Japón ofrece a Australia la construcción conjunta de los submarinos
El Gobierno japonés ha ofrecido al australiano la construcción conjunta de los submarinos de propulsión convencional que la Marina Australiana tiene previsto adquirir en los próximos años. Medios japoneses precisan, incluso, que Japón habría ofrecido a Australia participar en la fabricación de aceros especiales empleados en los cascos de los sumergibles. Ni el gobierno australiano ni el japonés han valorado los datos aparecidos este lunes en el diario Mainichi Simbun, que incluso anunciaba que el gobierno australiano había valorado positivamente la propuesta y que el acuerdo entre los dos países podría anunciarse para finales de año. Sin embargo el australiano sí ha confirmado que se encuentran en negociaciones con diferentes países para cooperar en este nuevo programa.
Esta sería sin duda una forma de mejorar las posibilidades de los submarinos japoneses basados en la clase Soryu que se habría ofrecido a Australia, dado que este país contemplaba la fabricación local de los sumergibles en los astilleros ASC. Se trata de un programa de gran importancia ya que supone la adquisición de doce submarinos para aumentar la capacidad de vigilancia de las amplias zonas marítimas de Australia en reemplazo de los veteranos submarinos de la clase Collins, que entraron en servicio a comienzos de los noventa y comienzan a tener escasa disponibilidad, por lo que urge tomar una decisión al respecto.
El Gobierno australiano se encuentra en una complicada situación al haber anunciado en repetidas ocasiones su intención de apoyar a la industria naval nacional a través de la construcción de los sumergibles, sin embargo se han presentado problemas en algunos programas en los que participa el astillero ASC, como el del destructor antiaéreo, que han supuesto sobrecostes y retrasos. Diarios locales incluso han llegado a valorar el coste de esta decisión cuantificando el coste de los submarinos en 25.000 millones de dólares australianos en caso de encargarse a Japón y nada menos que el doble si se construyeran en Australia. (J.N.G.)
(defensa.com)
El Gobierno japonés ha ofrecido al australiano la construcción conjunta de los submarinos de propulsión convencional que la Marina Australiana tiene previsto adquirir en los próximos años. Medios japoneses precisan, incluso, que Japón habría ofrecido a Australia participar en la fabricación de aceros especiales empleados en los cascos de los sumergibles. Ni el gobierno australiano ni el japonés han valorado los datos aparecidos este lunes en el diario Mainichi Simbun, que incluso anunciaba que el gobierno australiano había valorado positivamente la propuesta y que el acuerdo entre los dos países podría anunciarse para finales de año. Sin embargo el australiano sí ha confirmado que se encuentran en negociaciones con diferentes países para cooperar en este nuevo programa.
Esta sería sin duda una forma de mejorar las posibilidades de los submarinos japoneses basados en la clase Soryu que se habría ofrecido a Australia, dado que este país contemplaba la fabricación local de los sumergibles en los astilleros ASC. Se trata de un programa de gran importancia ya que supone la adquisición de doce submarinos para aumentar la capacidad de vigilancia de las amplias zonas marítimas de Australia en reemplazo de los veteranos submarinos de la clase Collins, que entraron en servicio a comienzos de los noventa y comienzan a tener escasa disponibilidad, por lo que urge tomar una decisión al respecto.
El Gobierno australiano se encuentra en una complicada situación al haber anunciado en repetidas ocasiones su intención de apoyar a la industria naval nacional a través de la construcción de los sumergibles, sin embargo se han presentado problemas en algunos programas en los que participa el astillero ASC, como el del destructor antiaéreo, que han supuesto sobrecostes y retrasos. Diarios locales incluso han llegado a valorar el coste de esta decisión cuantificando el coste de los submarinos en 25.000 millones de dólares australianos en caso de encargarse a Japón y nada menos que el doble si se construyeran en Australia. (J.N.G.)
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