BIENVENIDOS A BORDO
Marinos chilenos en nuestro país
Capitán de Navío Jaime Montecinos Rodríguez
26/09/2018. En diferentes ámbitos y con distintas funciones, nueve marinos chilenos se encuentran este año en nuestro país en el marco de un intercambio profesional. Cruzaron la Cordillera para desarrollar sus tareas en Argentina, en el marco de la amistad y la confianza mutua.
Las Armadas de Argentina y Chile están ligadas desde hace años por la confianza mutua y las relaciones profesionales y personales establecidas entre los marinos que, en diversos ámbitos, interactúan generando lazos de amistad y un cúmulo de experiencia profesional.
Las actividades y funciones son diversas como así también los escenarios donde llevan adelante el intercambio. Mientras en Argentina los marinos chilenos se desempeñan en la Agregaduría Naval, escuelas y unidades; sus pares argentinos hacen lo propio en Chile.
El Capitán de Navío Jaime Montecinos Rodríguez es uno de los marinos que en la actualidad trabaja en Argentina. Es el agregado naval y llegó a Buenos Aires en enero de este año junto a su esposa Carolina y sus hijos.
“La función que tengo es ser el enlace y generar eslabones entre la Armada Argentina y la Armada de Chile”, detalló, a la vez que resaltó la figura del equipo que lo acompaña. “Este año estoy apoyado por mi secretario administrativo, Sargento Roberto Cares; la secretaria protocolar, Sargento Ingrid Moras; el conductor, Sargento Rabanales, que cumple varias tareas logísticas; y el Sargento René Lisboa, que se desempeña en la Agregaduría Naval”.
Con respecto a la relación entre ambas Fuerzas aseguró: “Esto es una sinergia que se viene remontando desde dos décadas”, mientras aseguró: “Estos meses me han permitido conocer mucha gente, y finalmente generar estos lazos de amistad que, en definitiva, es lo que queda”.
Con el mismo espíritu, el Sargento Segundo Roberto Cares Chávez, quien llegó al país junto a su esposa y su hijo menor, señaló que se siente muy a gusto en Argentina y que sus expectativas son hacer las mejores amistades. Resaltó además que –más allá de extrañar a su hija que estudia en la Universidad en Chile– aprecia los museos y parques de Buenos Aires.
Juntó a él, la Sargento Primero Ingrid Moras Bustamante, aseguró que “ésta es una experiencia muy bonita; uno se hace amigo de gente cercana y se mantiene una estrecha relación de amistad entre las Fuerzas”. Ella llegó al país el segundo día de este año junto a su esposo y sus hijos.
INTERCAMBIOS EN EL MAR
El buque logístico ARA “Patagonia”, con asiento en Puerto Belgrano, es el lugar de trabajo desde enero de este año del Teniente Primero Roberto Vásquez Bustos. Nació en Temuco y, estando en la Escuadra en Chile se enteró de esta comisión al extranjero. “Llegué a Argentina el 14 de enero de este año con 40 grados”, recordó.
La adaptación al ámbito de trabajo fue fácil. “La configuración de un buque argentino es muy parecida a la configuración nuestra y por otro lado, tengo la suerte de estar en el ‘Patagonia’ con dos oficiales argentinos con quienes navegué en la ‘Esmeralda’”, explicó.
En su primera navegación a bordo de la unidad del Comando Naval Anfibio y Logístico cubrió el rol de Jefe de Defensa y realizó guardia con el objeto de poder calificar y adaptarse al puesto. “En el buque me desenvuelvo como un oficial más; por eso agradezco al Comandante y al Segundo Comandante por la confianza y por poder aportar con mis conocimientos sin tener restricciones”.
Pero más allá de lo laboral, tanto él como su familia han logrado integrarse perfectamente. “Todos me han hecho sentir muy cómodo”, dijo.
También en el mar, llevó a cabo otro intercambio. En este caso se trata del Subteniente Ignacio Aranda Urrutia, que estuvo embarcado en la fragata ARA “Libertad” en el marco del 47° Viaje de Instrucción por Latinoamérica.
