Noticias de la Armada Argentina (ARA)

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Buque de apoyo polar Aker ARC 133 diseñado para la Armada Argentina. El diseño fue encargado en el año 2014 a un costó de cerca de 4 millones de dólares. La idea inicial era construir el casco en China y completarlo en el CINAR.
 
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Ahora entre 4 y 6 años no es un tiempo excesivo para este tipo de buques? Y desde el vamos sabemos que los tiempos jamás se cumplen por h o por X. Ni que fuera un portaaviones clase Nimitz
 
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Pensar que, por ejemplo, Francia tiene idea de sacar una fragata FTI cada 18 meses, 12 si todo va viento en popa sin problemas...
 

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Conmemoraron el 39° aniversario del hundimiento del crucero ARA “General Belgrano”​

La ceremonia central fue presidida por el Ministro de Defensa, Agustín Rossi, y se llevó a cabo en el Edificio Libertad.

DOMINGO 2, MAYO 2021

Buenos Aires –Esta mañana, en el cenotafio en memoria de los caídos en el Conflicto del Atlántico Sur en el predio del Edificio Libertad, se llevó a cabo la ceremonia central en homenaje a los 323 marinos fallecidos en el hundimiento del crucero ARA “General Belgrano”, hace ya 39 años, en las frías aguas del Atlántico Sur.
El acto fue presidido por el Ministro de Defensa, Agustín Rossi, acompañado por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Julio Horacio Guardia. Asimismo, se contó con la presencia del Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de División Juan Martín Paleo; los Jefes del Estado Mayor General del Ejército, General de División Agustín Cejas, y de la Fuerza Aérea, Brigadier Mayor Xavier Julián Isaac; y el Presidente de la Asociación Amigos del Crucero ARA “General Belgrano”, Capitán de Navío VGM (RE) Pedro Luis Galazzi.
El acto dio inicio con la entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino y, posteriormente, el Director de la Escuela Nacional de Náutica, Capitán de Navío Juan Carlos Marra, brindó una alocución en honor a los 323 marinos que fallecieron en el hundimiento del crucero ARA “General Belgrano”.
“Hace 39 años, en aquellas gélidas aguas del Atlántico Sur, se producía el hundimiento del crucero ARA ‘General Belgrano’. En esa acción, cayeron en combate 323 marinos argentinos, quienes, dando muestra cabal del juramento que alguna vez realizaron, ofrendaron lo más valioso que tiene el ser humano, su vida, en cumplimiento de la misión y en pos de los más altos intereses de la Nación“.
Luego de rememorar los momentos en los cuales participó el crucero durante el conflicto bélico de 1982, destacó: “Los familiares que perdieron a un ser querido en el crucero ‘General Belgrano’, tengan la plena certeza que su muerte no fue en vano, y no permitan jamás que alguien les quite el profundo orgullo de saber que ellos cayeron defendiendo la causa más justa y más querida de la Nación Argentina”.
A continuación, el presidente de la Asociación Amigos del Crucero ARA “General Belgrano”, Capitán de Navío VGM (RE) Pedro Luis Galazzi, realizó una alocución emotiva recordando a sus camaradas que perdieron la vida durante el conflicto. “Tuvimos la oportunidad, los hombre del ‘Belgrano’, cuando nos dieron la orden de atacar a la fuerza enemiga con nuestro crucero, sentimos entonces la diferencia que existe en ese juramento que tantas veces se dice sin dar importancia, y la materialización de ese juramento que es perder la vida hasta defender nuestra bandera; eso nos hizo sentir muy pero muy dignos”.
Posteriormente tomó la palabra el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Julio Horacio Guardia, quien recordó su paso como cadete por el crucero ARA “General Belgrano” y destacó el compromiso de su dotación, el nivel de camaradería y profesionalismo que reinaba en el crucero.
“Esta ceremonia que hoy, por razones conocidas por todos nosotros, tiene un marco restringido en cuanto a cantidad de gente, pero no por ello tiene menor significado, esta misma ceremonia se reproduce hoy desde Misiones hasta Ushuaia en todos los destinos en donde el crucero hoy es recordado”, expresó.
“Aquel compromiso de esa dotación ha significado para nosotros un faro, que en el día de hoy nos permite, de acuerdo a las instrucciones recibidas desde nuestro Ministerio, contribuir de algún modo a paliar la situación que atraviesa nuestra sociedad. Con el mismo compromiso que aquella dotación, nuestro personal de salud y nuestro personal militar está abocado a mitigar de algún modo la situación que atraviesa hoy nuestra sociedad, y lo hacemos exactamente con la misma convicción que aquella tripulación del crucero ARA ‘General Belgrano’”.
Seguidamente, el Ministro de Defensa, Agustín Rossi, manifestó: “Es uno de los hechos ignominiosos que sufrimos y que debemos soportar los argentinos, el hecho del hundimiento del crucero ARA ‘General Belgrano’. En reconocimiento y en recuerdo de los 323 hombres de la Armada Argentina que no están, nuestro acompañamiento y nuestro abrazo fraterno para los familiares”.
“Los que estuvieron en Malvinas, los que estuvieron a bordo en el crucero ARA ‘General Belgrano’ combatieron con dignidad, con heroísmo, con patriotismo, generosidad, independientemente de cualquiera de las circunstancias, y eso debe merecer un reconocimiento permanente de nuestro país, de nuestro pueblo y de nuestro Gobierno”, expresó el Ministro Rossi.
Posteriormente, el Capellán Mayor de la Armada, presbítero Francisco Rostom Maderna, realizó una invocación religiosa en memoria de los 323 marinos argentinos: “La vocación de un soldado es una vocación a darlo todo, dentro de la sencillez del cumplimiento del deber diario, impregnado de silencio y austeridad en las circunstancias heroicas del combate”. “Te pedimos, Señor que tengas en cuenta a quienes les tocó volver para que tengan el respaldo, reconocimiento y apoyo que los honre”. ”No olvides tampoco a quienes en la pandemia dejan todo para estar al servicio de la Patria y sus hermanos”.
Para concluir la ceremonia se realizó la colocación de una ofrenda floral y la rendición de honores que concluyó con la ejecución del toque de silencio para honrar y rendir homenaje a aquellos hombres que dieron su vida por la Patria.


Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Merchant Marine one

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Ceremonia en Puerto Belgrano por el 39° aniversario del hundimiento del “Belgrano”​

La ceremonia se llevó a cabo en el monumento que perpetúa su memoria.

DOMINGO 2, MAYO 2021

Puerto Belgrano – Esta mañana, en el monumento construido a metros del edificio del Comando de la Flota de Mar en la Base Naval Puerto Belgrano, se llevó a cabo una ceremonia conmemorativa a 39 años del hundimiento del crucero ARA “General Belgrano”. Allí se emplaza una hélice a modo de homenaje, donde todos los años se rinden los honores en memoria de los 323 tripulantes que dieron la vida por la Patria.
Presidida por el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada (COAA), Contraalmirante Juan Carlos Daniel Abbondanza, acompañado por el Comandante de la Flota de Mar, Contraalmirante Jorge Juan Siekan, y el Presidente de la Asociación Última Tripulación y Familiares del crucero ARA “General Belgrano”, Suboficial Mayor VGM (RE) Jorge Antonio Páez.
Luego del ingreso de las autoridades y ante un reducido número de familiares e invitados especiales –siguiendo con las medidas preventivas por la pandemia de COVID-19– se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y, posteriormente, el Comandante de la División de Corbetas, Capitán de Navío Jorge Horacio Calafell, pronunció palabras alusivas.
En ellas relató los momentos previos al hundimiento del crucero; describió la sucesión de los hechos del “gigante herido de muerte” y las horas posteriores, con “un mar poblado de balsas”. De los 1093 tripulantes, muchos fueron rescatados pero a los que nunca volvieron, los seguimos recordando cada 2 de mayo por su entrega, patriotismo, compromiso, coraje y por ser ejemplo de generaciones pasadas, presentes y futuras.

