Guerra del Golfo: a 20 años del comienzo de las operaciones aéreas.

Hattusil

Miembro del Staff
Moderador
Al menos usas los signos... algunos aquí de casualidad usan las letras...

:biggrinjester:

Un abrazo.-

:cheers2:

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Igual esto demuestra la importancia de otros sistemas asociados a los aviones de ataque o de defensa aerea... llamase AWACS, tanqueros, AEW... etc etc...

Pedimos un Su-35 o un Rafale y no tenemos con que cuidarlo en el aire...
 
La presencia argentina durante los aprestos de la Guerra del Golfo.

Para no abrir otro hilo de forma innecesaria agrego una de las "patas" que le falta a esta historia, la presencia argentina en la Operación Escudo del Desierto como apoyo marítimo.

La participación argentina en la Guerra del Golfo.

Así como las medidas de apertura económica y reforma del Estado adoptadas desde julio de 1989 fueron la manifestación interna del ingreso al patrón de "relaciones especiales" con Estados Unidos, la participación argentina en la Guerra del Golfo a partir de septiembre de 1990 constituyó la primera medida trascendente que demostró la adopción de dicho patrón en el ámbito de la política exterior. Fiel a su perfil occidentalista pero no automático, el gobierno argentino se mostró inicialmente renuente a la alternativa de un envío inmediato de tropas a la zona en conflicto hasta que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas así lo requiriese. Esta posición de bajo perfil, más humanitaria que política, respecto del conflicto en su primera etapa puede rastrearse, con diversos matices, en las declaraciones que durante agosto de 1990 efectuaron al respecto el presidente Carlos Menem; su hermano, el senador Eduardo Menem; y el entonces canciller Domingo Cavallo.
Por cierto, esta reticencia inicial estuvo íntimamente ligada a dos factores:
la existencia de una óptica liberal wilsoniana en versión periférica en los responsables de la política exterior del gobierno de Menem, de enfático apoyo a las intervenciones multilaterales en defensa de los derechos humanos y las libertades democráticas (elemento que compartía con la versión original del liberalismo wilsoniano), pero a la vez reticente respecto de las acciones unilaterales de Estados Unidos; y la percepción del alto grado de resistencia que presentaría en las bancadas radical y peronista la aprobación del envío de fuerzas sin resolución previa del Consejo de Seguridad.
Frente a las voces reticentes dentro del gobierno, los funcionarios cercanos al entorno presidencial y los oficiales de las Fuerzas Armadas sostuvieron la conveniencia del envío inmediato de tropas al Golfo como un "gesto" destinado a la Casa Blanca. Señalaban que la necesidad de que se produjese ese gesto había sido sugerida por Washington al menos en dos ocasiones: durante la entrevista pedida de modo urgente al presidente Menem por el vicepresidente norteamericano, Dan Quayle, en Colombia, durante la asunción del presidente César Gaviria Trujillo, y en una reunión que altos funcionarios de la Cancillería mantuvieron con representantes de la Embajada de Estados Unidos, entre ellos, el consejero político, James Walsh. Este sector proclive a una respuesta inmediata en favor de la participación de efectivos remarcó la necesidad de aprender de las "lecciones del pasado", es decir, las derivadas de la tardía declaración de guerra por parte de la Argentina al Eje, en 1945, que le costó a Argentina un tratamiento muy diferente que el que tuvo Brasil, premiado con inversiones productivas por los miles de brasileños muertos en Europa durante su participación en la Segunda Guerra.
Tras el envío de dos cartas al presidente Menem (la de su par norteamericano, George Bush, del 20 de agosto, agradeciéndole su preocupación por la situación en el Golfo Pérsico; y la del jefe de Estado de Egipto, Hosni Mubarak, del 13 de septiembre, en la que éste explicaba al mandatario justicialista las razones por las cuales el mundo debía reaccionar en bloque ante la agresión de Irak a Kuwait), el presidente argentino abandonó su bajo perfil inicial y adhirió a la posición norteamericana, partidaria del envío de tropas aún sin la aprobación de la ONU. Así, el 16 de septiembre, Menem señaló que su gobierno "enviará tropas al Golfo Pérsico sin ningún tipo de consulta "si el objetivo perseguido es consolidar la paz". En ese caso, anunció el primer mandatario, "sólo consultaré a sectores de la comunidad. Pero si se tratara de tropas de intervención (...) tendría que resolver el Congreso". Hasta ese momento, el discurso del Gobierno había consistido en afirmar que no se enviarían fuerzas militares si no lo pedían las Naciones Unidas, pero el presidente no aludió en sus declaraciones del 16 de septiembre a la ONU cuando admitió la posibilidad de que "tropas para consolidar la paz" -integradas sólo por oficiales y suboficiales- sean despachadas sin consulta legislativa.
Acorde con el cambio en la posición del presidente Menem, su canciller, Domingo Cavallo, anunció en un mensaje difundido por radio y televisión el 18 de septiembre de 1990, la partida de oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas argentinas para "ayudar a restablecer la paz y evitar una tragedia de imprevisibles consecuencias en la zona en conflicto". Cavallo aclaró que los efectivos argentinos "no van a emprender acciones bélicas" y justificó la decisión de enviar tropas, remarcando que "Si la Argentina quiere participar de los beneficios del proceso de gestación de un nuevo mundo de paz y progreso, debe asumir las responsabilidades. Frente a la actitud del régimen de Bagdad, la indiferencia implica atraso y aislamiento".
El 19 de septiembre, el presidente Menem justificó el envío de tropas al Golfo Pérsico, al asegurar que "(…) al pedirlo un país integrante de las Naciones Unidas (Kuwait) es como si la UN lo hubiera pedido. (…) la Argentina no puede darse el lujo, en este momento que estamos emergiendo de una crisis, de quedar aislada del resto del mundo (…) Estamos en otro mundo, en el que la neutralidad no existe (...) no son tropas intervencionistas sino para consolidar la paz, para evitar las consecuencias de un enfrentamiento"...

