Sebastian
Colaborador
Más problemas en la zona...
Un ayatolá ultraconservador de Irán dice que la familia real saudí será "borrada de la historia"
Ángeles Espinosa 2 ENE 2016 - 19:50 CET
Protesta de mujeres saudíes contra la ejecución de Al Nimr. / AFP | REUTERS-LIVE!
Arabia Saudí ha ejecutado al destacado clérigo chií disidente Nimr Baqr al Nimr junto a otros 46 reos acusados de terrorismo, según ha informado este sábado el Ministerio del Interior. La decisión de incluir al jeque Nimr, al que observadores occidentales confiaban en que se conmutara la condena a muerte, supone un duro golpe para la minoría chií del reino y agrava las tensiones sectarias en la región. Irán, Irak y el Hezbolá libanés han condenado la medida, mientras que en Bahréin ya ha desatado protestas.
Prominente crítico de los Al Saud, la familia real saudí, el jeque Al Nimr había sido detenido en varias ocasiones durante la pasada década. Pero fue su papel en las protestas de 2011-2012 lo que motivó su condena a muerte, ratificada el pasado marzo y muy criticada por las organizaciones de derechos humanos. Al hilo de la primavera árabe, la minoría chií (en torno a un 10% de la población saudí) se manifestó reiteradamente en la Provincia Oriental, donde se concentra esa comunidad, para denunciar su discriminación legal y pedir la liberación de sus detenidos sin juicio. Al Nimr, que tenía 56 años, era muy popular entre los jóvenes.
"El mensaje que envía la ejecución del jeque Al Nimr es que las autoridades saudíes no toleran ningún tipo de oposición ni de peticiones de reforma sin distinguir si se hacen de forma violenta o pacífica", ha declarado a EL PAÍS el disidente Ali Adubisi, que dirige la Organización Europeo-Saudí para los Derechos Humanos (ESOHR).
El portavoz del Ministerio de Exteriores saudí, Osama al Nugali, ha defendido en su cuenta de Twitter que el castigo no se ha producido por su condición de chií sino de terrorista. Sin embargo Reprieve, una organización de derechos británica que ha seguido el caso, ha calificado de "alarmantes" las ejecuciones y asegura que al menos cuatro de los ajusticiados, incluido Al Nimr, lo han sido por motivos políticos.
Junto al religioso chií, también sufrido la pena de muerte varios acusados por los atentados que Al Qaeda cometió en el reino en 2003, pero su sobrino, Ali al Nimr, que tenía 17 años cuando fue detenido por participar en las protestas, no estaba en la lista. Salvo un egipcio y un chadiano, todos eran saudíes. El comunicado de Interior no ha detallado el método de las ejecuciones, que en Arabia Saudí suele ser por decapitación, aunque ha precisado que se llevaron a cabo en 12 ciudades distintas del país. El año pasado, el primero de gobierno del rey Salmán, Arabia Saudí ejecutó a 150 personas, la cifra más alta de los últimos 150 años.
Protestas
La noticia del ajusticiamiento de Al Nimr ha merecido una dura condena por parte de Irán, el gran rival regional de Arabia Saudí y adalid del islam chií. El portavoz de Exteriores, Hosein Ansari, ha acusado al Gobierno saudí de utilizar "el lenguaje de las ejecuciones y la represión con su sus críticos internos, mientras apoya a los terroristas y a los extremistas suníes". Mientras que el ultraconservador ayatolá Ahmad Jatami ha asegurado que la familia Al Saud "va a ser borrada de las páginas de la historia", parafraseando las palabras que Jomeini, el fundador de la República Islámica, pronunció sobre su más enconado enemigo, Israel.
"La ejecución del jeque Al Nimr pretende incendiar la región", ha denunciado por su parte el diputado iraquí Mohamed al Saijud (chií) haciéndose eco del sentir generalizado entre esa comunidad, que es mayoritaria en Irak. También Hezbolá, el movimiento chií libanés, ha condenado la decisión saudí.
Los Gobiernos de Emiratos Árabes Unidos y Bahréin han declarado que apoyan las medidas de Riad para combatir el terrorismo. Pero en este último, un pequeño reino fracturado desde 2011 por el rechazo de la familia gobernante (suní) a acomodar las peticiones de reforma de su mayoría chií, ya han estallado las protestas, según informan las agencias de noticias. Tras el rezo del mediodía numerosos manifestantes han enarbolado fotografías de al Nimr y coreado consignas contra los Al Saud y sus aliados bahreiníes, los Al Khalifa.
En previsión de incidentes similares, las autoridades saudíes habían reforzado la seguridad desde la víspera de las ejecuciones. Aún así, los activistas han convocado concentraciones de condena en Qatif, uno de los oasis de la Provincia Oriental donde se concentran los chiíes saudíes. Mohamed al Nimr, un hermano del jeque, ha pedido que las manifestaciones sean pacíficas.
