comando27
Colaborador
Ejecución Golpe de mano a PAITILLA:
En contraste, los hombres del Equipo 4, luego de planear y ensayar el asalto a PAITILLA encontrarían que sus previsiones serían cambiadas a último momento.
Cuando dejaron Little Creek, asumieron que la influencia de las Leyes de Murphy sería muy importante: si algo podía salir mal, saldría mal. Por eso previeron tiempos extras para cada fase de la operación: tiempo para el vuelo, tiempo para desembarcar los botes de la aeronave y ponerlos en el agua, tiempo para probar los MFB.
La PBR de la SBU-26, con Botes CRRCS a remolque, abandonó el muelle en Rodman el 19 de diciembre a las 20:00 horas. Los SEALs estaban provistos de una gran cantidad de armas. No sólo pistolas y M-16/203, sino que varios miembros de equipo tenían la por entonces nueva ametralladora SAW M 249 y ametralladoras M60. El arsenal se complementaba con granadas de fragmentación, minas CALYMORE, y lanzacohetes antitanques AT4.
SEALs armados profusamente, Lancha que haría el acarreo de los botes y remolque.
Pero todo salió perfectamente. Murphy no había aparecido…aún. A las 2100 hs ya estaban en el agua, siendo la Hora–H coordinada a las 0100 hs.
Los SEALs comenzaron su derrotero hacia PUNTA PAITILLA en 16 botes, en el camino tamaña formación se cruzaba con muchos barcos de pescadores, llegados al Punto Terminal de la navegación hicieron alto y apagaron los MFB. Estaban a 2800 metros del aeródromo. Allí quedaron flotando a la deriva, esperando sentados por más de 3 horas. Aún para hombres que entrenan constantemente para ir al combate, esta era una extraña sensación. Apenas 24 hs antes, ellos habían estado en sus hogares, cenando con sus familias. Y ahora estaban agazapados en la oscuridad preparándose para ir a una guerra que divisaban en el horizonte en la iluminada Costa de la ciudad de PANAMA.
A las 2315 hs se rompió el silencio de radio (los combates habían estallado más temprano entre las fuerzas panameñas y las americanas, y TOOHEY comenzó a moverse de un bote a otro, pasando la voz para un cambio de órdenes que había recibido del avión Puesto Comando. Había dos cambios: la Hora-H se había adelantado 15 minutos cambiado quedando como HH las 0045 hs, y más importante aún el método para neutralizar el jet de NORIEGA había cambiado. En vez de moverse hasta el hangar y usando sus miras de visión nocturna, disparar a la nariz y a los tanques de combustible; las nuevas órdenes requerían entrar al Hangar y desinflar las ruedas. Como dijo uno de los participantes, “Esto fue un cambio de las ROEs abismal. No es un buen momento para cambiarle así las cosas a tus tropas.”
Con tan poco tiempo para coordinar el resto de los aspectos de una invasión tan compleja, parece algo irreal pretender que cualquiera de los Comandantes SEALs, ya fuera SANDOZ en la base RODMAN, McGRATH o TOOHEY en los botes, se hubieran opuesto y resistido a este cambio de planes. Con el elemento Sorpresa perdido, los SEALs continuaron hacia su objetivo. Otro problema era que los Controladores de Combate de la USAF asignados a los SEALs no habían podido enlazar por radio con el AC- 130 Spectre asignado para proporcionar el Apoyo de fuego necesario.
Una pareja de SEALs en un bote similar al de los lugareños se adelantó para dar el libre de la playa.
Con golpes de una linterna acodada con filtro rojo indicaron el Libre.
Minutos después los SEALs desembarcaban en la playa en el extremo de la pista y establecían una seguridad de 180° con el mar a sus espaldas. El panorama era preocupante apenas al haber alcanzado la orilla y montarse sobre el borde de la pista. No había ninguna cubierta. La pista estaba bien iluminada por las balizas de aterrizaje y el reflejo de la ciudad. Peor aún, el edificio de administración y el hangar sí mismo estaban muy bien alumbrados. Y los fuegos de la ciudad cercana comenzaron a despertar a los caseros de los edificios que rodeaban el campo. Del lado positivo, un equipo de vigilancia SEAL había ocupado un apartamento de alquiler cruzando el campo el día anterior y podía darles la inteligencia en tiempo real sobre movimientos de vehículos y tropa.
Hasta ahora, las cosas habían ido bien. El Pelotón Bravo había desarmado varios guardias y había comenzado a arrastrar avionetas ligeras cruzándolas en la pista. Cuando terminaron de hacerlo, las dos escuadrillas de Pelotón de Golf iniciaron la aproximación al Hangar.