Seguidamente, el Capellán Castrense de la Flota de Mar, presbítero José Luis Toya, realizó una invocación religiosa en la que destacó: “Nunca olvidaremos a nuestros héroes, testimonios de lealtad y abnegación por la Patria”.
A continuación, los contraalmirantes Abbondanza y Siekan, junto al Suboficial VGM (RE) Páez, descubrieron en el monumento una placa conmemorativa. En el cenotafio están inscriptos los nombres de los 323 marinos fallecidos y en él reza la frase: “Irse a pique antes que rendir el pabellón”. Luego se procedió a la colocación de ofrendas florales.
En nombre del Centro de Veteranos de Guerra y Familiares de Caídos en Malvinas, su presidente, Suboficial Mayor VGM (RE) Luis Martín Higueras; por la Asociación Última Tripulación y Familiares del crucero ARA “General Belgrano”, lo hizo su Presidente. Por las esposas e hijos, fu el turno del Capitán de Corbeta Federico Orellana junto al Suboficial Retirado Páez nuevamente. Y, por último, en nombre de la Armada Argentina, la entrega floral fue colocada por las autoridades que presidieron la ceremonia.
Con la entonación de las estrofas de la Marcha de la Armada, se dio por finalizada la ceremonia.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Al rescate de los náufragos del “Belgrano”​

Fue una ardua y dolorosa operación en la que participaron buques y aeronaves, con la consigna de no dejar a ningún marino atrás.
La operación en sí misma fue una gran proeza, pero también significó un gran dolor. En un mar de incertidumbre por no saber qué había pasado con el buque, pero con la sospecha de lo peor, a 6 horas del naufragio se ordenó la operación de búsqueda y rescate de posibles sobrevivientes.
Desde Río Grande, la Escuadrilla Aeronaval de Exploración desplegó sus aeronaves Neptune. El primero de ellos fue el 2P-112 al mando del entonces Capitán de Corbeta Ernesto Proni Leston, que voló unas 9 horas arriesgándose al hacerlo a muy baja altitud, pero sin lograr detectar indicios del crucero. Se fueron sumando los destructores ARA “Piedrabuena” y ARA “Bouchard”, que patrullaban el área, más el aviso ARA “Gurruchaga” y el buque polar convertido a hospital ARA “Bahía Paraíso”, que contaba con un helicóptero.
  • buque hospital ARA “Bahía Paraíso”
  • destructor ARA “Piedrabuena”
El Neptune retornó a su base a las 6.30 del día siguiente y su relevo fue el 2P-111 al mando del Capitán de Corbeta Julio Pérez Roca. El mal tiempo, la poca visibilidad, las bajas temperaturas y un fuerte temporal entorpecían la exploración aérea, sumado a que las balsas a la deriva se habían alejado unos 80 kilómetros al sureste del lugar del hundimiento.
Recién pudieron ser divisadas al mediodía siguiente por el otro Neptune de la Aviación Naval que, a punto de quedarse sin combustible suficiente para su regreso al continente, decidió “hacer una pasada más” en busca de sus camaradas.
A esto se sumó la determinación de los tripulantes a bordo del “Gurruchaga”, del “Bouchard”, del “Piedrabuena” y del “Bahía Paraíso”, que fueron quienes rescataron a los náufragos. Ninguno claudicó ni escatimó esfuerzos por salvar a sus pares, y esa actitud de compromiso quedó plasmada con una frase del Comandante del “Gurruchaga”, Capitán de Corbeta Álvaro Vásquez: “Hasta la última balsa”.
  • destructor ARA “Bouchard”
  • aviso ARA “Gurruchaga”
Habían transcurrido más de 20 horas desde el hundimiento. El “Gurruchaga” rescató 3 balsas con 40 sobrevivientes; el “Bouchard” dos con 41 sobrevivientes; y el “Piedrabuena” rescató 5 balsas (una vacía), con 42 sobrevivientes. Por información de aeronaves se estimaban 30 balsas más a flote, informaron a las 17.50 desde el “Piedrabuena”, el primer buque en tomar contacto con los náufragos. Luego encontrarían decenas más de balsas contando con apoyo aéreo reforzado por un avión BE 200 (4G 44), un L-188 (5-T-1) y un F-28 (5-T-21). A esta tarea humanitaria de salvataje también ofrecieron su ayuda el buque antártico chileno “Piloto Pardo” y el pesquero soviético “Belokámensk”.
  • buque antártico chileno “Piloto Pardo”
La dolorosa y abnegada proeza de los tripulantes de estos buques y aeronaves que participaron de la operación se vio reflejada en incontables actos de coraje, muestras de solidaridad y espíritu de sacrificio, día y noche, sin descanso y en condiciones hostiles. Tal es el caso del aviso “Gurruchaga”, una embarcación pequeña que rescató a 360 náufragos, más de 4 veces su dotación. O del “Piedrabuena”, con 300 tripulantes pudo salvar alrededor de 270 del crucero. También el “Bouchard”, que siguió rescatando náufragos a pesar de sufrir una avería en sus máquinas.
Al mediodía del 4 de mayo, el ARA “Bahía Paraíso” recogía a los últimos 18 tripulantes vivos del crucero. Estaban a unos 100 km del punto del hundimiento y habían transcurrido 43 horas.
El 5 de mayo, el “Piedrabuena”, el “Bouchard” y el “Gurruchaga” arribaron a Ushuaia para desembarcar a los centenares de náufragos. En total, se rescataron 793 tripulantes. Para el mediodía del 4 de mayo ya se habían recuperado a los 770 sobrevivientes. Hasta el 9 de mayo se continuó recuperando balsas vacías o con tripulantes fallecidos. El “Bahía Paraíso” encontró las últimas balsas con cuerpos sin vida.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Moderador