…No obstante estas voces divergentes dentro del propio oficialismo, el 27 de septiembre de 1990, los senadores del PJ, en un nuevo giro, abandonaron su posición contraria al envío de tropas y la respaldaron, rechazando el intento del bloque radical de condenarla. Consciente del tenso clima interno generado por la decisión gubernamental de enviar tropas al Golfo Pérsico, el ministro de Defensa argentino, Humberto Romero, sostuvo que los buques argentinos a ser enviados al Golfo Pérsico llevaban precisas instrucciones de no participar en misiones ofensivas y solamente podrían responder a un ataque en defensa propia…

…El 24 de septiembre, fue el subjefe de la Junta de Jefes del Estado Mayor norteamericano, almirante David Jeremiah, quien expresó, en una reunión que mantuvo con el ministro de Defensa argentino, Humberto Romero; con el jefe del Estado Mayor Conjunto de la Argentina, vicealmirante Emilio Ossés, y con el embajador norteamericano en Buenos Aires, Terence Todman, la satisfacción de las fuerzas armadas norteamericanas por la participación de la Argentina en la fuerza internacional de bloqueo contra Irak. Jeremiah señaló que la actitud del Gobierno "pone a la Argentina en la más alta consideración".
Estimulado por las favorables repercusiones que en la Casa Blanca tuvo la decisión de enviar tropas al Golfo, el gobierno, a través del canciller Domingo Cavallo, admitió el 21 de octubre la posibilidad de reforzar la presencia militar argentina en la zona del Golfo. Al visitar la base naval de La Spezia a la corbeta misilística Spiro -una de las naves argentinas que viajó a la zona del conflicto- Cavallo explicó al respecto que "Estamos estudiando el envío de aeronaves que sirvan como apoyo logístico al contingente y que permitan, de paso, evacuar a argentinos y a latinoamericanos de la zona, si se desatase el conflicto bélico (...) la misión es importante, no sólo porque significa apoyar en el plano diplomático-práctico el embargo económico decidido por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, sino porque el objetivo final es fundar un sistema de seguridad mundial, tal como lo establece la misma carta de la UN"…

…El 5 de diciembre, Bush comenzó su estadía en Buenos Aires agradeciendo a su colega Carlos Menem el alineamiento de la Argentina con los grandes objetivos del mundo occidental. Al analizar la cuestión del Golfo y plantear Menem que el Congreso decidiría si las naves argentinas intervendrían en caso de guerra, Bush sostuvo que el gran argumento para aprobar esa participación era la resolución que hacía poco había aprobado del Consejo de Seguridad de la ONU, que había autorizado el uso de la fuerza. En una conferencia de prensa conjunta, ambos presidentes reiteraron que la única solución posible para la crisis en el Golfo Pérsico era el retiro iraquí de Kuwait "sin condicionamientos"…

Extracto de: La dimensión bilateral de las relaciones entre Argentina y Estados Unidos durante la década de 1990: El ingreso al paradigma de "Relaciones especiales”.
Autor: Francisco Corigliano.
Doctor en Historia y Master en Relaciones Internacionales.


Destructor Clase A. Brown (Meko 360) Almirante Brown construido en Blom-Voss Hamburgo, botado en febrero de 1983


Corbeta Clase Espora (Meko 140) Spiro construida en AFNE Río Santiago, botada en noviembre de 1987
 
Litio, en esa lista no aparece ningún B-52. Yo supe de uno que se la dió aterrizando en Diego García producto de las averías que traía... ¿Ese no cuenta? Otros -digamosle- "Accidentes operacionales", ¿no cuentan?

Saludos
Christian


-No mi amigo, son solo los derrivos




Saludosss:cool:
Roberto
 

LUPIN

Merodeador...
Colaborador
La Armada Argentina en el Golfo
Por Santiago L. Aversa (FuerzasNavales.com)

Introducción

En la madrugada del 02 AGO, 1990, las tropas iraquíes de Saddam Hussein invadieron el Emirato Kuwaití. En un ingreso a sangre y fuego, las poderosas FFAA armadas iraquíes aniquilaron la resistencia kuwaití y anexaron al Emirato a su territorio. La respuesta internacional no se hizo esperar, y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorizó la creación de una Fuerza Multinacional para reestablecer la independencia de Kuwait, en los términos del Cap. VII de la carta de la ONU. Esta resolución no tenía precedentes, dado que el accionar del Consejo de Seguridad había estado bloqueado por la tensión Este-Oeste en casos análogos. Las resoluciones fueron: 661/90 (imposición del embargo total a Irak), 665/90 (autorización al uso de la fuerza para imponer sanciones económicas) y 678/90 (autorización al uso de la fuerza militar para liberar Kuwait)

Dentro de la política exterior de la administración Menem, se valoraba especialmente la recomposición de relaciones con el bloque Occidental, deterioradas por la Guerra del Atlántico Sur y la política exterior de la administración Alfonsín. Una forma de obtenerla era la participación activa en organismos multilaterales, abandonando la política aislacionista de décadas anteriores. A su vez, se quería proyectar la imagen de un país comprometido con el Orden Legal Internacional. Parafraseando a Clausewitz, podemos decir que "la actividad militar es la continuación de la política por otros medios". Se necesitaba dar una señal del nuevo rumbo de las relaciones internacionales de la Argentina. Y para dicha misión se llamó a la Armada Argentina (ARA), que se constituyó, como bien dijo el Almirante Ferrer en la Memoria del Estado Mayor Conjunto de 1991, en el "brazo armado de la política exterior de la Nación".