Oriundo de la ciudad de Viña del Mar y con 24 años, embarcó en la fragata en Cartagena de Indias (Colombia) hasta Cozumel (México). Ingresó a la Armada de Chile en 2013 y en 2017 realizó su viaje de instrucción a bordo de la “Esmeralda”. “Este año ascendí a Subteniente desempeñándome en el buque ‘Rancagua’ y en marzo me comunicaron que iba a embarcarme en comisión en la ‘Libertad’”, comentó.
“Nunca antes había estado a bordo de la fragata argentina. Ha sido una experiencia muy buena, me siento privilegiado de que me hayan escogido y de que me hayan invitado. Uno siempre arriba con dudas, no sabe bien a lo que llega, ve personas nuevas, un buque nuevo, pero me han recibido muy bien. Han sido todos muy preocupados y acogedores. Ya he establecido ciertas amistades y creo que voy a seguir realizando muchas más”, resaltó el joven que ya en “Velas 2010” había comenzado a definir su vocación marinera.
EN EL ÁMBITO EDUCATIVO
La Escuela de Guerra naval y la Escuela de Aviación Naval son escenarios de más intercambios. En la primera de ellas, el Capitán de Fragata Christian Eduardo Reischel Silva es el protagonista del intercambio. De Viña del Mar, ingresó a la Armada de Chile en 1993. “Yo creo que desde chico tuve una visión y un acercamiento hacia el mar que hizo que generaran inquietud en mí, de ir a conocerlo y cuando tuve la posibilidad de entrar a la Escuela Naval, fui a conocer la carrera”.
Llegó a Argentina con su señora y sus tres hijos en enero de este año y está realizando el Curso de Comando y Estado Mayor Naval. “En el curso somos siete extranjeros de intercambio. Es un grupo bastante interesante, hemos podido estrechar muy buenos lazos; pese a que hay de distintas generaciones, son muy amables. Entre lo profesional y lo personal se han logrado hacer diversas actividades y uno siente mucha calidez en ese trato”.
Con respecto al curso, aseguró que tiene un amplio espectro de contenidos. “Uno ve temas del ámbito internacional, empieza a comprender cómo se manejan las cosas en el país y cómo van decantando hacia los niveles militares. Nosotros tratamos de comprender cuáles son los roles actuales y dar a conocer cuál es la función que tiene una Armada y las Fuerzas Armadas en el país y desde ese punto de vista, la organización militar, la conducción de operaciones militares desde el punto de vista operacional hasta el táctico”.
“Hay profesionales con mucha experiencia que integran el curso, más los conocimientos que transmiten los profesores; es un intercambio bastante importante. Lo que uno recibe como alumno es una herramienta muy poderosa desde el punto de vista de la amplitud de las misiones que a uno le entregan dentro de la escuela y, en ese sentido, yo encuentro que ha sido muy destacable desde el primer día”, finalizó.
En tanto que en la Escuela de Aviación Naval, ubicada en Punta Indio, el Teniente Primero Ricardo Zincke González se desempeña como instructor.
“Es un desafío grande volar en otro país y ser instructor le pone un poco más de dificultad al asunto, pero sin dudas es una experiencia muy gratificante. Creo que profesionalmente me contribuye bastante; también los lazos de amistad y camaradería para mí han sido fundamentales tanto para la adaptación, la vida rutinaria y la formación de los alumnos”, explicó el Teniente nacido en Viña del Mar hace 32 años.
“El proceso de formación no dista mucho. El aviador naval de cualquier Marina tiene sus pequeñas diferencias, pero las exigencias son las mismas. Por eso me encontré con un mundo que no me es ajeno”, agregó.
En referencia a la adaptación a residir en una ciudad pequeña fue algo nuevo, “pero me sirvió para darme cuenta de lo amistosos que son los argentinos. Especialmente en estos pueblos pequeños, resalta al 100% la calidez que tiene el argentino para hablar con cualquier persona sin importar la nacionalidad”.
Créditos: Gaceta Marinera Digital