Aviso ARA “Alférez Sobral”, coraje y valentía en defensa de la Patria​

Atacado mientras cumplía con la misión de rescatar a dos aviadores de la Fuerza Aérea que habían sido derribados, su tripulación realizó una verdadera proeza para arribar al continente.
El sábado 1 de mayo por la tarde, un avión Canberra de la Fuerza Aérea Argentina fue derribado a unas 100 millas náuticas (185 km) al norte del Estrecho de San Carlos. Por encontrarse operando en cercanías, el aviso ARA “Alférez Sobral” recibió la orden de buscar y rescatar a los dos tripulantes sobrevivientes. El pequeño titán de la Armada no sabía entonces que se acercaba su bautismo de fuego en la Guerra de Malvinas
Fue durante la fría madrugada del 3 de mayo cuando sus 49 tripulantes antepusieron a sus nombres la palabra “héroe”. Ocho de ellos, incluido el Comandante, murieron en defensa de la Patria. El resto escribió páginas de honor, tenacidad y coraje asumiendo el control de lo que quedaba del buque y regresando a puerto.
Habían pasado solo 30 minutos de iniciado el 3 de mayo cuando el “Sobral” fue detectado por unidades navales enemigas que enviaron un helicóptero a verificar su posición. Cuando el primero sobrevoló la unidad, el Comandante del buque, Capitán de Corbeta Sergio Raúl Gómez Roca, ordenó cubrir puestos de combate. El ataque era tan inminente como inevitable. Cuando la segunda aeronave apareció, la tripulación argentina abrió fuego con su cañón de 40 mm y ametralladoras de 20 mm, pero dadas las condiciones del mar y la escasa visibilidad, solo lograron alejar momentáneamente a los helicópteros, que en segundos regresaron para atacarlo con misiles aire-superficie Sea-Skua.
Un misil impactó en la lancha del buque, repartiendo esquirlas e hiriendo a varios tripulantes, mientras que otro pasó por encima del “Sobral”, que respondía el ataque con fuego de artillería.
El Capitán Gómez Roca pidió un informe de daños y de los heridos, que ya eran tratados por el médico y enfermero de a bordo. Observó también que el enemigo podría lanzar sus misiles fuera del alcance de las armas del aviso, tornándolas ineficaces, por lo que, priorizando la seguridad del personal a sus órdenes, ordenó desalojar las cubiertas superiores y la superestructura.
Solo él y los hombres indispensables permanecerían en el puente de comando y el cuarto de radio. Esta difícil decisión, adoptada en el momento de mayor tensión e incertidumbre, significaría la preservación de la vida de muchos de sus hombres, pero también su propia muerte en acción.
“Al finalizar una rápida inspección del buque, y cuando me dirigía hacia el puente para informar el resultado de la misma, el enemigo volvió a atacar. Un misil destruyó por completo el puente, al igual que el cuarto de radio que se hallaba directamente debajo. El palo de proa cayó y las innumerables esquirlas provocaron averías en toda la parte superior y media del buque, que se estremeció como si hubiera sido golpeado por una mano gigantesca. El sector de proa se llenó de humo y el penetrante olor de la explosión invadió los compartimentos, aumentando la ansiedad general. Ansioso por conocer la magnitud de lo ocurrido subí hacia el puente, encontrando un verdadero desastre: estaba totalmente arrasado, hierros al rojo vivo y un incendio que cobraba fuerza. El Comandante y los que allí se encontraban habían muerto”, rememoró en una oportunidad el Capitán de Navío (RE) Sergio Bazán, Segundo Comandante de la unidad. Eran las 1.20 de la madrugada del 3 de mayo.
A partir de ese momento, el entonces Teniente de Navío Bazán, herido en una pierna por una esquirla, debió asumir el comando de un buque con el timón averiado; el puente con todo el instrumental, cartas y elementos de navegación destruidos; la radio en ruinas; un incendio a bordo; ocho muertos (incluido el Comandante) y ocho heridos, personal con contusiones y heridas menores y la perspectiva de recibir nuevos ataques. Solo sobrevivirían si lograban llegar al continente por lo que, a partir de entonces, una vez controlado el incendio y reparado precariamente el sistema de timón, se organizó el regreso.
“Durante todo el día 3 se navegó esperando el ataque que dábamos por descontado y que finalmente no se concretó. Excepto los vigías, apostados al efecto, todo el personal permaneció bajo cubierta ya que no quedaban armas en condiciones de uso”, destacó el Capitán Bazán. Con la ayuda de brújulas terrestres del equipo de desembarco, que no sirven de mucho a bordo por el magnetismo del buque, y con una “rosa” rescatada de un compás magnético destruido lograron una idea aproximada del rumbo. El cielo cerrado en nubes impedía posicionarse por las constelaciones habituales.
En el interior del buque el estado era realmente precario: en proa, la energía había sido cortada y todo estaba mojado como consecuencia del agua arrojada para combatir el incendio. Tampoco había calefacción ni forma de calentar comida, por lo que el frío calaba hondo el cuerpo y también la mente de los marinos.
Al día siguiente, con una radio portátil escucharon la noticia que informaba que el “Sobral” había sido hundido por fuerzas inglesas. Dolió pensar el efecto que causaría en los familiares que esperaban en tierra. También escucharon del rescate de los sobrevivientes del “Belgrano” y eufóricos festejaron el hundimiento del “Sheffield” por la Aviación Naval. Les volvió la esperanza cuando una radio de Río Gallegos, en los habituales mensajes que se transmiten para apoyo a la comunidad en la Patagonia, incluyó uno que decía: “Para el señor Gómez Roca, va gente a buscarlo a la estación”. Los estaban buscando.
Tras dos días de resistir los embates de la guerra y la hostilidad del clima austral, un helicóptero de la Fuerza Aérea Argentina los sobrevoló, retiró al herido más grave y los guió hacia el buque de desembarco de tanques ARA “Cabo San Antonio”. Junto a él estaba el destructor ARA “Comodoro Py” y un guardacostas de la Prefectura Naval que lo remolcó hacia Puerto Deseado, donde lograron atracar la noche del 5 de mayo. El recibimiento de la gente y de los camaradas de las Fuerzas Armadas abrigó los corazones de los sobrevivientes.
En los días siguientes alistaron lo mejor posible al “Sobral” para ser remolcado. Luego de una sentida despedida de los marinos muertos en acción, el 20 de mayo zarparon hacia la Base Naval Puerto Belgrano, arribando allí tres días después.
Una vez en el Arsenal Naval Puerto Belgrano, su personal y la dotación reconstruyeron su puente de comando. El buque, que había recibido su nombre en homenaje al primer marino argentino que invernó en la Antártida, pudo seguir navegando por más de tres décadas.
El desempeño del comandante y la tripulación del aviso “Sobral” es una muestra del valor, disciplina y profesionalismo que caracterizan a los miembros de la Armada Argentina. En combate ofrendaron su vida heroicamente por la Patria, además del Comandante, el Guardiamarina Claudio Olivieri, el Cabo Principal Mario Alancay, los Cabos Segundos Daniel Tonina, Sergio Medina y Ernesto del Monte, el Marinero Héctor Dufrenchou y el Conscripto Roberto D’Errico.
Gracias a ellos y a los camaradas que lo trajeron de vuelta, el aviso ARA “Alférez Sobral” pudo ser reconstruido y continuó prestando servicio a la Armada Argentina en el Atlántico Sur.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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4 de mayo: Día de la Aviación Naval​

Fue establecido con motivo del ataque que llevaron a cabo aviones Super Etendard con misiles Exocet, guiados por aviones Neptune, en el marco de la Guerra de Malvinas, hecho que revolucionó la historia mundial y fortaleció el Poder Naval Integral.

