La Operación Market-Garden fue una de esas operaciónes que pueblan todos los conflictos y que estaba destinada a terminar con la guerra antes de navidad. En septiembre de 1944, después del victorioso desembarco en Normandía, los aliados habían alargado más de 600 km sus lineas de suministros y los ejercitos estaban agotándose. Para paliar esta situación el siempre polémico Bernard L. Montgomery ideó el que sería posiblemente el plan más audaz y arriesgado de su carrera y posiblemente de toda la guerra. Básicamente consistía en lanzar 3 divisiones aerotransportadas (más de 30.000 hombres) tras las lineas enemigas y tomar los principales puentes en la ruta que utilizaría el XXX Cuerpo Británico después para llegar hasta el Rin en apenas
1 o 2 días. Después se ocuparía la cuenca del Rurh, el corazón industrial alemán y todos a casa para celebrar el año nuevo.
El más alejado de estos puentes estaba en Arhem, Holanda, en el curso del bajo Rin y a más de 100 km del frente aliado. Los encargados de tomarlo serían los paracaidistas británicos de la 1ª Division Aerotransportada al mando de Roy Urquhart.
El 17 de septiembre se produjeron los primeros lanzamientos. Realizados a plena luz del día (nunca antes se había hecho) los aterrizajes fueron precisos y la resistencia mínima. Sin embargo pronto aparecieron los problemas. Deficiencias en los equipos de transmisiones que crearon enorme confusión en los primeros momentos y la presencia inesperada de 2 divisiones Panzer de las SS al mando del General Bittrich hicieron que de toda la division solo una pequeña fracción (el 2º batallón al mando de J. Frost - 700 hombres - ) alcanzaran el puente. El resto de la división fue frenada y retenida al oeste de Arhem. Los 700 de Frost, cercado y sin suministros ni armas pesadas fueron capaces de defender su cabeza de puente durante 4 días frente a los tanques alemanes, hasta que finalmente fue obligado a rendirse. La tenacidad y resistencia del batallón de Frost está considerada como una de las mayores hazañas de la II Guerra Mundial
En el sur las cosas no fueron bien tampoco; a pesar de que los paracaidistas americanos de la 101 y 82 divisiones consiguieron tomar sus objetivos cerca de Eindhoven y Nimega, la defensa de los alemanes fue lo suficientemente dura como para retrasar al XXX Cuerpo lo suficiente mientras se eliminaba al resto de paracaidistas británicos en Arhem. Finalmente, después de 9 días de combates, la 1ª División Aerotransportada de Urquhart tuvo que replegarse atraesando en balsas el Rin, cuando el XXX se encontraba solo a unos kilometros del puente.
El resultado de la operación fue que el objetivo principal de cruzar el Rin no se consiguió (de hecho los aliados no cruzaron el río hasta bien entrado 1945). De los 10.000 hombres que integraba la 1ª Division Aerotransportada, regresarón menos 2.000. El total de bajas aliadas en la operación fueron de unos 17.000 hombres, más que durante el Día D. Las ciudades de Arhem y Nimega fueron destruidas durante los combates y se calculan en 20.000 las bajas de civilies holandeses. Además, se creo un saliente en el frente aliado de más de 100 km de profundidad que había que defender y que provocaría muchas más bajas en los siguientes meses. Aún así, en palabras de Montgomery, la operación fue un éxito en un 90 %.La réplica a esta afirmación la dió el principe Bernardo de Holanda al pronunciar su famosa frase: Mi país no puede permitirse otra nueva victoria de Montgomery.
Willy
1 o 2 días. Después se ocuparía la cuenca del Rurh, el corazón industrial alemán y todos a casa para celebrar el año nuevo.
El más alejado de estos puentes estaba en Arhem, Holanda, en el curso del bajo Rin y a más de 100 km del frente aliado. Los encargados de tomarlo serían los paracaidistas británicos de la 1ª Division Aerotransportada al mando de Roy Urquhart.
El 17 de septiembre se produjeron los primeros lanzamientos. Realizados a plena luz del día (nunca antes se había hecho) los aterrizajes fueron precisos y la resistencia mínima. Sin embargo pronto aparecieron los problemas. Deficiencias en los equipos de transmisiones que crearon enorme confusión en los primeros momentos y la presencia inesperada de 2 divisiones Panzer de las SS al mando del General Bittrich hicieron que de toda la division solo una pequeña fracción (el 2º batallón al mando de J. Frost - 700 hombres - ) alcanzaran el puente. El resto de la división fue frenada y retenida al oeste de Arhem. Los 700 de Frost, cercado y sin suministros ni armas pesadas fueron capaces de defender su cabeza de puente durante 4 días frente a los tanques alemanes, hasta que finalmente fue obligado a rendirse. La tenacidad y resistencia del batallón de Frost está considerada como una de las mayores hazañas de la II Guerra Mundial
En el sur las cosas no fueron bien tampoco; a pesar de que los paracaidistas americanos de la 101 y 82 divisiones consiguieron tomar sus objetivos cerca de Eindhoven y Nimega, la defensa de los alemanes fue lo suficientemente dura como para retrasar al XXX Cuerpo lo suficiente mientras se eliminaba al resto de paracaidistas británicos en Arhem. Finalmente, después de 9 días de combates, la 1ª División Aerotransportada de Urquhart tuvo que replegarse atraesando en balsas el Rin, cuando el XXX se encontraba solo a unos kilometros del puente.
El resultado de la operación fue que el objetivo principal de cruzar el Rin no se consiguió (de hecho los aliados no cruzaron el río hasta bien entrado 1945). De los 10.000 hombres que integraba la 1ª Division Aerotransportada, regresarón menos 2.000. El total de bajas aliadas en la operación fueron de unos 17.000 hombres, más que durante el Día D. Las ciudades de Arhem y Nimega fueron destruidas durante los combates y se calculan en 20.000 las bajas de civilies holandeses. Además, se creo un saliente en el frente aliado de más de 100 km de profundidad que había que defender y que provocaría muchas más bajas en los siguientes meses. Aún así, en palabras de Montgomery, la operación fue un éxito en un 90 %.La réplica a esta afirmación la dió el principe Bernardo de Holanda al pronunciar su famosa frase: Mi país no puede permitirse otra nueva victoria de Montgomery.
Willy