Rusia No Puede Costear las Compras de Todas sus Nuevas Super Armas
por Tyler Rogoway
07/17/15 - Rusia puede estar llegando a la conclusión de que el desarrollo de un sistema de armas de alta tecnología no es lo mismo que desplegarlo en masa, o incluso en cantidades relativamente limitadas. Este parece ser el caso tanto para el tanque T-14 "Armada", el caza de quinta generación T-50, y estos indicios son, posiblemente, los mismos para el bombardero próxima generación PAK-DA.
El T-14 Armata ha sido el nuevo sistema de armas ruso más famoso de los últimos tiempos. Independientemente de su capacidad (aunque de ninguna manera este sistema de armas es una "bala de plata"), con el fin de ser realmente eficaces necesita ser desplegado en el campo de batalla en cantidades relevantes. Originalmente la idea era reemplazar a la mayoría de los Tanques de Batalla Principales 'heredados' de la URSS, que ascienden a alrededor de 2.300 en total, con el T-14 gracias a un aumento gradual de la producción en el corto plazo.
En lugar de producir miles de tanques Armata en los próximos cinco años o algo así, algunos analistas sitúan el número en unos pocos cientos. Esto es en parte debido a que el costo del tanque se ha disparado a cerca de dos veces y media lo que se proyecto en un principio. Como resultado, el Kremlin probablemente se centrará en modernizar el sistema existente, tales como su fuerza de tanques T-72 y T-90.
La misma situación también se está produciendo con nuevo caza furtivo del Kremlin, el Sukhoi T-50. Originalmente Rusia estaba apuntando a la construcción de aproximadamente 150 T-50 en 2020, pero el número se redujo a sólo 52 unidades con el primer lote a entrar en servicio operacional en el 2016. Ahora, ese número se redujo drásticamente una vez más a apenas 12 aviones , lo que en realidad a lo sumo equivale a una unidad de Evaluación Operacional y Ensayos Expandidos en el mejor de los casos. Lo peor es que a medida que las cifras de producción se desploman, los costos unitarios se incrementan. Esto es lo que comúnmente se conoce en la jerga del Pentágono como un programa de armas "Death Spiral".
India, que ha invertido en parte en el proyecto T-50 (también conocido como el PAK-FA) para obtener su propia versión del caza, también ha estado menos que enamorada de su progreso y capacidades. No hay que olvidarse que la Fuerza Aérea de la India acaba de pagar miles de millones de dólares por 36 cazas Rafale francés con más pedidos en camino.
Luego está el hecho de que hay tensiones entre los dos países a la hora de mantener la flota existente de Su-30MKI de la India. La disponibilidad de repuestos y la fiabilidad del motor también han sido motivo de gran preocupación cuando se trata de los Su-30MKI indios. Esto, junto con otras grandes compras recientes de aeronaves hechas por la India a fabricantes aeroespaciales occidentales, lleva a muchos a creer que Nueva Delhi se apartará de Rusia para sus necesidades de aviones militares.
Todo esto equivale a un programa de un caza que se puede frenar a paso de tortuga. Como tal, a continuación, se desdibujan las líneas entre la investigación y el desarrollo experimental muy costoso de un sistema de armas de primera línea realmente viable con el que Rusia pueda montar sus cascos en el combate aéreo de un futuro previsible.
Finalmente, llegamos al bombardero de próxima generación de Rusia, el PAK-DA. Las recientes declaraciones de que Rusia reactivara de nuevo la línea de producción del Tu-160 Blackjack puede afectar a la viabilidad del futuro bombardero. La decisión de volver a fabricar un bombardero de la era de la Guerra Fría, que fue altamente costoso en ese entonces y lo será ahora, a la vez que se procede a actualizar la fuerza existente, parece una decisión rara para una Fuerza Aérea que supuestamente supuestamente tendrá un nuevo bombardero furtivo volando al final de esta década que luego entrará en funcionamiento operativo a mediados de la próxima.
Parte de esto es sólo un juego de números y parte de ello es un juego real, la falta del mismo. Rusia se ha visto afectada por las sanciones de una manera que está afectando directamente su estrategia de adquisición de armas, no hay duda de ello. Esto no estaba previsto para hace cinco años o más cuando muchos de estos programas estaban siendo lanzados.
Aún así, el valle entre lo que Rusia dice que puede hacer económicamente y lo que realmente puede hacer es tan amplio que las sanciones por sí solas no pueden explicar la desaceleración masiva en la modernización militar de Rusia. Está claro que Rusia es simplemente poco realista cuando se trata de sus ambiciones tecnológicas militares.
Este no es un fenómeno raro. El Pentágono tiene sus propios problemas en este sentido también, aunque cuando se trata de los EE.UU. no se ha visto como en Rusia el desenlace tan rápido de tantos programas claves y falsificados, incluso en el Departamento de Defensa con el actual secuestro" del presupuesto.
Con todo esto en mente, probablemente veremos los suficientes T-14 y T-50 para participar en desfiles, pasadas aéreas y ejercicios militares, pero lo más probable es que Rusia siga recortando la adquisición y actualización del armamento convencional existente mientras actualiza drásticamente sus capacidades nucleares basadas en tierra y submarinos. Esto ofrece como "resultado final" un elemento de disuasión máxima al mismo tiempo que se mantiene una fuerza convencional usable y accesible. También permite que Putin y el Kremlin continúen adelante, sin perder influencia con el pueblo ruso, sin tener que recortar totalmente los programas militares de vanguardia vistos como una fuente de orgullo nacional y de competitividad internacional. Y permite a Rusia a seguir el desfile en torno a estos programas mientras trata activamente de venderlos a clientes extranjeros.
Este enfoque más racionalizado para la adquisición de armas no es diferente al de la Guerra Fría. A menudo olvidamos que incluso con el alto grado de tensiones entre Oriente y Occidente, América tuvo que comprar el F-16 y F-15 debido a las limitaciones presupuestarias, y esto es sólo un ejemplo. Una mezcla de máximos y mínimos de capacidad fue una estrategia de necesidad tanto como cualquier otra cosa. Lo mismo puede decirse de la URSS en un grado aún mayor, donde la ventaja numérica fue elegida por sobre la cualitativa.
El pasar de una política de adquisiciónes casi toda dorada a capacidad máxima a aparentemente ningún costo es un advenimiento del complejo militar industrial post-Guerra Fría. Esto es tan poco realista como lo fue en la Guerra Fría, tanto para los EE.UU. como para Rusia. Rusia ahora tiene que ponerse de acuerdo con esta realidad, mientras que los EE.UU.... todavía no lo hace.
http://foxtrotalpha.jalopnik.com/russia-cant-afford-to-buy-its-new-super-weapons-1718368304