Alistamiento de las Unidades

Es así que el Presidente de la Nación, Dr. D. Carlos Saúl Menem, en su carácter de Comandante en Jefe de las FFAA, ordenó el 18 SEP 1990 el alistamiento de medios navales para apoyar la operación "Desert Shield" (Escudo del Desierto). El operativo a cumplir fue llamado Alfil por la ARA. Para llevarlo a cabo, se creó el Grupo de Tareas (GT) 88.0, bajo el mando del CN D. Eduardo A. Rosenthal. Dicho GT estaba compuesto por:

Destructor Misilístico Clase MEKO 360H2 ARA (D-10) Almirante Brown ; asignado a la 2da. Div. de Destructores, CF D. Alejandro Tierno
Corbeta Misilística Clase MEKO 140A16 ARA (P-43) Spiro ; asignado a la 2da. Div. de Corbetas CF D. Oscar González
Sección de 2 Helicópteros SA-316B Alouette III, características 3-H-109 y 3-H-112 ; asignados a la 1ra. Esc. Aeronaval de Helicópteros, CC Alomar


Ambas unidades navales regresaban de sendas navegaciones: el D-10 de la fase Pre-UNITAS y la P-43 de una navegación de control del mar. En el escaso tiempo de una semana se alistaron ambas unidades, y el 25 de Septiembre zarparon. Para llegar al área de operaciones se eligió una ruta prima facie más larga, a través de la costa africana y el mediterráneo, pero que permitió tener cerca puntos de eventual apoyo logístico. A su vez, permitió incorporar equipos de comunicaciones de la US Navy en la base de Rota (Reino de España) y efectuar el degaussing (medición y calibrado de firma magnética para la guerra de minas) en el polígono de La Spezia (Italia).

El GT 88.0 en el área de operaciones

Durante la Operación Desert Shield (hasta el 15 ENE 1991), la misión era de control del tránsito marítimo y enforcement del embargo de materiales, mercadería y carga que fuesen a o proveniesen de Irak o Kuwait. Desde el 15 ENE 1991, la misión se amplió al mantenimiento de las líneas de comunicaciones marítimas para las fuerzas de la Coalición, patrulla de área en soporte de dichas fuerzas y escolta del tren logístico desde Omán hasta lacosta kuwaití, donde estaban en estación permanente los buques capitales (portaaviones, cruceros, portahelicópteros) de la coalición. Esta ampliación de la misión original fue permitida por la Ley 23904 del Congreso de la Nación, que facultó al PEN para autorizar una participación más activa en las operaciones.

Ambas fases operativas impusieron una mecánica propia. A saber:

Hasta el 15 ENE 1991: Patrullaje de 14 días continuados, con 3 o 4 días de descanso en puerto para reaprovisionamiento.
Desde el 15 ENE 1991: Patrullaje continuo, sólo con entradas ocasionales a puerto.

Cabe destacar que las dotaciones de ambos buques fueron las dotaciones regulares de tiempo de paz con el agregado de más hombres para cumplir cualquier eventualidad. En el área de operaciones, el D-10 navegó más de 25000 NM y la P-43 más de 23000. Las estadísticas totales de misión nos dejan un total de 570 interceptaciones y 17 misiones de escolta, cubriendo escolta de 29 naves de la coalición. Estas misiones implicaron que el GT abriese 4 veces fuego. En cuanto a la sección destacada de la EA1H, ésta realizó 67 vuelos. Un accidente operativo (falla de turbina), afortunadamente sin víctimas, redujo el parque aéreo del GT a un solo aparato. La aeronave accidentada fue rescatada pero se consideró su reparación demasiado onerosa.


Particularidades de las Operaciones

Se operó junto a buqes de las Armadas Belga, Española, Inglesa, Australiana, Canadiense, Danesa, Noruega, Estadounidense, Francesa, Italiana y Holandesa. En el plano comunicaciones se logró un nivel aceptable de interacción de equipos mas no el óptimo. Elloimpidió que el GT 88.0 pudiese efectuar misiones en la boca Norte del Golfo, cerca de la costa Kuwaití. Sin embargo, cabe destacar que el GT 88.0, pese a esta limitación, intervino mós al norte que, por ejemplo, la Royal Canadian Navy o la Royal Australian Navy, sin desmerecer la tarea de estas dos Armadas, con las que se crearon nuevos lazos profesionales. El mayor problema de compatibilidad se dio en el reabastecimiento de combustible, dado que el GT 88.0 usaba el sistema NATO Quick Release mientras que los buques cisterna usaban como standard el RAS (Refuelling Along Side) probe, lo que obligaba al cisterna a cabiar sus sondas en cada operación

En cuanto a los sistemas de armas de a bordo, se agregaron cañones de 20mm sobre las bandas como medio de defensa contra ataques terroristas, de buzos o de embarcaciones menores, principalmente en las entradas y salidas a puerto, donde los buques son más vulnerables. Dichas medidas fueron acertadas, pues este es un peligro permanente en esa sensible región, como lamentablemente se comprobó hace escasos meses en Yemen. En otros sistemas, se modificó el software SEWACO para tener una respuesta automática a la amenaza misilística, dado que Irak hacía uso profuso del misil antibuque AM-39 Exocet, arma cuya letalidad la ARA conocía por ser de dotación de los Super Etendards de la ARA que hundieron al HMS Sheffield y al ACL Atlantic Conveyor en el conflicto del Atlántico Sur. A su vez, se recorrieron los sistemas de guerra Nuclear, Bacteriológica y Química (NBQ).