MARTES 4, MAYO 2021



Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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El 4 de mayo de 1982, la Aviación Naval marcó un antes y después en la historia mundial y de la Guerra de Malvinas. Siendo las 11.04, los jóvenes pilotos de la Armada Argentina tenían un blanco que combatir y una angustia que superar, al haber sido atacado y hundido dos días antes el crucero ARA “General Belgrano”, que implicó la pérdida de 323 camaradas.
Esa mañana, el destructor británico clase 42 HMS “Sheffield” recibió el impacto de misiles Exocet lanzados desde los aviones Super Etendard con información aportada por un avión explorador SP-2H Neptune de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración. Para la operación usaron una táctica jamás empleada en la historia de la aviación militar de combate: la combinación avión explorador-avión de ataque, que demostró su eficiencia al hundir al primer buque británico; acción que constituyó el bautismo de fuego de la Aviación Naval en la Guerra por nuestras Islas Malvinas.
La larga trayectoria de las alas navales
La Aviación Naval tiene una larga trayectoria desde su creación el 11 de febrero de 1916, cuando el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires cedió unas tierras ubicadas en Ensenada para crear el Parque y Escuela Aerostación y Aviación de la Armada en Fuerte Barragán con dependencia directa del Ministro de Guerra.
En ese entonces, el Presidente de la Nación, Victorino de la Plaza firmó un decreto para materializar esa acción que iba en consonancia con las principales Marinas del mundo al considerar que la actividad aérea sobre el mar era complemento indispensable en las operaciones navales; hecho que constituye la fundación orgánica de la Aviación Naval.
Desde entonces y a lo largo de estos 105 años de existencia, los aviadores navales argentinos llevaron a cabo raids de exploración del territorio nacional sobre el Mar Argentino y los grandes ríos, además de sobrevolar las latitudes más australes, vuelos que servían para relevamiento topográfico. Incluso, marcaron hitos al sobrevolar y luego aterrizar en la Antártida, territorio que plantea desafíos constantes.
Las unidades de la Aviación Naval fueron desplegadas a requerimiento del Gobierno Nacional para brindar apoyo a la comunidad y países limítrofes, solidarizándose frente a la necesidad y actuando con presteza. Asimismo, trabajaron de manera conjunta, y continúan haciéndolo, con otras Fuerzas Armadas nacionales.
1-Consolidated P2Y-3A “Ranger” de 1940/2-Stearman 76D1 en la Antártida, 1942./3-Aeronaves V-64 F Corsario volando en las proximidades del Cerro Tronador./4-Tripulación del primer vuelo que unió el continente americano con la Antártida.
También en pos de fortalecer los lazos de camaradería y unión con Marinas amigas, han sido partícipes de numerosos ejercicios internacionales, que demostraron que las alas navales hermanan.
La formación de los aviadores navales
La Base Aeronaval Punta Indio se encuentra a 5 kilómetros de la ciudad de Verónica. En su predio está la Escuela de Aviación que tiene como misión formar a los futuros aviadores navales de la Armada Argentina y de Fuerzas invitadas.
El Curso de Aviador Naval tiene una duración de un año y es solicitado por los oficiales al poco tiempo de egresar de la Escuela Naval Militar. Meses antes del inicio de clases, el alumno debe realizarse una serie de estudios psicotécnicos y médicos como condición sine qua non para formar parte del mismo.
Es un curso donde los desafíos y las exigencias sobresalen tanto en las aulas como en la pista de despegue y aterrizaje, cada vez que el alumno se dispone a volar el avión de instrucción T-34c Turbo Mentor para luego de 21 vuelos, realice su primer vuelo solo. Situación que requiere tiempo, exigencia y horas de estudio.
Cuando el alumno finaliza el Curso de Orientación para Aviadores Navales, los oficiales elijen las diferentes especializaciones según el requerimiento de la institución y el interés personal para formar parte de las Escuadrillas como pilotos de aviones –B-200, Tracker, P3-B Orion o Super Etendard—o de helicópteros –Sea King o Fennec–.
Salir a volar es cumplir un sueño que requiere esfuerzo, perseverancia, valentía y seguridad ante un escenario complejo. Los jóvenes pilotos se adiestran y llevan consigo las “alas”, distintivo de la Aviación Naval para emprender los nuevos desafíos.
Sus misiones en escenarios diversos
La Aviación Naval de la Armada Argentina cumple con misiones diversas a lo largo y ancho del país, incluso en la Antártida. Participa en las Campañas Antárticas de Verano con helicópteros Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, embarcados en el rompehielos ARA “Almirante Irízar”. Con ellos se lleva a cabo el reabastecimiento de las bases antárticas conjuntas permanentes y temporarias, y el repliegue de residuos antárticos. Además, estos helicópteros movilizan cargas de víveres, materiales científicos, de construcción y combustible.
Para ellos, los pilotos y tripulación de vuelo se adiestran en operaciones de vuelo en montaña y anevizajes que simulan condiciones climáticas adversas y exigencias básicas para enfrentar los desafíos que plantea operar en el continente blanco.
Helicópteros Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros (arriba) Helicópteros Fennec de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros (abajo)
Con una misión completamente distinta e igual de exigente, los Sea King y los Fennec –de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros– participan todos los años de ejercicios de recalificación de nadadores de rescate en la ría de Bahía Blanca, frente a la Base Naval Puerto Belgrano. Esto los prepara para actuar en casos de búsqueda y rescate en el mar. Los Fennec, a su vez, son los helicópteros orgánicos de las unidades de la Flota de Mar, integrando el Grupo Aeronaval Embarcado.
En tanto, aviones B-200 de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima con asiento en la Base Aeronaval Punta Indio, cumplen operaciones de vigilancia marítima; transporte sanitario o de carga liviana; y aerofotografía. Efectúan vuelos de control de tránsito marítimo en la Zona Económica Exclusiva de jurisdicción nacional, operando junto a unidades de la División de Patrullado Marítimo y de la Flota de Mar, misión que también cumplen aviones P-3B Orion de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración y aviones Turbotracker de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina.
A-B Avión B-200 de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima / C-D-Avión P-3B Orion de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración / E-F-Avión Turbo Tracker de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina
La Aviación Naval continúa brindando ayuda humanitaria con aviones y helicópteros frente a catástrofes tales como incendios forestales, inundaciones o intensas nevadas. Para todo ello necesita tener las unidades en óptimas condiciones de vuelo, papel que desempeñan los arsenales aeronavales en su puesta a punto.
El Componente Aeronaval continúa demostrando su compromiso y profesionalismo en cada una de las misiones asignadas, demostrando que el valor de los marinos que vuelan permanece intacto.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Unidades del Área Naval Fluvial realizaron un adiestramiento naval integrado​

Participaron buques de la Escuadrilla de Ríos y personal y medios del Batallón de Infantería de Marina N°3.

