IRAK: Cuando CSI se enfrenta con IED
BAGDAD, Irak -- Ellos pueden excavar todas las bombas que quieran, e interferir (electrónicamente) cada bomba radio controlada allí afuera . Pero para ir por delante de los insurgentes, las fuerzas de la coalición han de averiguar quién realmente construye y coloca las bombas.
Esa es la razón por las que decenas de miles de artefactos explosivos improvisados (llamados IEDs o Improvised Explosive Device) y sus componentes terminan todos los meses en esta colección de remolques, en el medio de una base militar de EE.UU. cerca de Bagdad. Aquí, las tropas y los “geeks” (obsesivos/genios de la tecnología) de Inglaterra, Australia y Estados Unidos estudian atentamente las armas, 24 horas al día, juntando pruebas forenses acerca de las bombas y de los bombarderos (quienes colocan las bombas). Es cuando CSI (Crime Scene Investigation, "Investigación de la Escena del Crimen") se enfrenta con IED (Improvised Explosive Device, “Artefacto Explosivo Improvisado). Y su nombre es "Sexy"...
El Capitán Scottie Morris, un Aussie (australiano) flacucho, de pelo negro, me lleva a un tour alrededor de la “Combined Explosive Exploitation Cell” -- CEXC, o "Sexy", para abreviar. Por lo que yo sé, soy el primer periodista que ha sido autorizado a ingresar.
Primera parada: TRIAGE, lugar en el que obtienen los datos básicos de la bomba -- tamaño, peso, quien la manipuló y lo que está dentro. Incluso simples características, como el tamaño, pueden poner de relieve las tendencias en el “arte de la construcción de armas/explosivos”. Un conjunto de "IEDs o artefactos explosivos improvisados” tipo “speed bump”(“lomo de burro”) están apoyados sobre una mesa alta en el centro de la habitación. Estas “jorobas” de metal negro, llenas de explosivos, se alinean con sus contactos eléctricos. Son casi imposibles de ver desde la carretera. Y "cuando se conduce a través de la parte superior del mismo, “kamboompf," (explota!) dice Morris. Pero, si las bombas no detonan, pueden dejar pistas sobre quienes las hicieron.
Un técnico en explosivos del Ejército, luciendo guantes de color púrpura, toma las dimensiones de las bombas. Un segundo técnico retira cinta adhesiva de la “piel” (cubierta) de la bomba. Él está buscando ...bueno…, CEXC prefiere no decir nada en concreto. Podemos decir, en forma genérica "residuos biométricos", sugiere el grupo...
Pero no se puede considerar un gran secreto. "Hasta la fecha, (el FBI) ha descubierto más de 2500 huellas dactilares latentes en elementos como las placas de circuitos de teléfonos inalámbricos y dispositivos remotos – inclusive en las pilas y cinta eléctrica", dice el director del FBI, y colaborador del CEXC -- Robert Mueller. "Ellos han realizado identificaciones de 60 huellas digitales y más de 1000 comparaciones biométricas positivas entre distintos artefactos explosivos improvisados" (IEDs).
Un tercer técnico utiliza un bisturí para realizar una punción en los explosivos y raspar parte del nitrato de urea (combustible). Una pistola portátil de rayos X a unos metros de distancia, se utiliza para explorar aún más profundamente dentro del artefacto.
Junto a la mesa, en el suelo, hay un juguete. Está envuelto en una bolsa de plástico. El camión a control remoto se ha convertido en un disparador/gatillo del explosivo (IED). Se accionan un par de palancas y las ruedas del camión giran. Eso completa un interruptor. Kaboompf (explota!) de nuevo.
En una caja de cartón, al lado del camión de juguete, hay 15 piezas de cañería/tubería de PVC. Cada una es de aproximadamente tres pulgadas de diámetro e igual longitud. En la parte superior de cada tubería hay un disco de cobre, pegado con cinta adhesiva y cóncavo. En la parte posterior, explosivos de alta potencia y cable detonador. Estos son proyectiles explosivos en miniatura, o “EFPs” (explosively-formed projectiles o "explosivos de carga hueca").