El GT 88.1

En Febrero partió un nuevo GT a relevar al GT 88.0. EL GT 88.0 dio por finalizada la fase I del operativo Alfil y se replegó a la Base Naval Puerto Belgrano. El D-10 regresó el 25 ABR 1991, y la P-43 el 24 MAY 1991. El GT 88.1, al mando del CN D. Rodolfo Hasselbag. Dicho GT tuvo una composición distinta por la evolución de la situación militar, se prefirió cambiar al Destructor del Grupo (en este caso, el ARA La Argentina, [D-11]) por un transporte cargado con medicinas, alimentos y material de ayuda humanitaria. El grupo se constituyó por:
Corbeta Misilística Clase MEKO 140A16 ARA (P-42) Rosales; asignada a la 2da Div. de Corbetas, CF D. Héctor Tebaldi (hasta el 31 MAY 1991)/CC D. Pablo C. Rossi (desde el 01JUN 1991).
Transporte Clase Costa Sur ARA (B-5) Bahía San Blás; Comando de Transportes Navales
La P-42 cumplió misiones de patrullaje y escolta, agregada al comando naval multinacional. Dicha nave logró unas 326 intercepciones. Posteriormente, realizó maniobras combinadas con las Armadas Española, Inglesa y Estadounidense. La Rosales recibió apoyo logístico de buques franceses y australianos. La orden de regreso del GT 88.1 fue emitida el 23 MAY 1991. Su arribo se produjo en Buenos Aires en JUL 1991. Para el 02 AGO de 1991, la misión del GT 88.1 estaba finalizada.
Conclusión

Las consecuencias de la misión encomendada a ambos GT's se pueden dividir en dos: aquellas que hacen a la Argentina y aquellas que hacen a los hombres de nuestra Armada.

Para la Argentina significó la inserción de pleno derecho en el nuevo orden mundial de la post-guerra fría. Significó un voto de confianza en organismos internacionales y el abandono de una postura aislacionista. Los beneficios políticos de la intervención en la guerra del Golfo Pérsico también inauguró una nueva y aspiciosa fase entre los Estados Unidos y la Argentina, con su punto cumbre en la reciente designación de la Argentina como Major Non-Nato Ally, es decir, Gran Aliado Extra OTAN. El aporte de la ARA con su abnegación y sacrificio durante Desert Shield y Desert Storm fue, probablemente, uno de los factores determinantes de dicha decisión.

La intervención de la ARA en el Golfo fue el punto de inflexión de las relaciones argentinas en el hemisferio occidental. Como dijo un jefe de la Armada Italiana: "Antes Ustedes eran amigos, ahora son aliados". Y es una verdad de las relaciones internacionales que nadie se alia con una potencia débil, por muy "simpática" que esta sea. El reconocimiento también se manifestó cuando una delegación militar argentina fue invitada al desfile de la victoria aliada en New York City, donde flameó orgulloso el pabellón del GT 88.0

Para la Armada implicó probarse a símisma que poseía en su Flota de Mar medios y personal adecuados para tomar una importante parte en un evento militar internacional. Los comentarios de Jefes navales extranjeros que tomaron parte de las operaciones combinadas con la ARA fueron más que elogiosos. Aquí transcribimos algunos párrafos:
A los GT 88.0 y 88.1: (...)"El mundo no olvidará jamás la gran contribución realizada por los Oficiales y tripulaciones del ARA Brown, ARA Spiro, ARA Rosales y ARA San Blás por el buen trabajo realizado. Esperamos continuar manteniendo una estrecha relación de trabajo en el futuro."(...) Almirante D. Frank B. Kelso II, United States Navy.
Al GT 88.0: (...)"El apoyo que Vd. le ha dado a la Fuerza Combinada Logística ha sido superlativo. Desearía contar siempre con el profesionalismo con que Vd. hábilmente organizó los" paquidermos" bajo su control."(...) Capitán de Navío Dusty Miller, Royal Canadian Navy.
Al GT 88.1: (...)"Cuando abandonen esta región llevarán consigo la admiración y el respeto de toda la fuerza de interceptación marítima multinacional. Desde su despliegue han sumado más de 350 interceptaciones lo que significa un impresionante logro. El profesionalismo, la dedicación y la destreza que ustedes han demostrado en las aguas del Norte ha sido la piedra angular de nuestro esfuerzo multinacional. Tienen todo el derecho de sentirse orgullosos, ya que su aporte fue parte fundamental del éxito total de estas operaciones históricas."(...) Contraalmirante R. A. K. Taylor, United States Navy.
No debemos subestimar el aporte que este éxito y reconocimiento hizo a la moral de los hombres de mar. Después de la victoria aliada en Tormenta del Desierto, el "Síndrome Malvinas" se había "exorcizado". Las fuerzas de superficie de la ARA se destacaron, aun operando junto a las flotas más poderosas del mundo. Y demostraron que, con equipo adecuado, el valor, la abnegación y el profesionalismo de los hombres de la Armada rinden sus frutos.