MARTES 4, MAYO 2021

Zárate – Unidades de la Escuadrilla de Ríos (EDRI) dependiente del Área Naval Fluvial (ANFL), realizaron un adiestramiento naval integrado. Participaron de la actividad el multipropósito ARA “Ciudad de Rosario”, el patrullero ARA “King”, la lancha patrullera ARA “Río Santiago” y las compañías Golf y Embarcaciones Menores del del Batallón de Infantería de Marina N°3 (BIM3).
El trabajo coordinado entre las unidades de la EDRI –que actuó como base logística a flote– y las compañías del BIM3 permite optimizar el adiestramiento para el trabajo en conjunto, en la continuidad de las tareas de apoyo humanitario y sanitario, ya realizadas en las ciudades de San Pedro y Baradero, en el marco de la Operación General Belgrano I y II; y para el apoyo de las poblaciones del litoral ribereño; además del apoyo logístico a la preparación y distribución de alimentos en Zárate y La Plata, que continúan desarrollándose de manera ininterrumpida desde marzo de 2020.
La primera etapa tuvo inicio con el traslado de las unidades navales desde el Apostadero Naval Buenos Aires hasta el muelle de la Base Naval Zárate (BNZA). Durante el mismo cumplieron distintos roles en navegación en aguas restringidas, lucha contra incendio, control de averías, combate y, una vez a muelle, cumplimentaron los roles de carga de material y personal.
La segunda instancia del adiestramiento inició con la navegación de las unidades, cumpliendo roles de reconocimiento costero, aguas restringidas y distintos zafarranchos hasta llegar al área de operaciones en Cinco Bocas. Una vez allí, las compañías del BIM3 iniciaron sus tareas de incursión ribereña, conformando en el terreno distintos puestos de control, protección del convoy de unidades desde la costa, y marchas de reconocimiento.

Además, por la madrugada, mientras las unidades se encontraban fondeadas, se practicaron roles de vigilancia y defensa ante una supuesta incursión subacua. Durante la mañana del viernes, en navegación de regreso a la BNZA y como parte del adiestramiento, las unidades de la EDRI atravesaron el Canal Irigoyen –que a los fines del ejercicio se consideró “zona hostil”– por lo que la Compañía Golf del BIM3 asumió la escolta del convoy desde el agua con sus botes neumáticos Zodiak y lanchas de asalto ribereño Guardian.
Balizamiento en el río Uruguay
Luego de las tareas de reparación y carenado en su paso por el Astillero TANDANOR en marzo pasado, el buque multipropósito ARA “Ciudad de Zárate” navegó desde el Apostadero Naval Buenos Aires hacia el río Uruguay, para realizar tareas de mantenimiento de las balizas en ese sector. La actividad se enmarca dentro del Convenio rubricado entre el Ministerio de Defensa y la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).
La unidad de la Escuadrilla de Ríos, dependiente del Área Naval Fluvial, realizó el reposicionamiento de boyas, con el objetivo de contribuir al mantenimiento y correcta ubicación de las mismas. La semana pasada se relocalizaron un total de 7 boyas en el sector comprendido desde el Km 0 en Punta Gorda, hasta el Km 213 en el Puente Internacional General Artigas. Las tareas se extenderán hasta el próximo 7 de mayo.
Campaña de adaptación en técnicas individuales
Por otra parte, desde el 13 y hasta el 15 de abril, la Compañía de Tiradores Golf del BIM3 realizó una campaña de adaptación en técnicas individuales en el ambiente geográfico particular de Monte Ribereño, con el objetivo de integrar y nivelar conocimientos entre los oficiales, suboficiales y Marineros Tropa Voluntaria recientemente incorporados. La actividad se desarrolló en la estancia El Alemán / Santa Ana, y contó con el apoyo de la Sección Servicios de la Base Naval Zárate; y participaron también integrantes de la Reserva Naval.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Homenajes a 39 años del hundimiento del crucero ARA “General Belgrano”​

En destinos de la Armada y ciudades a largo de todo el país, se conmemoró esta fecha, honrando a los caídos y a los sobrevivientes.

MARTES 4, MAYO 2021

En Ushuaia recordaron al crucero ARA “General Belgrano”
En Mar del Plata: conmemoración a 39 años del hundimiento del crucero ARA “General Belgrano”
En la FA3 recordaron al crucero ARA “General Belgrano”
Actividad deportiva en conmemoración al 39° aniversario del hundimiento del “Belgrano”

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Egresaron Marineros Tropa Voluntaria en el Arsenal Naval Azopardo​

Los 35 jóvenes prestarán servicio en dicho destino.

MARTES 4, MAYO 2021

Azul – En el Arsenal Naval Azopardo (ARAZ), el viernes se llevó a cabo la ceremonia de finalización del Período Selectivo Preliminar (PSP) de los 35 Marineros Tropa Voluntaria que integraron la primera promoción de incorporación de este año.
La ceremonia fue presidida por el Jefe del ARAZ, Capitán de Navío Víctor Ramón Ibañez. Luego de la entonación del Himno Nacional Argentino, el Teniente de Corbeta Hernán Cruz Juárez pronunció palabras alusivas donde felicitó a los nóveles marinos por haber superado con creces los desafíos de esta finalizada etapa y los instó a continuar con esfuerzo para cumplir con el Servicio Naval.
Asimismo, agradeció a las distintas áreas del Arsenal que directa o indirectamente apoyaron el desarrollo de la formación durante el PSP. Posteriormente, se leyó la orden de entrega de premios y finalmente, luego de entonar la Marcha de la Armada, desfilaron los nuevos Marineros Segundos.
La ceremonia fue con asistencia reducida, sin que los familiares puedan estar presentes, de acuerdo a las restricciones por COVID-19. Las 15 mujeres y los 20 hombres, todos oriundos de la ciudad de Azul, prestarán servicio en el ARAZ.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Comenzó el Período Selectivo Preliminar para Marineros Tropa Voluntaria fase 2 en Baterías​

Hace una semana llegaron 89 postulantes de Salta, Tucumán y la zona de Punta Alta y Bahía Blanca. Este período tendrá una duración de un mes.

MARTES 4, MAYO 2021

Baterías – El pasado lunes comenzó el Período Selectivo Preliminar (PSP) para Marineros Tropa Voluntaria fase 2, en la Base de Infantería de Marina Baterías. Tendrá una duración de 30 días y está a cargo del Comando de Instrucción y Evaluación de la Infantería de Marina (COIE).
Dicho período dio inicio hace una semana con el arribo de 89 postulantes a Marineros Tropa Voluntaria (MTV) desde las provincias de Tucumán y Salta y de la zona de Punta Alta y Bahía Blanca.
El objetivo de esta incorporación es completar entre el PSP fase 1 –que tuvo lugar durante el mes de marzo– y el actual, el egreso de más de 300 Marineros Tropa Voluntaria adiestrados y listos para ser incorporados a la Armada Argentina. La división en dos fases se realizó para poder cumplir con las normas de prevención ante la pandemia de COVID-19, manteniendo el distanciamiento social con la conformación de burbujas más pequeñas.
De acuerdo a lo explicado por el Capitán de Fragata Tomás Duca, a cargo del Período Selectivo Preliminar en ambas fases, los postulantes se encuentran en la etapa de adiestramiento. “Durante un mes, en las instalaciones del COIE y de la Base Baterías van a desarrollar todas las actividades, cursar las diferentes materias y van a vivir todo el proceso de adiestramiento e instrucción, previo a la ceremonia de egreso que tendrá lugar entre el 26 y el 28 de mayo”, expresó. “Tras ello, los Marineros Segundos tendrán su traslado a unidades navales, de seguridad, de Infantería de Marina o donde sean necesarios”.
Respecto a la incorporación, el Capitán Duca hizo especial hincapié en el estricto protocolo y las medidas sanitarias que se toman frente a la pandemia de COVID-19. “Con un buen protocolo, medidas de prevención e hisopados, seguimos cumpliendo con el distanciamiento, la higiene de manos y la utilización de barbijos. Al momento, no tenemos ningún caso de COVID en instructores ni postulantes”.
Asimismo, destacó la importancia de las lecciones aprendidas durante la primera fase del PSP, adaptando y planificando las diferentes clases a la actual duración de 30 días, “de forma tal de poder lograr un postulante egresado como Marinero con todos los objetivos cumplidos y las capacidades para poder desenvolverse correctamente en las unidades de la Armada Argentina”.