"No nos preocupan las convocatorias, sino la reacción de las autoridades", asegura Adubisi que recuerda que en 2012, cuando la gente se echó a la calle para protestar por la detención de Al Nimr, hubo dos muertos por disparos de las fuerzas de seguridad.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/01/02/actualidad/1451729416_682709.html
Arabia Saudí ejecuta a un alto clérigo chií y otros 46 presos por terrorismo
Un ayatolá ultraconservador de Irán dice que la familia real saudí será "borrada de la historia"
Ángeles Espinosa 2 ENE 2016 - 19:50 CET
Protesta de mujeres saudíes contra la ejecución de Al Nimr. / AFP | REUTERS-LIVE!
Arabia Saudí ha ejecutado al destacado clérigo chií disidente Nimr Baqr al Nimr junto a otros 46 reos acusados de terrorismo, según ha informado este sábado el Ministerio del Interior. La decisión de incluir al jeque Nimr, al que observadores occidentales confiaban en que se conmutara la condena a muerte, supone un duro golpe para la minoría chií del reino y agrava las tensiones sectarias en la región. Irán, Irak y el Hezbolá libanés han condenado la medida, mientras que en Bahréin ya ha desatado protestas.
Prominente crítico de los Al Saud, la familia real saudí, el jeque Al Nimr había sido detenido en varias ocasiones durante la pasada década. Pero fue su papel en las protestas de 2011-2012 lo que motivó su condena a muerte, ratificada el pasado marzo y muy criticada por las organizaciones de derechos humanos. Al hilo de la primavera árabe, la minoría chií (en torno a un 10% de la población saudí) se manifestó reiteradamente en la Provincia Oriental, donde se concentra esa comunidad, para denunciar su discriminación legal y pedir la liberación de sus detenidos sin juicio. Al Nimr, que tenía 56 años, era muy popular entre los jóvenes.
"El mensaje que envía la ejecución del jeque Al Nimr es que las autoridades saudíes no toleran ningún tipo de oposición ni de peticiones de reforma sin distinguir si se hacen de forma violenta o pacífica", ha declarado a EL PAÍS el disidente Ali Adubisi, que dirige la Organización Europeo-Saudí para los Derechos Humanos (ESOHR).
El portavoz del Ministerio de Exteriores saudí, Osama al Nugali, ha defendido en su cuenta de Twitter que el castigo no se ha producido por su condición de chií sino de terrorista. Sin embargo Reprieve, una organización de derechos británica que ha seguido el caso, ha calificado de "alarmantes" las ejecuciones y asegura que al menos cuatro de los ajusticiados, incluido Al Nimr, lo han sido por motivos políticos.
Junto al religioso chií, también sufrido la pena de muerte varios acusados por los atentados que Al Qaeda cometió en el reino en 2003, pero su sobrino, Ali al Nimr, que tenía 17 años cuando fue detenido por participar en las protestas, no estaba en la lista. Salvo un egipcio y un chadiano, todos eran saudíes. El comunicado de Interior no ha detallado el método de las ejecuciones, que en Arabia Saudí suele ser por decapitación, aunque ha precisado que se llevaron a cabo en 12 ciudades distintas del país. El año pasado, el primero de gobierno del rey Salmán, Arabia Saudí ejecutó a 150 personas, la cifra más alta de los últimos 150 años.
Protestas
La noticia del ajusticiamiento de Al Nimr ha merecido una dura condena por parte de Irán, el gran rival regional de Arabia Saudí y adalid del islam chií. El portavoz de Exteriores, Hosein Ansari, ha acusado al Gobierno saudí de utilizar "el lenguaje de las ejecuciones y la represión con su sus críticos internos, mientras apoya a los terroristas y a los extremistas suníes". Mientras que el ultraconservador ayatolá Ahmad Jatami ha asegurado que la familia Al Saud "va a ser borrada de las páginas de la historia", parafraseando las palabras que Jomeini, el fundador de la República Islámica, pronunció sobre su más enconado enemigo, Israel.
"La ejecución del jeque Al Nimr pretende incendiar la región", ha denunciado por su parte el diputado iraquí Mohamed al Saijud (chií) haciéndose eco del sentir generalizado entre esa comunidad, que es mayoritaria en Irak. También Hezbolá, el movimiento chií libanés, ha condenado la decisión saudí.
Los Gobiernos de Emiratos Árabes Unidos y Bahréin han declarado que apoyan las medidas de Riad para combatir el terrorismo. Pero en este último, un pequeño reino fracturado desde 2011 por el rechazo de la familia gobernante (suní) a acomodar las peticiones de reforma de su mayoría chií, ya han estallado las protestas, según informan las agencias de noticias. Tras el rezo del mediodía numerosos manifestantes han enarbolado fotografías de al Nimr y coreado consignas contra los Al Saud y sus aliados bahreiníes, los Al Khalifa.
En previsión de incidentes similares, las autoridades saudíes habían reforzado la seguridad desde la víspera de las ejecuciones. Aún así, los activistas han convocado concentraciones de condena en Qatif, uno de los oasis de la Provincia Oriental donde se concentran los chiíes saudíes. Mohamed al Nimr, un hermano del jeque, ha pedido que las manifestaciones sean pacíficas.
"No nos preocupan las convocatorias, sino la reacción de las autoridades", asegura Adubisi que recuerda que en 2012, cuando la gente se echó a la calle para protestar por la detención de Al Nimr, hubo dos muertos por disparos de las fuerzas de seguridad.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/01/02/actualidad/1451729416_682709.html