Durante el pasado año, estos “EFPs” han pasado a ser quizás la amenaza más mortífera para las tropas estadounidenses en la región. Encendiendo el cable detonador, explota el dispositivo que dispara el disco cóncavo a altísima velocidad, un trozo de metal que rasga a través de la armadura/protección y la carne a su paso. La totalidad (15) de estos dispositivos EFPs son parte de un solo dispositivo/bomba.
El Capitán Morris alcanza otra bomba. Es similar en composición. Pero el arma debe tener unas 15 pulgadas de ancho en vez de 3 pulgadas. Tiemblo, pensando en el tamaño del trozo de metal que hace volar al explotar. "Es por eso a ninguno de nosotros le gusta salir de aquí", bromea Morris.
Luego, visitamos a los Ingenieros eléctricos. Tres de ellos se sientan en bancos de trabajo, trabajando además con diversos dispositivos. Fotografías de placas de circuitos se alinean en las paredes. La idea aquí es saber cómo se activan las bombas, y -- si son manejadas por control remoto -- la frecuencia en que operan. "¿Qué tipo de autorización tiene él?" Pregunta un ingeniero, mirando en mi dirección. La respuesta es, por supuesto, que no cuento con ninguna. Decidimos entonces hablar brevemente y sobre generalidades.
Exteriormente dos disparadores de bombas pueden lucir exactamente igual. La estación base de teléfono inalámbrico que tenemos ante nosotros es tan común como cualquiera que puede encontrarse en Irak. Pero sutiles retoques pueden cambiar el tipo de señal que recibe. Calcular esos cambios ayuda a la coalición a reprogramar las frecuencias radioeléctricas del perturbador/jammer y encontrar patrones en la fabricación de bombas.
Caminamos hacia la tienda de química. "Kev", un “gurú” (calzado con cómodas sandalias) de explosivos de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF), se levanta para saludarnos. Una guitarra negra está apoyada en un rincón del cuarto, con un sombrero de vaquero en la parte superior. El sombrero está adornado con un dibujo de un cráneo.
Se toman muestras de explosivos en el TRIAGE y se las llevan a Kev, que realiza el análisis definitivo de su composición química. La espectroscopía infrarroja mide cómo resuenan los enlaces de una sustancia molecular con un poco de luz y la operación toma alrededor de dos segundos. La espectrografía de la movilidad de iones lleva más tiempo -- medio día. La misma mide el tiempo en que los iones de una sustancia tardan en pasar a través del campo eléctrico -- dándole pistas sobre la composición del explosivo.
El siguiente paso, es el laboratorio de Datos Biométricos. Al abrir la puerta, veo a mi izquierda cuatro gabinetes transparentes, cada uno de ellos mide alrededor de tres y medio pies de altura. Partes destrozadas de teléfonos cuelgan de clips dentro de los gabinetes. Estas son "cámaras de humo" que se utilizan para encontrar más…mmm…digamos "residuos biométricos " de los dispositivos.
CEXC recibe “mierd@” de alguno de los comandantes de campo locales cuando no envían la información obtenida con la suficiente rapidez. Pero hay "equipos de inteligencia sobre armas/explosivos" en el terreno, para el relevamiento rápido de información. Y CEXC se ha estado haciendo más ágil cada vez.
Hace dos años, por ejemplo, la mayor parte de este equipo estaba en los Estados Unidos. Ahora, están aquí en Irak. Los tiempos de rotación se han reducido por lo menos a seis horas. Con los datos obtenidos y vinculados con la creciente red de “seguridad biométrica” (controles basados en biometría para evitar el libre desplazamiento de insurgentes) en Irak, CEXC ha capturado en el último mes decenas de insurgentes que fabricaban bombas.
