El mítico North American NA-50 Torito en la Fuerza Aérea del Perú
Alejo Marchessini, 10 de junio de 2021
El NA-50, apodado “Torito”, era un derivado del NA-16 (AT-6), de los que North American (EE.UU) fabricó 13 aparatos, 7 de ellos fueron adquiridos, en agosto de 1938, por el entonces Cuerpo Aeronáutico del Perú. Los otros 6, de la variante NA-68 (NA-50A), serían adquiridos más tarde por la Real Fuerza Aérea de Siam e incautados por los EE.UU en 1941, recibiendo la denominación de PA-64 y utilizados para entrenamiento avanzado de pilotos.
Con un fuselaje monocasco, totalmente metálico, tenían una longitud de 8,23 m, envergadura 11,36 m. y altura de aproximada de 3m. Estaban propulsados por un motor radial Wright Cyclone 1820-G203 de 870 HP por lo que podían alcanzar una velocidad máxima de 450 km/h. El alcance era de 1.038 km. y el techo de servicio de unos 9.200 m. Iban armados con dos ametralladoras M1919 de 7,62 mm, montadas en el cubremotor, y disponían de racks para transportar unos 180 kg. de bombas.
Los NA-50 arribaron al Perú en marzo de 1939, siendo trasladados a la Base Aérea de “Las Palmas” donde fueron ensamblados y sometidos a los correspondientes vuelos de prueba antes de entrar en servicio en el mes de mayo. Fueron asignados a la 41º Escuadrilla de Caza que formaba parte del 21º Escuadrón de Caza, unidad asentada en la Base Aérea "Teniente Coronel Pedro Ruiz Gallo" (Chiclayo). Ostentaban las matrículas XXI-41-1 (50-948), XXI-41-2 (50-949), XXI-41-3 (50-951), XXI-41-4 (50-950), XXI-41-5 (50-952), XXI-41-6 (50-953) y XXI-41-7 (50-954).
De estos, el XXI-41-7 (50-954), pilotado por el alférez José Sánchez Navarrete, desapareció sobre el mar, frente a Pimentel (Chiclayo), el 17 de septiembre de 1939. Otros dos se perdieron durante el
Conflicto de Zarumilla en 1941. El XXI-41-2 (50-949) al mando del teniente Renan Elías Olivera, tras retornar de una misión,
estalló sobre el mar a la altura de Tumbes al tratar de desprenderse de una bomba que había quedado trabada. Sus restos nunca fueron encontrados. En cambio, el XXI-1-43 (50-951) fue la nave que el capitán José A. Quiñones Gonzales volaba cuando se inmoló en Quebrada Seca el 23 de julio de 1941. En esa última misión, cuando se disponía a lanzar sus bombas contra los objetivos designados, su nave fue impactada por fuego antiaéreo y comenzó a incendiarse, a pesar de lo cual mantuvo el control del avión, guiándolo hacia las posiciones enemigas y destruyéndolas con el impacto a costa de perder la vida.
Tras el conflicto, los NA-50 se mantuvieron en servicio con la 41º Escuadrilla de Caza hasta mediados de 1943. Ese año, fueron asignados a la 4º Escuadrilla de Instrucción Avanzada (28º Escuadrón de Instrucción) en la Base Aérea de “Las Palmas”, recibiendo las matrículas FAP 250 (50-948), FAP 251 (50-950), FAP 252 (50-952) y FAP 253 (50-953). Fueron retirados del servicio en 1950.
Entre 1954 y 1955, el FAP 251 fue recuperado y puesto en condición de vuelo por la Escuela de Suboficiales (ESOFA). Fue utilizado por cadetes y pilotos de la Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea hasta mediados de 1961 cuando sufrió un accidente que lo daño seriamente y lo dejo completamente inoperativo.
SEMAN completa la restauración de un North American NA-50
El Servicio de Mantenimiento (SEMAN) entregó al Comandante General de la Fuerza Aérea del Perú, General del Aire Rodolfo Pereyra Cuneo, un North American NA-50, único de su clase en el mundo, que será colocado en el pedestal principal de la Plaza de Armas de la Base Aérea de “Las Palmas” acompañando el Mausoleo del Héroe Nacional Capitán FAP José Abelardo Quiñones Gonzales, Gran General del Aire del Perú. Sus libreas de color e insignias recrean al NA-50 (50-951) de la 41° Escuadrilla de Caza que volaba el Capitán Quiñones al inmolarse en Quebrada Seca, durante el Conflicto de Zarumilla, el 23 de julio de 1941.
De acuerdo a la información dada a conocer, el Servicio de Mantenimiento (SEMAN) -que empleo un promedio de 220 días de trabajo y 47.520 horas/hombre – emprendió la restauración del NA-50 (50-950) a mediados de 2020 con un proceso de desensamble total, incluyendo componentes mayores y menores, así como las secciones estructurales necesarias para su inspección, reparación o reemplazo con fin de recuperar su condición estructural original. Así, por ejemplo, el fuselaje, tanto delantero como posterior, fue sometido a un tratamiento anticorrosivo y se confeccionaron, mediante ingeniería inversa, largueros principales, costillas, mamparos, cubiertas y paneles de acceso, así como la pared de fuego. Además, se realizó el cambio del revestimiento externo. Igual procedimiento se aplicó al ala central, a las superficies de control y flaps, y a los estabilizadores vertical y horizontal. Se dio mantenimiento anticorrosivo al motor y al tren de aterrizaje, y se montó el sistema de armas. Finalmente, la cabina y su panel de instrumentos fue reacondicionada, reconstruyéndose la cúpula deslizable.
(Alejo Marchessini, corresponsal de Grupo Edefa en Lima).
NA-50 (50-950) Torito restaurado por el SEMAN. Sus libreas de color e insignias recrean al NA-50 (50-951) de la 41° Escuadrilla de caza que volaba el Capitan Jose Quiñones Gonzales al inmolarse en Quebrada Seca, durante el Conflicto de Zarumilla, el 23 de julio de 1941.
Imagen coloreada de un avión NA-50 - matrícula XXI-41-1 (50-948) sobrevolando la campiña de Chiclayo
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