Este articulo sali publicado en Clarin hoy, sobre los verdaderos intereses britanicos en Bs. As.
A 200 AÑOS DEL DESEMBARCO INGLES
Invasiones Inglesas: la codicia de un comerciante, el motor de la llegada británica
El desembarco habría sido por un tesoro. Es la última hipótesis de los historiadores.
Patricio Downes
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Lucro y gloria" fueron las dos pasiones que ardieron hace 200 años en la primera invasión de Buenos Aires, cuando los ingleses robaron un tesoro que los historiadores aún rastrean en la banca británica.
Las palabras son textuales de la correspondencia de Home Popham, el jefe de la flota que desembarcó el 25 de junio de 1806 y fortalecen la hipótesis en la que actualmente trabajan los historiadores. Si bien siempre se supo que el interés económico movió a los británicos, los últimos hallazgos en los archivos demuestran que fue la ambición personal de Popham el gran motor del desembarco. Todo comenzó —explican a la luz del presente— cuando Thomas Waine, un comerciante norteamericano, le informó que Buenos Aires estaba indefensa.
Es así como entre la madeja de planes de la Inglaterra de entonces, sobresale filosa ambición de un hombre. Fue el ansia de dinero y la deuda de Popham con el norteamericano William Pio White, lo que movieron su flota desde el Cabo de Buena Esperanza al Río de la Plata.
White, comerciante y espía productivo, le pasó el dato justo: en la indefensa Buenos Aires había el equivalente a 1.086.208 pesos de la época (unos 27 millones de dólares de hoy). El historiador Klaus Gallo, quien revisó el archivo del Foreing Office, dijo a Clarín que en 1807 el londinense "The Morning" mencionó una cadena de intereses más larga. El jefe militar del Cabo, David Baird, le prestó 1.600 hombres a Popham, cuando éste le prometió una "comisión" del botín.
El virrey Sobremonte huyó hacia Córdoba, con los caudales de la Real Hacienda y de la Compañía de Filipinas y 9.000 onzas de oro de su propiedad. Lo alcanzaron en Luján y entregó el tesoro a los ingleses que lo enviaron a Inglaterra. En esos días, el circulante desapareció, lo que desesperó a los comerciantes ingleses que ofrecían sus productos, porque el peso local se fortificó. Beresford cortó por lo sano y fijó el peso en no más de 5 chelines.
Recientemente, el historiador Ismael Pozzi Albornoz aportó un verdadero hallazgo en su búsqueda en el Archivo General de la Nación: los documentos sobre un plan previsto para tal huida, para salvaguardar la figura del virrey y, más importante aún, poner a salvo el tesoro. Otra de las novedades para este aniversario lo publicó también Pozzi Albornoz quien halló el croquis del combate de Perdriel, donde Juan Martín de Pueyrredón libró el primer combate contra las tropas de William Carr Beresford, el gobernador inglés de Buenos Aires.
En esa primera batalla, Pueyrredón debió retroceder, pero más tarde el avance de Santiago de Liniers logró la Reconquista. El futuro virrey había obtenido ayuda de Ruiz Huidobro, gobernador de Montevideo. La ingratitud de Buenos Aires y sus historiadores hacia Montevideo todavía les duele a los uruguayos cuando recuerdan que la Banda Oriental apoyó la reconquista de Buenos Aires.
"La historiografía argentina menciona como una colaboración, lo que en los libros de historia uruguaya es una intervención decisiva", señaló la uruguaya Ana Ribeiro. La historiadora comentó el libro "Crónica anónima de dos ingleses sobre Monte Video y Buenos Aires", con textos de soldados que estuvieron en Montevideo y Buenos Aires.
Su colega uruguayo, Gerardo Caetano, coincidió con Ribeiro pero aclara que "a 200 años no debemos ver rencillas aldeanas; la mirada del bicentenario no debe ser la del centenario, que fue nacionalista". En estos tiempos de rivalidades rioplanteses por las papeleras, Caetano dice: "Montevideo y Buenos Aires son hermandades desde esa época".
"Mientras que en la Argentina es considerado un episodio legendario y el comienzo de la Patria, en Inglaterra es difícil encontrar referencia en las historias de ese período", recordó Gallo. Lo que favorece la hipótesis del origen de la invasión como una empresa privada.
El investigador admite que Inglaterra, ya en épocas del primer ministro William Pitt, tenía un plan de conquista para la capital del Virreinato del Río de la Plata. Pero señala que en ese momento estaba más ocupada en combatir a Napoleón y que Popham partió a Buenos Aires sin permiso de su gobierno. Con lo que fortalece la hipótesis de la codicia personal como causa de la invasión.
Al analizar ese período Bernardo Lozier Almazan recordó a Clarín que con la invasión se parte del plan del venezolano Francisco de Miranda. Llegó a Ingla terra en 1785 —recordó Gallo—, y fogoneó la participación inglesa en la emancipación sudamericana. Lozier Almazan dijo que, en el gabinete de William Pitt, Sir John Coxe Hippisley y Thomas Maitland elaboraron en 1800 el plan de invadir Buenos Aires, ocuparla, dominar Chile tomando Valparaíso o Santiago y desde allí tomar Perú.
Para la mayoría de historiadores, la Reconquista (1806) y la Defensa de Buenos Aires (1807) fueron la semilla de mayo de 1810. Su comienzo ahora parece más claro: ven detrás la mano de un comerciante ambicioso.