Morris me lleva de vuelta a un conjunto de plataformas, veo todo tipo de bombas de todas las formas y tamaños imaginables: Latas de Coca-Cola con percutores, lanzadores de cohetes Katyusha caseros, minas “claymore” artesanales llenas de clavos y bolillas de acero (bollillas de rulemán/rodamientos). Y, por supuesto, muchas de esas demoníacas EFPs (proyectiles explosivos).
"El problema es muy simple. Y con las cosas muy simples, no hay una solución sencilla," dice Morris. "Cuando algo es muy técnico, es fácil retrotraerlo a un solo punto. Pero cuando se utiliza un tubo de PVC y un temporizador de lavadora… ". Su voz se desvía. Él sabe que el CEXC va a estar sumamente ocupado, por un largo tiempo.
El Capitán Morris está mirando más allá de la actual lucha contra los que colocan bombas. Sin embargo, por el momento, el imperio de la ley iraquí es, en el mejor de los casos, un conjunto de directrices realizadas de manera más o menos sistemática. Las pruebas, cuando se presentan, son principalmente “de oídas”.
Tal vez haya sido sólo una fantasía -- una forma de mantenerse motivado cuando se trabaja todo el día, todos los días, sobre los mortíferos explosivos construidos a mano. Pero tal vez, Morris piense que hay una oportunidad para que el CEXC pueda ayudar a educar a los iraquíes sobre el valor del trabajo forense realizado clínica y metódicamente. Y dar a este lugar un sentido de la justicia.
-----Fuentes: www.fbi.gov - Wired Net-----
Desde ya pido disculpas por la traducción, que fue realizada en poco tiempo.
En algunos casos opté por adaptar algunas expresiones o palabras respetando el significado original para hacer más entendible el texto.
También agregué algunos detalles para darle contexto a lo que menciona la nota y traducciones para las siglas en inglés.
Espero que les sea interesante!
Saludos a todos,
BAGDAD, Irak -- Ellos pueden excavar todas las bombas que quieran, e interferir (electrónicamente) cada bomba radio controlada allí afuera . Pero para ir por delante de los insurgentes, las fuerzas de la coalición han de averiguar quién realmente construye y coloca las bombas.
Esa es la razón por las que decenas de miles de artefactos explosivos improvisados (llamados IEDs o Improvised Explosive Device) y sus componentes terminan todos los meses en esta colección de remolques, en el medio de una base militar de EE.UU. cerca de Bagdad. Aquí, las tropas y los “geeks” (obsesivos/genios de la tecnología) de Inglaterra, Australia y Estados Unidos estudian atentamente las armas, 24 horas al día, juntando pruebas forenses acerca de las bombas y de los bombarderos (quienes colocan las bombas). Es cuando CSI (Crime Scene Investigation, "Investigación de la Escena del Crimen") se enfrenta con IED (Improvised Explosive Device, “Artefacto Explosivo Improvisado). Y su nombre es "Sexy"...
El Capitán Scottie Morris, un Aussie (australiano) flacucho, de pelo negro, me lleva a un tour alrededor de la “Combined Explosive Exploitation Cell” -- CEXC, o "Sexy", para abreviar. Por lo que yo sé, soy el primer periodista que ha sido autorizado a ingresar.
Primera parada: TRIAGE, lugar en el que obtienen los datos básicos de la bomba -- tamaño, peso, quien la manipuló y lo que está dentro. Incluso simples características, como el tamaño, pueden poner de relieve las tendencias en el “arte de la construcción de armas/explosivos”. Un conjunto de "IEDs o artefactos explosivos improvisados” tipo “speed bump”(“lomo de burro”) están apoyados sobre una mesa alta en el centro de la habitación. Estas “jorobas” de metal negro, llenas de explosivos, se alinean con sus contactos eléctricos. Son casi imposibles de ver desde la carretera. Y "cuando se conduce a través de la parte superior del mismo, “kamboompf," (explota!) dice Morris. Pero, si las bombas no detonan, pueden dejar pistas sobre quienes las hicieron.
