El día que una misión secreta de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) en el Perú, ayudó a la liberación de 70 rehenes capturados por el grupo terrorista Sendero Luminoso.
Fue en junio del año 2003 cuando aproximadamente 70 empleados (entre ellos 4 policías) de la empresa argentina Techint, que estaba encargada de la construcción de un gasoducto en la región de Ayacucho, fueron secuestrados y tomados como rehenes por elementos terroristas de Sendero Luminoso. Los secuestradores, quienes exigían al estado, entre otras cosas, armas, comida y un rescate de 200 mil dólares americanos en efectivo para liberar los trabajadores y policías retenidos, trasladaron a todos los secuestrados dentro de la espesura de la selva mientras realizaban negociaciones con el gobierno y paralelamente con la empresa Techint para la liberación de los trabajadores. Tras haber transcurrido horas desde el secuestro y dado que las negociaciones se tornaron un poco tensas, sin un acuerdo posible en el corto plazo, y además con la amenaza de asesinar a parte de los secuestrados si el presidente peruano en aquel entonces no accedía a las peticiones de los secuestradores. El gobierno peruano entre las posibles medidas a tomar para la liberación de los trabajadores y policías en el menor tiempo posible sin ninguna pérdida, ideó algunos planes de rescate que debian ser ejecutados por parte de efectivos de las FFAA y Policía. Sin embargo, la extensión de la selva y la falta de equipos especializados que permitan ubicar con exactitud el campamento terrorista donde mantenían secuestrados a los trabajadores de la empresa Techint, hacia que alguna operación de rescate militar sea, además de muy riesgosa, quizá tardía, pues podrían haber demorado días en ubicar el rastro de los secuestrados.
Dada la complejidad de la situación, y aceptando el apoyo que el gobierno brasileño habría ofrecido, se puso en marcha una operación que se mantuvo secreta por años.
En horas de la mañana del día 10 de junio, procedente de Goias, tras una escala en Porto Velho, arribó al aeropuerto internacional Jorge Chávez un misterioso avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) que se estacionaría en la rampa militar del Grupo Aéreo Nº8 de la Fuerza Aérea del Perú. La aeronave brasileña, un R-99B que pocos meses antes la FAB había recibido de EMBRAER y sería usado como avión de vigilancia amazónica en su país, fue enviado por el gobierno brasileño en apoyo de las operaciones de rescate que el gobierno peruano planeaba llevar a cabo. El avión que llevaba consigo aproximadamente 10 tripulantes, a su arribo al Perú fue recibido por personal de la FAP, quienes inmediatamente trabajaron de manera conjunta con los militares brasileños quienes hasta aquel momento no sabían la complejidad de la misión que debían realizar. Tras la breve parada en Lima, antes del mediodía el avión brasileño con tripulantes de la FAB acompañados de personal FAP despegó del aeropuerto Jorge Chávez con destino a Ayacucho donde sobrevolaría la zona donde fueron secuestrados los trabajadores de la empresa Techint, buscando hallar algún rastro de la ubicación del campamento de los terroristas. El EMBRAER R-99B de la FAB era un avión relativamente nuevo para dicha época, había sido diseñado para realizar misiones de inteligencia en grandes extensiones de terreno como la selva y estaba provisto con equipos electrónicos de última generación, que podían operar en cualquier condición climática. Para ese fin el avión estaba equipado con un radar de apertura sintética (SAR), equipos IMINT como un sensor electróptico infrarrojo (OIS) con un escáner hiperespectral (HSS) y escáner multiespectral (MSS), lo que le daba la capacidad de monitorear cualquier movimiento en el suelo, captar personas, vehículos o incluso animales mediante dichos sensores electroópticos. Adicionalmente poseía equipos SIGINT y COMINT que le permitían rastrear ondas de transmisión de radio en banda VHF, de hecho esta capacidad permitió captar comunicaciónes de radio entre los elementos terroristas, cada emisión registrada por dicho avión era procesada, y gracias a dichos sistemas, el R-99B pudo descubrir en menos de una hora la ubicación desde donde provenían dichas emisiones de radio de los terroristas, los cuales se ubicaban en un pueblo llamado Toccate. Tras dicha detección, se enviaron inmediatamente coordenadas geográficas del campamento a las autoridades en tierra quienes de inmediato iniciaron el plan para realizar una operación de rescate. Los terroristas, tras darse cuenta del movimiento de aeronaves cerca a su posición y viendo el movimiento de fuerzas de seguridad dirigiéndose a su ubicación, se dieron cuenta que habrían sido descubiertos y ubicados, por lo que liberaron a los rehenes, al tiempo que huyeron del lugar tratando de evitar un posible enfrentamiento con las fuerzas militares y policiales que los superaban en número.
