Hacia un sistema de Defensa de América del Sur
Nov-20-06 - por Rosendo Fraga
Las FFAA del MERCOSUR contabilizan 401.600 hombres, el gasto en total es de 10.848,91 millones de dólares con un porcentaje sobre el PBI del 1.89%, un gasto per cápita de 48,43 dólares y con el 0,18% de la población total de los cuatro países prestando servicio en esas Fuerzas. La reunión que el lunes 17 y el martes 18, mantienen en Buenos Aires los ministros de Defensa de Brasil, Chile y Argentina, hace oportuno analizar el significado que tiene el área de Defensa en América del Sur y la posibilidad de avanzar hacia un sistema de defensa regional.
1. América del Sur tiene el gasto en Defensa más bajo del mundo
El Balance Estratégico de América del Sur que está elaborando el Centro de Estudios Nueva Mayoría de Argentina, muestra que el mundo gastó en el año 2.002 –últimas cifras disponibles en el ámbito global- 842.717 millones de dólares, concentrando Estados Unidos el 42% de esta cifra. De ese total, América del Sur tiene sólo el 2,31% del gasto militar mundial, con un monto de 19.463 millones de dólares. De esta cifra, 11.303 millones corresponden al MERCOSUR los que representan un 1,34% del total global. Tiene sólo dicho porcentaje, aunque este grupo regional representa aproximadamente el 8% del territorio del mundo, el 4% de su población y su PBI y el 3% del comercio.
El resto de Sudamérica muestra una situación similar, ya que gastó un total de 8.160 millones, con un porcentaje sobre el gasto mundial del 0,97%. Simplificando, podemos decir que de cada 1.000 dólares que se invirtieron en el 2.002 en el mundo para la Defensa, América del Sur gastó nada más que 23: 13 dólares corrieron por cuenta del MERCOSUR y 10 dólares por el resto de los países de Sudamérica.
Para obtener una medida comparativa de la representatividad del gasto de América del Sur podemos medirlo con el gasto que, individualmente, realizaron los diez países que más dinero destinaron a la Defensa durante el año 2.002. Así podemos ver que en este ránking Sudamérica como región ha realizado un gasto muy inferior al resto de los demás países, situándose con un total de 19.463 millones de dólares con un nivel intermedio al de Arabia Saudita e India, que ocupan los dos últimos puestos de la clasificación y son los únicos países en vías de desarrollo del índice.
En cuanto al MERCOSUR, ocupa cómodamente el último puesto con un total menor en casi 2.000 millones de dólares al de la India, aunque este país tiene un PBI que es todavía un 20% menor que el del MERCOSUR.
La comparación con los Estados Unidos muestra que este país gasta en Defensa aproximadamente 17 veces más que todos los países de América del Sur reunidos. Con Europa, el gasto en Defensa de la región es la mitad del que tiene Francia y menor al de Italia.
En el caso del MERCOSUR, su gasto en Defensa es menos de un tercio del británico, algo más de un tercio del italiano y entre un cuarto y quinto del chino o el ruso.
2. También la región tiene el menor gasto militar del mundo como porcentaje del PBI
Sobre esa base y utilizando como medida el PBI, se gastó en el mismo año en promedio el 2,6% del PBI mundial en Defensa. Tomando la clasificación del FMI, que agrupa a los países según su nivel de desarrollo económico, las economías más desarrolladas destinaron el 2,2%. Dentro de ellas, los países más industrializados del G-7 gastaron un 2%, las economías del Asia de nueva industrialización el 3,6% y los países de las otras economías desarrolladas el 2,3%.
En los países en desarrollo, el promedio está en el 2,2% del PBI: tanto África como Asia destinan a este rubro el 3,2%, Medio Oriente junto a Turquía el 6,8%, y los 33 países de América sin incluir los que integran el G7 (Estados Unidos y Canadá) son de acuerdo a esta clasificación, los que destinan menos recursos a Defensa, gastando en ella sólo el 1,6% de su PBI.
En lo que hace a los países con economías en proceso de transición, destinan el 2,5% de su PBI al gasto militar. Entre ellos los países de Europa Central y Oriental son los que menos gastan, el 2,4% y los países del CIS (Commonwealth of Independent States, que reúne a la mayoría de los ex estados soviéticos incluyendo a la Federación Rusa) más Mongolia el 2,6%.
Nuevamente, al analizar el gasto en Defensa mundial desde esta perspectiva, surge que el de América Latina en general y el de América del Sur en particular es el más bajo del mundo.
Sobre la base de un relevamiento propio, que considera los gastos de los Ministerios de Defensa de toda América del Sur para el año 2.003, se puede observar una evolución similar, con un gasto en Defensa sobre el PBI en el orden del 1,97%. De acuerdo a esas cifras, en América del Sur el gasto en Defensa sobre el PBI oscila entre máximos del 5% en Surinam y el 3,64% en Ecuador, y mínimos del 0,7% en Guyana, 1,13% en Paraguay y 1,20% en Argentina. Brasil y Chile están levemente por encima del promedio con 2,10% (sí para Chile se consideraran los recursos adjudicados por la denominada Ley Reservada del Cobre, el índice aumentaría en algo más de un punto) y Colombia lo mismo con 2,12% (dado que los recursos por asistencia externa no pueden considerarse como propios).