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A 39 años....!


Aviones Super Etendard hunden un destructor de la Marina Real​

El ataque a la flota inglesa realizado el 4 de mayo de 1982 pasó a la historia como un hito táctico por la combinación avión explorador-avión de ataque.
El 4 de mayo de 1982 fue la fecha que marcó un hito en la historia de la Armada Argentina y en su actuación durante el Conflicto del Atlántico Sur, por la audacia, el coraje y el profesionalismo de sus pilotos navales.
Ese día, dos aviones Super Etendard de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque hundieron al destructor británico HMS “Sheffield”, con información brindada por un avión Neptune de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración.
Esa madrugada, el Neptune al mando del Capitán de Corbeta Ernesto Proni Leston, detectó al “Sheffield” al sudeste de isla Soledad y lo siguió sigilosamente durante unas 3 horas.
A media mañana, los aviones Super Etendard, piloteados por el Capitán de Corbeta Augusto Bedacarratz y el Teniente de Fragata Armando Mayora, despegaron de la Base Aeronaval Río Grande, amunicionados con misiles Exocet.
“¡Lanzar, ahora!”, ordenó Bedacarratz. Mayora no escuchó la orden, pero vio el lanzamiento, pulsó su gatillo y el misil desprendido de una de las alas de su avión cayó y encendió motor propulsor. El “Sheffield” no detectó el ataque hasta que un oficial en el puente de comando divisó casi al ras del mar una estela. Cinco segundos después, el Exocet impactó justo en el centro del buque donde estaba la Central de Información de Combate, dos metros y medio sobre la línea de flotación. Del agujero que quedó, salió una columna de fuego y humo de 30 metros, incontrolable, que incendió el buque y obligó a abandonarlo. El “Sheffield” quedo muy averiado y luego de seis días se hundió.
Esa tarde, ya de vuelta en Río Grande, se tomó aquella icónica foto donde el Capitán Bedacarratz sostiene un stencil sobre el fuselaje del Super Etendard 3-A-202 para pintar la silueta negra del buque inglés, con una equis roja encima, indicando que fue hundido.
Además de constituir un hito táctico, porque nunca antes en la historia se había usado la combinación avión explorador-avión de ataque, la fecha fue instaurada para conmemorar en la actualidad el Día de la Aviación Naval.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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El patrullero oceánico ARA “Piedrabuena” finalizó su instrucción especializada en el mar​

Durante la navegación, la dotación operó la totalidad de los sistemas de a bordo. Ahora comienza el alistamiento final para zarpar y trasladar la unidad a nuestro país.

MIÉRCOLES 5, MAYO 2021

Francia – El patrullero oceánico ARA “Piedrabuena” concluyó exitosamente los 10 días de instrucción especializada por los mares de Concarneau (Francia). Durante la navegación, la dotación operó la totalidad de los sistemas de a bordo, afianzando de este modo el conocimiento de los nuevos equipos.
La instrucción consistió en operar «in situ» todos los sistemas cuya teoría fue brindada por los fabricantes; probando además en forma integral los sistemas de combate, de navegación, sistemas de lucha contra incendios y embarcaciones rápidas. Como parte de la instrucción se buscaron condiciones meteorológicas adversas para probar los sistemas a máxima exigencia.
Se llevaron a cabo maniobras de hombre al agua, evoluciones, ejercicios de lucha contra incendio y control de averías, entre otras actividades. Además, personal de la empresa constructora Naval Group participó de la navegación, contribuyendo a que el personal conozca en profundidad la operación de los equipos y sistemas.
Con el arribo de la unidad nuevamente al astillero, se da inicio al alistamiento final para zarpar y trasladar la unidad a nuestro país.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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El Batallón Antiaéreo conmemoró su bautismo de fuego​

El acto fue encabezado por el Comandante de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar.

MIÉRCOLES 5, MAYO 2021

Puerto Belgrano – Esta mañana, en la Plaza de Armas de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar (FAIF), se llevó a cabo la ceremonia por el 39° aniversario del bautismo de fuego del Batallón Antiaéreo (BIAA).
El acto estuvo encabezado por el Comandante de la FAIF, Capitán de Navío Carlos Eduardo Gómez Nolasco, acompañado por el Comandante del BIAA, Capitán de Corbeta Renzo Freno.
En el marco del distanciamiento por las restricciones sanitarias vigentes, solo estuvieron presentes Veteranos de la Guerra de Malvinas y un limitado número de personal de los diversos destinos de Infantería de Marina.
Luego del ingreso de las autoridades se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y, a continuación, el Capitán Freno compartió palabras alusivas a aquel hecho histórico.
“En la madrugada del 1º de mayo, un avión Avro Vulcan de la Real Fuerza Aérea británica dejó caer 21 bombas de 1000 libras con el objetivo de inutilizar nuestra pista principal del aeródromo de Puerto Argentino. Si bien el objetivo no fue cumplido, como consecuencia del ataque falleció el conscripto clase 62 Ricardo Romero, primera baja de la unidad en la guerra”, mencionó el Comandante del BIAA.
Horas después de ese ataque, “comenzaron a detectarse movimientos aéreos. El blanco elegido por los británicos era el aeropuerto y para atacarlo se dividieron en dos grupos, empleando un total de 10 aeronaves Sea Harrier”, continuó el Capitán Freno.
A lo que agregó: “La reacción de las armas antiaéreas de la unidad no se hizo esperar y los cañones llenaron el cielo de trazadoras, al mismo tiempo que las unidades efectuaban el lanzamiento de sus misiles Tiger Cat. El entonces Cabo Principal Momo realizó el lanzamiento de un misil sobre una aeronave que se presentaba de frente, pero el piloto logró observarlo y giró bruscamente a su izquierda, más no así su numeral que no se había percatado de la acción y recibió el impacto siendo derribado. Como consecuencia del accionar de la defensa antiaérea, los británicos no volvieron a arriesgar sus aviones y se limitaron a efectuar bombardeos a gran altura, pero con muy baja precisión”.
Para finalizar, el Capitán Freno destacó: “El combate de aquel 1º de mayo de 1982 fue el primero de su tipo en la historia de guerra de la Nación […] Conmemorar este aniversario, no solo nos permite evocar los hechos de aquellos días, sino también reconocer el coraje y valentía de nuestros veteranos, a quienes consideramos héroes por la extraordinaria hazaña que realizaron. A todos ellos, de parte de la unidad, muchas gracias”.
Tras las palabras, el encargado del BIAA requirió el lema de la unidad y se procedió a la invocación religiosa a cargo del presbítero José Luis Toya. Acto seguido se llevó adelante la colocación de una ofrenda floral y un minuto de silencio en homenaje a los caídos en actos de servicio.
Concluidas dichas acciones, se dio por finalizada la ceremonia con la entonación de las estrofas de la Marcha de la Armada.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Nocturno Culto

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El carguero “Formosa” y los buques auxiliares en Malvinas​

Durante las operaciones de la guerra, unidades de la Marina Mercante efectuaron distintas tareas logísticas, evidenciando la preparación, eficiencia y espíritu de sacrificio que los identifica como marinos mercantes argentinos.

