Aunque recordemos en muchos casos a grandes héroes de la gesta Malvinas, aunque siempre parezca que todo ya está dicho, esto no siempre es así... hay gente que nos estamos olvidando, y hubo material militar movilizado que nunca fue reconocido. Estoy hablando de las lanchas rápidas ARA Intrépida y ARA Indómita, además de por supuesto, su tripulación. Acá trato de juntar la mayor cantidad de datos e información acerca de estas dos patrulleras, que fueron injustamente apartadas de la historia oficial de la Guerra del Atlántico Sur, de 1982.
Luego de haber zarpado el crucero General Belgrano y los destructores Piedrabuena y Bouchard, le siguieron el aviso ARA Gurruchaga, y las lanchas rápidas ARA Intrépida y ARA Indómita, que junto a un buque tanque de YPF completaban la Fuerza de Tareas 79.3 (el grupo de combate naval más austral de la Flota de Mar).
El grupo se encontró y completó en la isla de los Estados, puntualmente en Puerto Parry, donde las lanchas, por tener una escasa autonomía (comparandose con sus grandes compañeros y dada la amplitud de la misión), reabastecieron sus reservas de alimentos y tanques de combustible (proveniente del tanquero), y allí esperaron hasta que comenzaron las hostilidades.
ALGUNAS ACCIONES
Una acción muy recordada por los tripulantes de las lanchas fue cuando se les ordenó apagar el faro Año Nuevo, y una mala maniobra casi hace hundir a la Indómita por proa, y milagrosamente se logró mantener el buque a flote.
En otro recuerdo no muy estimado por los tripulantes de las mismas, una mala maniobra de la lancha Intrépida en el Atlántico Sur, que por poco hace que el buque se pierda. Según informes, el Jefe de las Lanchas rápidas, a bordo de dicha nave, fue apresado y relevado de su cargo por el Contraalmirante Bonzo, comandante del crucero Gral Belgrano y de la Fuerza Tareas 79.3.
Como acciones de combate, las lanchas rápidas fueron utilizadas en todo momento como escudos de ataques submarinos y de superficie británicos, siempre interponiendose en el supuesto camino de proyectiles, y los buques mayores, los destructores y el crucero.
Ya cercanos a las hostilidades, el grupo detectó un helicóptero no identificado, al cual se le apuntó con todas las armas disponibles, y al pedir autorización para disparar, se identificó al helicóptero como del Ejército Argentino.
Se había rumoreado que en poco tiempo serían enviadas a San Carlos para custodiar las bocas de entrada/salida del estrecho, siendo unidades efectivas, rápidas, y capaces de ser aprovisionadas fácilmente desde puestos argentinos cercanos, por ejemplo Darwin o Pradera del Ganso, pero al final, por falta de equipamiento de navegación y de electrónicas adecuados, se abortó dicha movilización.
El día que el crucero General Belgrano fue atacado, las lanchas rápidas, junto al buque tanque de YPF y el aviso Gurruchaga permanecían alejados de los tres buques mayores, y luego colaboraron.
EL POR QUÉ DE SU OCULTAMIENTO
Según informes de tripulantes de las lanchas rápidas, hubo un severo problema interno que no salió a la luz en Abril de 1982. El comandnte de la región Austral, con base en Ushuaia, desde un principio consideró que, como la acción se daría en su región, el debería ser el comandante de las operaciones de combate sin ninguna obstrucción, pero la Armada Argentina designó como Comandante del Teatro de Operaciones un superior. El comandante de la región, Sr. Zaratiegui no solo protestó sino que se levantó contra la Armada Argentina, reclamando que sea elegido como el comandante de las fuerzas navales en las operaciones militares. Por ello, el edificio Libertad decidió relevarlo de su cargo, detenerlo, y además, como represalia a tal acción (el levantamiento en tiempos de guerra), decidieron borrar de todos los archivos oficiales de la guerra la participación de cualquier efectivo y/o unidad perteneciente al Area Austral, entre ellas, las naves Indómita e Intrépida.
La guerra para los tripulantes de los dos buques, en total 70 (35 por cada nave), no finalizó aquel día que fueron replegados a la costa Argentina luego del hundimiento del General Belgrano. La guerra de ellos aún hoy continúa, por lo que podríamos considerar un capricho entre tres o cuatro personas... Hagamos que su guerra termine, y, al menos, reconozcamos que esos hombres fueron enviados a combatir representándonos a todos nosotros, y no es un punto menor.
