Capellanes de combatientes
A propósito, sentí la necesidad de rendirle homenaje a los servidores de Dios en las trincheras: los capellanes. A los padres José Fernandez, Renaudiere de Paulis, Astolfo, Santore, Piccinalli, Pacheco, Mafezzini, Martinez Torrens, Sosa y otros cuyos nombres en este momento se me escapan, que cumplieron con gran dedicación, sacrificio y honor su misión, les he dedicado la siguiente letra que, cantada por Carlos Longoni, integrará nuestro disco compacto "Quijotes de Malvinas 2":
CAPELLANES
Curita de verde olivo,
Sin mas armas que el candor,
Intrépido y caritativo.
Paliaste mi ansia y temor.
Allí donde juega la muerte
Su aterrador dominó
Me hiciste cien veces mas fuerte
Hablando de Quien la venció.
Y estando más cerca de Cristo,
Mas lejos La Parca quedó.
Tu bondad, tu bondad,
Me brindó invulnerabilidad.
Tu bondad, tu bondad,
Me brindó invulnerabilidad.
Estribillo
Lejos de los padres, tu eras mi padre
Sembrabas consuelo y paz interior
Aunque por doquier reinaba el desmadre,
Aunque en derredor todo era fragor.
Te vi fatigando trincheras
Con infatigable vigor,
Te vi bautizar a quienquiera
Ganándolo para el Señor.
Y cuando la bomba tronaba
La misa no la interrumpías,
El pulso a ti no te temblaba
Al consagrar la Eucaristía.
Con esa presencia tan brava
Respeto y arrobo imponías,
Tu piedad, tu piedad
Me acercó a la inmortalidad.
Tu piedad, tu piedad
Me acercó a la inmortalidad.
Estribillo
Lejos de los padres, tu eras mi padre
Sembrabas consuelo y paz interior
Aunque por doquier reinaba el desmadre,
Aunque en derredor todo era fragor.
Es que eras tambien un soldado
De las huestes de Cristo Rey
En la turba ardiente jugado
Como un combatiente de ley.
Si hasta te vi malherido
Aquel dia primero de mayo,.
Gritando: De aquí no me he ido,
Yo sigo sin miedo y desmayo!¨
Y ya no es tan duro el combate
Si al lado tuyo me hallo,
Tu verdad, tu verdad,
Apuntaló mi fragilidad.
Tu verdad, tu verdad,
Apuntaló mi fragilidad.
Estribillo
Lejos de los padres, tu eras mi padre
Sembrabas consuelo y paz interior
Aunque por doquier reinaba el desmadre,
Aunque en derredor todo era fragor.