TKMS planea asumir el control del Astillero Oceana
Astillero Oceana
Por Roberto Lopes
Especial para el Poder Naval
La compañía germana ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS) que, en el liderazgo del consorcio "Aguas Azules", venció el mes pasado la competencia abierta por la Marina de Brasil (MB) para obtener cuatro buques clase Tamandaré, de 3.455 toneladas, tiene intención de asumir, este año, el control del astillero Oceana, de la ciudad catarinense de Itajaí, que ya a partir de 2020 comenzará a fabricar las embarcaciones.
Lo más probable es que los alemanes propongan a la dirección del grupo CBO, dueño del Oceana, un arrendamiento por el plazo (mínimo) de ocho años.
Las estimaciones de números para la operación se mantienen en secreto.
El Grupo CBO es una empresa de navegación enfocada en la construcción y operación de embarcaciones de apoyo offshore de mediano porte, además de embarcaciones de inspección y construcción submarina.
Los jefes navales brasileños fueron alertados de que la compra, pura y simple, del Oceana por la TKMS, no es una alternativa descartada. Pero, en el momento en que ThyssenKrupp atravesa una fase de redefinición en su negocio de producción de buques militares de superficie, parece menos probable.
El contrato con MB es estratégico para los intereses comerciales de la industria naval alemana.
En el caso de los escoltas brasileños, la empresa anhela consolidarse como favorita para la producción de un posible segundo lote (Batch 2) de las Tamandarés, y de una clase, de acuerdo con rigor - lea obediencia estricta a los requisitos de la Marina, puntualidad y calidad - el pedido de los escoltas brasileños, más pesada de unidades combatientes de superficie - sueño que los almirantes acarician hace cerca de diez años, y motivó la concepción del llamado PROSUPER (Programa de Obtención de Medios de Superficie).
El programa está detenido desde 2015, por decisión de la entonces presidenta Roussef.
Incluso con la ascensión al Poder del entonces vicepresidente Michel Temer, fue imposible al entonces Comandante de la Marina, almirante Eduardo Leal Ferreira, conseguir la descongelación del PROSUPER.
Concepción en 3D de la clase Tamandaré
Punto de apoyo -
Según el Poder Naval, pudo comprobar, TKMS también ve en su futura base de Itajaí un punto de apoyo perfecto para inversiones comerciales junto a las marinas de Argentina, Sudáfrica y Chile.
Situado en un terreno de 310.000 m2, el Oceana emplea modernos procesos constructivos y posee algunas instalaciones tecnológicamente avanzadas, que actualmente le habilita a construir hasta seis buques al año.
Ahora, al lado de TKMS, de la Embraer Defensa y Seguridad y de Atech, el astillero se prepara para su primer desafío de gran tamaño en el área militar.
Lo que llevó a los alemanes a decidir por el arrendamiento del astillero fue la conclusión de que, para atender el contrato de los buques clase Tamandaré, el Oceana necesitará movilizar toda su capacidad industrial.
Actualmente, la capacidad ociosa del Oceana se relaciona con la producción de pequeños remolcadores portuarios.
A la condición de controladora del astillero, la industria naval alemana podrá importar con mucho más despacio la maquinaria y el equipo de última generación que la fabricación de los buques requiere.
Aunque la Marina ya ha firmado y divulgado a principios de mes la "Declaración de la Mejor Oferta" - que contempla el consorcio "Aguas Azules" -, el pedido de los barcos aún no ha sido formalizado.
La MB quiere firmar el contrato de Tamandarés el próximo día 13 de diciembre, fecha en que festeja el Día del Marinero.
La ejecución del servicio propiamente dicha será realizada por una SPE (Sociedad de Propósito Específico) a ser montada por TKMS con Embraer y Atech - procedimiento similar al adoptado por la compañía francesa DCNS (hoy Naval Group), al asociarse a la empresa brasileña Odebrecht para atender el PROSUB (Programa de Desarrollo de Submarinos).
Pieza clave de la estrategia montada por los alemanes es evitar al máximo cualquier rastro con la Marina en los momentos en que sea necesario la selección de un equipo para ser instalado a bordo de los nuevos escoltas.
La entrega de los buques clase Tamandaré está prevista para el período de 2024 a 2028.
- La empresa, que representa una inversión de la Fuerza Naval brasileña del orden de 1.600 millones de dólares, debe generar dos mil empleos directos en Santa Catarina - más que el doble del actual contingente de trabajadores en la industria de construcción naval del Estado. En el auge de la producción de los buques, el número de empleos indirectos puede alcanzar los 6.000.
El polo de la industria de construcción naval offshore catarinense, que se concentra en los municipios de Itajaí y Navegantes, llegó a emplear a 10.000 personas durante el boom de la explotación de petróleo y gas en el país. Hoy, según datos del Sindicato de la Industria de la construcción naval (Sinconavin), no hay más que 1.500.