Iconoclasta
Colaborador
Es tan subjetivo el tema
Bushmaster dijo:Por cualqueir analista militar, sirva de ejemplo: http://www.strategypage.com/dls/articles/20056613621.asp
SALUDOS
Nop, por que no hay armadas de primer, segundo o tercer orden, hay armadasBushmaster dijo:Hombre, evidentemente hablo para las necesidades de una armada de primer orden... Objetivamente tiene el mejor sistema de combate del mundo jamás montado en una fragata.
SALUDOS
Navantia obtiene los contratos de Australia
Según avanza la prensa australiana, la compañía española participará en los dos principales programas de construcción de buques para la Armada de Australia. El Gobierno de Canberra anunciará hoy públicamente la resolución de los concursos para el diseño y apoyo a la construcción de tres destructores y dos buques de asalto anfibio.
19/06/2007 17.46h · Revista Naval
Los tres destructores de defensa antieárea AWD (Air Warfare Destroyer), con opción para la construcción de al menos un buque adicional, serán construidos en base a las fragatas españolas de la clase F-100, adaptadas a las necesidades de la Marina australiana.
Navantia participará en este proyecto ofreciendo consultoría e ingeniería para el diseño y apoyo a la construcción de los buques, que serán armados localmente por la empresa ASC.
Buques de asalto anfibio
Los dos buques de asalto anfibio también caerán de lado español. Las naves, basadas en el buque de proyección estratégica «Juan Carlos I», actualmente en construcción en el astillero de Ferrol, serán construidas parcialmente en España, encargándose de su ensamblaje final la firma local Tenix, con la que concurría Navantia, frente al consorcio formado por la francesa Armaris y la australiana ADI.
Mejores garantías
Según las fuentes consultadas, el Gobierno australiano basó ambas decisiones en las mejores condiciones ofrecidas en costes, diseño y programa de entrega de los buques.
En el caso de los destructores -y contrariamente al titular que publica La Voz de Galicia en su edición de hoy- la decisión se apoya en los criterios esgrimidos desde el gabinete ministerial con la reticencia de la Marina australiana, principal valedora del proyecto presentado por la estadounidense Gibbs & Cox, basado en buques más potentes, pero igualmente más onerosos para las arcas públicas australianas y con mayor riesgo técnico, lo cual podría comprometer el programa de ejecución.