La simpatía pro-palestina en Chile podría estar justificada en los casi 600.000 descendientes de palestinos, provenientes del ex Imperio Otomano, cristianos ortodoxos y católicos, plenamente integrados. Quien no conoce a un "turco", desde el compañero del colegio, el dueño de la tienda de telas, de almacenes de abarrotes, del viejo bazar/librería, shawarmerías, etc. De hecho le preguntan a cualquiera en Belén o Beit Jala y tienen un familiar lejano en Chile.
Ciudades como Ovalle, Los Andes, San Felipe, La Calera, San Fernando, Linares, o comunas del Gran Santiago como Recoleta, Independencia o La Cisterna tienen la impronta comercial Palestina. Y de ahí han ido permeando a la política, a nivel local.
Hay un amplio empresariado que a través del Club Palestino, ejerce cierto lobby a los gobiernos, gente que pasó del sector textil al financiero y bancario, pesos pesados incluso a nivel sudamericano, pero de bajo perfil. Incluso gabinetes y subsecretarias han estado conformados por descendientes de palestinos y judíos practicantes.
Pero también la causa Palestina ha Sido cooptada por la izquierda vernácula, casi llevándola al paralelismo con la "causa mapuche" ( territorios ocupados y bla bla). Ahí está Daniel Jadue con el brazo más extremo del PC y parte del FA levantando las banderas.
Es por eso que a nivel local es difícil abstraerse de lo que sucede en Israel, Gaza y Cisjordania. De alguna forma estamos involucrados sin querer, aunque gracias a Dios no tenemos los problemas de sectarismo religioso, e islamismo extremo. Israel igual presiona, pero a través del lobby financiero de NY.