En la misma línea de análisis y de la evaluación preliminar de los recursos presupuestarios que se prevé asignar a la Defensa para el año 2.004, el estudio observa una continuidad en la tendencia a la baja de dichos índices, con un gasto total sobre PBI que se acercaría al 1,83%.
Respecto al gasto per cápita -es decir dividido por la población- en América del Sur es de 46,04 dólares por habitante. Por encima del promedio están Chile con 90,98 seguido por Uruguay con 51,82 y Brasil con 51,55. En el otro extremo, están Guyana con 7,97, Paraguay con 8,89 y Bolivia con 15,07. Es claro que en esta relación tiene una influencia relativa el ingreso per cápita, dado que a mayor ingreso per cápita tiende también a ser mayor el gasto en Defensa per cápita.
3. El personal incorporado al sistema de Defensa en la región
Se estima que en todo el mundo en el año 2.002 prestaron servicios en las Fuerzas Armadas un total de 20.477.900 personas, de las cuales un 4,67% lo hicieron en América del Sur contabilizando 955.640 efectivos. Entre ellos un 1,96% revistó en las filas del MERCOSUR (401.600 efectivos) y un 2,71% en el resto de los países de Sudamérica (554.040 efectivos). Es decir que de cada 1.000 ciudadanos enrolados en el mundo en ese año, 47 eran sudamericanos, con un aporte de 20 efectivos por parte del MERCOSUR y de 27 por parte del resto del subcontinente.
Del análisis al interior de Sudamérica y en lo que hace a la relación de efectivos sobre la población, surge que el casi millón de ciudadanos (955.640 hombres y mujeres) que están incorporados a sus Fuerzas Armadas, representa el 0,26% de la población total de la región que es de 360.371.231 habitantes.
Por encima del promedio está Uruguay con el 0,71% de su población integrando las Fuerzas Armadas y luego Chile (0,49%) y Ecuador y Colombia con el 0,45% respectivamente. El menor porcentaje de su población integrando las Fuerzas Armadas lo tiene Brasil con el 0,16% y luego Argentina con el 0,19%.
En lo que hace al gasto total por efectivo, el más alto es del de Brasil, con 31.705 dólares al año por efectivo incorporado, seguido por Argentina con 21.118 -en este caso influye el salario de la tropa profesional- y luego está Chile con 18.564. En el otro extremo, con menos de 5.000 dólares al año por efectivo incorporado están Bolivia, Paraguay, Guyana y Surinam.
Con respecto al MERCOSUR, sus Fuerzas Armadas contabilizan 401.600 hombres, el gasto en total es de 10.848,91 millones de dólares con un porcentaje sobre el PBI del 1.89%, un gasto per cápita de 48,43 dólares y con el 0,18% de la población total de los cuatro países prestando servicio en esas Fuerzas.
4. El Euroccorp: modelo para la región
La unificación de Europa y su relación con América Latina, hace conveniente reflexionar sobre las diversas áreas de cooperación que pueden abrirse entre estas dos regiones del mundo y el campo militar es una de ellas.
Cabe señalar al respecto, que el viceministro de Defensa de Alemania, Hans Georg Wagner visitó países del Cono Sur de América en abril.
La visita resultó oportuna para plantear una reflexión sobre cuál puede ser el contenido concreto de una agenda de Defensa entre América del Sur y Europa y en particular el eje conformado por Alemania y Francia, y tuvo lugar en momentos que en América del Sur ha comenzado a plantearse la posibilidad de constituir una estructura militar permanente en la región.
Durante los años noventa, Argentina impulsaba este tipo de iniciativas, mientras que Brasil y Chile las demoraban.
Pero esto ha cambiado hoy. Ya en 2003, los representantes del gabinete del gobierno de Lula que participaron en la reunión del Foro Iberoamérica que se reunió en Brasil, señalaron la necesidad de contar con una estructura militar permanente en la región. El pasado 16 de marzo, el Partido Socialista de Chile, propuso la formación de una fuerza militar latinoamericana como “lógica” multilateral para actuar en crisis de la región que lo requieran y “evitar la lógica intervensionista de los Estados Unidos.
La realidad es que los sectores nacionalistas y aún de izquierda en América del Sur -con influencia en la mayoría de los gobiernos de la región- han pasado a aceptar e incluso impulsar este tipo de proyectos. Es así como Luiz Alberto Moniz Bandeira, un intelectual de esta orientación, que es catedrático de la Universidad de Brasilia y hoy vive en Alemania -es quien más ha estudiado las relaciones entre su país y los Estados Unidos- dijo públicamente en abril, que “una integración que sería importante es la conformación de una fuerza militar conjunta en el ámbito el MERCOSUR”.
Tanto el debate político ideológico, como la constitución de la fuerza de paz de Haití, muestran que en América del Sur en general y en el MERCOSUR y Chile en particular, ha comenzado a ser un objetivo político contar con una fuerza militar permanente para actuar en la región y como dijimos la fuerza de paz que actuará en Haití es una señal política al respecto.