Aunque tengan que vivir bajo la peor de sus injusticias (el negarle a un guerrero que ha combatido, cuando él sabe muy bien que lo hizo debe ser extremadamente duro para éste), desde mi parte, y calculo que desde muchos de aquí, van mis respetos para todos y cada uno de ellos.
Eagle_Giuli
Relatos e información: forista "ara indomita discriminada", del foro el malvinense
Luego de haber zarpado el crucero General Belgrano y los destructores Piedrabuena y Bouchard, le siguieron el aviso ARA Gurruchaga, y las lanchas rápidas ARA Intrépida y ARA Indómita, que junto a un buque tanque de YPF completaban la Fuerza de Tareas 79.3 (el grupo de combate naval más austral de la Flota de Mar).
El grupo se encontró y completó en la isla de los Estados, puntualmente en Puerto Parry, donde las lanchas, por tener una escasa autonomía (comparandose con sus grandes compañeros y dada la amplitud de la misión), reabastecieron sus reservas de alimentos y tanques de combustible (proveniente del tanquero), y allí esperaron hasta que comenzaron las hostilidades.
ALGUNAS ACCIONES
Una acción muy recordada por los tripulantes de las lanchas fue cuando se les ordenó apagar el faro Año Nuevo, y una mala maniobra casi hace hundir a la Indómita por proa, y milagrosamente se logró mantener el buque a flote.
En otro recuerdo no muy estimado por los tripulantes de las mismas, una mala maniobra de la lancha Intrépida en el Atlántico Sur, que por poco hace que el buque se pierda. Según informes, el Jefe de las Lanchas rápidas, a bordo de dicha nave, fue apresado y relevado de su cargo por el Contraalmirante Bonzo, comandante del crucero Gral Belgrano y de la Fuerza Tareas 79.3.
Como acciones de combate, las lanchas rápidas fueron utilizadas en todo momento como escudos de ataques submarinos y de superficie británicos, siempre interponiendose en el supuesto camino de proyectiles, y los buques mayores, los destructores y el crucero.
Ya cercanos a las hostilidades, el grupo detectó un helicóptero no identificado, al cual se le apuntó con todas las armas disponibles, y al pedir autorización para disparar, se identificó al helicóptero como del Ejército Argentino.
Se había rumoreado que en poco tiempo serían enviadas a San Carlos para custodiar las bocas de entrada/salida del estrecho, siendo unidades efectivas, rápidas, y capaces de ser aprovisionadas fácilmente desde puestos argentinos cercanos, por ejemplo Darwin o Pradera del Ganso, pero al final, por falta de equipamiento de navegación y de electrónicas adecuados, se abortó dicha movilización.
El día que el crucero General Belgrano fue atacado, las lanchas rápidas, junto al buque tanque de YPF y el aviso Gurruchaga permanecían alejados de los tres buques mayores, y luego colaboraron.
EL POR QUÉ DE SU OCULTAMIENTO
Según informes de tripulantes de las lanchas rápidas, hubo un severo problema interno que no salió a la luz en Abril de 1982. El comandnte de la región Austral, con base en Ushuaia, desde un principio consideró que, como la acción se daría en su región, el debería ser el comandante de las operaciones de combate sin ninguna obstrucción, pero la Armada Argentina designó como Comandante del Teatro de Operaciones un superior. El comandante de la región, Sr. Zaratiegui no solo protestó sino que se levantó contra la Armada Argentina, reclamando que sea elegido como el comandante de las fuerzas navales en las operaciones militares. Por ello, el edificio Libertad decidió relevarlo de su cargo, detenerlo, y además, como represalia a tal acción (el levantamiento en tiempos de guerra), decidieron borrar de todos los archivos oficiales de la guerra la participación de cualquier efectivo y/o unidad perteneciente al Area Austral, entre ellas, las naves Indómita e Intrépida.
La guerra para los tripulantes de los dos buques, en total 70 (35 por cada nave), no finalizó aquel día que fueron replegados a la costa Argentina luego del hundimiento del General Belgrano. La guerra de ellos aún hoy continúa, por lo que podríamos considerar un capricho entre tres o cuatro personas... Hagamos que su guerra termine, y, al menos, reconozcamos que esos hombres fueron enviados a combatir representándonos a todos nosotros, y no es un punto menor.
Aunque tengan que vivir bajo la peor de sus injusticias (el negarle a un guerrero que ha combatido, cuando él sabe muy bien que lo hizo debe ser extremadamente duro para éste), desde mi parte, y calculo que desde muchos de aquí, van mis respetos para todos y cada uno de ellos.
Eagle_Giuli
Relatos e información: forista "ara indomita discriminada", del foro el malvinense