Horas más tarde, tras muchas horas sobre la zona de operación, y después de cumplir exitosamente su misión, el R-99B de la FAB regresó al aeropuerto Jorge Chávez, donde fue recibido por altos mandos de la FAP y el ministro de defensa, quien felicitó a la tripulación e hizo una visita dentro del avión. Posteriormente la aeronave regresó a Base Aérea de Anápolis en Brasil con mucho tiempo de anticipación, pues inicialmente se tenía programado que la aeronave se quede en el Perú por al menos 48 horas, mientras duraban las operaciones de ubicación y rescate de los secuestrados y de los miembros terroristas, sin embargo, ni los propios brasileños pensaron que la misión se realizaría tan rápido.
Tras la partida del avion brasileño y con la confirmación de la liberación y ubicacion de todos los secuestrados, el presidente de turno anuncio ante la prensa la liberación de los rehenes sin haber hecho uso de la fuerza y sobretodo sin haber pagado algún rescate, algo que la prensa cuestionó por muchos días. Naturalmente, al haber sido una misión secreta, nunca se mencionó a los medios la participación del avion brasileño en territorio peruano.
Un tiempo después, y evidentemente tras comprobar la efectividad de dicha aeronave diseñada para la vigilancia amazónica; durante una visita oficial al Perú del presidente brasileño de turno, ambos países suscribieron un acuerdo para la cooperación en acciones de vigilancia en la amazonia. Perú ingresó al Sistema de Vigilancia de la Amazonia (SIVAM) mientras Brasil puso a disposición del gobierno peruano cuando este considere necesario, los datos y eventualmente los equipos pertenecientes al SIVAM. Tras esto, por mucho tiempo se especulo la posible compra para la FAP de sistemas aereos similares a los que usaba la fuerza aérea brasileña en el SIVAM, como los aviones E99 para vigilancia aérea, los R99 para la vigilancia terrestre y/o fluvial, ademas de una flota de aviones Super Tucano para complementar dichas aeronaves de vigilancia, sin embargo, dichas compras nunca se concretaron, y en cambio la FAP opto por la modificación de aeronaves existentes en su flota para convertirlas en sistemas aereos de vigilancia, como el C-26B que fue convertido en una plataforma aérea de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR). Un avion al que le dedicaremos una publicación aparte que les traeremos durante los siguientes días.
Fotos:
•R-99B - Força Aérea Brasileira
•C-26B - Fuerza Aérea del Perú
https://www.facebook.com/aviacionperuana/photos/a.669932039717540/4572262352817803/?__cft__[0]=AZV7X-zTYSyPa3VLooJ1T9RNpwWCWvqJrQgHE5rCD_YXsmfQd3AYZANvWrsSNP9RxCVUIRP_GjlodkWxN1jBGxabhoMWqQaBv9xBfSYEPw19PXSiXgEFG1nEskBN4z5z1x4fhrZbLMUfTDEpqBI13Cm8&__tn__=EH-R
Fuente: Aviación Peruana
Fue en junio del año 2003 cuando aproximadamente 70 empleados (entre ellos 4 policías) de la empresa argentina Techint, que estaba encargada de la construcción de un gasoducto en la región de Ayacucho, fueron secuestrados y tomados como rehenes por elementos terroristas de Sendero Luminoso. Los secuestradores, quienes exigían al estado, entre otras cosas, armas, comida y un rescate de 200 mil dólares americanos en efectivo para liberar los trabajadores y policías retenidos, trasladaron a todos los secuestrados dentro de la espesura de la selva mientras realizaban negociaciones con el gobierno y paralelamente con la empresa Techint para la liberación de los trabajadores. Tras haber transcurrido horas desde el secuestro y dado que las negociaciones se tornaron un poco tensas, sin un acuerdo posible en el corto plazo, y además con la amenaza de asesinar a parte de los secuestrados si el presidente peruano en aquel entonces no accedía a las peticiones de los secuestradores. El gobierno peruano entre las posibles medidas a tomar para la liberación de los trabajadores y policías en el menor tiempo posible sin ninguna pérdida, ideó algunos planes de rescate que debian ser ejecutados por parte de efectivos de las FFAA y Policía. Sin embargo, la extensión de la selva y la falta de equipos especializados que permitan ubicar con exactitud el campamento terrorista donde mantenían secuestrados a los trabajadores de la empresa Techint, hacia que alguna operación de rescate militar sea, además de muy riesgosa, quizá tardía, pues podrían haber demorado días en ubicar el rastro de los secuestrados.
Dada la complejidad de la situación, y aceptando el apoyo que el gobierno brasileño habría ofrecido, se puso en marcha una operación que se mantuvo secreta por años.