Santiago L. Aversa

Fuentes:

Jorge Núñez Padín, Serie Aeronaval No. 6, "Aerospatiale Sa 316B Alouette III"
CL (CO)Arguindeguy-CL Rodríguez, Las Fuerzas Navales Argentinas

CL Rodríguez, Buques de la Armada Argentina 1970-1996

CF Rey Méndez, "La Armada Argentina en la Guerra del Golfo", Tecnología Militar No. 5-6/97

FuerzasNavales.com

:: ARMADA ARGENTINA ::
 

Sebastian

Colaborador
La operación “Tormenta del Desierto” contra Iraq determinó el formato de las guerras del futuro



El 17 de enero de 1991 las tropas multinacionales iniciaron la operación Tormenta del Desierto con el fin de obligar al ejército invasor de Iraq a replegarse de Kuwait ocupado.

La Guerra del Golfo Pérsico es uno de los acontecimientos principales de los últimos 20 años que dejó una huella importante en el campo militar, convirtiéndose en el primer conflicto de “un nuevo perfil”.

En un mes y medio Estados Unidos y sus aliados mostraron al mundo una estrategia militar nueva al cien por ciento a base de un sistema flexible de mando, superioridad de combate, material bélico más moderno, esquemas tácticos y operativos originales, así como una campaña informativa de gran escala, para rematar el efecto.

Los antecedentes del conflicto

El 25 de julio de 1990 se reunieron Saddam Hussein y el embajador de EEUU April Glaspie, y entre los temas que discutieron abordaron el problema de Kuwait.

Actualmente, los historiadores tienen diferentes opiniones acerca de aquel encuentro.

Unos afirman que EEUU provocó intencionalmente a Iraq al autorizar a su embajador anunciar la no intervención estadounidense.

Glaspie dijo que EEUU no tenía una postura determinada sobre el conflicto entre Kuwait e Iraq, ya que este asunto no tenía nada que ver con EEUU.
Otros creen que Hussein interpretó aquella declaración del embajador norteamericano de manera errónea calificándola como carta blanca para invadir.

El 31 de julio de 1990 la parte Iraquí hizo fracasar las negociaciones en Yida (Arabia Saudita), y el 2 de agosto proclamó la revolución en Kuwait y al mismo tiempo, las tropas de Iraq de 120 mil soldados cruzaron la frontera de Kuwait ocupando la capital, la Ciudad de Kuwait. El Emir logró huir a Arabia Saudita.

El mismo día, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad la resolución No. 660 que exigía a los invasores iraquíes a salir de Kuwait.

EEUU, Francia y el Reino Unido declararon sanciones contra Bagdad. Pronto a ellos se adhirieron la URSS y China. Por primera vez después del año 1945 los miembros del Consejo de Seguridad fueron solidarios.

Ya el 7 de agosto EEUU lanzó la operación Tormenta del Desierto: las primeras divisiones de la Fuerza Aérea y de tropas estadounidenses llegaron a Arabia Saudita. Durante los primeros meses de la operación nada parecía extraño: valiéndose de su indudable superioridad en logística, EEUU y sus aliados enviaron cada vez más tropas al teatro de operaciones de combate, junto con armamento, material bélico y toda la ayuda y municiones necesarios.

En esta etapa nadie pudo suponer cómo concluirían las operaciones militares. Muchos analíticos occidentales consideraban incluso que las pérdidas comunes de las tropas de la coalición (refiriéndose a los heridos, muertos, enfermos y desaparecidos) podían ascender a decenas de miles. Asimismo esperaban grandes pérdidas en material bélico.

Vale recordar que para EEUU la última guerra importante previa a la iraquí fue la de Vietnam, donde sufrieron pérdidas aún más numerosas y duró casi 10 años.

La hora de tormenta

Tampoco nadie pudo prever qué formato tendrían las acciones bélicas. Occidente no estaba dispuesto a librar una guerra tradicional. Partiendo de su experiencia propia en Vietnam y de la ajena, en otros conflictos, EEUU apostó por la supremacía de su Fuerzas Aérea, y utilizó la ofensiva aérea para impedir que Iraq continuara la guerra.

Las batallas terrestres de gran escala no fueron planeadas aunque tampoco se descartaron.

EEUU y los aliados reunieron cerca de las fronteras de Iraq tropas impresionantes: hasta 600 mil soldados, más de 4 mil carros de combate, más de 3,7 mil piezas de artillería y morteros, alrededor de 2 mil aviones y más de 100 buques, incluidos seis portaaviones multifuncionales y dos barcos de línea con misiles de crucero Tomahawk. Más del 80% de estas fuerzas pertenecían a EEUU, dotados con sistemas de alta precisión y material bélico moderno.

En carros de combate y sistemas de artillería (más de 700 mil soldados, unos 5 mil carros, más de 8 mil piezas de artillería y morteros), las tropas de Iraq tenían ventaja, pero eran inferiores en aviones de combate y buques de guerra (700 y 10, respectivamente).

En comparación con las fuerzas de la coalición, los puntos vulnerables de las fuerzas iraquíes fueron los centros de mando y de comunicación, y, lo más importante, la estrategia militar.

Iraq no pudo prepararse para resistir un ataque por aire tan masivo contra los objetivos importantes y mucho menos pudo contrarrestar aquel ataque.