Inmediatamente concretada la Operación Rosario, el 2 de abril de 1982, la Armada Argentina dispuso el empleo de varios buques de la Marina Mercante. Entre ellos fue designado el buque carguero ELMA (Empresa Líneas Marítimas Argentinas) “Formosa” al mando del Capitán de Ultramar Juan Cristóbal Gregorio y con el Capitán de Fragata Héctor Danilo como Comandante militar.

El 15 de abril, el “Formosa” zarpó del Puerto de Buenos Aires hacia las Islas Malvinas con una tripulación de 41 hombres, una mujer –la enfermera Doris West– y tres cadetes de la Escuela Nacional de Náutica. También embarcó un contingente de 25 soldados del Ejército Argentino.

El buque cargaba 3500 toneladas en sus bodegas trasladando camiones, jeeps, ambulancias, explosivos, municiones, combustibles para aviones, una pista extensible de aluminio, uniformes de abrigo, 45 contenedores con víveres y cocinas de campaña.

Durante su travesía hacia las islas, el Comando del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur ordenó a la Fuerza de Tareas Aeronaval establecer un área de exploración para apoyo antisubmarino en la derrota del carguero, la cual fue cubierta por dos aviones Neptune de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración. El 20 de abril, el buque fondeó frente a Puerto Argentino habiendo sorteado el bloqueo inglés.

La maniobra de descarga se complicó dado que el muelle del Apostadero Naval Malvinas no tenía el calado suficiente para este buque de 20.704 toneladas de desplazamiento, quedando fondeado en Puerto Groussac, al noreste de Puerto Argentino, para ser alijado por otros buques de menor calado. El 26 de abril, el Capitán Bianchi fue reemplazado por el Capitán de Corbeta Juan Iannuzzo y dos días después, el “Formosa” pudo atracar al muelle para continuar sus tareas.

En la madrugada del 1º de mayo el “Formosa”, sin poder completar su descarga, debió abandonar rápidamente Puerto Argentino debido a posibles ataques británicos. Ese mismo mediodía el buque fue atacado por aviones Sea-Harrier británicos que afortunadamente no le provocaron daños. Sin embargo durante la tarde, mientras el “Formosa” navegaba al sur de la Isla Soledad, un avión no identificado lo atacó con cañones y le arrojó varias bombas MK82 de 250kg. Dos de ellas impactaron en el agua, otra impactó contra la torre de una grúa y explotó en el mar, mientras que la cuarta quedó alojada en una de las bodegas sin estallar. Acto seguido, el buque fue ametrallado con un cañón de 30 mm. Dada la conducta, camaradería y valentía de sus tripulantes, el buque no tuvo que lamentar bajas.

El 2 de mayo, el ELMA “Formosa” se retiró de Malvinas y fondeó en la bahía San Sebastián de la isla Grande de Tierra del Fuego. Allí se determinó que la bomba estaba activa, por lo que ante esta situación crítica el Capitán Iannuzzo y dos voluntarios procedieron a trincarla con sumo cuidado para poder navegar hacia el continente.

El buque llegó a Buenos Aires el 6 de mayo con su carga sin explotar. Allí recibió a bordo al Suboficial Auxiliar Pedro Prudencio Miranda, un especialista de la Fuerza Aérea Argentina, para desactivar la bomba.

Finalizado el conflicto y en reconocimiento por su desempeño, el “Formosa” fue condecorado por la Armada Argentina con la medalla “Operaciones en Combate” y el Capitán Gregorio recibió la condecoración “Honor al Valor en Combate” por “Su meritorio desempeño al mando del buque ‘Formosa’ durante las operaciones, logrando romper el bloqueo enemigo y abastecer a las unidades de las Islas Malvinas con acertado criterio profesional”.

Los buques auxiliares en la Guerra de Malvinas

Durante las operaciones de la Guerra de Malvinas, buques no pertenecientes a la Armada Argentina llevaron a cabo distintas tareas logísticas, muchas de ellas de gran envergadura, poniendo en evidencia el profesionalismo y valor de los marinos mercantes argentinos.

Las unidades mercantes conformaron el Grupo de Tareas 17, que tuvo como misión localizar a la Fuerza de Tareas Británica a partir del 20 de abril de 1982 y mantener exploración en contacto a fin de proveer datos útiles. Estos buques fueron puestos a disposición por las empresas y cumplieron con sus misiones sin poseer armamento. También formó parte del GT17 un Boeing 707 de la Fuerza Aérea Argentina.

En las proximidades de la Isla Ascensión, operaron en el GT17 el “Almirante Stewart”, “Chubut”, “Tucumán”, “Río Esquel”, “Glaciar Perito Moreno”, “Río de la Plata”, “Río Iguazú”, “Río Limay”, “Glaciar Ameghino”, “Misiones II” y “Dr. Atilio Malvagni”. Entre la Isla Ascensión y Malvinas operaron el “Tierra del Fuego II”, “Usurbil”, “María Luisa” y “Mar Azul”.

En áreas próximas a la zona de exclusión Malvinas, en tareas de reaprovisionamiento logístico y a órdenes del Comando de Operaciones Navales (COOP), operaron el “Cabo Espíritu Santo”, “Puerto Rosales”, “Campo Durán” y “Florentino Ameghino”, asimismo se desplegaron el “Narwal”, “María Alejandra” y “Constanza”. En tareas de búsqueda y rescate fue destacado el “Capitán Cánepa”.

Para las áreas costeras en tareas de apoyo logístico y bajo órdenes del Comando Naval de Transporte Marítimo prestaron servicio los buques “Río Neuquén”, “Córdoba”, “Lago Argentino”, “Glaciar Perito Moreno”, “Lago Traful”, “Río Calchaquí”, “Chaco” y “Ceibo”.



Yehuin


Formosa

A órdenes del Comando Naval de Transporte Marítimo operaron: “Formosa”, “Mar del Norte”, “Río Cincel”, “Río Carcarañá” y “Yehuin”. Por su parte, los buques petroleros de YPF “Campo Duran” y “Puerto Rosales” cumplieron tareas de reaprovisionando a las unidades de la Flota de Mar.


Río Carcaraña


ARA «Piloto Alsina»


Narwal

La Agrupación Naval Malvinas

Esta agrupación estuvo a cargo del Capitán de Navío Antonio Mozzarelli, quien tuvo como unidades subordinadas, además de los ARA “Bahía Buen Suceso” e “Isla de los Estados”, a los guardacostas de la Prefectura Naval Argentina GC-82 “Islas Malvinas” y GC-83 “Río Iguazú”, a los que se les asignó la tarea de patrullajes nocturnos, búsqueda de comunicaciones y radio localización, y vigilancia radar continua.

A los buques mencionados se sumaron aquellos que fueron tomados a los ingleses luego de la recuperación de las islas y que fueron tripulados con personal militar del recién creado Apostadero Naval de Puerto Argentino: Ellos fueron el “Forrest”, “Penélope” y “Monsumen”, con los que se mantuvo hasta el final del conflicto una activa navegación entre las caletas de las islas cumpliendo funciones de patrullaje, apoyo logístico y transporte de tropas. También realizaron búsqueda radar intermitente y adoptaron un dispositivo basado en la dispersión para facilitar la autodefensa y el rechazo de ataques aéreos. Durante las horas nocturnas patrullaban la línea de costa mediante un eficaz dispositivo de alerta temprana.