Un técnico en explosivos del Ejército, luciendo guantes de color púrpura, toma las dimensiones de las bombas. Un segundo técnico retira cinta adhesiva de la “piel” (cubierta) de la bomba. Él está buscando ...bueno…, CEXC prefiere no decir nada en concreto. Podemos decir, en forma genérica "residuos biométricos", sugiere el grupo...
Pero no se puede considerar un gran secreto. "Hasta la fecha, (el FBI) ha descubierto más de 2500 huellas dactilares latentes en elementos como las placas de circuitos de teléfonos inalámbricos y dispositivos remotos – inclusive en las pilas y cinta eléctrica", dice el director del FBI, y colaborador del CEXC -- Robert Mueller. "Ellos han realizado identificaciones de 60 huellas digitales y más de 1000 comparaciones biométricas positivas entre distintos artefactos explosivos improvisados" (IEDs).
Un tercer técnico utiliza un bisturí para realizar una punción en los explosivos y raspar parte del nitrato de urea (combustible). Una pistola portátil de rayos X a unos metros de distancia, se utiliza para explorar aún más profundamente dentro del artefacto.
Junto a la mesa, en el suelo, hay un juguete. Está envuelto en una bolsa de plástico. El camión a control remoto se ha convertido en un disparador/gatillo del explosivo (IED). Se accionan un par de palancas y las ruedas del camión giran. Eso completa un interruptor. Kaboompf (explota!) de nuevo.
En una caja de cartón, al lado del camión de juguete, hay 15 piezas de cañería/tubería de PVC. Cada una es de aproximadamente tres pulgadas de diámetro e igual longitud. En la parte superior de cada tubería hay un disco de cobre, pegado con cinta adhesiva y cóncavo. En la parte posterior, explosivos de alta potencia y cable detonador. Estos son proyectiles explosivos en miniatura, o “EFPs” (explosively-formed projectiles o "explosivos de carga hueca").
Durante el pasado año, estos “EFPs” han pasado a ser quizás la amenaza más mortífera para las tropas estadounidenses en la región. Encendiendo el cable detonador, explota el dispositivo que dispara el disco cóncavo a altísima velocidad, un trozo de metal que rasga a través de la armadura/protección y la carne a su paso. La totalidad (15) de estos dispositivos EFPs son parte de un solo dispositivo/bomba.
El Capitán Morris alcanza otra bomba. Es similar en composición. Pero el arma debe tener unas 15 pulgadas de ancho en vez de 3 pulgadas. Tiemblo, pensando en el tamaño del trozo de metal que hace volar al explotar. "Es por eso a ninguno de nosotros le gusta salir de aquí", bromea Morris.
Luego, visitamos a los Ingenieros eléctricos. Tres de ellos se sientan en bancos de trabajo, trabajando además con diversos dispositivos. Fotografías de placas de circuitos se alinean en las paredes. La idea aquí es saber cómo se activan las bombas, y -- si son manejadas por control remoto -- la frecuencia en que operan. "¿Qué tipo de autorización tiene él?" Pregunta un ingeniero, mirando en mi dirección. La respuesta es, por supuesto, que no cuento con ninguna. Decidimos entonces hablar brevemente y sobre generalidades.
Exteriormente dos disparadores de bombas pueden lucir exactamente igual. La estación base de teléfono inalámbrico que tenemos ante nosotros es tan común como cualquiera que puede encontrarse en Irak. Pero sutiles retoques pueden cambiar el tipo de señal que recibe. Calcular esos cambios ayuda a la coalición a reprogramar las frecuencias radioeléctricas del perturbador/jammer y encontrar patrones en la fabricación de bombas.