En contraste, los hombres del Equipo 4, luego de planear y ensayar el asalto a PAITILLA encontrarían que sus previsiones serían cambiadas a último momento.
Cuando dejaron Little Creek, asumieron que la influencia de las Leyes de Murphy sería muy importante: si algo podía salir mal, saldría mal. Por eso previeron tiempos extras para cada fase de la operación: tiempo para el vuelo, tiempo para desembarcar los botes de la aeronave y ponerlos en el agua, tiempo para probar los MFB.
La PBR de la SBU-26, con Botes CRRCS a remolque, abandonó el muelle en Rodman el 19 de diciembre a las 20:00 horas. Los SEALs estaban provistos de una gran cantidad de armas. No sólo pistolas y M-16/203, sino que varios miembros de equipo tenían la por entonces nueva ametralladora SAW M 249 y ametralladoras M60. El arsenal se complementaba con granadas de fragmentación, minas CALYMORE, y lanzacohetes antitanques AT4.
SEALs armados profusamente, Lancha que haría el acarreo de los botes y remolque.
Pero todo salió perfectamente. Murphy no había aparecido…aún. A las 2100 hs ya estaban en el agua, siendo la Hora–H coordinada a las 0100 hs.
Los SEALs comenzaron su derrotero hacia PUNTA PAITILLA en 16 botes, en el camino tamaña formación se cruzaba con muchos barcos de pescadores, llegados al Punto Terminal de la navegación hicieron alto y apagaron los MFB. Estaban a 2800 metros del aeródromo. Allí quedaron flotando a la deriva, esperando sentados por más de 3 horas. Aún para hombres que entrenan constantemente para ir al combate, esta era una extraña sensación. Apenas 24 hs antes, ellos habían estado en sus hogares, cenando con sus familias. Y ahora estaban agazapados en la oscuridad preparándose para ir a una guerra que divisaban en el horizonte en la iluminada Costa de la ciudad de PANAMA.
A las 2315 hs se rompió el silencio de radio (los combates habían estallado más temprano entre las fuerzas panameñas y las americanas, y TOOHEY comenzó a moverse de un bote a otro, pasando la voz para un cambio de órdenes que había recibido del avión Puesto Comando. Había dos cambios: la Hora-H se había adelantado 15 minutos cambiado quedando como HH las 0045 hs, y más importante aún el método para neutralizar el jet de NORIEGA había cambiado. En vez de moverse hasta el hangar y usando sus miras de visión nocturna, disparar a la nariz y a los tanques de combustible; las nuevas órdenes requerían entrar al Hangar y desinflar las ruedas. Como dijo uno de los participantes, “Esto fue un cambio de las ROEs abismal. No es un buen momento para cambiarle así las cosas a tus tropas.”
Con tan poco tiempo para coordinar el resto de los aspectos de una invasión tan compleja, parece algo irreal pretender que cualquiera de los Comandantes SEALs, ya fuera SANDOZ en la base RODMAN, McGRATH o TOOHEY en los botes, se hubieran opuesto y resistido a este cambio de planes. Con el elemento Sorpresa perdido, los SEALs continuaron hacia su objetivo. Otro problema era que los Controladores de Combate de la USAF asignados a los SEALs no habían podido enlazar por radio con el AC- 130 Spectre asignado para proporcionar el Apoyo de fuego necesario.
Una pareja de SEALs en un bote similar al de los lugareños se adelantó para dar el libre de la playa.
Con golpes de una linterna acodada con filtro rojo indicaron el Libre.
Minutos después los SEALs desembarcaban en la playa en el extremo de la pista y establecían una seguridad de 180° con el mar a sus espaldas. El panorama era preocupante apenas al haber alcanzado la orilla y montarse sobre el borde de la pista. No había ninguna cubierta. La pista estaba bien iluminada por las balizas de aterrizaje y el reflejo de la ciudad. Peor aún, el edificio de administración y el hangar sí mismo estaban muy bien alumbrados. Y los fuegos de la ciudad cercana comenzaron a despertar a los caseros de los edificios que rodeaban el campo. Del lado positivo, un equipo de vigilancia SEAL había ocupado un apartamento de alquiler cruzando el campo el día anterior y podía darles la inteligencia en tiempo real sobre movimientos de vehículos y tropa.
Hasta ahora, las cosas habían ido bien. El Pelotón Bravo había desarmado varios guardias y había comenzado a arrastrar avionetas ligeras cruzándolas en la pista. Cuando terminaron de hacerlo, las dos escuadrillas de Pelotón de Golf iniciaron la aproximación al Hangar.