La guerra en el aire

El protagonista principal en el ataque aéreo que comenzó la operación Tormenta del Desierto, el 17 de enero de 1991, fue el avión F-117 Nighthawk cuya tecnología furtiva lo volvió prácticamente invisible a los radares.

La Fuerza Aérea estadounidense no podían asegurar la destrucción total de la Defensa Antiaérea iraquí, y el alto mando de EEUU temía pérdidas considerables. Sólo en el primer día, cuando los F-117 realizaron un 5% de sus salidas durante la guerra, lograron destruir un tercio de todos los objetivos estratégicos sin sufrir ninguna pérdida.

EEUU utilizaron muchos aviones de guerra electrónica y aviones modificados tipo Wild Weasel, que eran cazas F-4 y F-16 equipados y preparados para la supresión de defensa antiaérea con misiles y bombas guiadas.

Asimismo, emplearon activamente aviones de alerta temprana, aviones cisterna y un grupo importante de satélites.

Todo ello permitió a los cazas polivalentes y los aviones de ataque a tierra de Fuerza Aérea y de Armada de EEUU realizar centenas de vuelos de combate al día con una eficacia muy alta.

Las pérdidas de la Fuerza Aérea de la coalición resultaron ínfimas: 41 aviones, 28 de ellos derribados por enemigos, frente a 35 mil vuelos, lo que sirvió de base a teoría sobre el fracaso de la defensa antiaérea de Iraq.

Algunos hasta afirmaron que de alguna manera, la coalición logró infiltrarse en la dirección del sistema de defensa antiaérea de Iraq para desconectarlo.

Se habló también de una total incapacidad de los sistemas de defensa antiaérea soviéticos, con los cuales estaba armado Iraq, de hacer frente a la técnica de aviación occidental moderna.

En realidad, es que fue un combate entre las fuerzas armadas de diferentes generaciones con un nivel de seguridad y preparación absolutamente diferente.

Iraq no estaba listo a librar una guerra en el formato propuesto. Aunque hubiera sido armado con misiles teledirigidos estadounidenses y sus fuerzas aéreas hubieran sido compuestas por aviones de producción occidental sólo, el resultado de la guerra, ceteris paribus, no habría sido diferente.

La campaña terrestre, en el curso de la cual las tropas iraquíes fueron expulsadas de Kuwait, duró tan sólo cinco días, desde el 24 hasta el 28 de febrero.

El general Schwarzkopf, comandante de las tropas de coalición internacional, asestó el golpe principal contra la frontera entre Arabia Saudita e Iraq, al rodear las tropas iraquíes en Kuwait.

El 28 de febrero, por la mañana, Iraq se rindió y aceptó las condiciones impuestas por las Naciones Unidas. El 3 de marzo de 1991, en la ciudad de Safwan, el lugar de la base de la Fuerza Aérea Iraquí, fue firmado el acuerdo sobre un alto el fuego.

Las pérdidas de la coalición resultaron mínimas: menos de 300 de víctimas mortales. Las Fuerzas Armadas de Iraq perdieron más de 20 mil soldados. Se habla también de las víctimas entre la población civil, que según algunas fuentes alcanzaron 100 o hasta 200 mil personas, pero según datos oficiales del gobierno iraquí en el curso de ataques aéreos fueron matados unos 2.300 ciudadanos.

El efecto psicológico

Los resultados de la Guerra del Golfo fueron empleados activamente en la guerra informativa contra la URSS, en el curso de la cual se trazó un parangón entre los ejércitos iraquí y soviético, valiéndose de que Iraq fue armado por material bélico soviético y muchos de sus oficiales pasaron la instrucción de combate en la URSS.

Es verdad que los jefes militares soviéticos al igual que la gente común quedaron pasmados al ver los resultados de la guerra. Los impactantes cuadros televisivos, uno de los factores importantes que fijó la victoria de EEUU, reforzó ese efecto.

Pero la propaganda que insinuaba defectos irreparables de la técnica soviética incapaz de oponerse a la técnica moderna del Occidente estaba muy lejos de la verdad.

La razón real de la derrota de Iraq no consistió en un atraso, verdadero o aparente, de la técnica, sino de una larga cadena de circunstancias de carácter organizativo, técnico, sicológico y político-económico.

La guerra exageró la popularidad de la teoría de “guerras de nueva generación”, en las cuales no hay lugar para la técnica obsoleta.

Aquí se nota la exageración de los factores técnicos de la victoria estadounidense y de los aliados y la reticencia sobre los factores organizativos.

Presisamente en la organización, en el sistema de mando moderno y en su flexibilidad estriba el secreto de la victoria en los conflictos de resolución rápida de hoy.

El armamento, aunque sigue siendo un factor importante, ocupa un lugar secundario en comparación con la habilidad de resolver el problema más pronto que el adversario y ver la situación de manera más completa lo antes posible.

Todavía en esta guerra no hubo lugar para las tecnologías láser, los cañones magnéticos y decenas de miles de misiles de crucero, pero sí que el tiempo, la esencia y los objetos de los combates ya están totalmente diferentes. En este sentido, la Guerra del Golfo fue innovadora.

¿Pudo ganar Iraq?

Al parecer, es otra pregunta que no tiene una respuesta inequívoca. Algunos expertos, incluidos militares ex soviéticos, creen que con más audacia y el empleo de los recursos de una manera más correcta, Iraq podría haber ganado.

Por ejemplo, al realizar un ataque preventivo contra las tropas de coalición ya en otoño de 1990.