ARA «Bahía Buen Suceso»


ARA «Isla de los Estados»

El GC-83 “Río Iguazú” recibió la condecoración “Honor al Valor en Combate” por realizar la totalidad de las misiones de reconocimiento y apoyo logístico asignadas y por haber enfrentado en las proximidades de Puerto Darwin el ataque de tres aviones enemigos, abatiendo a uno de ellos pese a la evidente inferioridad de medios.


 

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Aspirantes navales realizaron ejercicio de supervivencia en el terreno​

Es una parte importante en su formación técnico-profesional, ya que fortalecen sus capacidades físicas y psicológicas bajo condiciones adversas.

VIERNES 7, MAYO 2021

Puerto Belgrano – Unos 50 aspirantes navales de 2° año –de los escalafones Furriel, Electricista, Aeronáutico, Músico y Maquinista– de la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA), junto a encargados e instructores, se adiestraron en técnicas de supervivencia en la Base de Infantería de Marina Baterías.
El ejercicio de supervivencia es una parte importante en la formación técnico-profesional de los aspirantes navales, quienes fortalecen sus capacidades tanto físicas como psicológicas bajo condiciones adversas.
El adiestramiento comenzó con clases teóricas que se dictaron en la ESSA para ser aplicadas en el terreno y la supervivencia estuvo a cargo del personal del Centro de Instrucción de la Fuerza Aeronaval Nº 2 (CIFA).
Luego efectuaron una marcha a pie de unos 20 km desde la ESSA hasta inmediaciones de la IV Batería Histórica, dentro de la Base Baterías, en zona de monte y playa. Allí, los aspirantes embarcaron en botes del Batallón de Vehículos Anfibios y de la Agrupación Comandos Anfibios.
Estos vehículos los trasladaron mar adentro para realizar otra actividad: simular el abandono de una unidad de superficie en el mar. Más tarde, los aspirantes se desplazaron a la Pileta Cubierta del Comando de Instrucción y Evaluación de la Armada (COIE) donde continuaron con la supervivencia: realizaron salto de borda, técnicas de ingreso a una balsa, volteo de bote y flotación.
Hacia el atardecer, se retiraron a una zona donde debieron construir refugios, los que debían cumplir la función de protección ante las inclemencias meteorológicas. También emplearon técnicas y conocimientos para la confección de trampas, y la obtención, recolección y potabilización de agua.
La siguiente jornada comenzó en la Pista de Liderazgo del COIE, en la que se evalúa la estabilidad emocional y el juicio crítico de los participantes; la evaluación es llevada a cabo por parte del Gabinete Psicológico y Psicopedagógico de la ESSA.
Hacia el mediodía, recibieron la visita de un Veterano de la Guerra de Malvinas, quien les brindó una charla-exposición sobre su experiencia en el Conflicto del Atlántico Sur. Se trató del Suboficial Mayor Maquinista VGM (RE) Horacio Tejada, quien era Cabo Segundo en 1982 y se encontraba destinado en el crucero ARA “General Belgrano”. Por la tarde, recibieron instrucción en Sanidad en Combate donde los jóvenes pusieron en práctica técnicas de atención de Primeros Auxilios y transporte de heridos.
La jornada continuó con clases de orientación y navegación en el terreno; conocimientos que fueron puestos en práctica al realizar una navegación diurna y otra nocturna en la Pista de Navegación perteneciente al COIE. El día terminó con una instrucción en lanzamiento de bengalas de mano, en la costa de la playa de Baterías.
Para el desarrollo de todas las actividades, el grupo de alumnos fue dividido en patrullas que respetaron las denominadas “burbujas” establecidas ya en el establecimiento educativo, como parte de las medidas para contrarrestar los efectos de la pandemia por COVID-19. Asimismo, se cumplieron con todas las medidas sanitarias como el uso del barbijo, distanciamiento social y desinfección con alcohol en gel.
El viernes 23 de abril los aspirantes se replegaron temprano del lugar de entrenamiento, y lo hicieron emprendiendo una nueva caminata de regreso a la ESSA, llegando a destino hacia el mediodía para dar por finalizado con éxito, el Ejercicio de Supervivencia.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Actualización de armamento menor​

Las tareas son realizadas por personal del Taller de Armas Menores de la Agrupación Servicios de Cuartel y de la empresa proveedora.

VIERNES 7, MAYO 2021

Puerto Belgrano – En las instalaciones del Taller de Armas Menores de la Agrupación Servicios de Cuartel (APSC), se llevaron a cabo las tareas de modificación de los dos primeros fusiles FAL M2 y FAL P ARA para modernizarlos a los prototipos FAL P ARA y FAL TD ARA. Las mismas están enmarcadas en el plan de actualización del armamento menor de la Armada Argentina.
La modernización fue llevada a cabo por personal especializado del taller y representantes de la empresa de seguridad militar, quienes viajaron especialmente a la Base Naval Puerto Belgrano para hacer entrega de los primeros kits de conversión y supervisar la correcta ejecución de las obras.
Durante la primera jornada se procedió a realizar la modernización de las dos versiones, siendo el FAL P ARA una mejora sustancial del PARA y el FAL TD ARA la conversión del tradicional M2 en un fusil de dotación para el rol de Tirador Escogido.
El cierre del día consistió en una presentación, por parte de los representantes de la empresa privada, de las mencionadas armas a distintas autoridades navales.
La segunda jornada transcurrió en el polígono de tiro del Comando de Instrucción y Evaluación de la Infantería de Marina (COIE). Allí se realizaron las pruebas para certificar la eficacia de la modernización en el empleo de los fusiles, las cuales arrojaron resultados iniciales muy satisfactorios.
Participaron del tiro de prueba personal de distintos destinos, como la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar (FAIF), el Comando de Instrucción y Evaluación (COIE), el Batallón de Infantería de Marina N° 2 (BIM2), la Agrupación Comandos Anfibios (APCA) y representantes de la Agrupación Buzos Tácticos (APBT).

Detalles técnicos​

Los kits de modernización incluyen los siguientes elementos:
FAL P ARA: guardamanos tipo M-LOK con protectores laterales, culata telescópica y rebatible Magpul MOE, grip vertical de polímero, retén del cargador mejorado y mira de punto rojo de alta definición Trijicon MRO, con retículo de 2 MOA/65MOA.
FAL TD ARA: guardamanos tipo M-LOK con protectores laterales, culata ergonómica de polímero, ajustable en longitud y altura, retén del cargador mejorado, bípode telescópico y mira telescópica Leupold.
Las versiones FAL P ARA y FAL TD corresponden a lo último en desarrollo mejorado del exitoso FAL, que la empresa proveedora ha trabajado durante los últimos 6 años bajo los requerimientos estipulados por las Fuerzas Armadas de nuestro país. Manteniendo características históricas de este fusil, como la fiabilidad y la robustez del diseño, sumadas a las nuevas actualizaciones, los nuevos FAL P ARA y FAL TD ARA reúnen lo mejor de los dos mundos, uniendo al pasado con el presente para crear una excelente combinación en un fusil adaptado a la necesidad y los tiempos actuales.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 
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