Caminamos hacia la tienda de química. "Kev", un “gurú” (calzado con cómodas sandalias) de explosivos de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF), se levanta para saludarnos. Una guitarra negra está apoyada en un rincón del cuarto, con un sombrero de vaquero en la parte superior. El sombrero está adornado con un dibujo de un cráneo.
Se toman muestras de explosivos en el TRIAGE y se las llevan a Kev, que realiza el análisis definitivo de su composición química. La espectroscopía infrarroja mide cómo resuenan los enlaces de una sustancia molecular con un poco de luz y la operación toma alrededor de dos segundos. La espectrografía de la movilidad de iones lleva más tiempo -- medio día. La misma mide el tiempo en que los iones de una sustancia tardan en pasar a través del campo eléctrico -- dándole pistas sobre la composición del explosivo.
El siguiente paso, es el laboratorio de Datos Biométricos. Al abrir la puerta, veo a mi izquierda cuatro gabinetes transparentes, cada uno de ellos mide alrededor de tres y medio pies de altura. Partes destrozadas de teléfonos cuelgan de clips dentro de los gabinetes. Estas son "cámaras de humo" que se utilizan para encontrar más…mmm…digamos "residuos biométricos " de los dispositivos.
CEXC recibe “mierd@” de alguno de los comandantes de campo locales cuando no envían la información obtenida con la suficiente rapidez. Pero hay "equipos de inteligencia sobre armas/explosivos" en el terreno, para el relevamiento rápido de información. Y CEXC se ha estado haciendo más ágil cada vez.
Hace dos años, por ejemplo, la mayor parte de este equipo estaba en los Estados Unidos. Ahora, están aquí en Irak. Los tiempos de rotación se han reducido por lo menos a seis horas. Con los datos obtenidos y vinculados con la creciente red de “seguridad biométrica” (controles basados en biometría para evitar el libre desplazamiento de insurgentes) en Irak, CEXC ha capturado en el último mes decenas de insurgentes que fabricaban bombas.
Morris me lleva de vuelta a un conjunto de plataformas, veo todo tipo de bombas de todas las formas y tamaños imaginables: Latas de Coca-Cola con percutores, lanzadores de cohetes Katyusha caseros, minas “claymore” artesanales llenas de clavos y bolillas de acero (bollillas de rulemán/rodamientos). Y, por supuesto, muchas de esas demoníacas EFPs (proyectiles explosivos).
"El problema es muy simple. Y con las cosas muy simples, no hay una solución sencilla," dice Morris. "Cuando algo es muy técnico, es fácil retrotraerlo a un solo punto. Pero cuando se utiliza un tubo de PVC y un temporizador de lavadora… ". Su voz se desvía. Él sabe que el CEXC va a estar sumamente ocupado, por un largo tiempo.
El Capitán Morris está mirando más allá de la actual lucha contra los que colocan bombas. Sin embargo, por el momento, el imperio de la ley iraquí es, en el mejor de los casos, un conjunto de directrices realizadas de manera más o menos sistemática. Las pruebas, cuando se presentan, son principalmente “de oídas”.
Tal vez haya sido sólo una fantasía -- una forma de mantenerse motivado cuando se trabaja todo el día, todos los días, sobre los mortíferos explosivos construidos a mano. Pero tal vez, Morris piense que hay una oportunidad para que el CEXC pueda ayudar a educar a los iraquíes sobre el valor del trabajo forense realizado clínica y metódicamente. Y dar a este lugar un sentido de la justicia.
-----Fuentes: www.fbi.gov - Wired Net-----
Desde ya pido disculpas por la traducción, que fue realizada en poco tiempo.
En algunos casos opté por adaptar algunas expresiones o palabras respetando el significado original para hacer más entendible el texto.
También agregué algunos detalles para darle contexto a lo que menciona la nota y traducciones para las siglas en inglés.
Espero que les sea interesante!
Saludos a todos,