Dejando aparte el aspecto político que excluía que Hussein actuara así, ya que no quería una guerra de gran escala con sus vecinos, analicemos el aspecto militar.

En teoría, Iraq contaba con ejército bastante numeroso y material bélico moderno suficiente para asestar un golpe preventivo contra los aeródromos donde los aviones no estaban todavía preparados a combate, o atacar los enormes parques de municiones descargados de barcos, etc.

Pero para un ataque así habría hecho falta además otro nivel de preparación del alto mando iraquí, otro esquema de acciones de fuerzas aéreas del país: buena organización, reacción rápida, flexibilidad e interacción al nivel demostrado por las tropas de EEUU y sus aliados.

El ejército de Saddam Hussein no contaba con ninguna de dichas cualidades. Por eso las fantasías sobre la victoria de Iraq en el caso de ataque preventivo carecen de fundamento.

La operación ?Tormenta del Desierto? contra Iraq determinó el formato de las guerras del futuro | Opiniones | RIA Novosti
 
me parecio interesante ya que tiene que ver con la FAA

Kuwait

Luego del Conflicto del Golfo, el Consejo de Seguridad autorizó la Misión de Observación de las Naciones Unidas para el Irak y Kuwait -Unikom- en abril de 1991, por Resolución 687. Su mandato es el de controlar la vía acuática de Khor Abdullah, y de una zona desmilitarizada (DMZ), que se extiende 10 kms. dentro del territorio iraquí y 5 kms. dentro de Kuwait, para impedir cualquier violación de límites y observar acciones hostiles, potenciales o verdaderas, iniciadas en cualquiera de los dos territorios.

Si bien la FAA concretó su actuación en UNIKOM enviando a Kuwait Observadores Militares que cumplieron eficientemente con las misiones enunciadas precedentemente, es oportuno destacar aquí que la FAA ya había comenzado a operar para la ONU, en la zona del Golfo Pérsico, unos meses antes de que el Consejo de Seguridad estableciera la UNIKOM, en abril de 1991. En tal sentido, debe resaltarse un hecho significativo: precisamente durante el mes anterior, el día 10 de marzo, a tan sólo 96 horas del cese del fuego, aterrizó en el aeropuerto internacional Sadam Hussein de Irak, el avión B-707 LV-LGO de la Fuerza Aérea Argentina que, volando para Naciones Unidas, se convirtió en la primera y única aeronave de los 28 países de la coalición, que operó en territorio iraquí. A partir de ese momento, siguió haciéndolo con cierta regularidad.

Entre el 27 de enero y el 7 de mayo de 1991, los hombres y las máquinas pertenecientes al Escuadrón V B-707 de la FAA, cumplieron el 100% de los vuelos que programó la ONU, dentro de la misión UNDRO trasladando pasajeros y carga general desde distintos países europeos a la zona del Golf.

Durante esos tres meses, el personal de la FAA voló un total de 270:00 horas y transportó 660.000 kgs. de carga, entre víveres, medicamentos, frazadas, carpas, equipos de supervivencia, grupos electrógenos, etc. Los vuelos programados se efectuaron en todo tiempo, debiendo sortear diversas dificultades, ya sea operando en Polonia con visibilidad reducida a 1 km por nevadas intensas, con techos que no superaban los 8O/100 m y temperaturas negativas de 30º C, o bien, encarando aproximació-nes y aterrizajes dificultosos en el aeropuerto de Kuwait, debido fundamentalmente, a la escasa visibilidad originada por las densas y compactas humaredas provenientes de los pozos petroleros incendiados que, alineados en dirección general Norte/Sur, coincidían con la pista de aterrizaje, cuya orientación era 33Oº/150º. La escasa visibilidad, la falta de ayudas para la navegación y aproximación, como así también el carecer de luces de balizamiento de pista (destruidas por tropas iraquíes) impuso que en la aproximación para el aterrizaje, el avión fuera vectoreado por radar, hasta un techo de 100 m y a 1 km de la cabecera de pista.

En todos los ingresos al espacio iraquí, procediendo de Jordania, el B-707 fue interceptado e identificado por los F-16 de la USAF, pese a contar con los permisos de vuelo correspondientes y el transponder activado según las coordinaciones efectuadas con los distintos controles de tránsito aéreo. En general, los vuelos en la zona del Golfo se caracterizaron por el silencio de radio y por la utilización de distintos corredores aéreos que los controles imponían a las tripulaciones, y que variaban permanentemente.

Otro avión de la FAA, un Hércules C-130, fue puesto a disposición de las Embajadas en la región del conflicto, para la evacuación de familiares que eran trasladados a Roma. El Hércules que estuvo tres meses dedicado a estas tareas, se encontraba en El Cairo cuando estalló la guerra y se trató por todos los medios de impedir su ingreso al frente. Las características propias de la tarea cumplida por los integrantes de las tripulaciones de las máquinas de la FAA, que tan activamente se desempeñaron en la región desde antes de que se estableciera UNIKOM, les permitió adquirir experiencias inéditas e invalorables, tanto en la faz profesional como en la personal.




esto fue bien terminaron las operaciones. se desplegaron los observadores militares argentinos.

Iraq/Kuwait – UNIKOM – (Mision de Observación de Naciones Unidas para Iraq y Kuwait). Inicio Abril 1991. (*)

La Compañía de Ingenieros en Kuwait (CIK)

En marzo de 1993, el Poder Ejecutivo Nacional resolvió participar con las Fuerzas Armadas en "UNIKOM", las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas para Irak y Kuwait.