Es que esta fuerza, puede estar mostrando un comienzo en esta dirección, ya que a partir de julio, Brasil tomará el mando de la misma, aportando contingente de más de 1.400 hombres, mientras que Chile -que participó del contingente inicial liderado por tropas francesas y norteamericanas- aportará un contingente de más de 1.000, mientras que Argentina podría también participar.
En los hechos, la operación de Haití, puede ser un primer paso fáctico hacia la constitución de una fuerza permanente en el ámbito de América del Sur, aunque no necesariamente como sucede en dicho país actúe en la propia región.
Frente a esta realidad, es que la experiencia del Eurocorp, unidad de combate terrestre permanente constituida por Alemania, Francia, España, Bélgica y Luxemburgo, es un modelo que resulta útil para la iniciativa que comienza a plantearse en esta parte del mundo.
Lógicamente, se trata de definir el objetivo, de por ejemplo contar con una división integrada para 2010, lo que puede comenzar con la constitución el 1 de enero de 2005, de una plana mayor permanente con algunas decenas de oficiales, que tendrán a su cargo la planificación del proyecto. Como ejemplo, podría instalarse un estado mayor en Montevideo en las mismas oficinas del MERCOSUR, con un general y un pequeño staff de cada país, para delinear propuestas y coordinar ejercicios que actualmente se realizan.
Es para esta etapa que la experiencia del Eurocorp es muy útil y conocer la experiencia de su proceso y las características de su funcionamiento, puede constituir un proyecto concreto a desarrollar en el próximo lustro entre los países del MERCOSUR y Chile por un lado y los cinco países que integran el Eurcorp por el otro.
Constituida esta plana mayor permanente, cabe definir muchas cuestiones. Por ejemplo una de ellas es el lugar de emplazamiento. Uno puede ser la provincia argentina de Corrientes, que linda con Brasil y Uruguay por un lado y está cerca del Paraguay por otro. Acá puede comenzarse por intergrar una Fuerza de Tareas de algunos centenares de hombres, en localidades que tienen cuarteles y viviendas con capacidad disponible, en localidades como Mercedes o Curuzú Cuatiá. Desde acá, se pueden realizar ejercitaciones tanto en Brasil en Rio Grande Do Soul, como en el Campo General Ávalos en Corrientes.
Es una región en la cual este mismo año, en septiembre, se realizará un ejercicio militar combinado con fuerzas de Argentina y Brasil, sobre hipótesis de guerra clásica y con elementos blindados y mecanizados.
Además, un emplazamiento en este lugar -donde además la Argentina tiene cuarteles en desuso- está muy próximo a la Triple Frontera entre dicho país y Brasil y Paraguay, donde existe una zona vulnerable en materia de posibles bases de apoyo para el terrorismo internacional.
5. Algunas conclusiones
De este análisis, podemos extraer algunas conclusiones. La primera es que los países de América Latina y el Caribe en general los de América del Sur en particular, son los que gastan menos en Defensa del mundo con relación a su PBI.
En este marco, los 12 países de América del Sur destinan a la Defensa menos del 2% de su PBI, lo que en niveles monetarios brutos representa el 2,31% del gasto militar mundial o el 5,9% del gasto en Defensa de los Estados Unidos. En el caso del MERCOSUR, su gasto en Defensa representa nada más que el 1,34% del gasto militar mundial.
A su vez los cuatro países del MERCOSUR en el contexto de América del Sur, gastan en este rubro el 1,89% de su PBI con un gasto de total de 10.848,91 millones de dólares que da cuenta del 1,34% de la inversión mundial y sus Fuerzas Armadas tienen 401.600 efectivos, que representan el 0,18% de la población total.
Brasil tiene el 54,95% del gasto militar total de la región, pero sólo el 30,09% de los efectivos. Ello implica que destina una parte importante a la inversión que está siendo dirigida hacia desarrollos científicamente intensivos, en los ámbitos de la tecnología nuclear y de los vectores de lanzamiento.
En este contexto, los planes de reequipamiento para modernizar los aviones de caza que han decidido Brasil y Chile, así como los proyectos de modernización de sus respectivas flotas, no implicarían riesgo de una carrera armamentista en la región.
En lo que hace al personal militar, América del Sur tiene sólo el 4,67% del total mundial y el MERCOSUR en particular nada más que el 1,96%.
En cuanto a los conflictos estratégicos de la región, los mayores desafíos en el corto plazo son los riesgos de ingobernabilidad en países andinos, aunque se estima que dicha crisis presenta bajas posibilidades de incidir en el campo militar. El caso colombiano en cambio, que desde hace años se dirime en la arena militar, promete una intensificación de la estrategia contrainsurgente a través de la vía armada.
El debate sobre la posibilidad de estructurar un sistema de Defensa regional o por lo menos algún tipo de fuerza regional permanente ha comenzado a plantearse y la fuerza de paz de Haití, puede ser una primera experiencia en este sentido y el modelo del Eurocop europeo, una iniciativa importante a seguir, la que además puede plantear un nuevo campo de cooperación política entre países de América del Sur y de la UE.