Islas Malvinas (Malvinas) multó a la empresa gallega Pesquerías Marinenses S.A. por dos infracciones "no intencionales" cometidas por su buque pesquero Playa de Galicia.

El tribunal impuso una multa de GBP 5.000, más costes de GBP 150, a la compañía, mientras que el capitán del barco, Oscar Gómez, quedó en libertad condicional por 18 meses y debió pagar otras GBP 150 en costes.

Tanto la empresa como el capitán del pesquero se declararon culpables de las dos infracciones que se les imputaron: no haber entregado un reporte de fin de pesca al Departamento de Pesca de las Islas, y no haber informado con 72 horas de anticipación la intención de abandonar la zona de pesca de las Malvinas.

El sistema de rastreo del Departamento de Pesca registró dos veces que el Playa de Galicia se encontraba fuera de la zona de pesca de las Islas, una vez a 283 metros y la segunda a 318 metros, informó el diario local Penguin News.

Además, cálculos realizados por la Oficina Hidrográfica Británica indicaron que el pesquero se desplazaba a unos tres nudos, o sea que se encontraba pescando cuando fue registrado.

La defensa de la compañía pesquera argumentó que las distancias comprobadas no eran tan grandes y que podrían deberse a un error en el calibrado del dispositivo de posicionamiento instalado a bordo del pesquero. Esto implica que la unidad sellada no habría indicado que el Playa de Galicia se alejó de la zona de pesca de las Malvinas, por lo que no se consideró necesario presentar los informes requeridos.

Tras remarcar que en el mar abierto no hay marcadores de fronteras, el abogado defensor dijo que tanto la empresa que representaba como el capitán Gómez aceptaban el dictamen del Departamento de Pesca y, por tanto, su culpabilidad.

Además, recalcó que cuando al pesquero se le ordenó retornar a Stanley, lo hizo de inmediato, y que el capitán colaboró con el Departamento de Pesca en todo lo referente al pedido de documentación.

El libro de bitácora del Playa de Galicia también indicaba que el capitán estaba convencido de que no habían abandonado la zona de pesca de las Islas, sostuvo la defensa.

Al dictar sentencia, el tribunal afirmó haber tomado en cuenta la admisión de culpabilidad, el buen carácter y colaboración del capitán, además de un informe del gobierno de las Malvinas que describía el proceder del Playa de Galicia en términos muy positivos.

Por tanto, se aceptaron las afirmaciones de la defensa respecto de que lo acontecido fue un “simple error”, sin intencionalidad alguna.

http://fis.com/fis/worldnews/worldn...2&id=95813&l=s&country=0&special=0&ndb=1&df=0
El Gobierno reclamará una multa de hasta 500 mil dólares al pesquero español capturado
Llegó ayer a Comodoro Rivadavia bajo la custodia de Prefectura. La cámara pesquera ibérica niega ilegalidad y afirma haber pescado en las Islas Malvinas

El barco pesquero "Playa Pesmar Uno" de bandera española tendrá que pagar una multa que podría llegar al medio millón de dolares por realizar tareas de pesca sin permiso dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA), a la altura de la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia.
Según se informó oficialmente, el Gobierno iniciará un sumario administrativo a la empresa por faenar ilegalmente en la superficie del territorio del Mar Argentino. La suma oscilará entre los 5 y 10 millones de pesos, equivalentes a entre 256.703 y 513.406 dólares.
El buque, que llegó ayer al puerto de Comodoro Rivadavia tras haber sido apresado el domingo pasado por el guardacostas clase Halcón II GC-27 "Prefecto Fique", será retenido hasta que la empresa liquide la penalización.

El procedimiento se realizó en alta mar y por parte de personal de la Prefectura Naval Argentina, integrantes de la Agrupación Albatros y de la Dirección Nacional de Pesca. El capitán de la nave no intentó huir ni opuso resistencia a la inspección, sin levantar la red de pesca tal cual lo establece el procedimiento.
Según las primeras estimaciones la embarcación llevaba a bordo más de 320 mil kilos de pescado procesado. Cuenta con 34 tripulantes a bordo, 63 metros de eslora y 12,50 metros de manga.

La dura respuesta de España
Ayer, el presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), Javier Touza, respondió en nombre del capitán del Playa Pesmar Uno, aclarando que se navegó en "aguas internacionales" y no sobre los mares soberanos. Y remarcaron la colaboración prestada por los integrantes de la tripulación, en su mayoría oriundos de Galicia, quienes debieron interrumpir su faena y fueron trasladados al puerto comodorense.
A través de un comunicado, la Asociación Española de Titulados Náutico Pesquera (Aetinape) justificó la navegación trazada por el navío al afirmar que "el buque pesca en Malvinas, pero descarga en Uruguay, por lo que es normal que se aborde la ruta del traslado en línea recta sobre aguas argentinas".
Sobre esta actuación, Aetinape acusó al país de "volver a usar a un barco español como rehén para mejorar la imagen interna de su gobierno" y pidió a la Unión Europea "utilizar su fuerza financiera para obligar" al país austral a "mitigar sus acciones populistas" contra embarcaciones que "pescan legalmente en el Atlántico Sur".

El pesquero interceptado había partido desde Montevideo, Uruguay, el pasado 11 de enero.
El buque pertenece al Grupo Pesmar, que aglutina a las sociedades anónimas Pesquerías Marinenses (armadora de buques), Pesmarín, Pesmar y Safricope (plantas frigoríficas y comercialización), y que produce anualmente "más de 25.000 toneladas de productos congelados".
La compañía se define como armadora de buques congeladores arrastreros que faenan en caladeros del Atlántico norte y sur. La firma tiene cuatro barcos en la zona, en el llamado caladero de aguas internacionales de las Islas Malvinas (Malvinas), donde pesca brótola, calamar, merluza, rosada, róbalo o nototenia, entre otras especialidades.

https://www.infobae.com/economia/20...00-mil-dolares-al-pesquero-espanol-capturado/
 

DSV

Colaborador
Parece que les cerraron un negocio

Malvinas' fishing victims of UK Brexit deal, claims Fortuna



“The UK has sold out Malvinas fishing for a Brexit era deal,” fishing company Fortuna Ltd Director James Wallace told Penguin News this week. He was replying to much general speculation as to why a Malvinas Islands company with a long history of participation in the South Georgia toothfish fishery was refused licenses this season.

http://en.mercopress.com/2018/03/09/Malvinas-fishing-victims-of-uk-brexit-deal-claims-fortuna
 

DSV

Colaborador
Por primera vez en decadas habrá dialogo y negociación directa entre el Gobierno Argentino, el Gobierno Británico y la administración británica de las islas, tema gestion de stock de peces y calamares.

 
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