Se conformó entonces una Compañía de Ingenieros integrada por cincuenta Oficiales y Suboficiales del Ejército Argentino, para cubrir tareas específicas tales como:

* Mantenimiento de la transitabilidad de los caminos.

* Destrucción de material explosivo (abandonado durante la Guerra del Golfo).

* Construcciones menores.

* Apoyo a la Comisión Internacional de límites.


Hasta la fecha, doce Compañías han prestado servicios en Kuwait, las cuales fueron relevadas cada seis meses. Ellas han logrado el reconocimiento de los Mandos de las Naciones Unidas. En 1998, se incorporó a la CIK 11, un grupo de radaristas.







 

Grulla

Colaborador
Colaborador
Lo acabo de ver Lupin.

Respecto a las capacidades reales de los Iraquies, en varias notas se habla de la total falta de iniciativa de sus mandos debido a las constantes purgas de Hussein. Eran titeres esperando algun movimiento de su titiritero.

Además haber peleado tantos años con Iran, sin lograr nada ya es una muestra de lo mucho que le servia tanta tecnología
 
Falta Lexotanil y esta completo....

Si no hubiese ocurrido la Guerra de Iran-Irak, pueda que allá existido alguna probabilidad de que la Guerra del Golfo se pudiese sido un "Vietnam" ???
 
A 20 años del comienzo de la operación Daguet.

Exposición sobre las operaciones francesas.

Daguet es el nombre dado a la participación de las fuerzas franceses en la operación Tormenta del Desierto, en la guerra de Kuwait en 1990-91.
En una coalición de treinta naciones, los franceses fueron elegidos como punta de lanza del flanco izquierdo debido a velocidad de sus carros de combate AMX-30.
La estrategia del general Norman Schwarzkopf para expulsar a los iraquíes de Kuwait consistió en hacer creer a Sadam Hussein de que el ataque principal se produciría frontalmente sobre el mismo Kuwait. Para ello aglutinó a las fuerzas de los países islámicos de la Coalición (Egipto, Siria, Marruecos, Arabia Saudíta, Emiratos Árabes Unidos, Qatar...) junto a la frontera kuwaití, mientras los marines norteamericanos simulaban estar a punto de desembarcar desde el mar. Pero en realidad el verdadero ataque se produciría a través de Irak, donde se desplegarían la 1ª y 3ª divisiones blindadas norteamericanas.
La misión de proteger el flanco izquierdo de su avance se encomendó a la División Daguet, integrada por la 6ª División Blindada Ligera francesa reforzada con el 4º Regimiento de Dragones de la 2ª División Blindada y efectivos de la Legión Extranjera con apoyo de helicópteros Gazelle.
El principal equipo del contingente francés eran los rápidos AMX-30, muy adecuados para el cometido gracias a su velocidad. Si la resistencia iraquí no era de gran envergadura los AMX-30 podrían aplastarla, pero en caso de que la Guardia Republicana avanzase contra los aliados con efectivos importantes, los blindados franceses tenían la capacidad de replegarse sin dar a los iraquíes la oportunidad de engarzarse en un combate a corta distancia, de manera que la aviación norteamericana aplastara cualquier concentración enemiga detectada.
En su avance los franceses se encontraron con la 45º División de Infantería Mecanizada, encargada de proteger una base aérea iraquí en As-Salman, a 150 km de la frontera. Los franceses aplastaron la resistencia iraquí, hicieron 2.500 prisioneros y capturaron la base aérea.



PDF con diversos hechos que incluyen puntualmente la operación Daguet.

Les chemins de de la mémoire n°211 - décembre 2010 janvier 2011
 

Barbanegra

Colaborador
Una pregunta:en esa lista de derribos me parece a mi o no figura ningun AH-64 perdido en combate?los 4 se perdieron en accidentes?

U.S.A.:

* 1 F-14;
* 7 F-16;
* 6 AV-8B;
* 5 UH-60, A-10, OA-10;
* 4 A-6E, AH-64, AH-1J;
* 3 F/A-18, UH-1;
* 2 F-15E, OV-10D, OH-58;
* 1 AC-130H, B-52G, EF-111A, F-4G, OV-1D, CH-46E, H-46, SH-60B.

En total, 56 aeronaves estadounidenses.

Otras fuerzas aéreas aliadas:

* 7 Tornado GR.1 británicos;
* 2 F-5 saudíes;
* 1 Tornado IDS saudí;
* 1 Tornado IDS italiano;
* 1 A-4KU kuwaití;

En total, 12 aviones no estadounidenses.

Esta lista de wiki es mas o menos parecida?
 

DSV

Colaborador
Disfruten esto

La Armada Argentina en la Guerra del Golfo
(Videos de Dario Seynave desde el ARA Almirante Brown)

ZARPADA

ACTIVIDADES DE VUELO

FOTOS Y NAVEGACION-NAVEGACIÓN JUNTO A UNIDADES DE OTROS PAÍSES
 
por supuesto que NO...si habría posibilidades de entrar en combate no los hubieran mandado...donde viste vos que manden tropas a donde haya peligro de combatir???
 
por supuesto que NO...si habría posibilidades de entrar en combate no los hubieran mandado...donde viste vos que manden tropas a donde haya peligro de combatir???
es un chiste lo suyo no ????

Croacia y Kosovo, que fueron, cuando los Argentinos quedaron atrapados en la Ofensiva Croata, o cuando fue la revuelta de Kosovo en el 2006
 
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