En horas de la mañana del día 10 de junio, procedente de Goias, tras una escala en Porto Velho, arribó al aeropuerto internacional Jorge Chávez un misterioso avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) que se estacionaría en la rampa militar del Grupo Aéreo Nº8 de la Fuerza Aérea del Perú. La aeronave brasileña, un R-99B que pocos meses antes la FAB había recibido de EMBRAER y sería usado como avión de vigilancia amazónica en su país, fue enviado por el gobierno brasileño en apoyo de las operaciones de rescate que el gobierno peruano planeaba llevar a cabo. El avión que llevaba consigo aproximadamente 10 tripulantes, a su arribo al Perú fue recibido por personal de la FAP, quienes inmediatamente trabajaron de manera conjunta con los militares brasileños quienes hasta aquel momento no sabían la complejidad de la misión que debían realizar. Tras la breve parada en Lima, antes del mediodía el avión brasileño con tripulantes de la FAB acompañados de personal FAP despegó del aeropuerto Jorge Chávez con destino a Ayacucho donde sobrevolaría la zona donde fueron secuestrados los trabajadores de la empresa Techint, buscando hallar algún rastro de la ubicación del campamento de los terroristas. El EMBRAER R-99B de la FAB era un avión relativamente nuevo para dicha época, había sido diseñado para realizar misiones de inteligencia en grandes extensiones de terreno como la selva y estaba provisto con equipos electrónicos de última generación, que podían operar en cualquier condición climática. Para ese fin el avión estaba equipado con un radar de apertura sintética (SAR), equipos IMINT como un sensor electróptico infrarrojo (OIS) con un escáner hiperespectral (HSS) y escáner multiespectral (MSS), lo que le daba la capacidad de monitorear cualquier movimiento en el suelo, captar personas, vehículos o incluso animales mediante dichos sensores electroópticos. Adicionalmente poseía equipos SIGINT y COMINT que le permitían rastrear ondas de transmisión de radio en banda VHF, de hecho esta capacidad permitió captar comunicaciónes de radio entre los elementos terroristas, cada emisión registrada por dicho avión era procesada, y gracias a dichos sistemas, el R-99B pudo descubrir en menos de una hora la ubicación desde donde provenían dichas emisiones de radio de los terroristas, los cuales se ubicaban en un pueblo llamado Toccate. Tras dicha detección, se enviaron inmediatamente coordenadas geográficas del campamento a las autoridades en tierra quienes de inmediato iniciaron el plan para realizar una operación de rescate. Los terroristas, tras darse cuenta del movimiento de aeronaves cerca a su posición y viendo el movimiento de fuerzas de seguridad dirigiéndose a su ubicación, se dieron cuenta que habrían sido descubiertos y ubicados, por lo que liberaron a los rehenes, al tiempo que huyeron del lugar tratando de evitar un posible enfrentamiento con las fuerzas militares y policiales que los superaban en número.
Horas más tarde, tras muchas horas sobre la zona de operación, y después de cumplir exitosamente su misión, el R-99B de la FAB regresó al aeropuerto Jorge Chávez, donde fue recibido por altos mandos de la FAP y el ministro de defensa, quien felicitó a la tripulación e hizo una visita dentro del avión. Posteriormente la aeronave regresó a Base Aérea de Anápolis en Brasil con mucho tiempo de anticipación, pues inicialmente se tenía programado que la aeronave se quede en el Perú por al menos 48 horas, mientras duraban las operaciones de ubicación y rescate de los secuestrados y de los miembros terroristas, sin embargo, ni los propios brasileños pensaron que la misión se realizaría tan rápido.
Tras la partida del avion brasileño y con la confirmación de la liberación y ubicacion de todos los secuestrados, el presidente de turno anuncio ante la prensa la liberación de los rehenes sin haber hecho uso de la fuerza y sobretodo sin haber pagado algún rescate, algo que la prensa cuestionó por muchos días. Naturalmente, al haber sido una misión secreta, nunca se mencionó a los medios la participación del avion brasileño en territorio peruano.
Un tiempo después, y evidentemente tras comprobar la efectividad de dicha aeronave diseñada para la vigilancia amazónica; durante una visita oficial al Perú del presidente brasileño de turno, ambos países suscribieron un acuerdo para la cooperación en acciones de vigilancia en la amazonia. Perú ingresó al Sistema de Vigilancia de la Amazonia (SIVAM) mientras Brasil puso a disposición del gobierno peruano cuando este considere necesario, los datos y eventualmente los equipos pertenecientes al SIVAM. Tras esto, por mucho tiempo se especulo la posible compra para la FAP de sistemas aereos similares a los que usaba la fuerza aérea brasileña en el SIVAM, como los aviones E99 para vigilancia aérea, los R99 para la vigilancia terrestre y/o fluvial, ademas de una flota de aviones Super Tucano para complementar dichas aeronaves de vigilancia, sin embargo, dichas compras nunca se concretaron, y en cambio la FAP opto por la modificación de aeronaves existentes en su flota para convertirlas en sistemas aereos de vigilancia, como el C-26B que fue convertido en una plataforma aérea de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR). Un avion al que le dedicaremos una publicación aparte que les traeremos durante los siguientes días.
Fotos:
•R-99B - Força Aérea Brasileira
•C-26B - Fuerza Aérea del Perú
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Fuente: Aviación Peruana