Mientras tanto...
tres hombres de la FDP, terminaban una patrulla y descansaban en un caserío. De fondo se escuchaba música, esta vez un ballenato colombiano. Uno le preguntó al otro: "-¿Ey pana, qué vaina tenemos hoy asignada para la seguridad?", su colega le respondió: "-Punta Paitilla, el aeropuerto, brother"; "-Ahh, y dígame qué le hacemos si vienen los gringos".La respuesta fue: "-Métale berraquera y pa´lante".
FDP patrullando
...Cuando llegó el momento previsto, CARLEY trasbordó 2 buzos al bote que funcionaba y con el MFB a muy lenta velocidad,
se acercó a 140 metros del muelle 18.
Trayecto probable de CARLEY (Téngase en cuenta que usaron el muelle -bajo el agua- como guía para el buceo)
Esto era mucho más cerca de lo que habían planificado, pero
no había a nadie en el muelle, y
no tenían una luz de fondo que recortara sus siluetas, sino el oscuro panorama del manglar, por lo que creyó que el riesgo era aceptable. Los nadadores/ buzos ingresaron al agua, y CARLEY luego regresó hacia el otro bote para remolcarlo, con sus dos nadadores/ buzos a fin de unirse a la primer pareja.
CARLEY regreso al manglar a tratar una vez más de arrancar el MFB, sin éxito. Por eso decidió pegar un salto a la otra orilla de Canal con el bote a remolque hacia RODMAN para reemplazar el MFB descompuesto.
Las dos parejas de nadadores/ buzos eran:
- Motorista de Tercera Clase TIMOTHY K. EPPLEY
- Fotógrafo de Segunda Clase CHRISTOPHER DYE
- Teniente EDWARD COUGH
- Técnico en Jefe Electrónico RANDY L. BEAUSOLEIL
Ellos iniciaron el buceo hacia el muelle 18, arrastrando la carga haversack con 20 libras de explosivo. Nadando sigilosamente en superficie por debajo de muelle, ellos cruzaron a través de los pilotes hasta alcanzar el lado opuesto y luego se sumergieron de nuevo. Sus equipos de buceo autónomo DRAEGER no soltaban burbujas, pero los buzos debían mirar sus profundímetros constantemente para
evitar sumergirse demasiado y envenenarse con el oxígeno reciclado.
Cuando llegaron cerca del Presidente PORRAS, los buzos hicieron lo que los hombres rana llaman “vista táctica o asome de superficie”. Saliendo casi a pelo del agua, ellos pudieron ver con suficiente claridad la posición de su blanco de 65 pies de largo. (No fuera que colocasen las cargas explosivas en un bote incorrecto ya fuera de la Comisión de Control o de algunos de los barcos de pesca de atún amarrados muy próximos en el muelle).
Cuando los buzos alcanzaron el bote patrullero y se desplazaron para colocar las cargas los motores repentinamente se encendieron. Las explosiones en el agua martillaron los tímpanos de los SEALs.
Estaban seguros que su presencia había sido detectada. Aún así aplicaron las dos bolsas con las cargas con sus 40 libras de explosivos, ajustaron los relojes para 45 minutos y se alejaron.
Pudieron salir a superficie bajo un muelle cercano y planificar su escape hacia el Canal, usando los pilotes para protegerse del vuelo de las esquirlas de las explosiones. Aunque los buzos habían asumido que eran el centro de atención del dispositivo defensivo, en vez de eso ellos
aún permanecían furtivos e indetectados.
Una unidad norteamericana había entrado en contacto con los panameños en la costa del cercano muelle, por lo que granadas y proyectiles caían al agua.
En ese momento los explosivos colocados en el barco explotaron, los nadadores estaban suficientemente lejos para estar seguros, pero aún así fueron sacudidos por la poderosa onda expansiva.
Cuando los buzos echaron una mirada a la embarcación hundida luego de finalizados los combates, ellos vieron que ambos motores diesel de 1020 HP habías sido completamente arrancadas de los botes.
La siguiente tarea de los buzos fue nadar unas “piernas” en caja usando sus brújulas sorteando cuerdas de amarre de los muelles. En el momento en el que encararon hacia el centro del Canal, escucharon los poderosos motores de un
barco que se acercaba. Por ello buscaron
mayor profundidad aún a riesgo de intoxicarse con el oxígeno reciclado, mientras el buque pasaba por encima de sus cabezas.
Una vez lejos del barco y de los muelles, nadaron hacia el sur, ayudados por la fuerte corriente del Canal, hacia el Punto de Conexión para el repliegue, un muelle de carga de combustible cerca del Puente de las Américas. CARLEY y los dos botes estaban esperando ahí, como había prometido. Pero los buzos no se pusieron muy contentos, cuando alcanzaron ese punto que creían seguro para sacar sus cabezas fuera del agua y vieron proyectiles trazantes volando por encima de ellos provenientes de un enfrentamiento cercano.
Los cuatro hombres
estaban ilesos, pero exhaustos. Un agregado a la estresante tarea que habían finalizado, fue que estaban acalorados porque habían elegido usar trajes húmedos de neoprene. El agua del Canal estaba lo suficientemente caliente como para haberlo hecho sin esos equipos. Pero como los habían usado en los ensayos, siguieron con ese criterio. Creían que al mantener lo que iban a hacer realmente lo más cerca a lo practicado, mayores serían las posibilidades de éxito.
EL SEAL TEAM TWO había cumplido la tarea asignada. Al menos uno de los tres barcos que podían afectar el sobrevuelo de los aviones norteamericanos y/o en el que NORIEGA podía escapar, estaba neutralizado.